Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El que decidió caer por Watermelon

[Reviews - 10]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

¡Hola! Aquí estoy de nuevo con otra idea aún más loca y sangrienta, espero que sea de su agrado y puedan acompañarme en cada capitulo con sus comentarios y opiniones.

Debo advertirles que mi manera de escribir es algo confusa, y que no me tentaré el corazón, pues estoy escribiendo acerca de un tema muy delicado: religión. Si no soportan leer el maltrato de sus amados personajes, violaciones y descripciones salvajes, por favor no lo lean.

Muchas gracias por su atención. Disfruten de esta lectura ^^

Notas del capitulo:

Este es el prefacio, es un poco corto pero es un comienzo.

Naruto no me pertenece, solo lo tomé prestado para mis insanas ideas de fic x3

 

El delicioso aroma de la sangre humana. Los huesos astillados por mordidas. Uñas rotas, descomponiéndose enterradas sobre la tierra. Y un demonio hambriento, lamiendo las paredes de su guarida…

 

 

Aquellos cabellos, que se pueden divisar entre las rocas cercanas de la salida de mi cueva, eran de Dalia. Una joven mujer, destinada a ser devorada por mí. No crean que era una mala chica. De hecho, era una virgen, una devota en su familia. Responsable. Hermosa. Pero débil. ¡Completamente deliciosa!

¿Creen que ser bueno es suficiente para sobrevivir en esta escoria de mundo? Están equivocados.

No puedo creer lo difícil que es vivir en un exilio como este. Pensé que sería divertido. Hacer unas travesuras. Comer varios humanos. Crear pequeñas catástrofes entre su ‘mundo’. Existir por mis reglas. No tener que lidiar con otros como yo…

 

 

Unas garras demasiado filosas como para atravesar un corazón, rechinan, aburridas. Haciendo un eco tétrico entre las montañas donde habita la criatura. Sus labios, secos, partidos… se relamen en la oscuridad.

De nuevo, desea sangre.

 

 

Odio tener que salir con aquella apariencia.

¿Por qué los malditos humanos tienen que asustarse por unos colmillos? ¿O unas garras como estas? Creer que todo en este mundo se basa en ellos. A su imagen.

Ghh. Que mierda.

 

 

Aquellos ojos rojos. Y esa piel pálida, escamosa. Cubierta de costras de sangre ajena. Miraba la desembocadura de su guarida. Donde varios rayos de luna, le mostraban el camino a la salida.

 

 

Acabo de terminar de devorar a Dalia; y no han pasado ni 24 horas, donde la necesidad de beber sangre fresca ya me está mareando.

Ser demonio no es fácil. Matar obviamente lo es, pero esconderse… Mmmm, no mucho.

He llegado a la conclusión de que a los humanos por alguna razón le temen a lo maligno, sin embargo, están tranquilamente esperando a que este los envuelva. Y redimirse a su mortalidad. Sabiendo que hay algo más grande y más peligroso allá a fuera.

 

 

Con pesadez, unos pies desnudos y alargados empiezan a arrastrarse por la tierra. Poco a poco se nota cómo sus escamas empiezan a fundirse a su piel, quedando una fina exposición de su disfraz humano.

Ya no se distinguen sus garras, ni sus afilados ojos rojos.

 

 

Esta vez, tengo ganas de un chico. Tal vez, de un adolescente.

Mientras más jóvenes sean, más tierna es su carne. Lamentablemente los bebes, son muy pequeños, y su sabor no es tan fuerte, aunque definitivamente son un vasto manjar para el paladar maldito. Además, sus lloriqueos al momento de devorarles… son deleitantes.

Diablos, ya empecé a salivar de la emoción.

 

 

Se escucha como una risa ronca empieza a surgir desde detrás de la garganta del demonio de desnuda apariencia, que entre la oscuridad, comienza a olfatear el aire.

Su siguiente presa no debía de estar muy lejos, de eso tenía que asegurarse.

¿Habría algún mortal tan estúpido como para vagar en el bosque a aquellas horas de la noche?

 

 

Puedo, desde la altura de mi cueva, olfatear la gente de la aldea más cercana. Pero con poco de mala suerte, no tendría que mezclarme entre ellos. Son tan ingenuos y fáciles, que una cara atractiva les es suficiente como para rendirse ante un demonio. ¡Qué patéticos!

Al umbral del arco de piedra, me siento acariciado nuevamente por la luna.

 

 

La oreja del demonio se mueve escuchando un eco lejano.

 

 

Sabía perfectamente que eran: risas. Y no solo una, varias.

Alguien estaba jugueteando en el bosque. Gritando a los cuatro vientos lo mucho que deseaba ser descubierto. Pues bien, cuando alguien llama, lo más educado es… contestar.

 

 

Exponiendo por enésima vez, los colmillos del demonio brillaron tras su sonrisa.

La mala suerte estaba con él, pues… no solo tendría la oportunidad de devorar a un solo joven, sino a tres.

Tres pares de ojos jugosos, tres lenguas tiernas, tres aullidos más.

 

 

Tres corazones que me harán más fuerte...

 

Notas finales:

Dejen comentarios, todos y cada uno seran bienvenidos y contestados ^^

Watermelon.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).