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Coperti Dal Cielo por Saory_Moon

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Notas del fanfic:

Ps..este es mi primer Fic e KHR asi que les pido comprencion para esta novata

 

Como ya sabran KHR y sus personajes No me pertenecen (TwT que mas quisiera yo) son de Akira amano - Sama

 

Denle una oportunudad a mi fic

 

Espero les guste

 

Notas del capitulo:

Sao: ps...aqui empezando nuevo fic!!!

Zai: Como siempre U_U

Sao: no te quejes que tu amas este anime y manga tanto como yo!!

Zai: Por eso no me he quejado amo los fics de esta pareja

Sao: es una lastima que sea dificil encontrar uno de KXT

Zai: Por eso lo escribes tu

Sao: Exacto!!...espero les guste!!

∞¤∞Capitulo 1∞¤∞
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Fasi di Cielo∞¤∞¤∞¤∞¤∞¤∞

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Estaba acostado viendo el blanco techo de su habitación, se sentía demasiado cansado debido al entrenamiento que Reborn le había hecho pasar ese día pero a pesar de todo no podía dormir, algo malo pasaría, algo dentro de él se lo decía, tal vez era esa súper intuición de la que tanto hablaba Reborn, pero deseaba que no fuera así ya que esta no solía equivocarse.

Soltó un suspiro, hace apenas dos meses que habían regresado del futuro, no quería mas peleas, no quería que sus amigos volvieran a luchar, no quería exponer de nuevo a Kyoko, Haru e Ipin, no quería que su familia estuviera nuevamente en peligro,..sonrió, ya incluso los consideraba su familia. Antes lo negaba con todo su ser pero ahora era diferente, pensar en ellos como su familia hacia nacer dentro de el un sentimiento cálido y reconfortante, sin embargo, al mismo tiempo que ese sentimiento nacía, aparecía otro, otro más frió que lo hacía temblar y estremecer,...el miedo,...miedo a perder a sus seres queridos, miedo a perder a perder a los chicos y chicas que ahora lo rodeaban, miedo de perder a la que ahora era su familia.

-¡Dame-Tsuna ya duérmete! -ordeno una voz ya muy conocida para él, era su tutor, ese bebe que lo había inmiscuido en todo este asunto de la mafia y le había dado una familia. Al parecer aun no se había dormido, algo extraño ya que acostumbraba caer dormido apenas tocaba la cama.

-Reborn...-Llamo el chico castaño sin dejar de ver el techo con un semblante aun serio.

Dicha actitud sorprendió un poco al bebe, en cualquier otra ocasión al oírlo hablar ese chico castaño hubiera saltado de su cama temblando y reclamándole por asustarlo, pero ahora seguía conservando un aspecto tranquilo mientras observaba el techo.

- Sí...sí me convierto en jefe...-hizo una pausa demasiado larga.

Reborn tomo asiento observando fijamente al castaño ¿acaso había oído bien? ¿Tsuna estaba considerando convertirse en el jefe por fin?...El ya lo había notado, desde hace unos días el chico había cambiado, ya no era tan cerrado respecto al asunto de la mafia. Pero considerar ser el jefe ya era un gran avance!... ¿qué le habría pasado?

-¿Sí...-reanudo el chico, sonaba un poco más seguro- me convierto en el décimo jefe de la familia Vongola, yo... -volteo a ver a Reborn a los ojos, clavando en ellos sus brillantes ojos canela - ...Podre protegerlos?

El pequeño Arcobaleno sonrió, vaya que este chico lo había sorprendido, pero ahora entendía lo que le hizo cambiar, había encontrado una motivación para seguir peleando...por fin se había dado cuenta de lo que significaban sus guardianes y sus amigas para él, pero el no acostumbraba cantar victoria antes de estar seguro.

-¿A quienes? –pregunto queriendo oír la respuesta de los labios de su alumno.

-A mi Familia....-respondió el chico sin tartamudear con una enorme determinación brillando en sus ojos. Reborn cada vez se sorprendía mas, el chico ya consideraba a sus guardianes su familia sin lugar a dudas, ese era tal vez el paso más difícil que cualquier jefe Vongola debía lograr.

Una oleada de orgullo lleno su ser de improviso.

- Si...-afirmo el Arcobaleno mientras se acostaba en su pequeña cama – con el poder de Vongola los podrás proteger, Tsuna - En estos momentos sentía que le seria mas difícil llamar a su alumno "Dame-Tsuna" de nuevo.

Tsuna había crecido tanto desde la última batalla, ya no era el mismo niño asustadizo de antes...bueno casi, pero en ese preciso momento tenia la determinación y fuerza de un Jefe de la Familia, en los últimos días el castaño ya no tartamudeaba tanto como antes, ya no lloraba tanto como antes, ya no caía tanto como antes, ya no era tan torpe como antes, incluso había mejorado considerablemente en deportes y en el resto de sus materias, aunque las matemáticas seguían igual, le entraban por un oído y le salían por el otro...pero a pesar de que el ya no era ese mismo niño ingenuo que conoció cuando llego, aun conservaba esa inocencia y esa sonrisa que le trasmitía calidez a todo el que estuviera con el.

-Hasta mañana...-dijo el castaño y vio como le comenzaba a salir una pequeña burbujita de la nariz a Reborn señal de que ya se estaba durmiendo, vaya que se dormía rápido. Se envolvió en un cobertor y se dispuso a dormir-...Los protegeré...-Murmuro a la vez que sus ojos comenzaban a cerrarse.

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Ese día todo era normal, se sentía cansado pues el día anterior no había dormido mucho por pensar tanto en ese presentimiento y en su nueva decisión...acababan de terminar las clase de deportes y se sintió feliz de que al parecer el entrenamiento que recibió en el futuro de parte de Hibari y los otro, además del que ya le era brindado por Reborn diariamente, le habían ayudado a mejorar sus habilidades atléticas y su condición física ya que sus notas en deportes habían subido considerablemente.

-¡¡Decimo!!...¡¡lo hizo muy bien!! -grito un chico de cabello plateado un poco largo.

-jeje...Es verdad Tsuna, dime ¿no quieres unirte al equipo de Béisbol? – pregunto un chico peli negro y de tez morena con una sonrisa de alegría en su rostro.

-Gracias Yamamoto, pero no soy tan bueno, te puedo asegurar que el béisbol no se me da...-argumento el castaño.

-¿De que habla décimo? ¡usted puede hacer cualquier cosa!...- Gokudera no dejaba de gritar sobre lo magnifico que era su décimo, siendo olímpicamente ignorado por todos, excepto Tsuna que intentaba calmarlo antes de que alguien los regañara.

-Tranquilo Gokudera,...además con el entrenamiento de Reborn, tengo más que suficiente - el pequeño castaño mostraba una sonrisa desanimada y un cansancio enorme se reflejaba en su rostro.

-JA! Nos damos cuenta...-Yamamoto solo le dirigió una mirada de compasión al pobre chico, a pesar de que ya no había ataques enemigos o peleas en las que se jugara la paz del mundo, Tsuna tenía que seguir recibiendo un arduo entrenamiento por parte de Reborn, en cierta forma admiraba a su amigo por resistir todo ese trabajo. Sin mencionar que hace un tiempo que ya no lo oía quejarse, parecía que estaba realmente comprometido.

-Vaya, Dame-Tsuna ha mejorado...- comento una chica pelinegra que se acercaba a ellos junto con una chica de cabellos y ojos color miel.

-Hola, Tsuna-Kun,...cada vez mejoras mas –saludo la chica oji miel.

-Gr...Gracias Kyoko-chan, Hana...- el chico se sonrojo ante el cumplido a la vez que les sonreía a las chicas, le hacía feliz de que al menos poco a poco iba siendo reconocido por los demás.

-Sawada Tsunayoshi,...- una gruesa voz pero con un aire extrañamente tranquilo lo hizo sobresaltarse - No estorben.

Cuando giro a su espalda se encontró con los negros ojos de Hibari que lo observaban con una mirada sumamente atrayente, esos ojos siempre le causaban un extraño escalofrió que lo recorrían de pies a cabeza, retrocedió dos pasos. Su instinto hervidero lo traicionaba.

-hiee!,...Hibari-San...-grito a la vez que se quitaba de su camino - ¡¡Lo siento!!

-jajá, parece que no has cambiado del todo...-reía la peli negra.

-jeje...será mejor que vayamos a clases -sugirió el chico beisbolista recibiendo un asentimiento de todos.

Hibari se quedo observando al chico castaño un rato, ese chico herbívoro que siempre lo molestaba pero no se quejaba pues gracias a eso tenía la oportunidad de luchar con tipos bastante fuerte, aunque hace semanas ya no venia a pedirle ayuda para ninguno de sus mafiosos asuntos. Siguió su camino hacia el salón del comité disciplinario y tomo asiento en su cómoda silla. Últimamente estaba muy aburrió, no había nada interesante que hacer, en poco tiempo se sentiría tan ansioso por una pelea que seguro golpearía a alguien sin razón, pero por algún motivo que ignoraba ver a ese chico lo tranquilizaba un poco, por eso, cuando se sentía frustrado iba a causarle un pequeño escalofrió a ese pequeño castaño, últimamente el escalofrió y el temblar de sus piernas no era tan fuerte y notorio como antes pero por alguna razón aun le agradaba esa reacción,...soltó un suspiro y se dispuso a ir a alimentar a Hibird y dormir un rato en el techo de la escuela, eso seguramente le ayudaría a calmar un poco su ansiedad.

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Las clases de ese día por fin habían terminado, todos guardaban sus cosas y se despedían para ir a sus casas. Tsuna guardo lentamente sus libros y después de eso se despidió de sus amigos, Reborn le había pedido que fuera al techo cuando sus clases terminaran o le dispararía, cosa que en si no era una petición sino una amenaza, soltó un suspiro y después de despedirse de sus amigos se aproximo al techo de la escuela, se acerco a la red y espero a que Reborn llegara.

-Tsuna...-dijo el Arcobaleno a la vez que se lanzaba para dar una patada a su estudiante.

El chico esquivo el golpe dando media vuelta a su derecha, se sentía agradecido de que sus reflejos hubieran mejorado.

-¡¡Reborn!!...¿¡que no puedes llegar sin golpearme!? -reclamo el chico cubriéndose con sus brazos en espera de otro golpe y con una expresión de susto en su rostro.

-Tienes que estar alerta siempre, además hoy lograste esquivarla,...-el Arcobaleno le restaba importancia a todo.

-¡¡solo fue suerte!!...un día de estos me mataras – aun no podía quitar su cara de susto, si no dejaba de hacer eso pronto, tal como quería Reborn estaría alerta a todo, pero estaba seguro de que junto con eso vendría un fuerte sentido de paranoia que lo agobiaría siempre.

-Deberías confiar en ti mismo.

Se rindió, no tenia caso discutir con Reborn.

-...-soltó un suspiro y se sentó al lado del Arcobaleno apoyando su espalda en la red- ¿De que querías hablar Reborn? ¿no podías esperar a que estuviéramos en casa?

-No -contesto el Arcobaleno, haciendo que Tsuna soltara un suspiro – Es mejor hablar donde no haya mucha gente.

-¿De que se trata? - el castaño adquirió un semblante de seriedad ante las palabras del Arcobaleno, debía ser algo importante para no poder hablarlo en casa.

-Tsuna, ya estás listo para ser el próximo jefe...- se apresuro a decir el Arcobaleno a la vez que lo volteaba a ver, asiendo que Tsuna respingara ante las palabras con una mueca de sorpresa y terror en el rostro. El mismo había pedido serlo el día anterior pero creyó aun le faltaría mas preparación, ademas escuchar a Reborn afirmar esas palabras después de que todo ese tiempo lo estuvo considerando un inútil, volvió todo mas real,...real y aterrador.

-Pero...¡¡aun es muy pronto!! - estaba alterado.

-¿No querías tener el poder de proteger a tu familia?

-Sí, pero....

-Tsuna debes decidir qué hacer, no debes dudar de ti mismo si quieres protegerlos...- lo interrumpió el Arcobaleno que tenía clavada su vista en el cielo sobre él.

-Lo sé...-afirmo el castaño - solo tengo miedo...¿que pasa si no lo hago bien? - Pregunto con una cara triste - No soy bueno en todo lo que necesito para poder liderar una familia como Vongola..No se finanzas o siquiera soy bueno en matemáticas ¿Cómo puedo siquiera manejarla?...¡¡por dios es la mafia!! – el chico tenía una notable tristeza en su mirada, acompañada de un brillo de impotencia en sus ojos.

Reborn se sorprendió de que eso fuera lo que le preocupara al muchacho, no eran las mismas preocupaciones que tenía cuando lo conoció, aun que en cierta forma estas le parecían más estúpidas...se le hacía extraño que no le preocupaba ser un jefe mafioso, sino el hecho de no saber matemáticas,...pero lo entendía, el chico no quería decepcionar a su familia.

-¿Crees que te diría que lo hicieras si no estuvieras listo? -pregunto Reborn viendo a Tsuna, este alzo la mirada para encarar al bebe, en sus ojos apareció un brillo de felicidad por las palabras de su tutor - y respecto a las finanza y eso, hay varios tutores privados y especialistas que te enseñaran... -dijo y comenzó a sacar su pistola – o yo te obligare a aprenderlo! –dijo a la vez que le apuntaba.

-Hiie...¡¡no me apuntes con eso!! -grito mientras se paraba y se quitaba de la trayectoria.

-Haré que te entre en la cabeza aunque sea por la fuerza,...

-¡¡Siempre lo haces de esa forma!!! - reclamo.

-¡No te quejes, Dame-Tsuna! - sonrió, le alegraba el haber encontrado un nuevo motivo para llamar así a su estudiante.

-...-soltó un suspiro, Reborn tenía razón él no lo hubiera recomendado si creyera que no lo iba lograr-...en todo caso, quiero pedirte un favor... -dijo el castaño regresando esa determinación de la noche anterior que hacia aparición en sus ojos.

-¿de que se trata?...-pregunto con interés al ver la mirada de su estudiante, al mismo tiempo que bajaba la pistola.

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-Me pregunto si el Décimo estará bien...-dijo el chico peli plateado, le era sumamente difícil dejar de pensar en Tsuna en todo momento.

-Es una lástima que Tsuna-Kun no esté aquí, tenía ganas de verlo -comento una chica de cabellos café oscuro, recogidos en una coleta alta.

-Tranquila Haru-Chan, seguro lo veras mañana, además tenía cosas importantes que hablar con Reborn-Chan - la chica oji miel también los acompañaba pues había planeado ir con Haru a comprar algunos dulces.

-jeje, es raro que estemos todos juntos sin Tsuna aquí,...-dijo un peli negro.

-¡¡Sawada siempre nos mantiene unidos al Extremo!!

-Yo no sé qué hago con ustedes si ni siquiera está aquí el décimo,...-Era cierto ¿Por qué demonios no se quedo a esperar al décimo y en su lugar se dejo llevar por el maniático beisbolista?

-Vamos Gokudera, de vez en cuando no está mal caminar todos juntos, aunque tienes razón sería mejor si estuviera Tsuna...-comento Yamamoto pensativo.

-Tsuna-Kun se está esforzando mucho últimamente y en el futuro tuvo que pelear duramente para traernos de vuelta, quería hablar con él para agradecerle por todo...-dijo la oji miel.

-¡¡Deberíamos hacerle una fiesta, para agradecerle por traernos de vuelta!!...- Haru salto frente a todos interrumpiendo su recorrido.

-¡¡Eso sería Extremo!! -grito Ryohei mostrando su aprobación a la idea.

-jeje...seguro a Tsuna le sorprenderá...

-¡tu cállate maniático del beisbol yo soy la mano derecha del décimo, así que yo debo decidir si le gustara o no!

-jeje...¿entonces tu qué crees? -pregunto Yamamoto con una sonrisa divertida ante la actitud de Gokudera.

-Me parece que el décimo se merece eso y más...-dijo Gokudera a la vez que alzaba la cabeza con orgullo.

-¡¡Entonces está decidido!! - y Haru comenzó a correr siendo seguida por los demás.

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Observaba de forma fija el atardecer, el cielo era tan misterioso, en un momento era tan claro, inocente y hermoso, para en otro momento tornarse de un color rojizo de fuerza, voluntad y fiereza, llegando al final a una profunda y densa noche que ve todo con una seriedad y hermosura nocturna, sin duda un misterio, misterio que cada vez le era más difícil de entender y poco a poco iba acaparando toda su atención.

Hace poco ese chico tan parecido al cielo junto con el bebe que lo acompañaba, se habían marchado, había despertado mientras ellos estaban hablando y desde arriba del pequeño cuarto que cubría las escaleras pudo observar a ese pequeño castaño tan pareció al cielo que podía ver en esos momentos. Pudo ver la expresión de miedo que mostró cuando el bebe llego y los ojos de felicidad ante las palabras del mismo bebe, era tan claro e inocente como el cielo del día, poco después vio como adquiría fuerza, voluntad y determinación como el mismo atardecer para comenzar a hablar con su tutor sobre aquel favor, al final vio como la seriedad lo inundaba mientras explicaba parte de sus motivos pareciéndose a la misma noche...sin duda un misterio, el mismo se había sorprendido al oírlo hablar de esa forma y en si por la platica misma. El chico había mostrado miedo hacia la idea de convertirse en jefe pero no el mismo miedo que pudo observar en su momento cuando temía incluso la mención de la idea, era más bien un miedo a equivocarse, muy diferente al miedo a pelear que mostraba en un comienzo.

La petición del chico lo había sorprendido también, nunca creyó que Sawada Tsunayoshi pudiera decir cosas como esas, sin tartamudear si quiera un poco, sin mostrar miedo en su mirada, sin contradecirse a sí mismo, sin dejar de ver a los ojos al Arcobaleno, mostrando su determinación. Y se sorprendió mas al ver como el bebe quedaba igual de sorprendido que el pero al final había mostrado una sonrisa de orgullo ante la petición, prometiéndose un "lo intentare", además de aquella noticia dada por el bebe al castaño que lo dejo un poco impactado y en shock por un momento,...pero "acepto".

Según el estúpido caballo, el chico castaño era igual a su llama, la llama del cielo, era igual de puro que el cielo mismo, por eso era tan poderoso...Levanto su mano, haciendo que su palma viera hacia el cielo y observo fijamente los anillos que rodeaban sus dedos, la llama de la nube, esa era su llama...

-¿Yo seré igual a la Nube también? -se pregunto a sí mismo, sin dejar de observar sus anillos.

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Ese día al igual que el anterior estaba cansado, esta vez no había sido obligado a entrenar por Reborn pues él había desaparecido después de llegar a casa el día anterior. Sin embargo esa sensación de peligro y la plática con Reborn no lo dejaban dormir, después de la escuela se sentía tan cansado que en cuanto llego a su casa se quedo dormido y si no hubiera sido porque Yamamoto y Gokudera lo habían ido a despertar, estaba seguro que dormiría hasta el día siguiente.

En este momento iban al restaurante de Sushi del padre de Yamamoto, al parecer querían hablar de algo importante, Reborn seguía desaparecido cuando despertó, así que supuso que debería estar cumpliendo su pequeña petición.

-¿Tsuna, te encuentras bien?...-pregunto Yamamoto tocando su propia frente a la de Tsuna como midiendo su temperatura.

-Estoy bien solo sigo cansado, no pude dormir bien.

-¿Está seguro decimo? está muy pálido.

-No te preocupes Gokudera, además ya hemos llegado seguro que un poco de sushi me hace bien – dijo mientras se paraba frente al lugar.

-Tienes razón Tsuna...¡veras que el Sushi te hace sentir mejor!

Tsuna se aproximo a abrir la puerta pero en cuanto esta se abrió un montón de confeti y serpentinas volaron a su cara alterándolo un poquito y si no fuera porque de inmediato escucho un fuerte "sorpresa" de sus amigos hubiera gritado del susto. Fijo su vista en el lugar y descubrió que dentro se encontraban todos: Kyoko, Haru y Chrome en la mesa mas cercana, Chikusa y Ken en otra un poco apartados, Ryohei, Basil, Ipin y lambo en otra mesa y sus ojos se abrieron de sobremanera al ver a Hibari en la mesa más alejada y escondida del lugar, no podía creer que todos estuvieran ahí, en especial Hibari.

-¿Que estamos Festejando Hoy? – pregunto Tsuna confundido.

-Es una fiesta de agradecimiento a todos ustedes por ayudarnos a regresar a nuestro tiempo...-respondió Haru con una sonrisa.

-En especial a ti Tsuna-Kun - Kyoko le mostro una sonrisa al igual que Haru.

-Pero yo no hice gran cosa, creo que lo demás fueron de más ayuda que yo...-argumento el chico un poco nervioso y algo sonrojado.

-¡No sea modesto Decimo!...¡usted fue quien derroto a Byakuran! -dijo con orgullo Gokudera mientras conducía a Tsuna dentro del lugar a sentarse en la barra.

-...-soltó un suspiro al darse cuenta que no importaba cuanto protestara no le harían caso – Gracias -dijo a la vez que una cálida sonrisa se asomaba en su rostro haciendo sonreír a algunos, excepto a Hibari por supuesto y a Chikusa y Ken que no prestaban atención a su conversación. Ellos iban por el sushi gratis.

-Bien, en ese caso, comenzare a cocinar, pueden pedir lo que gusten...-dijo Yamamoto mientras se ponía un mandil blanco y un pañuelo del mismo color en la cabeza.

-¡¿Cocinarás tu?! -pregunto Tsuna sorprendido.

-Si...mi viejo salió pues tenía un asunto pero dijo que podía usar todo lo que hay aquí para cocinar.

-No sabía que el maniático del béisbol sabia hacer Sushi...- Gokudera no estaba muy convencido.

-Sí, mi padre me enseño....-y con un par de cuchillos comenzó a cortar el pescado de una manera maestra.

La noche paso lentamente, todos comían y se divertían, incluso Chikusa y Ken convivían, peleando pero convivían. Hibari por su parte comía tranquilamente en la mesa apartada, se le hacía completamente sorprendente que aun no se fuera, parecía que estuviera esperando algo y podía sentir como de vez en cuando volteaba a verlo de forma fija, lo cual le causaba pequeños escalofríos. De algún modo todos parecían estarse divirtiendo a lo grande, incluso Lambo que molestaba a Gokudera ocasionando que este a su vez intentaba lanzarle dinamita, siendo detenido por Yamamoto que tenia que inmovilizarlo con un abrazo para que no ocasionara algún desastre. Sonrió, ese momento era demasiado feliz, estaba con su familia y eso lo regocijaba, era una lástima que sus mama no estuviera enterada de eso, le hubiera gustado tenerla ahí.

Se paró de su asiento y camino hacia la mesa ocupada por Hibari y ante la mirada del azabache se sentó frente a él, estaba algo asustado de lo que había hecho pero sentía que el chico quería hablar con él. Afortunadamente ya no temblaba tanto como solía hacerlo cuando lo conoció, ya no le tenía tanto miedo, ya que ese chico estaba dentro de la familia que deseaba proteger y se sentía profundamente agradecido de que este lo ayudara a defender al resto cuando era necesario aunque lo hiciera por puro interés personal, pero lo ayudaba.

-¿Quiere hablar conmigo Hibari-San? -pregunto el castaño un poco nervioso.

-Te diste cuenta, ¿es esa la intuición de la que hablaba el caballo?...-Hibari se quedo viéndolo a los ojos, esos profundos y negros ojos atraparon a los claros y puros ojos almendra por un momento. 

Tsuna desvió la mirada al cabo de un tiempo con un sonrojo pintando sus mejillas.

-No lo sé, solo que sentía escalofríos que provenían de este lugar...-se sincero el castaño con la mirada baja.

-Vaya...- mostró una pequeña sonrisa, por alguna razón se alegraba de causar esa reacción en el chico - "ahí está el cielo azul del día" – pensó Hibari.

-¿Y bien de que querías hablar? - Tsuna alzo un poco la mirada, sentía un poco de miedo por ser Hibari quien estaba frente a él pero por alguna razón era mayor el nerviosismo de tenerlo tan cerca.

-Escuche lo que le dijiste al bebe,... -dijo haciendo que la mirada de Tsuna se levantara a verlo directo a los ojos y pudo ver la sorpresa en esos enormes orbes color almendra que lo veían fijamente esperando a que continuar - ¿Estás seguro? hasta donde yo sabía no querías ser un jefe de la mafia.

Tsuna se sorprendió aun más.

¿Hibari le preguntaba sobre cómo se sentía? eso era algo extraño, nunca pensó que Hibari prestara atención a sus intenciones o se molestara siquiera en preguntarle si se sentía cómodo con el hecho de asumir un cargo en la mafia, porque si, aunque no lo pareciera estaba seguro de que eso era lo que había querido decir. Oculto su mirada tras sus cabellos unos segundos, esas palabras sin duda le habían hecho feliz, tomo una bocaza de aire para calmarse a sí mismo y se dispuso a contestar.

- La noche anterior a esa platica ya lo había decidido, por alguna razón la idea ya no me molesta tanto, quiero tener el poder...- quería ser completamente sincero ya que Hibari se había tomado la molestia de preguntarle.

-..."el atardecer"...- se dijo Hibari a si mismo.

-...el poder de protegerlos. -continuo a la vez que volteaba a ver a todos sus amigos que jugaban y reían a la vez que disfrutaban del sushi preparado por Yamamoto.

-...-Hibari se sintió sorprendido por la respuesta, el chico frente a él no era el mismo que conoció hace un tiempo, este era más maduro sin duda –... "La noche"... -pensó al observar la seriedad que había inundado el rostro del pequeño mientras observaba a la banda de herbívoros.

Lo observo por unos momentos más en silencio y al cabo de un rato se sintió ligeramente decepcionado de que esos ojos almendra ya no lo veían a él, era extraño de repente sentía necesidad de ellos, así que decidió hacerlos voltear.

- ...¿Incluso a mi?....-Esto sin duda hizo voltear de súbito al chico castaño que lo miro con la clara sorpresa dibujada en su rostro y el volvió a mirar esos ojos que le llamaban tanto la atención debido a la diversidad de emociones que expresaban.

-...-el chico desvió su mirada y un sonrojo apareció en sus mejillas.

Hibari estaba a punto de reclamar esa mirada nuevamente, pero fue interrumpido.

–Incluso a ti...

La respuesta lo sorprendió y no pudo evitar que eso se exteriorizara abriendo sus ojos un poco más de lo normal, nunca pensó que el chico le contestara y mucho menos que le diera esa respuesta, vio como tenía un pequeño sonrojo en sus mejillas y no pudo evitar pensar en lo lindo que se veía con esa expresión. Un sensación desconocida hizo aparición en su ser, se sentía bien y extrañamente feliz por las palabras del chico ¿Qué era eso que sentía?

Por su parte Tsuna estaba algo sorprendido de sus propias palabras además del hecho de estar teniendo una conversación casi normal con Hibari, sus mejillas seguían sonrojadas, se sentía extraño, esas últimas palabras que dijo hicieron que su corazón latiera de sobremanera como afirmando que eran ciertas, secundando su afirmación.

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-¿Que tanto estará hablando el Decimo con ese? -pregunto el peli plata enojado.

-No deberías molestarlos, parece que se están divirtiendo... -continuo el peli negro.

-¡¡Pero ese tipo puede lastimar al decimo!!

-No creo que el vaya hacer eso.

-¡Hibari no es tan malo!...solo es ¡Extremo!... literalmente.

-Tsuna-san parece que esta entretenido hablando con el – continuo Haru.

-El jefe no parece molesto...- afirmo Chrome mientras se acercaba a ver a Chikusa y Ken.

-¿Que les pasa a ustedes bola de idiotas? ¡no deberíamos dejar al decimo solo con ese tipo!

-Pareces celoso Gokudera-Kun...-Esta vez fue Kyoko.

El semblante de Yamamoto adquirió una mirada triste por un momento para el siguiente ser sustituida por una sonrisa.

-¿Crees que te quitara la posición de mano derecha? - Bromeo con Gokudera.

-¡Tu cállate Maniático del beisbol!

-Parece que están hablando de algo Extremadamente divertido – Decía Ryohei mientras veía el sonrojo de Tsuna - ...Voy a ver.

-jeje,...no creo que debamos molestar – Yamamoto se interpuso, el tampoco sabía de lo que hablaban y como los demás sentía demasiada curiosidad, pero algo le decía que era mejor no acercarse por el momento o seguro Hibari no lo tomaría bien.

-Pero...

-Nii-chan...deja a Tsuna hablar en paz.

-Hai...-contesto cabizbajo.

-Aun así parece que platican de una forma bastante natural – esta vez fue Chikusa.

-No sabía que se llevaran así...y menos lo espere del guardián de la nube, parece que habla mas de lo que parece – comento Ken mientras los observaba.

-Bien sigamos comiendo... ¿quieren algo más? -intento distraerlos Yamamoto.

-¡¡¡Yo!!! – Y funciono.

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Giro su rostro para ver al chico y vio en sus ojos la sorpresa por sus propias palabras, este a su vez lo vio a él, Hibari pudo observar la vergüenza y sorpresa que mostraba Tsuna en sus ojos como un libro abierto, en si él mismo ya estaba sorprendido de que el chico estuviera hablando de esa forma con él, sin mostrar miedo, solo nerviosismo. No estaba acostumbrado a tener conversaciones así con la gente pero no le parecía incomodo, solo poco común. 

Desvió su mirada y siguió comiendo.

-No creo que debas protegerme Sawada Tsunayoshi...- por fin hablo después de comer lo que le restaba.

-...-Tsuna no dijo nada, era más que obvio que Hibari podía cuidarse por sí solo.

-...En todo caso, quien te tendría que proteger seria yo. -dijo el azabache sin saber de dónde habían salido esas palabras, viendo como un enorme sonrojo aparecía en el rostro de Tsuna, un sonrojo que al igual que el anterior lo hacía ver completamente lindo a su parecer - ..."Me hace daño juntarme con Herbívoros"... - se dijo a sí mismo – Pero tú puedes cuidarte solo - corrigió lo que había dicho, a pesar de que esa última frase no le había gustado, en cierta forma sentía que no debió agregarla pero decir cosas como que protegería a Sawada Tsunayoshi no era típico de él.

-...- Tsuna solo se sintió algo decepcionado pero más tranquilo, intento respirar de forma pausada para sacar el sonrojo de sus mejillas mientras veía la pared a un lado de ellos ya que no se creía con el valor para ver a Hibari a los ojos.

Escucho como la puerta se abría de repente dejando ver a Reborn frente a ella, entonces se paro de su asiento sin dirigir mirada alguna al azabache y se encamino a hablar con el Arcobaleno que por fin se había dignado a aparecer después de estar casi todo un día perdido.

-Reborn, ¿dónde estabas? -pregunto al estar a su lado.

-Tu petición está siendo cumplida...Ahora tú has tu parte...

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Notas finales:

Sao: espero les haya gustado!!

Zai: Sorprendentemente a mi me gusto

Sao: O_O...enserio?

Zai: Si, yo tambien me soprendi

Sao: despues de como criticas mis otros fics!!

Zai: esque esta serie me gusta y mas la pareja que dices formaran en este fic

Sao: Me siento Feliz!!...por fin logre que te gustara un fic!!

Zai: No me desepciones!!

Sao: No lo hare!!....Dejen Reviews onegai!!

BYE


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