11 de Junio 2010
-¿Listo? - me pregunto mientras me veía salir del baño, me acaba de duchar, salía de ahí con solo una bata y una pequeña toalla.
-Sí, supongo que sí – respondí nervioso, y es que lo estaba. Solo una vez en la vida te casas, bueno no, no exactamente, puedes tener tantas relaciones de matrimonio como quieras, pero definitivamente la primera es la que más recuerdas, y yo, estaba más que seguro que no nos separaríamos, después de todo tengo un año con él, jamás me separo de él, es como estar casado, solo que ahora lo haríamos formal. Además de todo eso del amor, y la formalidad en la relación, supongo que lo que en realidad me ponía nervioso la forma en la que me casaría con él. – Reita… se sincero, ¿soy atractivo? – rió de mí.
- Takanori… te conozco desde que estudiábamos, hace unos cinco años, siempre me lo has parecido, así que déjate de tonterías y alístate para el estilista, no queremos una “novia no linda”, y creo que tu novio tampoco lo querrá, le gustas, y le gustarás así, además lo arán “así” porque él de lo pidió ¿no? Como es así, no hay problema alguno, brillarás Taka.- a veces me sorprendía cuanto podía hablar Reita, pero después de todo él era lo mismo que yo.
-¿Tú crees? – estábamos en la casa de Reita, mientras que mi prometido estaba en la casa de sus padres, dijo que hoy les daría la noticia de la boda, y lo haría hoy porque ellos no lo sabían, espero que reaccionen bien, aunque creo que terminaran odiándome, claro, como mucha gente.
-Lo creo mucho…
-Bien… ¿Aoi está allá ayudándole verdad?
-Sí… dijo que necesitaba a Yuu para que sus padres no lo echaran de la casa al decir la primera palabra.
*~*~*~
19 de abril de 2009
Querido Ruki:
Mis padres definitivamente me odian, aunque no dudo que no lo hagan, igual, ellos creen que soy algo raro, por eso estoy aquí ¿no? También extraño a Yuu, aunque también mis padres lo detestaran por ser un rokero…
Me pregunto porque serán tan conservadores…
*~*~*~
-Supongo que lo harían – le sonreí. - ¿Dónde está el vestido?
-Creo que por allá. – me apunto la puerta que llevaba a la sala de su casa.
-Oh está bien…
Sonó el timbre, Reita fue a abrir inmediatamente, era el estilista, el chico que me maquillaría y peinaría para mi precioso y perfecto día. Un chico de baja estatura con un gran maletín, robusto, cruzaba por la puerta, yo observaba la escena desde la habitación de Akira, los nervios me estaban comiendo vivo. Y no porque me casaría joven, digo, apenas tengo 19 años, pero, ¿Cómo me voy a ver? Eso me preocupa bastante… Quería estar perfecto para él. Aunque él decía que yo ya era perfecto. ¿Pero de “esa” forma?
-¿Dónde está la novia? – le oí preguntar.
-Jejeje - rió Akira, seguramente el hombre no sabía que tenía el mismo sexo que él – en la habitación de allá.
-Bien, manos a la obra, tenemos que dejarla deslumbrante.
Oí como se aproximaban caminando lentamente hasta la habitación, había cerrado la puerta y ellos la abrieron. La cara del hombre era todo un poema al momento de mirarme, Akira y yo nos limitamos a esperar a que reaccionara, lo cual le llevo unos segundos.
-¿E-eres un chi-chico?
-Supongo que sí, ¿Luzco como una chica?
-La verdad sí, pero tú pecho me demuestra que no lo eres…
El hombre me miraba de arriba abajo, con su insistente y acosadora mirada, me comencé a incomodar, el hombre parecía que me quitaba la bata con la mirada.
-Bien, bien, a arreglarlo… - apresuró Reita al notar la mirada acosadora del hombre.
-Está bien… ¿Cómo se supone que lo tengo que arreglar? Digo, es un chico, no puede verse como una novia ¿o sí? Además usará traje, y si es así no tendría porque maquillarse – nos miro a Reita y a mí - ¿Qué se supone que hago yo aquí?
-Bueno – comenzó Akira – maquíllelo como una chica, o algo así.
-¿Acaso es travesti?
-No, no, pero así lo pidió su prometido… - confeso Suzuki.
-Ah… homosexual – me sonrió pervertidamente, seguramente también él lo era – bien… haré mi trabajo… aunque no entiendo porque como chica…
Abrió su maletín y Reita me indico que me sentara enfrente del espejo grande que tenía en la habitación (a veces podía ser tan ególatra…) me senté ahí y me mire. Mi cabello aún mojado caía sobre mi cara, mi tez estaba más pálida por los nervios y la emoción y mi cuerpo temblaba. El hombre se puso enfrente de mí y con un pasador levanto mi flequillo, dejando brillar mi frente. Reita nos veía con los brazos cruzados, como si analizara cada cosa que hacia aquel hombre. Saco el delineador y cerré mis ojos, no quería ver el resultado hasta el final.
Sentí pasar por toda mi cara una esponjita, luego, el lápiz arriba de mis parpados, sombra, pestañas falsas y brillo labial, también sentí una brocha en mis mejillas. Soltó mi flequillo y comenzó a planchar mi cabello. Lo hizo lentamente, ninguno de los tres estaba diciendo nada, era simple, solo dejábamos que aquel hombre regordete hiciera su trabajo.
-Listo, estás perfecto, y muy bonita – rio ante su comentario. No quería abrir los ojos, me sentía horrible… habíamos tardado más de cuarenta minutos, debió quedar bien vamos Takanori solo abre los putos ojos ¬¬ ¿Pero si me veo horrible?
-Taka – sentí presión en mi hombros – quedaste hermoso, abre los ojos mírate.
Confié en Reita y abrí mis ojos lentamente. Me veía… me… yo… joder Takanori, te vez fabuloso, te vez hermoso ¿Enserio? Tu siempre te vez así, amo como nos vemos…
-Woow…- dije por lo bajo.
-Mi trabajo aquí está completado, yo me voy, y disfrute su boda.
-Claro… gracias…
*~*~*~
25 de abril de 2009
Querido Ruki:
¡Me aburro tanto aquí! ¡Me encantaría salir ya de aquí! Aunque según Taka-chan (si… me dio por llamarle así en vez de “tu” o “viejo” porque bueno aunque sea menor que yo es mi superior ¿no? Al menos un poco de respeto) es un poco mi culpa por haber hecho “eso” y que mis padres lo supieran… no es tan malo ¿o sí? No creo que sea malo defender a tus amigos, aunque eso hizo creer a mis padres que estoy aun más enfermo… ¡Ni siquiera lo estoy ¬¬! ¡Qué injusticia! ¡Me encantaría ver a Yuu y salir por ahí! Un helado… eso me gustaría… hoy se lo comente a Taka y prometió traerme mañana… estoy muy aburrido…
Me gusta estar aquí, pero me abruma vivir aquí, prefería el sistema de antes…
*~*~*~
El hombre tomó el dinero que le había dado Akira y salió de la casa.
Me veía tan… genial, supongo que sí, supongo que esa es la palabra.
Mis ojos con sombra negra y toques de rojo al final de ellos, las pestañas postizas hacían ver mis ojos más grandes, tenía rubor y le daba vitalidad a mi cara, y mis labios resaltaban con un poco de labial rosa palo. Pareces una muñeca de porcelana, serás el centro de atención. ¡Y mi cabello! Muchos mechones estaban levantados… era tan genial ese maquillaje, me hizo sentir feliz, porque quizá le gustaría. Le gustará.
-Como toda una doncella, mi lady – dijo Reita con tono burlón y se inclino a mis pies. - ¿La princesa se dignará a vestirse para su boda? O ¿piensas dejar así a Kouyou?
-Aún queda tiempo Akira y deja de hacerte el bobo…
-No señorita, no le queda tiempo, queda hora y media para la boda y la iglesia está lejos, lo sabes…
-¡¿Qué?! ¡¿Falta una hora y media?! ¡MIERDA! ¡¿Por qué no me dijiste antes?!
-Pues… acabo de ver el reloj… anda ve a ponerte el vestido…
Baje la mirada.
-Yo… yo creo que mejor me lo pongo allá, en la limosina.
-¿Seguro? Woow veré a la novia vestirse… y seré el primero en verte así, oh yo también debo vestirme… - salió despreocupadamente de su habitación y yo mire mis piernas.
No quería ponerme el vestido, no, aún no. Lo usaría solo por él, pero me avergonzaba el usarlo, era el sueño de él verme así, pero, me apenaba un poco.
-¿Listo? – Reita había regresado a la habitación con un traje negro y en la mano una corbata color vino. Se ve condenadamente hermoso… Comenzó a ponerse la corbata y a acomodarla.
*~*~*~
1 mayo del 2009
Ruki:
¡Hoy recordé algo de mi infancia! Recuerdo que tuve que ir a una ridícula fiesta yo tenía más o menos 9 años ósea ya hace 16 años… ¿ah pasado tiempo no? Ese día creo que fue cuando me di cuenta de que era anormal… bueno, esa es la palabra que utilizan mis padres, para mí no es nada anormal…
Fue cuando vi a Reita (Un amigo de Aoi que me presento cuando Reita fue psicólogo de practica con Yuu (Yuu se deprimió horrible hace algunos meses)) en esa fiesta, claro para ese entonces yo no sabía quién era Akira. Reita es más pequeño que nosotros por lo que el tenía unos 7 años, es dos años más chico que Yuu y yo ¿Es de la misma edad que el niño que me atiende? Bah me estoy desviando del tema, ah bueno lo vi, desabrochándose… una corbata roja. Aún recuerdo eso… eróticamente…
Y en esa edad casi nadie se interesa por tener una pareja, fue ahí que algo llamado “Atracción” creció en mí, y es que Reita nunca me ha gustado, solo me excita, supongo que así fue como descubrí que no me gustan las chicas ¿Por qué lo escribo aquí? Porque desde la primera vez que vine, el amigo inteligente (y estúpido súper nerd) de blanco me pregunto desde cuando era homosexual, digo, fue la primera pregunta que me hizo, ya que debido a eso, mis padres me metieron aquí, y bueno no le conteste porque no lo había recordado… pero ahora lo hice… así que por eso te lo cuento a ti.
Si el señorito ese no me mintió, nadie leerá esto, ¡qué bien! De lo contrario seria vergonzoso…
*~*~*~
-Sí pero… - me sonroje al ver como terminaba de anudarse la corbata y recordarlo a él – estoy nervioso…
-Bueno Taka, solo quítate la bata y ponte ropa… - me susurró al oído.
Y así lo hice, me puse un traje blanco con una camisa negra. “Guapo” dijo Reita.
-Ajá – respondí ante ese comentario.
-Es que lo eres – beso mi mejilla.
Akira siempre ha sido muy cariñoso conmigo ¿Por qué? No lo sé.
-Vámonos – dijo mientras cargaba la caja blanca donde estaba mi vestido.
-Si…
Salimos de su departamento y nos subimos al la limosina. Durante el viaje íbamos escuchando música, no charlamos en todo el recorrido.
¿Realmente quería eso? Sí, si lo quería. Desde que descubrí mis sentimientos lo eh querido. Aunque sé que sus padre me odiarán. El camino era monótono, pero mis ansias lo hacían aun más desesperante. Tranquilo todo saldrá bien.
-Llegamos…-
Mire el reloj que había dentro de la limosina y faltaba media hora para la ceremonia. La emoción me invadía.
-Ponte el vestido… - me dijo Reita mientras comenzaba a abrir la caja blanca.
Mi celular sonó.
-¿Hola?
-¡Takanori! ¡Shima! ¡Shima se lo llevaron! ¡Lo secuestraron!
-¿! Que?!
-Ven rápido a mi casa, se lo llevaron, debemos hallarlo, te explico aquí.
Colgó.
-Vámonos… - dijo Reita. Le ordeno al chofer que fuéramos a la casa de Yuu. Reita había escuchado la conversación.
No, no es cierto, no paso, hoy es el día perfecto. Relájate. ¡No!. Por favor cálmate. ¡No! ¡Mi Shima está en problemas!. Todo va a estar bien.
Mis lágrimas aparecieron.
-Tranquilo Takanori.
Los brazos de Akira me rodearon.
No es posible que a 30 minutos de casarme todo se arruinara.
Si le pasa algo a él, moriré. Porque yo te amo, y siempre lo haré.
Te amo.