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Mi reto... tú por Karura

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Notas del fanfic:

bueno, este one-shot se lo dedico a Nekita Zakumi, espero que te guste y que lo disfrutes ^^

Notas del capitulo:

bueno, este one-shot se lo dedico a Nekita Zakumi, espero que te guste y que lo disfrutes ^^

“Mi reto… tú”


 


 


 


Era más de media noche, sus manos estaban manchadas de sangre, como todos los días cuando se emocionaba y deseaba arrebatarle la vida a cualquier transeúnte que se cruzara en su camino, para él asesinar era un arte, un placer, una adicción semejante a la droga más exquisita del mundo, era parte de su vida, de su ser, no iba a cambiar eso por nada de este mundo, ni por él… ese muchachito de ojos ámbar que le prometía una lucha fuera de serie, su verde manzana inmadura… cuando pensaba en él sentía una especie retorcida de fascinación, insana atracción que poco a poco iba aumentando, agregando sensaciones de placer, de posesión, de dominio y locura al frenesí que de por si ya sentía hacia el muchacho… él era su segundo patrón de importancia en su mísera existencia, porque primero estaba su amor a la lucha… o al menos eso era lo que creía hasta que a gon se le dio paradero desconocido.


 


Gon Freecs había desaparecido, sus amigos lo buscaron desesperadamente por todas partes, Killua, su mejor amigo había hecho hasta lo imposible  por encontrarlo, pero de entre todas las personas había alguien que sabía exactamente donde estaba… Ging freecs…


 


Al fin Gon había hallado a su padre y ahora se encontraba entrenando con él, visitando lugares que nunca imaginó conocer, pero a pesar de su alegría, de saber que se haría más fuerte, el morocho extrañaba a sus amigos, había abandonado a killua porque ese era el trato que le propuso ging, sentía que estaba traicionando al que consideraba como su propio hermano… su familia, juró que no lo dejaría solo, hizo tantas promesas que no sabía como dormir por las noches a causa del remordimiento, se llenaba de terror de pensar que killua se volviera a convertir en un asesino, pero si ese era el precio, si no quería que la muerte siguiera llevándose a las personas que amaba, debía volverse aún más poderoso.


 


En estas cosas pensaba todos los días y Ging lo regañaba señalándole que si no se concentraba podría perder la vida en un combate cuando menos se lo esperara, ante el sabio consejo de su padre el moreno decidió dejar de pensar en sus amigos, sin embargo, había una persona que no se iba de su mente… ni de día, ni de noche… incluso pensaba en él durante los duros entrenamientos, le era beneficioso, cuando recordaba sus ataques se sentía motivado a continuar en medio del dolor, al bajar la guardia pensar en él lo sacaba automáticamente de apuros, siempre estaba ahí recordándole que se jugarían la vida la próxima vez que se vieran, lo extrañaba a él, a su poderosa aura asesina, su aroma a sangre intoxicante, su descaro y perversión, al llegar a este punto comenzó a preguntarse si era correcto que se aferrara a su recuerdo como si fuera un ancla, porque quizá su mente le estaba tendiendo una trampa mortal… con el paso del tiempo comprendió que debía olvidarlo antes de que el corazón se adueñara de sus decisiones, pero era tan difícil, las ganas de llorar lo mortificaban y las suprimía con la lucha, con las exploraciones a ruinas y con el duro entrenamiento, exponiéndose a las más horribles experiencias para mantener su mente ocupada y obligar a su corazón a decirle adiós a su vago recuerdo de Hisoka… ese jocker asesino que no cambiaría ni por él ni por nadie… pero llegó un momento en que sus sentimientos no pudieron más, se disculpó con su padre, diciéndole que iría a atender unos asuntos y que volvería a entrenar con él.


 


Eran más de medianoche y el payaso de cabello rojo continuaba asesinando en la oscuridad de los callejones urbanos, hasta que el aroma de la sangre se volvió insignificante en comparación con el que ahora estaba sintiendo… era como esencia de bosque, tierra y madera, la madre naturaleza en su máxima expresión, encarnado en un joven de piel morena y ojos salvajes hambrientos de aventura, ahí estaba Gon freecs, frente a él… después de tantos años.


 


-gon-el jocker tenía los ojos abiertos de par en par.


 


-hola hisoka, has vuelto a hacer de las tuyas me parece-le dijo el muchacho con una sonrisa, observando la sangre de sus ropas.


 


-has crecido mucho desde la última vez que te vi-dijo mirándolo de pies a cabeza, sin poder creer que esté allí conversando con él como si se hubieran visto desde siempre.


 


-¿tu encuentras?-le preguntó atónito, su voz ya no era la de un niño, se notaba que había bajado unas cuantas octavas.


 


-si Gon, ya no eres un niño… y supongo que ya no podré llamarte Ringo-chan ¿estará madura mi fruta?-preguntó con excitación.


 


-lo siento Hisoka, no he venido a pelear.


 


-¿a no?-el mago levantó una ceja en el desconcierto.


 


-he venido a dejarte un desafío, así no tendrás que asesinar por aburrimiento.


 


-se oye interesante ¿de qué se trata?-musitó casi sin poder controlar su ansia por acercarse a luchar con él, pero notaba que había un campo de energía que le impedía moverse de su lugar, con ese solo hecho sabía que Gon se había hecho muy fuerte.


 


-te reto a que me encuentres, si lo logras, sólo entonces lucharé contigo.


 


-bien, me parece una apasionante idea-sonrió conforme, sin embargo, de pronto notó que el joven no compartía el mismo entusiasmo.


 


-Hisoka antes de marcharme… tengo que decirte…


 


-¿he?-el payaso sintió el campo de energía disminuyendo gradualmente, la voz del muchacho se oía triste y eso lo desencajó por completo.


 


-hisoka… de todas las personas que he conocido… tú…….


 


-¿yo que?-dijo acercándose con cautela.


 


-tú…… fuiste el único que mantuve en mis recuerdos y no sé porqué, solo sé que te extrañé… quería verte… quería verte hisoka-nunca el latido de su corazón había sido tan rápido y fuerte, ni siquiera cuando asesinaba a sus presas, esta era una sensación completamente distinta y extraña, una que le hacía pensar en abrazarlo, en sentir su piel junto a la suya.


 


-si, supongo que tú también eres alguien difícil de olvidar-el mago otorgó una suave caricia a su rostro juvenil mientras le miraba de manera hipnótica causándole un leve sonrojo.


 


-lo siento Hisoka, ya tengo que irme, espero que recuerdes nuestro trato, si quieres luchar conmigo tendrás que encontrarme-dijo Gon todo nervioso, dando la media vuelta para alejarse de allí, si no se iba ya o podría contenerse más, su propio corazón le estaba pidiendo cosas extrañas que no pensaba complacerle.


 


-Gon-escuchó el llamado sensual del asesino, se giró a mirarlo, pero de inmediato sintió un jalón en el brazo y se olvidó del mundo… sólo podía sentir los labios de Hisoka sobre los suyos, degustando con desespero cada rincón, Gon cerró los ojos dejándose llevar por ese beso arrollador, disfrutándolo hasta más no poder.



 



 


Rato después…


 


-¿podemos cambiar la regla de nuestro encuentro?-preguntó Hisoka respirando a bocanadas, acariciando ese cuerpo desnudo y aterciopelado que había florecido en sus brazos.


 


-yo… creo que sí-sonrió jadeando por el reciente esfuerzo, mientras seguía atado a él como la hiedra sobre esa enorme cama de hotel.


 


-ya no quiero luchar para eliminarte Gon, cuando te encuentre te haré el amor todos los días-dijo sensualmente para después morderle el lóbulo de la oreja.


 


-todos los… ¿días?-gimió al sentir que le había mordido muy fuerte.


 


-todos los días-afirmó arrullándole sobre su pecho para permitirle dormir unas horas.


 


-pues espero… que me encuentres pronto…-dijo el morocho cerrando lo ojos, había sido una noche llena de sorpresas, había descubierto que Hisoka sentía cosas por él y a su vez confirmó que su recuerdo no se iría jamás de su cabeza, por que él también le quería, pero se preguntaba si Hisoka sería capaz de encontrarle, deseaba pensar que sí a pesar de los miedos y dudas.


 


Por otra parte el Jocker desde hace tiempo que no se sentía tan completo, seguro que sería excitante volverlo a encontrar y es que con ese pequeño no se aburría y seguirían pasando los años, pero continuaría siendo lo más valioso para él en todo sentido, mucho más que la lucha, ahora lo sabía.


 


Al amanecer despertó solo entre las sábanas blancas, aspiró el aroma salvaje de su chico y volvió a cerrar los ojos con ligera melancolía… ridículamente se sentía como una damisela abandonada… quería verle otra vez.


 


Después de años de frustradas búsquedas y aventuras que parecían no tener fin, Hisoka se dio cuenta que su obsesión por asesinar ya no era tan activa en él, con su mente al cien por ciento en Gon, no tenía tiempo para perder el control de su propio cuerpo. Habían veces en que recibía ciertas pistas de su paradero, le parecía novedoso y entretenido cada acertijo impuesto, cada detalle bien cuidado, cada gesto amoroso que revelaba que lo amaba con más fuerza.


Finalmente después de exactamente cinco años, ese día tan esperado para ambos llegó, lo encontró en una isla totalmente desconocida del mapa, pescando frente a un río, rodeado de curiosas criaturas que jamás imaginó que habría en el mundo, cuando sus miradas se reencontraron sintieron como si el tiempo se hubiera detenido, el joven adulto de ojos ámbar corrió hacia él, dejando todo lo que estaba haciendo, sus ojos brillaban de alegría, su sonrisa genuina aún le hacía parecer un niño, se le tiró a los brazos besándolo con locura, como si no hubiera mañana y se desplazaron a las profundidades del bosque donde se entregaron hasta el cansancio tal como el jocker se lo había prometido.


 


Fin.


 


 


 


 

Notas finales:

espero que les haya gustado ^^, si no hubo mucho lemon, pero me pareció muy tierno, espero que te haya gustado Nekita, uin abrazo, espero sus reviews!!


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