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Profecía por Bleryaoi

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Notas del fanfic:

Lavanda

Notas del capitulo:

Pues siempre me a gustado esta pareja, es algo corto, pero igual espero y les guste

Ya te lo había dicho en la primera en la ocasión—el chico de cabellos de fuego centraba su mirada en un libro prohibido de la orden oscura, ¿como lo había obtenido?, quien sabe, solo se limitaba a observar y registrar lo que en el venia—no me amas Yuu-chan, tú estas enamorado de Allen y lo sabes mejor que yo—cerro el libro y sonrió para el joven de pelo azabache y mirada distante.


¿De verdad eso crees? —pregunto buscando la mirada del chico con el parche, que a pesar de estar viéndole a los ojos parecía eternamente distante.


Yo no creo, no opino, mi trabajo es ser neutral y decir las cosas tal cual como están escritas—parecía que en el ojo color jade del muchacho pelirrojo un brillo de tristeza escapaba, solo distinguible para el serio japonés que muy a pesar de sus deseos comprendía todo lo que el otro le decía.


El moyashi me ha pedido una oportunidad—dijo con el mismo tono ecuánime, no podía permitirse ser débil cuando estaban en guerra, si el otro chico no tenía más interés en él que como amante momentáneo, estaba de acuerdo, no podían, corrección, no debían permitirse enamorarse.


¿Y bien?, ¿por fin piensas corresponderle? —pregunto el bookman junior recargando su rostro en la mano derecha, no tenía el deber de escucharlo, tampoco era un deseo, simplemente creyó que era lo más adecuado siendo los dos “pareja” desde hace un tiempo.


Lo rechace, a mi no me gusta ese crio—dijo el azabache mientras se sentaba a lado de su compañero desde hace ya tres años, su cabello cayó como cascada detrás de sí, a pesar de estar sujeto en una coleta alta, llegaba a media espalda, brillando con la luz que entraba por la ventana de la biblioteca.


¿Sabes que están destinados a estar juntos no? —ambos lo sabían, él, como sucesor de bookman que era, tenía acceso a ese tipo de conocimientos, la llegada de Miranda, la entrada de Allen a la orden como el destructor del tiempo, el nuevo poder del Conde, así como muchos otras profecías que se cumplían, el amor entre el exorcista no humano y el destructor del tiempo eran inevitables.


Tsk…Aunque tú lo digas no puedo creerte—el ojiazul se recargo en sus rodillas,  no quería terminar con el joven pelibanco, todas las profesas de los bookman se cumplían, pero él nunca tuvo nada que ver con el pequeño inglés, desde que Lavi había entrado a la orden, el había sido el único al que le prestó un poco de atención.


Nee Yuu, no te confundas—el pelirrojo puso su mano en el hombro del azabache—sabes bien que tu y yo no nos amamos realmente—dijo con suma tranquilidad, como si estuviera ensayada cada silaba que pronunciaba—de hecho, ni si quera sé porque estamos juntos—confeso esperando la respuesta del nipón, había estado esperando eso desde hace unos meses, que el japonés por fin se diera cuenta que no tenían nada.


Por nada en especial, supongo que me gusta tenerte sobre mi todas las noches que podemos—sonrió de lado, no podía pedirle a Lavi que le amara cuando ni siquiera estaba seguro de sus sentimientos por él, más que egoísta, sería estúpido, el tenia una misión que cumplir y probablemente cuando la consumara moriría y Lavi seguiría con su trabajo si es que no moría en el proceso también.


Tienes razón, es bastante bueno poder desahogarse del trabajo entre tus piernas—recibió un zape en la cabeza, no lo hizo enfadar porque no lo estaba molestando, solo coincidía en el porqué estaban juntos—tal vez esa es la razón de que nos comportemos así—hace poco habían empezado a ser más “honestos” entre ellos, incluso dejaban de discutir y se dirigían miradas de comprensión y respeto, a pesar de ir contra la iglesia y la sociedad al estar con otro hombre, no les importaba, pues era algo que solo ellos dos sabrían.


Creo que por fin me resigne—suspiro Kanda echándose para atrás en el sillón que compartía con el pelirrojo, sus penas no estaban ni cerca de desaparecer, pero sintió alivio al darse cuenta de lo que de verdad sentía por el chico a su lado—nunca me vas a amar—confirmo cerrando los ojos, por extraño que le pareciera se sentía en paz al decírselo, en ese mismo día se había dado cuenta que siempre quiso a Lavi completamente para él para poder corresponderle, pero nunca paso, y nunca pasaría.


Yuu…aunque no lo creas, estoy seguro de sentir algo por ti—no había mentira en sus palabras, a pesar de siempre fingir, a ese chico, al samurái que la orden había creado, al único que no lastimo, no podía decirle algo que no fuera cierto, tenía la certeza de que no pasaría nada si este descubría que el se iría en cuanto todo terminara, que cambiaría el nombre número 49 por el 50 y así sucesivamente hasta que otro bookman fuera elegido como sucesor—no sé qué sea…pero siento algo por ti—no había tenido una relación tan larga con nadie, le había dejado en claro a Yuu que él no sentía amor por nadie, al ser humano, tenia necesidades, por eso le veían con una chica diferente cada que sentía el deseo de satisfacer sus instintos, si él quería podrían hacerlo, pero no debía esperar nada de él, y nunca lo hizo, por eso habían durado tanto.


Lavi…—lo llamo por su nombre, aunque le gustara molestarlo y decirle baka-usagi, su nombre ya no desaparecía de sus labios, estaba seguro que siempre lo recordaría cuando este se desapareciera, era el tipo más sensato con el que había estado, le brindo la confianza de amar a alguien, no precisamente a él, pero ya sabía el significado—no pienso estar con el moyashi—aclaro, todas las profecías siempre eran ciertas, pero sin importar si Lavi le dejaba o no, el no quería al enano, era un buen tipo lo sabía de sobra, pero no le quería de esa manera, ni siquiera como amigo, solo era un compañero y fin  de la historia.


Jajaja, ustedes van a terminar más juntos de lo que crees—rio, era divertido pensar que alguien se atreviera a desafiar el destino, no podría lograrlo, vio a muchos y nuca pudieron alcanzar su cometido—es lo que dijo el panda y tú no lo vas a cambiar—Kanda le dirigió una mirada fría y amenazante, condenarlo, como el lo veía, a estar con Allen toda su vida, era horrible, el no correspondería sus sentimientos, ya había conocido a alguien de su mismo carácter, Alma fue lo más importante en toda su vida, pero no quería tener que cuidar de nadie de nuevo.


La batalla final comenzara mañana—dijo el japonés mirándolo y poniéndose un poco serio, sabía bien lo que significaba, el pelearía, como nunca, para vengar la muerte de Alma al convertirla en un Akuma, lucharía hasta el final de los Noé o de el mismo…pero Lavi— ¿piensas escapar? —lo presentía, el era un bookman, no un exorcista, vivía con un solo motivo, ser el cronista de la historia secreta para transmitirla a futuras generaciones.


Sip, ¿por eso viniste a despedirte? —le sonrió tiernamente, era obvio que escaparía, ni por sus “amigos” arriesgaría el objetivo de toda una vida, una vez casi llego a pensar que abandonaría por ellos, pero ya no era así, lo comprendía y acepto con mucha serenidad.


Bookman junior—se dijo a sí mismo el ojiazul soltando su larga cabellera, alistándose para irse descansar a su propia habitación, ciertamente le había ido a dar el adiós, sintiéndose feliz y emocionado porque pronto, el final de su guerra santa terminaría. —Baka-usagi—recordó todas las tonterías que habían cometido juntos, sus escapadas, sus secretos—Deak…—recordó uno de sus tantos nombres, se lo había dicho una noche después de hacer el amor, en ese momento pensó que tal vez sería correspondido, pero ahora solo era un vago recuerdo—Lavi…—el pelirrojo le abrazo antes de marcharse, estaba seguro, como extrañaría al pelirrojo cuando se marchara.


Yuu Kanda…ten por seguro que no te olvidare—Yuu se rio, era obvio que no lo haría, quedaría registrado para la posteridad, se convertiría en datos e información útil y valiosa.


Promete algo—pidió el pelilargo separándolo un poco de si, tal vez fuera peligroso, bobo, imposible incluso, pero quería hacerlo, no era malo, y podría negarse si lo deseaba—ven a verme—dijo con seguridad en su voz, no estaba melancólico o derrotista en absoluto, sus ansias por el futuro habían nacido hace poco en esa biblioteca con el Bookman junior—si no muero y ganamos la guerra, visítame una última vez—Lavi se sorprendió por la petición, era algo que podía cumplir, era casi seguro que ganarían, Kanda le miro esperando la respuesta, fuese cual fuese el ya estaba más que conforme con lo que había vivido a su lado—es que tengo un nuevo objetivo—hablo antes de que el otro pudiera contestar—quiero decírtelo cuando esto acabe—señalo, era verdad, descubrió que en realidad quería algo, tenía un sueño, y si vivía, se encargaría de volverlo realidad.



Está bien…esperemos que sobrevivas—finalizo el pelirrojo dejando que el japonés se fuera para su habitación a esperar el día de mañana, el también se iría junto con bookman pero no precisamente a su habitación, el escaparía de la orden y huiría lo necesario para poder observar sin sufrir daños.


 



El bookman saldría por la parte de enfrente fingiendo revisar la zona, mientras que Lavi se escabulliría por una de las ventanas evitando cualquier sospecha de traición, sabían que si la orden si quiera sospechaba de su escape, los tomarían como traidores a la iglesia siendo considerados enemigos cual la familia Noé.


Lavi caminaba ya sin su martillo y sin su uniforme de exorcista, únicamente ropa normal y su bufanda favorita, siempre hacían lo mismo, esta ocasión no sería diferente, a excepción de una sola cosa, pasaría por la habitación del samurái con el que compartió su máximo secreto, solo para despedirse en silencio.


Yuu…—susurro al abrir levemente la habitación sin hacer el menor ruido posible, esperando no interrumpir el sueño del chico en la penumbra del sencillo cuarto, desde que Alma había muerto definitivamente después de destrozarse por la materia oscura, lo único que adornaba su habitación era un buro, su flor de loto finalmente se había desojado por completo, si moría una vez más sería definitivo, no volvería a la vida por más intentos que se hiciesen—…Adiós Yuu-chan— sonrió para sí, se había divertido con él, si vivía seria genial escuchar la historia viniendo de sus finos labios.


Tsk…—escucho Lavi a punto de cerrar la puerta, al parecer el ansia por el mañana no lo dejaba dormir—Se dice “nos vemos luego” baka-usagi— la puerta finalmente se cerro, Lavi le contesto lo mismo, sabiéndose escuchado aun detrás del pórtico de madera, ahora a emprender su escape.


 



La guerra finalmente termino, la iglesia había derrotado al Conde gracias al destructor del tiempo, muy pocos sobrevivieron, pero todo se había dado por terminado, la orden oscura se derrumbo los pocos que sobrevivieron vivirían normales desde ese momento, Lenalee se fue junto con su hermano a China a buscar a los de la rama asiática, Miranda se fue junto con Mary, Krory decidió regresar al castillo de su abuelo para reconstruirlo después de la desilusión que sufrió antes de la guerra, Howard se despidió de Allen y se retiro en busca de su familia, los dos generales que sobrevivieron, Cloud, la cual se llevo a sus aprendices, y Tiedoll, que solo se marcho con Choji pues cierto kendoka estaba junto con el salvador del mundo, en una muy sería conversación, Allen le había pedido que solo se quedara con él unos días, intentando convencerlo de viajar con juntos a Londres donde muy posiblemente vivirían.



 


¿Nee Yuu-chan, que le contestaras al moyashi? —el samurái volteo, paso una semana y cuatro días desde que la guerra había terminado, estuvo a punto de morir en varias ocasiones, pero se logro salvar, se encontraba lavándose el rostro en el rio, pensando que haría, Lavi lo miraba desde la rama de un árbol, estaba plácidamente recostado con papeles y pluma en mano.


Te tardaste un montón idiota—contesto levantándose de la orilla del rio para ponerse de pie debajo de la rama donde estaba el pelirrojo, estaba a punto de irse, se alegro a sobremanera al ver al chico que huyo y que ciertamente muchos odiaron por abandonarlos,  Allen y Lenalee que eran sus amigos más cercanos quedaron decepcionados por su actitud y Krory, que desarrollo sentimientos por el pelirrojo, si había quedado mal después de su escape, Lavi nunca le dio alas, sabía cómo se comportaría si llegaba a corresponderle el más mínimo cariño, por eso no lo hizo, de hecho se había alejado lo suficiente de él para demostrárselo—ya casi me iba—dijo cruzándose de brazos debajo de él.


¿Allen ya te hizo suyo o algo así? —pregunto aun sin bajar del árbol, tenía que admitir que si se enteraba de eso no sabría que cara debía poner, el que tanto tiempo fue suyo ahora le pertenecía a otro—supongo que por lo menos ya te robo un beso—Kanda agacho la mirada con un leve sonrojo, ciertamente lo había intentado, pero le había alejado antes de que sus labios se unieran.


Te equivocas—de un momento a otro el samurái estaba junto a él en la rama del árbol, no se había dado cuenta pero el todavía llevaba a su mugen, aunque ya no tenía su inocencia seguía siendo una fiel y peligrosa arma—yo no voy a permitir que se cumpla tu profecía—se acerco quedando a gatas sobre el pelirrojo, jamás aceptaría ser manipulado de nuevo, él quería una cosa, y sin importar cuánto tuviera que hacer para lograrlo no se resignaría a quedarse a lado de una persona que él no amaba—Lavi…—el pelirrojo no supo qué hacer, estaba debajo del chico que prácticamente era la recompensa del salvador del mundo, por luchar, por sacrificar casi todo, por ser único, Allen debía recibir de premio más grande, y según la profecía ese era el amor del último de los terceros exorcistas, Kanda Yuu, se debía enamorar del albino tarde o temprano—…mi nuevo objetivo—el samurái trago saliva, debía decírselo—mi…sueño—lo miro con seguridad, era lo que más anhelaba—quiero fugarme contigo—Lavi abrió su ojo más de lo que ya estaba, la sorpresa de escuchar semejante confesión se le hizo irracional, no era lógico que alguien intentara cambiar un buen futuro por…por nada.


Yuu…—no sabía que contestar, era la primera vez que consideraba una propuesta así—Allen entristecerá si sabe que te vas—hablo como si intentara convencerlo de lo contrarío, era un bookman por el amor de dios, ¿qué se supone que debería hacer? —Si Krory se entera intentara matarte—por más que intentaba negarse sentía un  cosquilleo en su interior y algo, que no era la razón ni la cordura, le inspiraba a sonreírle de una forma que jamás lo había hecho—Tiedoll…panda…—su sonrisa ya era más que visible, las excusas ya no parecían querer salir a flote, su corazón podía escucharlo claramente latir sobre su suéter color café.


Tsk…¿me vas dejar seguirte o no? —pregunto el de cabello largo hundiéndose en su pecho, le encantaba estar así, extraño sentirlo todo el tiempo que había permanecido lejos, sabía que Allen encontraría a alguien más, era guapo inteligente y noble, no lo dudaba, si el vampiro intentaba algo contra él se encargaría de degollarlo y en cuanto a Tiedoll, ya algún día se enteraría de que se escapo con él, solo quedaba bookman y de eso debía encargarse Lavi, claro, si este lo aceptada.


Yuu—lo alejo y salto al suelo guardando sus papeles en un morral que estaba por ahí, el kendoka lo miro con tristeza, mordiéndose el labio inferior para evitar que este lo viera quebrantarse antes de alejarse de él, en cuanto Lavi se fuera, el se iría igualmente, jamás permitiría que lo encontraran de nuevo, no sabía adonde iría, pero mientras, lo importante era que el bookman junior no lo viera llorar—no es “seguirte” —volteo a verlo mirándole con cariño— se dice “acompañarte” —Sonrío y le tendió una mano, por supuesto que aceptaría irse con él, estarían juntos recolectando datos, Kanda era lindo, tal vez vivieran juntos, incluso podrían establecerse en un lugar secreto y retirado que abandonarían por largo tiempo ya que estarian viajando constantemente por su trabajo.


Usagi—Yuu le había abrazado derramando sus lágrimas en el hombro del pelirrojo, no cabía en si todo lo que sentía en ese momento, no le había rechazado, e incluso le estaba correspondiendo—Baka—lo beso sin pensarlo mucho, Lavi le acariciaba el cabello con una mano, mientras la otra se deslizaba por su cintura bajando un poco más—…La-vi…—estaba acariciando toda parte de  él, no sabía que pudiese ser tan dulce el chico pelirrojo que solo se desahogaba un rato con buen sexo—Bookman—era el obstáculo al que debían enfrentarse, Yuu no quería que Lavi dejara de ser el sucesor de bookman por él, simplemente quería permanecer a su lado, por ende, el Bookman debería aceptar su relación.



Soy un bookman—dijo tomándolo de las manos, con esa sonrisa radiante y sincera sobre su rostro, como nunca antes lo hizo—no debo de interferir de ninguna manera con las decisiones de los demás—Kanda le sonrió de igual forma, sabía lo significaba—por lo que debo dejar que hagas lo que quieras sin negarte nada…incluyendo el seducirme—le dio un fugaz beso, mientras jalaba su mochila para acomodándosela para partir—Nee Yuu-chan, ¿nos vamos? —le dio un beso en su mejilla jalando su mano para irse lejos.



¿Qué sucede Allen? —Pregunto una china de cabello largo y verdoso con un niño en brazos—¿una carta de Lavi-kun? —se alegro y sonrió, ya lo habían perdonado desde hace mucho, cuando solo dejo una nota de que se fugaba con Kanda.


Sip—ya llevan tres años de casados, después de que Kanda desapareció el había viajado solo un año entero encontrándose a Lenalee y enamorándose de su eterna amiga, ahora incluso tenían una niño de un año—Bakanda también nos felicita por la bebe, dice que el también tiene un niña, ambos parecen felices—se refirió a ambos, se alegraba que sus dos amigos hubiesen encontrado la felicidad juntos.


¿Crees que nuestros hijos se casen? —pregunto Lenalee habiendo planes de boda para su hijo y la niña de sus amigos.


Jajajaja no lo sé…ser consuegro de Kanda y Lavi sería un lio—Allen y Lenalee se fueron a celebrar el cumpleaños de su pequeño, sabiendo que sus amigos por fin estaban con alguien a quien querían,  juntos y con una familia.


 


 


 


 


 


 


 

Notas finales:

 MUCHISIMAS GRACIAS POR LEER


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