Recuperando el corazón.
Habían vivido un par de días de intensa actividad la lucha por recuperar la paz en la parte baja de la fortaleza infinita estaba por llegar a su fin.
Cada uno de los que formaban aquel prestigioso equipo de rescate estaba de lo más agotados física y mentalmente.
La contienda contra aquello terribles seres que emergían de aquella parte que era el cinturón casi había llegado acabado con ellos.
Las heridas a simple vista aunque no graves era una señal de lo terrible que había sido el enfrentamiento.
Mido el líder del equipo había enfrentado contra la cabeza de aquella horda de asesinos y había salido triunfante, el salir victorioso en cada enfrentamiento era la pauta de un genio en batalla como Ban.
Su torso mostraba heridas que sangraban pero no eran graves solo cortadas en tajo sobre aquel escultural tórax que lucia en su esplendor aquel trabajo sobre sus músculos. Como era ya costumbre su camisa y ropa interior desgarradas, el pantalón casi intacto.
Aquel hermoso hombre a los ojos de Ginji lucia sudoroso, con una respiración acelerada resultado del esfuerzo, paso a velocidad por el lado derecho del oponente y le desgarro parte del hemicuerpo, lanzando un grito desgarrador y una lluvia de sangre se regó sobre la cara de Mido.
Después del ataque con la misma inercia Mido se patino aun por unos tres metros y giro el rostro para observar con una mirada escudriñadora las acciones del enemigo hasta que este no pudo mas y termino desvaneciéndose.
Un grito de victoria por parte del equipo de recuperación se escucho, Ban recupero la postura se llevo el índice derecho a la cara levantando el puente de las gafas. Sabía que era el fin.
Ginji se lanzo contra Mido de un salto rodeándole por la cintura.
- Lo lograste amiguito!
-Lo lograste! Externo cargado de emoción.
- Estaba tan preocupado y tenía tanto miedo. Comento restregando su rostro en la cintura de Ban mientras lloraba.
- Idiota, cuantas veces tengo que recordarte que no eres una chica.
- Y yo nunca pierdo. Y le dio un golpe en la cabeza con el puño cerrado.
- Auch! Duele Ban.
- Pero estas herido amiguito, externo mientras gimoteaba.
- Tu también y los demás y no por eso Yo estoy llorando, Y de una patada se lo quito de encima y lo lanzo lejos. Saco un cigarrillo y el encendedor y tranquilamente lo prendió se lo puso entre los labios y exhalo el humo por la boca y la nariz.
- Estas bien Ban? Pregunto Kazuki quien se aproximo al líder del equipo. Tocando con sus dedos una de las tres heridas que llevaba en el tórax.
- Acaso esto te preocupo? Respondió retirando la mano del maestro de los hilos y con sus propios dedos toco los bordes de sus heridas.
Shido rodó su mirada hacia Kazuki, le pareció que la batalla había ablandado a Mido, se mostraba bastante amigable con su ex compañero de los Volts.
Pero no le dio importancia era mayor el dolor que tenia sobre el hombro derecho tenia una herida que dejaba ver los músculos y no podía moverlo. Se ayudo con la mano izquierda para poder desplazarse.
- Ginji estas bien? Pregunto secamente el maestro de las bestias mientras se desplazaba hacia el centro de cómputo de Makubex.
- Si, la fractura de mis costillas y de la muñeca casi se regeneran, solo me duele y mucho pero ya se me pasara. Comento el rubio mientras soplaba la herida que tenia en la rodilla izquierda.
- Y esa bestia de Mido como siempre luciéndose y lanzándote.
- Ah no hay problema, ya estoy acostumbrado. Externo con frescura.
Mas adelante se reunieron con Makubex, recorrieron la instalación la mayoría del equipo estaba destruido. Pero el joven genio dijo que no había problema con las piezas servibles armaría un nuevo y mas moderno equipo.
Como de costumbre Makubex no pago, todos externaron que era su amigo y para eso estaban los amigos y abandonaron el lugar.
Antes de retirarse pasaron por la farmacia de Gen donde curaron sus heridas, que impresionantes a simple vista en ese lugar tendían a cicatrizar con mayor rapidez que en el mundo exterior.
Ginji observo cuando lavaron la herida de su amado Ban sin quejarse, el farmacéutico le recomido que era mejor suturar, las heridas solo interesaban piel, pero eran profundas y con la sutura cicatrizarían mas rápido...
Mido exhalo una bocanada de humo y asintió, para sorpresa del rubio.
Ginji todo el tiempo a su lado, le tomo la mano en señal de que estaba con El y le sonrío dulcemente. Mido le correspondió con una mirada, que significaba "Que estas haciendo Idiota, suéltame, no soy una niñita."
El joven trago duro y lo soltó, pero se quedo a su lado.
Cuando vio la primera vez que aquella aguja pasó por la piel de su amado para luego tomar el otro extremo de piel y ver como nuevas gotas de color rojo rutilante emergían una vez mas, no pudo más y se desmayo.
Ban no externo palabra, era obvio que aborrecía que su compañero actuara como un enclenque.
El maestro de los hilos ocupo el lugar del joven y sonrío para animar a Mido. El joven a pesar de sus heridas y algunas laceraciones que mostraba en su hemicara derecha no dejaba de ser hermoso.
Jubei levanto al chico y lo llevo a una de las camas en la enfermería. Mientras ayudaba en la curación de los demás, después de todo Kakei era medico acumpunturista y sabia de primeros auxilios y con ayuda de sus agujas anestesiaba el dolor.
Después de un par de horas un mal trecho pero victorioso equipo abandonaba la fortaleza infinita.
- Como estas Himiko? Pregunto Ban a una joven que salía de una conmoción secundaria a un terrible golpe que sufrió en la cabeza y que la retiro a media batalla.
- Bien Ban.
Al ver las heridas del que fuera su compañero en los años que trabajaba con Yamato.- Parece que te fue bastante mal Ban.
- Peor le fue al otro. Respondió Mido siguió de frente.
- Querido Ginji parece que te encuentras mejor. Respondió con su tono amable, pero carente de emociones Akabane que llegaba al final, había estado hablando con el chico genio, sobre un pedido que le pidió transportara,
- Usted nunca sale herido? Pregunto Ginji con inocencia.
- No, soy rápido Ginji, muy rápido. Te gustaría probar mi velocidad en un enfrentamiento?
- Ah no gracias. Externo Chibi Ginji y se alejo corriendo del lugar para subir al hombro de Ban. El cual mas tardo en subir que en salir lanzado al espacio.
- Idiota me duele y tu trepándote.
- Lo siiiiiennnntoooooooooo Ban. Respondió mientras cruzaba el espacio.
Una vez afuera el quipo se desintegro como siempre cada uno tenía sus propias vidas y sus propios compromisos.
- Adiós Ban, mañana tengo un trabajo que realizar y debo dormir. Expreso la dama veneno con su típico tono monótono y lleno de fastidio.
-Yo también me retiro tengo que ver a Madoka, Adiós Ginji.
- Lo bueno que la chica es ciega, si no se desmayaría de la impresión de verte.
- Muy gracioso Mido....Por eso se desmayo Ginji. Externo mientras se alejaba despidiéndose con la mano izquierda.
Mido solo externo una mueca de desagrado pero no hablo.
- Kazuki vamos a la casa te voy a preparar de cenar. Externo Jubei con su tono amable. Hacia su pareja.
- Ya voy Jubei deja que me despida. Externo el pelilargo.
- Hasta luego Ginji, cuando quieras probar mi velocidad. Externo regalándole lo que parecía una sonrisa. El joven se paralizo. Cada vez que Akabane le sonreía sentía que se le congelaba la sangre.
El rubio sintió como su corazón latía a mil, en verdad era un enclenque se podía enfrentar contra monstruos que de un golpe le fracturaron las costillas y aun así, continuar luchando, pero una sola mirada de Akabane era suficiente para hacerle sentir que se moría.
Puso su mano en su corazón hasta que sintió como se iba tranquilizando, después busco a su amado estaba mas allá, ya había avanzado como unos veinte metros, observo como su amigo Kazuki se despedía sonriendo. Eso le alegro parecía que después de un tiempo Mido empezaba a aceptar a sus amigos.
En realidad al rubio le molestaba tanto que los agrediera y ofendiera, el apreciaba demasiado en especial a Kazuki y a Shido, así que el ver que había una relación amigable, le hizo sentirse bien.
El joven se despidió del maestro de los hilos y camino al lado de Ban, riendo y compartiendo lo difícil que había sido la lucha.
Ginji amaba a Mido no solo lo amaba, lo adoraba, lo idolatraba y le encantaba que otros lo apreciaran también.
Mido iba sumergido en sus propios pensamientos respondiendo con mono silabo a las preguntas y comentarios del joven, habían caminado unas tres cuadras, cuando el poseedor del jagan se dio cuenta que no llevaba las llaves del auto.
- Rayos las deje con el trans vestido, tengo que regresar.
- Quieres que vaya yo amiguito, externo sonriendo su chico.
- No mejor descansa un poco, esa rodilla se ve que te duele. Respondió señalando a rodilla que traía un aposito que estaba manchado de sangre.
- Voy rápido. Y sin decir mas se alejo, dejando a un rubio acomodado sobre el auto esperándolo.
- Mi Ban siempre cuidando de mí, se dijo para si, mientras sonreía.
Pasaron un par de horas y de su compañero ni señas el joven empezó a preocuparse, de que las heridas de Ban fueran mas serias de lo que parecían y decidió encaminarse a la fortaleza, era ya de noche y las sombras que le atemorizaban eran muchas. El había vivido casi toda su vida en ese lugar, sin embargo siempre le había dado miedo el lugar de noche.
Avanzo con temor, la rodilla le ardía horrible cada vez que la flexionaba, por lo que trababa de evitarlo, hasta que se topo con unas escaleras y fue inevitable no flexionar la pierna para subir.
- Debe estar donde Jubei, lo mas seguro que el amigo de Kazuki le invito a cenar. Se dijo para si.
Cada vez estaba mas oscuro las mortecinas lámparas iluminaban pobremente las calles, las sombras eran mas pronunciadas ante el contraste con la luz.
- Rayos para donde esta la casa de Jubei. Para acá o para allá. Se pregunto en una encrucijada. Si algo caracterizaba al rubio era su pésimo sentido de orientación.
Se animo a seguir un camino, con la seguridad de que era a la derecha, en su camino por aquella abandonada calle escucho unos gemidos.
- Alguien debe de estar herido se comento. Giro el rostro para la derecha y para la izquierda y par atrás no había nadie, estaba solo, y solo se enfrentaría al rufián que estaba ocasionando daño o al herido.
Se angustio pero avanzo hacia las sombras, tenia que ayudar no importaba que el mismo no estuviera en un cien por ciento, tenia que ayudar a la persona que se quejaba en la oscuridad.
Una a unos cuatro metros sus ojos se empezaron a acostumbrar a las sombras y la imagen con la que se encontró le congelo, sintió que su corazón se paralizaba, no podía respirar, no podía ser lo que veía.
De pronto un par de ojos se encontraron con los suyos.
No hubieron palabras solo fueron dos o tres segundos que parecieron el equivalente a mil años. Su vida en tres segundos se había terminado.
El joven con un inmenso dolor en el pecho dio la vuelta y empezó a correr en medio de un llanto que no le dejaba ver nada.
Nada importaba el dolor de las heridas, la rodilla, a visión nublada, ya no había temor no había nada fuera de que aquel terrible dolor que le oprimía a tal grado de sentir que le iba a traspasar, deseaba morir, solo morir y por mas que deseaba que algún rufián lo encontrara y lo apuñalara, nadie.
Estaba seguro que había escuchado un grito con su nombre, un alto que le importo un comino.
El joven corrió con la mente y la vista nublada sin importar la distancia ni el dolor.
Paso más de una semana cuando Mido apareció en el Honky Tonk.
- Ginji esta aquí verdad? Pregunto con un tono severo.
- Si. Pero si quieres verlo tendrás que esperar a que baje. Solo te comentare que tiene días que esta muy mal, al principio, se encerró en si mismo, después de tres días me contó lo que vio y lo comprendo.
- Ese chico te adora o adoraba Ban, por favor si vas a hablar con El se prudente y ya no lo lastimes. Pero tú sabes...
Después de una hora de espera el rubio bajo, se notaba cansado demasiado cansado, sus ojos mostraban señas de que había llorado por largo tiempo, estaban hinchados. A Mido le pareció lastimoso el aspecto del rubio y sintió pena, mucha pena por El.
El joven le vio y sintió un vuelco en el corazón, Ban estaba allí su Ban había venido a verle. Pero eso era bueno o era malo? Había deseado que viniera que le pidiera perdón que le dijera que todo había sido un mal entendido una mala broma que le hicieron las sombras, que lo amaba, que lo necesitaba y El sabia que aunque estaba increíblemente dolido no podía vivir sin El y lo perdonaría
- Ginji necesito hablar contigo.
- Sobre que quieres hablar, sobre lo que vi? Externo el rubio con un tono de enfado con lágrimas en los ojos, mientras su corazón latía muy fuerte.
- Si Ginji sobre eso..... Ven salgamos mejor hablaremos en el camino.
Paúl le lanzo una mirada de apoyo a Ginji, necesitaba que el rubio entendiera que no estaba solo.
El joven acepto con un movimiento de la cabeza sentía que no podía pensar, pero no quería hacer un espectáculo donde Paúl. Seria un tonto pero tenia algo de dignidad.
Una vez en la calle...
- Ginji... Se que no tengo palabras para....
- Me va a pedir perdón, pensó el rubio y vislumbro una luz de esperanza.
- Ginji no tengo palabras para expresarte lo mal que me siento contigo, siempre has estada a mi lado, me has apoyado en todo, me has hecho vivir Ginji.....
El joven escuchaba mientras un dolor pecho se formaba.
- Pero Ginji estoy enamorado de Kazuki...
- Kazuki fue lo ultimo que escucho y se perdió, las excusas o cualquier intento por sanar su alma por parte de Ban era inútil....Estaba enamorado de Kazuki y no de El.
Cunado regreso al Honky Tonk Paúl le vio entrar, le dejo avanzar hasta las escaleras. Fue allí donde dejo su lugar y se acerco a El esa mirada decía todo, su corazón se había roto en miles de pedazos, milimétricos pedazos, muy difícil de reconstruir, ya nada valía la pena para el joven.
Paúl le abrazo y después de unos minutos sintió como su hombro de humedecía el joven lloraba en silencio.
- Paúl ya no quiero vivir, en verdad ya no puedo vivir.
- Si podrás Ginji, tu corazón sanara, tomara tiempo pero sanara.
- Todavía me dijo que podíamos seguir siendo un equipo si Yo quería.....Pero como no podría serlo...
- Tomate unas vacaciones Ginji, aquí puedes vivir, puedes trabajar aquí si quieres, Solo quiero que sepas que no estas solo. Tienes amigos que están a tu lado.
- Ya no volveré a ver a mis amigos, nunca les gusto Ban y ahora esto...
- Anda sube a dormir, en unos momentos te llevo un vaso de leche, anda ve a dormir.
El rubio subió cada paso sentía que pesaba una tonelada, era el principio de su muerte. Ya nunca más sentía que la vida tendría un significado para El. Había perdido su amor y su mejor amigo. Ya no le quedaba nada.
Llego a la cama y se derrumbo sin quitarse ni el calzado siquiera, por largo rato su vista se perdió en el foco haciendo que su vista se distorsionara aros de colores aparecieron dando una imagen parecida a un arco iris. Al menos esa imagen le daba un poco de color a su miserable vida.
Paúl llego le dejo el vaso d leche el joven ya no quiso hablar, Paúl apago la luz y abandono la habitación antes le echo una frazada el joven solo cerro los ojos, por que había alguien que preocuparse por El. Cuando lo único en lo que pensaba era subir a la azotea lanzarse.
Esa noche no pudo dormir mil y unas imágenes de Ban llenaban su mente, que terminaron contaminándose cuando apareció la imagen del callejón su Ban y su mejor amigo desnudos y Ban sometiendo a Kazuki...Esa horrible imagen aparecería en sus pesadillas durante semanas.