POV Matt.
Se me terminó mi cigarrillo, revisé la cajetilla, y efectivamente, no me quedaba ninguno. Era de noche y la calle estaba repleta de oscuridad… mis padres se molestarían si salía. Así que lo hice a escondidas, sólo me quedaba escaparme de los guardaespaldas.
Mis padres son unos famosos empresarios, tienen mucho dinero, aunque eso significa que solo están de casa en la noche. Siempre están diciendo cosas como “Ten mucho cuidado con quién hablas, con quién sales, no salgas de noche, no andes solo por callejones, y bla bla bla.” Suspiré.
Eran las 12:15pm, no me importó, estaba terminando unas pinturas, ya que estudio arte en la universidad. Mis padres al principio se enojaron por la carrera que había escogido, pero luego lo aceptaron. De todas maneras, para suceder su empresa estaba mi hermano mayor, el prodigo, Elle. Así que podía hacer lo que quisiera, supongo que es una ventaja de ser el hijo menor.
Me coloqué la chaqueta y salí lentamente de mi habitación, intentando no hacer ruido. Tomé unos bocadillos de la cocina, y salí por la ventana con cuidado. Allí estaban los perros guardianes, o mejor dicho, las alarmas para cuando me quisiera escapar, supuestamente. Los lindos cachorritos me tienen un gran cariño y sólo bajan su cabeza chillándome para que les acaricie o les alimente… eso fue lo que hice, dejarles la comida e irme.
Eran las 12:30, llegué a la tienda lo más rápido que pude, compré varias cajetillas y salí. Al hacerlo, alguien me tomó desde atrás, cubriéndome la boca y haciendo que ahogara un gemido de sorpresa en su mano.
-Oh, ¿Pero acaso no es el lindo hijo de los Jeevas? Quizás pueda sacar algo de ti —Dijo susurrándole al oído.
Intenté zafarme de sus brazos pero no lo logré, le golpeé con el codo en su estómago, y me soltó por unos momentos… Tenía otro amigo con él, un tipo castaño, algo alto. Me haló por un brazo y me lo colocó en la espalda. En ese momento, algo más inesperado… Mi hermano venía de frente.
Me agaché un poco y Elle le dio un golpe en su rostro así que pude correr hasta ponerme detrás de él.
-¡Corre, Matt!— Gritó Elle.
-N-No, ¡No te puedo dejar solo! —Repliqué.
-¡Te digo qu-…!
-Nos hemos ganado la lotería —Decía el castaño, limpiándose con el dorso su mano el rastro de sangre que tenía como consecuencia del golpe anterior— Los 2 hermanos Jeevas, creo que podemos ganar bastante por ellos, ¿qué opinas, Mello?
-Pues sí, Light… —Decía mientras se acercaba a nosotros.
El castaño fue hasta mi hermano, y el rubio hasta mí. Mello logró “dominarme” rápidamente, me llevó hasta un auto que estaba estacionado en el frente, me tiró dentro y aún intentando alejarlo, esposó mis manos.
El castaño tomó los delgados brazos de mi hermano, forcejeando un momento hasta que Light le proporcionó una patada y logró que cayera de rodillas contra el piso. Junto conmigo, lo llevó dentro, tomó su mano izquierda y la apretó rudamente. El castaño sacó de su bolsillo unas esposas con sus respectivas llaves, las colocó entre sus piernas abriéndolas con una sola mano; colocó la mano que sostenía de Elle dentro de una esposa halándolo hacia él, de seguro para hacer más dolorosa la experiencia… y cerró rudamente para así proceder con la otra mano.
Dentro del auto había otro tipo más, quien era el que manejaba. En la parte trasera estábamos los cuatro, temía por Elle, quizás la patada que le dieron fue muy fuerte, tenía varios segundos tosiendo.
-E-Elle… ¿Estás bien? —Pregunté dudoso, intentando mirarle.
-S-Si —Tosió de nuevo.
-¿Qué hacías aquí? —Pregunté confuso.
-¿No deberías estar preocupado por otras cosas?
No dije nada.
-Sus teléfonos —Dijo el chico rubio. Tenía una vestimenta muy extraña, unos pantalones de cuero, una camiseta que dejaba su vientre a la vista, unos guantes de cuero y siempre con un chocolate a la mano, desde que subimos al carro se había comido 3 barras ya.
-No traje el mío —Respondió L.
-No sirve mentir, ¿sabes? —Le dijo el chico con cabello castaño. Al parecer tenía algo contra mi hermano.
Introdujo su mano en los bolsillos laterales del pantalón de Elle. No encontró nada allí, así que la metió bajo su pantalón.
-Fin POV Matt-
Acaricio un poco el miembro de Elle por encima de la tela de su bóxer.
-Aah… —Gimió, casi un suspiro.
-¡Oye! ¡Deja a mi hermano! —Gritó Matt.
-Oh, ¿y qué me harás si no lo hago? —Preguntó con un tono de superioridad.
Ahora su mano jugueteaba debajo de su bóxer, tocándolo constantemente, provocando gemidos un poco más fuertes por parte de Elle.
-¡Déjalo! — Volvió a gritar Matt, sin embargo, Light seguía haciéndolo.
-Mhmm… ya, d-detente… El teléfono está… está en mi bolsillo trasero… —Balbuceó Elle.
-Perfecto, buen chico —Sonrió Light.
Estaban posicionados así: Light, Elle, Mello y Matt. Light colocó a Elle sobre Mello para poder sacar su teléfono del bolsillo.
-Realmente, es muy lindo el mayor de los Jeevas, eh… —Dijo ahora el rubio.
-¡Ya, dejen a mi hermano!
-Oh, ¿no estarás celoso? —Preguntó Mello mientras se le acercaba para darle una lamida a su mejilla.
-¡O-Oye! —Se quejó Matt, algo sonrojado.
-Jaja, ahora tú dame tu teléfono… Si no es que quieres que te haga lo mismo que le hizo Light a tu hermano —Dijo Mello sonriente.
-Tsk… Está en mi bolsillo izquierdo —Respondió.
-Así es que me gusta, buen cachorro —Soltó una risita mientras le sacaba el teléfono— Aunque sería buen perro pero eres más parecido a un cachorro, pequeño.
-Que asco.
-Bien, ya llegamos… yo ya me iré porque no me quiero meter en los “jueguitos sexuales” que tienen con sus “víctimas” —Dijo Mikami suspirando, poniendo la mano sobre su frente, cerrando sus ojos a modo dramático.
-Jajaja, sí, sí. Muchas gracias y adiós.
-¿“Jueguitos s-sexuales”? —Pensó Elle mientras los bajaban del auto.
-Maldición, ¿Qué nos harán estos tipos? —Pensó el pelirrojo.
-¡Bieeeen! Ahora a divertirnos. Pero, Light, yo quiero al menor —Dijo Mello.
-Oh, me alegro, porque yo quiero al mayor, jeje —Dijo Light.
-Luego de esto llamaremos a sus padres y pediremos una muy buena recompensa. ¿Vale?
-Sí… Muy bien. Pero, tengo una pregunta… ¿Son vírgenes?
-¿¡Eh!? —Dijeron al unísono los hermanos Jeevas.
-Bah, Light no te preocupes por eso… Ya lo comprobaremos por nosotros mismos —Dijo sonriente el rubio.
~Continuará~