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APARIENCIAS por kdcr

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Notas del fanfic:

 

Bueno los personajes no me pertenecen y yo no tengo un Death Note, asi que no puedo ser KIRA ((yo haria estragos con algo asi XD)) Espero que les guste el fic, porque me estoy esforzando mucho en escribirlo  :)

Notas del capitulo:

 

Aqui el primer capitulo y como no tengo nada que decir por el momento... disfrutenlo!!!

 

 

 

 

Su vida había estado llena siempre de dolor y soledad desde que su madre murió abandonándolo a su suerte en este maniático mundo, el único consuelo que encontraba era el dulce sabor del chocolate, a pesar de que nada material jamás le hiciera falta, esa sensación de estar rodeado de mucha gente que no se interesaba realmente por él, lo hacía sentirse completamente apartado de la sociedad.

 

Vagaba como siempre por las calles obscuras de esa concurrida ciudad ignorando a las chicas de esquina que le hablaban para que compraran sus servicios, ya antes lo había hecho pero después de un tiempo se dio cuenta de que esos simples deseos carnales realmente no llenaban aquella necesidad de atención que siempre necesitó. El viento frio de invierno hizo que cerrara por completo su chaleco de cuero negro, moviendo también su cabello rubio, que sin darse cuenta había crecido y estaba por llegarle a los hombros, miró de nuevo aquel cielo, que a pesar de mostrar nubes de contaminación, dejaba ver unas cuantas estrellas… sonrió por un instante y su semblante cambió a uno más serio que el anterior, esos estúpidos pensamientos de que su madre podía verlo a través de estos astros eran cada vez menos frecuentes, volvió la vista hacia enfrente para continuar con su camino, el departamento ya no se encontraba tan lejos.

 

Encendió la luz al cerrar la puerta tras de sí, aventó las llaves a la pequeña mesa que se encontraba delante del sofá, se sentó en él y encendió el televisor, las noticias presentaban al nuevo candidato a gobernador de aquella ciudad, quien hablaba de falsas promesas y sonreía fingidamente a toda cámara que se concentrara en él… sacó el papel que le habían dado con anterioridad del bolsillo de su pantalón, miró la foto que contenía la misma cara que se presentaba ahora en esa pantalla y después volvió a leer las indicaciones que tenia escritas ahí mismo:

 

Mikami Teru, próximo gobernador de la ciudad de Okayama, Japón. SÉ SIGILOSO ESTA OCASIÓN

 

Odiaba su trabajo, ni siquiera entendía cómo es que termino siendo un asesino a sueldo, claro que necesitaba el dinero, pero pudo intentar dedicarse a alguna otra cosa antes que terminar de arruinar su vida de esa manera, tomo la cadena que colgaba de su cuello y admiro de nuevo aquel crucifijo, apagó el televisor y se dirigió a su habitación… aunque él fuera muy bueno en lo que hacía, sabía que esta misión sería un poco más difícil que las anteriores, mañana seria un largo día.

 

 

 

 

 

Estaba empezando a joderle la vida el que no pudiera tener una sola noche de completa tranquilidad, había tenido esa pesadilla de nuevo. Ahora se estaba alistando para cumplir con la tarea que se le había asignado, al medio día el “objetivo” tendría una campaña de prensa en la plaza de la ciudad, aprovecharía esta oportunidad y haría las cosas a su manera, no le importaba si no era sigiloso como le habían ordenado. Sacó la maleta negra y metió en ella todo lo necesario, balas, armas silenciosas con mira de largo alcance, armas de disparo rápido, bombas de humo, chocolate y su fiel pistola, que al final, prefirió llevarla consigo. Se puso en marcha, ya le quedaba poco tiempo y aun debía instalarse en un lugar ideal para no ser detectado.

 

Los edificios que rodeaban la plaza estaban totalmente custodiados, asi que debería infiltrarse, matar algunos guardias y hacerse pasar por uno de ellos, nada complicado, ya lo había hecho en muchas ocasiones anteriores… subió por las escaleras de emergencia de esa vieja construcción, la azotea era perfecta para su caza si utilizaba un arma de largo alcance, abrió la puerta cautelosamente… como lo sospechaba ahí se encontraba uno de los guardias, se acercó a él sin hacer ruido, pudo notar que fue todo más sencillo porque el idiota llevaba audífonos puestos, le golpeó la nuca y amordazó, lo que menos quería era matar personas de más, su presa estaba subiendo al estrado que colocaron para él al centro de la plaza, se coloco sus guantes negros de cuero y cargó el arma, dos balas serian suficientes… pero esperaría el momento indicado, le gustaba usar un poco el dramatismo en sus matanzas, sacó una barra de chocolate… claro que disfrutaría esta misión, el tipo Mikami era un asesino, el mismo lo vió realizando una de sus atrocidades.

 

Se escuchó a todo el público aplaudir ante lo que el futuro gobernador había pronunciado, era el momento, le dió la última mordida a su chocolate y apuntó directo a la cabeza, dos certeros disparos, que a pesar de ser silenciosos, alertarían a todos los presentes… resintió un poco en su brazo la fuerza con la que las balas salieron, guardo rápidamente sus cosas en la pequeña maleta y bajó hábilmente las escaleras por las que había subido, la dirección de las balas seria fácilmente ubicada, asi que debía irse rápidamente de aquel lugar.

 

Al llegar al fin al suelo escuchó a los guardias que ya estaban en marcha para buscar al asesino, se habían movido de manera rápida y si no se daba prisa sería visto por alguien, corrió a lo largo del callejón en el que se encontraba, escondiéndose cada vez que veía personas pasar cerca de él… se asomó por la esquina siguiente antes de poder dar vuelta y adentrarse en esa calle siempre concurrida, algo andaba mal, habían creado un perímetro, no había gente ya en esa calle que era la vía de escape más rápida y segura, regresó por donde había llegado, claro que había planeado otra de la cual no estaba muy convencido, pero era probar eso o pudrirse en prisión.

 

Sacó los planos que indicaban los alrededores de la plaza, había marcado todas las alcantarillas de la plaza y la ruta que seguía cada una, estaba de suerte, ya que en ese mismo lugar debía encontrarse una. La buscó, teniendo aún el cuidado de no ser visto, la destapó y se metió, cerrándola de nuevo, el olor era desagradable, aunque ya se sentía un poco más seguro, analizaba detalladamente lo que había sucedido, no era común que policías inexpertos, como solían serlo siempre, actuaran de forma tan rápida a como lo habían hecho. Llegó una idea rápida a su mente: “una trampa”, ahora que lo pensaba mejor, había sido demasiado sencillo infiltrarse en ese edificio sin ser visto, debía darse prisa antes de que supieran que se encontraba ahí, corrió rápidamente hacia lo que detecto como el escape más seguro.  Empujó la tapa hacia arriba para poder salir de ahí, pero apenas pudo sentir el calor del sol en su cara escucho el familiar sonido de un arma cargándose frente a él.

 

- sube al auto, ahora!! – no tuvo otra alternativa más que obedecer… por el momento, aunque todo era muy extraño, porque ese sujeto no parecía ser de los guardias que lo perseguían, o porque el auto en el que iba no parecía ser tampoco de la policía

- quien eres y que jodidos quieres??

- tranquilízate Mihael, solo vine a rescatarte, pero como sabía que no subirías al auto, tuve que usar ese método – le sonrió, antes de que pudiera preguntar algo más, le aventó un folder – me tomé la libertad de leer tu expediente

- de donde sacaste esto??

- de la organización… yo también trabajo en Shinigami, este trabajo era solo para poder atraparte, supongo que ya te habías dado cuenta de esto

- y porque carajos me estas ayudando??

- relájate, pensaban hacer lo mismo conmigo… y anteriormente te había visto en el edificio de la organización, yo trabajo en asuntos internos. Empecé a sospechar recientemente de los movimientos del jefe, asi se quita de encima a todos los que ya no le sirven… y ahora planeo deshacerme de él, pero yo solo no podré – seguía manejando en una dirección conocida, se detuvo frente a su departamento – ve rápido por tus cosas, no dejes algo que pueda incriminarte.

 

Subió rápidamente las escaleras del edificio, no creería en las palabras de ese sujeto, pero sabia donde vivía, además de que conocía su expediente. Metió todas sus cosas, como le habían indicado, pero salió por la puerta de emergencia, encontrándose con el mismo sujeto apuntándole de nuevo en la cabeza.

 

- sabía que no me creerías, pero tengo pruebas y tienes que acompañarme – lo miró con fastidio… parecía que conocía sus movimientos, obedeció de nuevo, solo por el pequeño asunto del arma apuntándole… además, si tenía pruebas de que lo que había dicho era verdad, intentaría creer en él, pero por cualquier movimiento sospechoso lo eliminaría. El sujeto sacó el cigarrillo de su boca tirándolo al piso y apagándolo con el zapato, el rubio lo miró con desagrado, odiaba ese olor a nicotina – que esperas?? Sube al auto… o necesito usar la fuerza??

- cállate idiota – a lo que el otro solo le sonrió, subiendo igualmente al vehículo, lo encendió y avanzaron rápidamente

- mi nombre es Mail Jeevas… puedes llamarme Matt

- no era necesario darme tu nombre… idiota

- ah, no?? ya me conocías??

- claro que no, pero con idiota basta, de todas formas respondes a ese nombre

- bien Mihael, supongo que no te caigo bien, asi que concluyamos rápidamente el trabajo para que no me vuelvas a ver, ok?? De todas maneras, nos conviene a los dos matar al jefe – dijo encendiendo otro cigarrillo a lo que el rubio lo miró más enfadado, sacó un chocolate para aliviar su tensión, pero dió una vuelta demasiado rápida que hizo que este tirara la barra

- oye imbécil, conduce con más cuidado

- ahora no te quejes, tenemos compañía – miró por el retrovisor y ahí se encontraban tres autos negros, siguiéndolos ya muy de cerca. El que se encontraba justo detrás de ellos acelero un poco mas golpeando la cajuela

- acelera!! Yo los distraigo – se paso al asiento trasero y sacó su pistola – no me falles nena – apuntó a la cabeza de uno de ellos, pero otro actuó más rápido disparando primero – maldición!! Mail no te muevas tanto

- no puedo evitarlo… no puedo darnos el lujo de arrollar a todo lo que se ponga enfrente

- idiota… – volvió a apuntar, y más rápido que la ocasión anterior, asi que pudo derribar al copiloto de ese auto, sería más fácil deshacerse de ese auto si ya no tenía quien lo defendiera, asi que simplemente le disparo al conductor. Los otros dos autos llegaron inmediatamente, cuando el rubio quiso continuar con su labor, fue impedido por los tiroteos que los otros soltaron, lastimando su brazo, que ya se encontraba algo lastimado  – mierda!! – dijo sosteniendo la herida

- estas bien?? Será mejor que te des prisa

- ya lo sé, cállate que no me concentro – en cuanto los disparos cesaron, se asomó ligeramente… estaban recargando sus armas, era la oportunidad ideal, apuntó al brazo izquierdo del conductor que se encontraba a la derecha, sabia por experiencia, que movería su brazo derecho haciendo que chocara con el otro coche, sonrió de manera triunfante y descargó el arma. Todo salió a la perfección – solo eran basura

- no celebres tan rápido compañero – le dijo señalando la barrera de vehículos que se encontraba delante – agárrate fuerte – viró 180°, alejándose cada vez más rápido de esa barrera – suerte que sí derribaste esos dos coches que venían detrás y estos otros ya vienen lejos, será fácil perderlos

 

Dieron vuelta por varias calles, quedando con una gran ventaja… una vez que estuvieron más seguros, retomó el camino y avanzó con mas precaución, mientras el rubio hacia un intento de curarse la herida. Llegaron a un gran almacén que parecía abandonado, el pelirrojo saco un control remoto que abrió la reja, dejándolos pasar… estacionó el auto fuera de la vista de transeúntes y carros que pasaran cerca de ahí. Abrió el portón del almacén, que por dentro era una estancia bastante agradable, lo siguió y el otro cerró con un candado, dándole una llave extra que tenía.

 

- aquí nos ocultaremos, mientras tanto – se alejó, para después regresar con un botiquín – déjame ayudarte con tu herida – le dijo, sonriéndole de nuevo

- deja de sonreír, pareces un idiota… idiota

- ya es costumbre, aunque las personas parecen no notarlo muy seguido – sacó las pinzas para poder extraer la bala, que seguía alojada en su brazo

- solo un imbécil no se daría cuenta… con qué tipo de personas tratas??

- con las mismas que tu Mihael

- …  – no pudo evitar hacer una mueca de dolor cuando logró sacar la bala de ahí –… Mello

- disculpa?? – dijo desinfectando el lugar y empezando a vendarlo

- puedes llamarme Mello… Mihael es un nombre que no me gusta recordar

- bien Mello, entonces te mostraré las pruebas de las que te hablé – lo miró serio, después de concluir con los vendajes.

Notas finales:

 

Por favor comenten, seran bien recibidos :D  y me animaran a actualizar mas rápido (( aunque sean amenazas o pastelazos XD ))

 

 


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