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Friends or Lovers? por Fallen Angel 93

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Capítulo 1: A mi amiga le gustan las mujeres.

 

El día que me enteré de esa extraña pero comprensible noticia, estábamos en un parque Vera, Leo y yo, Angie, sentados en un banco esperando a que Vera nos dijera algo que según ella llevaba tiempo queriendo confesar. Esa tarde de invierno quedamos porque ella se iba a Barcelona., a pasar las navidades con su familia y empezamos ha hablar de temas profundos y a confesar cosas y tal vez porque nos salió la vena de la sinceridad ella se atrevió a decirnos aquello.
¿Y bien? No te lo pienses más y suéltalo. - le exigió Leo.
Bueno, chicos...Pues el asunto es que...Creo que soy Bisexual.
Así de simple lo soltó, bueno, este tema no es que se tenga que bordear tanto, pero igualmente, se trataba de Vera...Una chica pija, delicada, a la que le atraían los chicos masculinos y chulillos, y que, a pesar de ser una chica guapa, alta y con cuerpazo enviado por muchas, debido a su timidez aun no había logrado tener novios...O al menos eso pensábamos hasta ese día.
Vera, ¿Te estas quedando con nosotros?... - le pregunté creyendo que nos tomaba el pelo.
No. - respondió ella riéndose, siempre se estaba riendo, y en eso se parecía bastante a mi.
No me lo puedo creer... - dijo Leo. - Ahora entiendo porque te costaba tanto ligar con los chicos.
No has entendido lo que te he dicho...Soy bi, me gustan chicos y chicas. A mi me gustan las dos cosas por igual, y me cuesta ligar de la misma manera con los dos géneros. - admitió algo avergonzada.
Para describirla de una forma más concreta, Vera era una chica de cabello castaño claro, largo y liso, de ojos pequeños y verdes, que cada día iba con una ropa distinta y bastante ajustadita. En cuanto a mí, soy una chica de ojos marrones que con el Sol parecen verdes, grandes y vivos, y con el cabello de un castaño más oscuro que el de ella, liso, escalado y de media melena. De cuerpo soy delgada, pero ella al ser más alta, podía lucir de piernas más largas. En fin, yo siempre acabo comparándome con Vera, pero todo es debido a la admiración que siento hacia ella, ya que es la chica cool que muchas aspiraban a ser.
¿Y cómo lo has descubierto? - pregunte curiosa.
Pues...Fue hace ya bastante...Empecé a juntarme con una vecina que se venía a mi casa a dormir...Y bueno, yo sentía que no nos comportábamos como dos amigas normales, porque había demasiado cariño de por medio para hacer tan poco que nos conocíamos...Y como el roce hace el cariño...
Y nunca mejor dicho... - dijo Leo.
¡Oye! - dijo Vera riéndose. - Por si os lo preguntáis...No conocéis a esa chica y no pienso deciros el nombre porque este pueblo es muy pequeño y acabaréis sabiendo quien es.
¿Y sigues con ella? - preguntó Leo.
No...Cortamos a los cuatro meses.
Cuanto durasteis... - me extrañé yo. Parecía mentira que hubiera estado ocultando una relación así durante cuatro meses...Además, en ningún momento le notaron nada, siempre había sido la misma.
Cortamos porque ella se enamoró de otro chica...De una amiga suya que conocía desde hacía tiempo, y de la cual estaba enamorada aun estando conmigo... - confesó ella antes de que le preguntásemos, de una manera pensativa, como recordando algo doloroso. - pero bueno, el tiempo que duramos me lo pase genial...Y gracias a ella descubrir lo que era el primer amor, el primer beso...
Parece increíble...Vera bisexual...No me cabe en la cabeza- dijo Leo. - ¿Y por qué te enrollaste con aquel chico que te pidió salir?
Porque después de cortar con ella, yo estaba confusa...No sabía si era bi, o si sólo me gustaban las chicas...Así que ese chico me vino de lujo para hacer la prueba, y resultó que me gustaban las dos cosas, porque me lo pasé bien...Pero no sentí lo mismo que con ella ni de lejos...Porque no había amor de por medio. - era típico de ella aprovecharse de las personas que la querían...Pero no lo hacía con mala intención, más bien sin casi darse cuenta.
Bueno, no te preocupes, ahora casi todo el mundo lo es. En el instituto hay mucha gente que le da a las dos cosas. - dijo Leo.
Sí...El problema es que nadie lo confiesa... - dijo Vera.
Porque aquí si se entera uno, se enteran todos...Y puede llegar hasta tu familia.
Sí...Eso es lo que más preocupada a mi...Que mi familia se enterase, seguro que no lo aceptarían...O les costaría bastante.
Pero ellos son muy modernos, ¿No? - pregunté yo.
Sí, pero no para estos temas...Ellos son sólo ven posible la relación entre una mujer y un hombre. Y encima mi hermana pequeña ya tiene novio y sospechan de que yo no haya tenido nada todavía...
Yo eso no lo entiendo...Mis padres, si yo les dijera algo como eso...Estoy segura de que harían un esfuerzo por entenderme. - dije dolida por mi amiga.
Ojalá todos los padres fueran así, y no ta cerrados de mente...- dijo Leo pensativo, como si entendiera a Vera.
Chicos, si no os he dicho esto antes no es porque no confiara en vosotros, sólo que antes no tenía tanta confianza con vosotros, porque hacía poco que os conocía... - se justificó ella.
No pasa absolutamente nada Vera, nosotros te aceptaremos te guste lo que te guste.
Jaja, gracias, que mona eres Angie. - dijo ella sonriendo, cosa que me hizo feliz.
Además siempre he querido tener una amiga Bi. - dije yo, cosa que era verdad.
Jaja, No me digas...¿Y eso por qué? - preguntó Vera extrañada.
No se... Porque ahora eso esta al día, y me gusta que haya diversidad en el grupo. - confesé. - Pero lo que de verdad siempre he querido es...Un amigo gay. Los veo tan monos...Tan de confianza.
¡Yo igual! - dijo Vera. Ella y yo teníamos muchas cosas en común, tanto en temas, en tonterías o en la manera de pensar sobre algunos asuntos.
Que tonterías decís, ¿Para que queréis un amigo gay ahora?
Porque son de confianza y te aconsejan muy bien. - dije yo con una sonrisa.
Bah, para la confianza ya me tenéis a mi...Y para aconsejaros, yo puedo hacerlo con la ropa interior y los bikinis claro está...
¡Si hombre! - dijimos las dos al unisono.


Más tarde, después de su viaje nos dijo que allí había conocido a una chica, amiga de una de sus primas, bastante masculina, por la cual había sentido atracción los días que estuvo allí, pero no tuvo nada con ella porque la chica tenía novio y no sabía si era de la misma condición que ella...
Todos lo que sabíamos lo de Vera, los cuales eramos cinco o seis, es decir, sus mejores amigos, pensábamos que ella tiraba más para las chicas que para los chicos..A pesar de que intentaba fingir que le interesaba alguno que otro, se le notaba bastante...Aunque claro, esto ninguno lo había pensado hasta que ella no lo confesó la verdad.
Al cabo de un tiempo, a finales de enero, fue el cumpleaños de una prima de una de nuestras mejores amigas, Sara, una chica comprensiva, sensible y dulce, que también era consciente de secreto de Vera, al igual que su prima, Marta.
Esa tarde todos fuimos invitados a una casa que ella tenía en el campo. Mi padre nos llevó hasta allí a Leo, Vera, a otra amiga llamada Natalia y a mi, y cuando llegamos conocimos a unos amigos de clase de Marta, dos chicos y dos chicas que resultaron ser muy simpáticos.
- Esta noche...Ya sabes Alba. - me dijo Sara dándome un codazo como queriendo decir que esa noche podría intentar acercarme a uno de esos dos chicos. Ella y yo siempre hablábamos de chicos
y de lo que me costaba encontrar novio debido a que siempre me habían gustado amores difíciles...O al menos yo los consideraba así. Yo admiraba muchísimo a Sara ya que siempre conseguía al chico que se proponía, tuviese la edad que tuviese, ya fuera guapo o feo...Y en ese momento estaba saliendo con un amigo suyo que le llevaba dos años y por el cual estaba tremendamente enamorada.
Sara...No voy a liarme con nadie esta noche...Porque siempre que llevo la intención de algo nunca pasa nada...Así que prefiero no pensar en el asunto.
Vale, no te estoy diciendo que hagas planes...Pero, ¿Te interesa alguno? Lo digo para tantear el terreno...Ya que aquí hay más chicas... - me dijo Sara.
De momento como no he hablado con ninguno no sabría decirte...Pero el rubio no está nada mal. - admití echando una ligera mirada a los chicos, los cuales hablaban con Marta y sus otras amigas.
Acércate Angie. - me llamó Leo. Me sentó al lado suya, todos estábamos al rededor de una larga mesa que estaba situada en el almacén de aquella gran casa que aun estaba en reformas. Esa noche la familia se iba a otra casa que tenían en el centro del pueblo para dejarnos solos durante la noche, ya que ellos se fiaban de su hija y de sus amigos...Aunque claro, ellos no sabían lo que pensaban hacer estos después de cenar. - Por tu cara enfrente de la de Vera. - me dijo a lo cual yo accedí extrañada, pero el aun me acercó más a su cara, dejándonos a escasos centímetros. Vera sonrió y bajo la vista avergonzada. - Ahora giraros las dos. ¿A qué se parecen? - le preguntó Leo a Natalia, la cual asintió como respuesta.
¿Cómo que nos parecemos? - pregunté yo. Ojalá fuera verdad.
Pues en la forma de mirar, de sonreír...Tenéis un aire muy parecido y además las dos tenéis el flequillo al lado y en el lado derecho, parece que lo hacéis aposta. - nos dijo Leo, y esto nos hizo reír a las dos.
Si tenemos el flequillo hacia el mismo lado es porque las dos coincidimos en que nuestro perfil bueno es el izquierdo. - dijo yo, y esto era verdad, a mi parecer mi perfil derecho no me gustaba...Y esto solo lo notaba en las fotos, aunque la gente decía que eran tonterías mías.
Jaja, es verdad. - asintió Vera. Otra cosa más que teníamos en común.

Entonces, me vino a la memoria algo que ocurrió hace dos o tres días...Cuando quedamos todos para dar una vuelta por el pueblo, Sara en broma me comentó que Vera se había fijado en mí, y ella avergonzada le dijo que no hiciera esas bromas, que haber si me iba a asustar o algo por el estilo, a lo que yo respondí que ojalá fuera verdad que le gustaba a una persona tan guapa, que para mí sería todo un honor, y vi como esto la hizo sonreír para después darme las gracias. Sin importar la razón, a mi siempre me había gustado hacerla sonreír, eso era algo que me reconfortaba bastante.
No sabía la razón por la cual me había puesto a recordar aquello, y más aun a la hora de cenar. Leo y Vera se reían y yo les pregunté la razón:
¿Ves aquella chica? La de las gafas...No para de mirarme. - me susurró Leo.
Sí, y cuando él la mira, gira la cara rápidamente... - dijo Vera mirando a la chica.
Mira por donde Leo, ya has ligado.
Si vamos...Con una chica dos años menor que yo...
No le des importancia a la edad y acércate a ella. - le dije yo.
Bueno, eso ya lo veré yo más tarde...
Cuando bebas, ¿No? - le pregunté yo con una sonrisa traviesa.
No...Cuando se vaya a ir y me despida de ella, porque será lo único que haré... - dijo Leo. Era un chico muy divertido y gracioso, pero le costaba bastante ligar con las chicas...A no ser que estuviera ebrio, y a mi me pasaba lo mismo que a él, me costaba perder la vergüenza, y con dos cubatas era capaz de cualquier cosa, al igual que mucha gente. - Y vosotras tened cuidado con los amigos de Marta, que no paran de miraros...- al decir esto, Vera y yo nos giramos y les miramos sin ningún disimulo, y les pillamos mirando hacía nosotras. - No se para que os digo nada...No he visto a chicas más mal disimuladas en mi vida. - dijo Leo molesto
Más tarde, a las doce y pico después de cenar, todos nos habíamos puesto el pijama y habíamos vuelto a aquel almacén, no para comer tarta sino para brindar en honor de la cumpleañera. Los chicos ya se habían ido, porque iban al cumpleaños de otro amigo suyo y ya habían hecho acto de presencia en este. A las chicas no nos importó nada, ya que eran dos tíos bastante sosos como para ligar con ellos...Así que sólo nos quedó Leo para diez chicas.
Al principio bebimos jugando a las cartas, al yo nunca...Pero la gente cuando empezó a estar lo suficiente mareada bebía sin respetar las reglas del juego. Algunos empezaron a encontrarse mal, a otros les dió por bailar...Cada uno estaba a su rollo. Leo se encontraba bastante mal del estómago por beber tan rápido y nos pidió que le dejáramos reposar en el sofá. Nosotras lo respetamos y nos fuímos a la cocina ha hablar.
Chicas...¿Qué os parece si vamos a explorar el bosque? - nos preguntó Natalia, a lo cual las dos respondimos que sí, ya que llevábamos tiempo queriendo ir a un bosque de noche, sabíamos que nos podríamos caer, pero en ese momento no teníamos nada mejor que hacer ya que Sara se encontraba hablando con su prima y sus amigas de un tema que no nos concernía, y nosotras queríamos divertirnos. Así que nos escapamos por la ventana del almacén, ya que Marta nos prohibió salir de aquella casa por si nos perdíamos, y nosotras no la hicimos caso...Yo sabía que se iba a enfadar pero aun así no podía dejarlas solas en el bosque, ya que las dos iban peor que yo porque estaban menos acostumbradas a beber y se caían todo el rato.
Fuimos por el bosque un ratito, y miramos las estrellas, ya que al estar en el campo se veían muchísimas más que en el pueblo y el cielo estrellado era precioso. A la vuelta las tres íbamos agarradas, y como a mí me había subido todo lo que me había bebido me caí al barro junto a ellas, lo cual nos hizo reír muchísimo. Vera, a pesar de lo tiquismiquis que era, no se enfadó, ya que a parte de estar mal, la caída le había parecido de lo más divertida.
Cuando regresamos a la casa, Marta nos estaba esperando en el almacén muy enfadada, y cuando nos vio llenas de barro aun se enfadó más. Entramos en la habitación en la cual nos tocaba dormir en una enorme cama de matrimonio a las tres junto a Leo, el cual estaba en el sofá haciendo reír a las dos amigas de Marta, entre ellas la chica de gafas que le había echado el ojo al chico. Una vez dentro de la habitación, nos cambiamos de ropa, (menos mal mal que llevábamos otra muda limpia...) y nos tendimos.
Y ahora a dormir...Ya hablaremos mañana. - nos dijo Marta muy seria.
Os habéis pasado chicas... - nos dijo Sara, ya que al ver a su prima mal ella también lo estaba.
Lo mejor era que esa casa no tenía puertas, así que por mucho que quisiéramos dormir con la charla de Leo con las chicas no podíamos dormir, así que nos pusimos ha hablar nosotras también lo más bajito que pudimos.
Angie...¿Y tú cómo es que no tienes novio? - me preguntó Natalia extrañada. - Con lo guapa que eres, es de lo más raro.
Jaja, no es tan raro Nata...Ella también es guapísima y no tiene pareja... - dije yo señalando con la mirada a Vera, aunque entre lo mareada que estaba y que las luces estaban apagadas no la veía muy bien.
Pero Vera es un mundo a parte, ella es muy rara, no sirve para tener pareja. - dijo Natalia bromeando.
¡Oye! Eso no me ha hecho ninguna gracia... - dijo Vera dolida.
Jaja, no digas eso Nata, yo tampoco sirvo para tener pareja. A lo mejor es que aun no soy lo suficientemente madura. - dije yo pensativa.
Y quizás no estas buscando en el sitio adecuado. - dijo Natalia.
Ya...Yo también creo que una vez que me vaya a estudiar fuera, cambie de aires y conozca a gente nueva encontraré a alguien...Porque aquí siempre vemos las mismas caras. - dije yo.
Jajaja, no se refería a eso. - dijo Vera, a la cual miré extrañada
¿Qué querías decir, Nata? - pregunté extrañada.
Pues que...A lo mejor te convendría probar cosas nuevas.
¿Qué cosas? - pregunté yo haciéndome la tonta.
Chicas. ¿Nunca te has besado con una verdad? - preguntó Natalia con naturalidad.
No... - respondí yo ruborizada. - ¿Y tú?
Yo si...Pero no me gustó, además ahora tengo novio, y aunque me gustaran solo podría fijarme en él. - nos confesó Natalia.
Si queréis que os diga la verdad, hace poco que tengo la curiosidad de...Como sería besar a una chica. - dije yo sincerándose. Se que me fui de la lengua, pero era la verdad, ya que eso era algo que mucha gente estaba probando ahora, y no era para dejarme llevar por la moda, pero en la vida siempre había una primera vez para todo...¿No?
¿Sí? - preguntaron las dos ilusionadas.
No sabía que os alegraría tanto... - dije yo confundida.
Jaja, es que me hace gracia que confiese algo como eso. - dijo Vera.
¿Y qué te parece probar con una amiga? Por ejemplo...Vera. - dijo Natalia tan pancha.
¿Cómo? - preguntamos las dos al unisono algo ruborizadas.
Angie...Tu quieres probar con una chica y lo mejor es que pruebes con una amiga con la cual tienes confianza y con la cual no tienes ningún compromiso.
No se yo... - dije insegura, aunque la idea no me había parecido del todo mal. Natalia era experta en liar a la gente, en todos los sentidos, y yo ya sabía por donde iban los tiros.
Venga chicas, no seáis tímidas que sois amigas. - dijo la chica riéndose y cogiendo nuestras cabezas para juntarlas, lo cual nos hizo reír.
¡Venga para Nata! - dije yo riéndome, ya que Natalia no nos dejaba separar.
¡Me haces daño! - dijo Vera.
Os soltaré sólo si os besáis.
Venga vale... - dije yo resignada.
¿Sí? - preguntó Natalia ilusionada. Vera se sonrojó.
Pero sólo un pico, ¿Ok? - le advertí yo.
Jaja, eso no me lo tienes que decir a mi, sino a Vera.
Miré a Vera, me senté en la cama y me acerqué a ella, ya que Natalia estaba costada en medio. La habitación estaba muy oscura, pero aun podía sentir como Vera sonreía.
¿Seguro que no te molesta? - le pregunté temerosa.
Claro que no... - me respondió ella riéndose.
Entonces, ¿Puedo besarte? - pregunté yo acercándome lentamente a sus labios.
Sí... - susurró ella.
Entonces, le deposité un pequeño beso en los labios, y tras ese beso, Natalia creyó que ya no habría más, pero se equivocaba. Vera cogió mi cabeza y me plantó un profundo beso, yo me extrañé pero enseguida cerré los ojos y me deje llevar sin objeciones.
¡Guau! - dijo Natalia riéndose.
Vera y yo empezamos a besarnos seguidamente, y yo introducí su lengua dentro de ella, sin encontrarme ningún impedimento. Al cabo de un minuto...
Chicas, chiiiicas. - nos avisó Natalia cogiéndonos del brazo para separarnos. . Ya está, ¿No? Que os estabais poniendo cachondillas y todo...- dijo Natalia riéndose. - Menos mal que sólo iba a ser un pico. - dijo mirándome y haciendo que me sonrojara más de lo que estaba por el furor del beso.
Ya...Bueno, mejor hablamos de esto mañana, ahora vamos a dormir. - dije yo bastante avergonzada. Las tres nos acostamos como estábamos antes, y como hacía tanto frío nos tapamos hasta arriba. Al cabo de unos minutos, Natalia parecía estar dormida, pero yo no tenía nada de sueño...Ya que, a parte de que por culpa del alcohol sentía unos grandes pitidos en el oído, el corazón aun me iba a mil...Y para que mentir, me había quedado con ganas de más...
Vera...¿Estás dormida? - pregunté yo en un susurro esperando que estuviese despierta.
Sí...No puedo dormir porque tengo mucho frío... - dijo más bajito que yo aun.
Pues...Vente aquí...Que tengo más manta que tu. - no sabía que excusa inventarme para tenerla a mi lado.
Vale. - respondió ella rápidamente sin pensárselo dos veces y levantándose rápidamente para acostarse al lado mía.
Al tumbarse, nos miramos, a los ojos y nos sonreímos.
¿Ya tienes menos frío. - le pregunté yo tapándola.
Jaja, no...Tranquila.
Bien...
Y después de unos segundos, sin poder esperar más, volví a besarla profundamente, y ella, que parecía esperar aquella continuación con tanta impaciencia como yo, volvió a agarrarme del cuello para profundizar el beso. Entonces, sentimos como Natalia se levantaba de la cama...Seguramente se hizo la dormida porque se olía aquello...Y se fue para dejarnos a solas, eso es algo que realmente le agredecí.
Nata se ha ido... - le dije separándome de ella para coger aire.
Ya lo se... - dijo Vera volviendo a besar con impaciencia.
Esa vez los besos eran más apasionados, más necesitados... Cada vez que podía me separaba para lamer sus labios, eran realmente suaves...Y ella hizo lo mismo con los míos, los cuales eran más gordos, pero también los mordía, cosa que me encantaba. Entonces metió su lengua en mi cavidad bucal, y yo me dejé llevar con la mía, empezando un baile de lenguas que jamás había esperado tener con una chica...Mejor dicho, con Vera, aquella chica tan inalcanzable para todos, a la cual estaba besando yo...La cual se estaba dejándose llevar por mis besos...Me encantaba aquella situación.
Cada vez que nuestra respiración se agitaba nos separábamos para intentar calmarnos, ya que al no haber puertas temíamos que alguien nos escuchara...Y después de no poder esperar más, volvíamos a juntar nuestras bocas.
Yo, deseando disfrutar más de Vera, me volví a separar de su boca, y fui depositando pequeños besos hasta su lengua, en la cual me dediqué a besar su lóbulo, ya que me acordé de que hace poco me dijo lo mucho que le gustaba eso.
Después de haber notado como se estremecía, bajé hasta su cuello y lo besé con pasión, haciendo pequeñas marcas de las que seguramente al día siguiente se quejaría.
Entonces, bajé mi mano hasta uno de sus pechos, y lo acaricié por encima de su camiseta...Y después le levante la camiseta lentamente, ya que tenía las manos bastante frías. Lástima que la habitación estuviese tan oscura, ya que a causa de eso no pude observar su hermoso cuerpo. Y entonces volví a acariciar sus pechos por encima del sujetador. Ella sin poder aguantar, de forma brusca retiró mi mano y se puso encima mía para hacerse con el control, y me imitó, levantándome la camiseta y acariciándome los pechos por encima del sujetador mientras me besaba...Pero queriendo superar mis movimientos, dirigió su mano hacia mi entrepierna y empezó a acariciarla...Suavemente, y yo, sin querer quedarme atrás hice lo mismo...Al cabo de un rato, de besos y caricias, al estar agotadas, dicidimos ponernos a dormir. Yo me giré hacia el otro lado, y ella, queriendo aprovechar esa noche de todo el cariño posible, me abrazó.
Ya no tengo frío...
Este comentario me hizo sonreír.
Me alegro...Buenas noches Vera.
Buenas noches...Angie.
Y al cabo de unos segundos ambas caímos en brazos de morfeo.


Continuará...

Notas finales:

Gracias por leer el primer capítulo, si quereis dejarme alguna sugerencia, queja o lo que sea que me pueda ayudar a mejorar el fic, lo aceptaré encantada :)


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