Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Cristal azul por Niji_Takagawa

[Reviews - 9]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Primero que nada quiero anunciar que éste es mi primer fic, el cual espero que disfruten tanto como yo lo hice al escribirlo; y para quienes tuvieron la oportunidad de leerlo anteriormente: sí, se trata del mismo "Cristal azul", ya que en este tiempo que tuve algunos problemas con mi cuenta anterior tuve la oportunidad de mejorar algunos detalles y pulir unas escenas que espero mejoren la historia. Sin embargo, para quienes no lo habían leído, espero sea de su agrado, y también espero las críticas abiertamente: todo sea para mejorar. De antemano les agradezco su apoyo, ¡MUCHAS GRACIAS!

Notas del capitulo:

Como dije en las notas sobre el fic, éste es mi primer fic así que espero que les guste, honestamente me siento nerviosa por eso, pero ojalá haya quedado bien, cualquier opinión al respecto por favor no duden en decirme, gracias de antemano, ahora sí, a leer~

“No sé en qué momento me habré interesado tanto en coleccionar figuras de cristal azul, al punto que hoy en día tengo muchas de diferentes formas y tamaños; empero, de lo que sí estoy seguro es que siempre he tenido una muy especial: mi corazón…

Sí, tal vez suene extraño: un corazón hecho de cristal azul, pero debido a que es tan frágil, ha sido roto tantas veces así que siento que es de cristal; y ¿por qué no? Me gusta pensar que de cristal azul al igual que las figuras que se han vuelto mi obsesión coleccionar. Mi alma ha guardado mucho dolor a lo largo de toda mi vida... sin embargo, me di cuenta de que para toda persona hay un límite, y esto lo aprendí cuando encontré el mío, por eso ahora quiero contar mi historia para dejarla atrás de una vez. Así que para que entiendan el porqué de mis palabras, tendré que contarles todo… aunque para empezar, les diré un poco sobre mí:

Nací en Osaka, Japón, específicamente en la región de Wakayama el día 29 de enero de 1969 como hijo único; aparentemente todo normal, pero eso sólo por ahora. Al igual que todo el mundo tuve un sueño… o bueno, fueron más; no obstante, como siempre pasa, no todos se hicieron realidad. Después de ver frustrados mis sueños de ser kamen rider (por culpa de cierto accidente vergonzoso que ya no quiero recordar) y mangaka (ya que tengo problemas para distinguir los colores brillantes), me enfoqué de lleno en la música, la cual hoy en día es mi más grande pasión, así que luego de ser maestro de batería y guitarrista y líder de una banda indie, me convertí en cantante profesional después de las incesantes persecuciones y acosos de quien hoy es mi líder. Al mismo tiempo tengo mi propia banda: así es, yo soy el vocalista y letrista principal de L’Arc~en~Ciel, además el líder, vocalista, guitarrista y letrista de VAMPS; empero, por si esto fuera poco, tengo mi trabajo como solista y protagonicé dos películas. Sí lo sé, soy ambicioso, me gusta sumarle más a mis logros. Así que si aún después de esta pequeña reseña de mi vida no saben quién soy, es obvio que están perdidos, porque ¿quién en este mundo no conoce al gran Hideto Takarai, mejor conocido como Hyde…? Sí bueno, también soy vanidoso; pero ya, dejando de lado mi momento de egocentrismo y auto engrandecimiento, ahora que ya saben quién soy, seguramente se preguntarán el porqué de mi comienzo tan amargo como para contar una bella historia de amor. Bueno, es que para que lo entiendan, necesitan saber absolutamente todo lo que guarda mi desgastado corazón. Así que primero que nada, les advierto que no todo será color de rosa como cualquier historia de amor, porque habrá cosas para nada agradables, y de hecho hay cosas que me a avergüenzan… Y ya que han quedado advertidos, dejaré de dar tantos rodeos; ésta es mi historia:”

Los padres de Hyde siempre quisieron tener una niña, por lo que cuando él nació, fue la desilusión de estos y toda la familia, también por esta razón lo trataron como a una muchas veces, y para su propia desgracia siempre tuvo una apariencia muy delicada, así que aquellas burlas nunca cesaron, ya fuera en casa o en la escuela. Desde una edad muy temprana empezó a desarrollar un especial gusto y habilidad para el arte, con lo que recibió muchas burlas, insultos y golpes, prácticamente se convirtió en la vergüenza de toda la familia por no ser lo que estos consideraban “normal” en un niño, “se supone que eres un hombre, compórtate como tal, mírate pareces una niña, por eso me das tanta vergüenza”, le decía su padre cada vez que lo encontraba dibujando.

─Esas tonterías son de niñas entiéndelo de una maldita vez.

─Pero a mí me gusta mucho dibujar papá ─el pequeño Hyde alzó la mirada del dibujo en el que trabajaba para ver a su padre con una tierna sonrisa.

─Borra esa estúpida sonrisa, qué no ves que los hombres no hacen esas cosas.

─Pero si yo soy un niño, tengo seis años.

─Esa no es excusa, así que ahora dame eso –le dijo mirándolo algo molesto mientras le arrebataba de las manos el dibujo, muy avanzado para su edad por cierto, pero que él sólo miró con repulsión– esto es basura.

─No lo es, lo hice con mucho cariño para ti…

─Pues yo no lo quiero –respondió fríamente rompiéndolo sin ningún miramiento– yo no quiero ninguna de las porquerías que tanto haces me oíste, por qué no haces algo como un niño normal de una maldita vez, por eso te metí a estudiar kung-fu pero el maestro dice que no te esfuerzas.

─Es que…a mí no me gusta pelear…

─Pues no me importa, tú haces lo que yo diga y punto ¿entendiste mocoso llorón?

─Sí papá…

─¡Deja de actuar así! ¡DEMONIOS TÚ NO ENTIENDES!

El pequeño empezó a ser golpeado con mucha fuerza, y de hecho recibía golpes cada vez que hacía algo que a sus padres les disgustaba, cosas que ellos consideraban inútiles, incluso muchas veces le rompían sus dibujos alegando que esas eran cosas exclusivamente para niñas, así que empezó a esconderlos, sin embargo un día los encontraron y los quemaron todos, por lo que sus primeros dibujos, los de su infancia, se perdieron consumidos por el fuego…

Cuando llegó a la edad de cuatro años, se dio cuenta de que le emocionaba mucho entrar a la escuela y hacer amigos, pero desafortunadamente esto no fue posible, ya que, por un lado, los niños se alejaban de él porque decían que parecía niña, y por el otro, las niñas también lo excluían por creerlo raro, otra razón para recibir golpes de su padre cuando éste se dio cuenta “eres tan raro que todos se alejan de ti, miserable sin amigos, nadie te quiere y seguramente nadie lo hará nunca”, más palabras hirientes, que cada vez subían más de tono. Además de todo, siempre tenía que usar mangas largas para ocultar las marcas de los golpes y como no tenía amigos nunca se lo contó a nadie. Pero a pesar del rechazo de los demás trataba de ser un chico amigable, le gustaba hablarles a todos los que podía, que en realidad no eran muchos ya que estos se alejaban de él.

Cuando creció un poco y llegó a la pubertad, volvió a ser herido por su apariencia, ya que fue humillado por los chicos infinidad de veces, inclusive en muchas ocasiones se le habían declarado pensando que era mujer y también fue rechazado por las chicas que le gustaban; en su adolescencia continuó siendo el blanco de las burlas incluso de sus padres al mantener su apariencia delicada intacta, “no puedo creer que ni siquiera los años te han logrado cambiar esa estúpida apariencia femenina que tienes, por eso nadie podría querer estar cerca de alguien tan poca cosa como tú, afeminado”, esas frecuentes peleas provocadas por el carácter de su padre empezaron a hacer estragos en él y comenzó a hartarse de la situación en la que vivía.

Él también era un chico bastante sensible y lloraba con mucha facilidad “nenita llorona, ni que te doliera tanto, por eso todos se burlan de ti en la escuela y nadie te quiere, por qué rayos no pude tener una hija, eso explicaría tu forma de ser, eres una basura”, fue de esa forma que empezó a llamarle llorón un día que empezó a llorar por los golpes, haciendo que con el tiempo Hyde empezara a endurecerse al punto de que nunca más había vuelto a llorar frente a alguien, cada vez que quería llorar sólo apretaba los puños hasta el punto de sacarse sangre con las uñas en algunas ocasiones y cuando el sentimiento lo superaba por completo, lloraba solo en su habitación, en silencio, no quería “la lástima de nadie”, como él pensaba.

Hasta entonces ya se había enamorado dos veces y en ambas ocasiones le habían roto el corazón de una manera por demás cruel. La primera se derrumbó al instante y empezó a llorar frente a la chica, la cual se burló de sus sentimientos.

─Hana, hay algo que me gustaría decirte ─mantenía la cabeza agachada debido a su leve sonrojo.

─Qué quieres –  dijo cruzada de brazos con cierto fastidio marcado en la cara.

─Es que…tú…yo te-te amo…─semi susurró bastante nervioso y sonrojado, con lo que sólo recibió una carcajada por toda respuesta─ ¿por qué te ríes?

─Pues es obvio, cómo crees que yo me podría fijar en ti, de hecho cómo crees que alguien en general se fijaría en ti si pareces una chica.

─Pero…

─No pierdas tu tiempo humillándote así eres demasiado poca cosa, si vieras lo ridículo y patético que eres nunca me habrías dicho algo así.

Y salió corriendo hasta llegar a su casa, el cual fue un gran error porque lo que le esperaba era peor de lo que había pensado, cuando su padre lo vio llorar se burló también como ya se lo suponía y fue peor cuando supo los motivos de su llanto, hubo golpes que aunque fueron muy fuertes, dolieron aún más por la razón que le eran propinados, y a pesar de todo siguió sin poder contener sus lágrimas y empezó a recibir más y más insultos, “eres un llorón, justo por eso te rechazaron nenita, aprende a ser hombre, cómo crees que una chica se fijaría en ti si pareces una, maldito marica que no vale nada, ya te lo he dicho”, él solamente tenía trece años cuando ya recibía ese tipo de insultos de la boca de su propio padre.

La segunda vez que le pasó fue a sus quince años, justo cuando apenas empezaba a recuperarse del primer golpe, se enamoró de su supuesto “mejor amigo”.

─Deberías decírselo Hyde, no creo que pierdas nada y de hecho tienes mucho que ganar.

─Créeme que sí perdería y mucho, además dudo que esa persona me acepte alguna vez, siempre es lo mismo.

─Pero cuál es el problema…bueno, aunque ahora que lo pienso sí debe ser grave, como para que ni siquiera se lo hayas dicho a tu mejor amigo… ¡no confías en mí ingrato! –Dijo con un lloriqueo obviamente fingido.

─Baka…lo que pasa es que eres un chismoso y se lo dirías a toda la escuela.

─¡Claro que no! ─Replicó mirándolo con el ceño fruncido.

─Claro que sí y no finjas porque te conozco muy bien, aún recuerdo perfectamente todas las cosas de las que se ha enterado la escuela completa y sólo gracias a ti “al menos así podemos seguir juntos”.

─Me ofende que pienses así, después de todo, lo único que yo hice fue informar a mis compañeros de importantes asuntos de interés general…pero bueno allá tú, si te la ganan es tu problema, luego no vengas conmigo llorando porque yo te lo dije.

─Sí sí, ya deja de regañarme, que esa no es más que la forma amable de decir que sí eres un chismoso, pero bueno ya sigamos estudiando, además tú sabes que yo nunca lloro frente a nadie…“cómo me gustaría poder decirte lo que siento sin que me odies”.

Cuando estaban a sólo un par de semanas de graduarse de la escuela secundaria, Hyde se enteró, por otras personas por cierto, de que Tsubasa iba a mudarse fuera de la ciudad y nunca más lo volvería a ver.

─Cuándo pensabas decirme que vas a mudarte ingrato ─le reprochó a tan sólo unos minutos de haberse enterado de la noticia.

─Lo siento, yo solamente estaba buscando el momento indicado para hacerlo, pero de verdad que sí iba a decírtelo, perdóname…

─Está bien te perdono –dijo acercándose para abrazarlo– y ¿cuándo te vas?

─Al día siguiente de la graduación…

─¡¿TAN PRONTO?!

─Lo siento…

─Mmm te voy a extrañar mucho…sabes que eres el único amigo que tengo.

─Lo sé…aww y también te extrañaré, pero no te preocupes, ya verás que tendrás más amigos.

─Lo dudo…

Y por fin, después de una auto tortura emocional de Hyde martirizándose por ya no poder volver a verlo, llegó el día que tanto temía, así que en el momento en que tenían que despedirse se armó de valor quién sabe de dónde y se decidió a decírselo antes de que se fuera.

─Tsubasa hay algo que quiero…no…que necesito decirte antes de que te vayas, y es muy importante…─dijo nerviosamente mirando al suelo sonrojado a más no poder.

─Es…tá bien Hyde “y ahora que le pasa, se nota bastante nervioso” –dijo bastante desconcertado por la actitud de su amigo– dime.

─Etto…bien…Tsubasa…y-yo…

─¡Ya dilo hombre, qué acaso no ves que no tengo todo el día!

─B-bien… ¿re-recuerdas que estaba en-enamorado de alguien?

─¿Qué si lo recuerdo? Vaya que sí, te insistí muchas veces y por mucho tiempo para que me dijeras de quién y aún así no quisiste mal amigo.

─Bien pues…creo, que-que ya estoy listo para decírtelo.

─Vaya ya era hora, gracias a Dios que te decidiste.

─Baka…

─Bueno ya, dilo o me haré viejo esperándote.

─Ok “sólo espero que no me odies por esto” –temblando nerviosamente, y con la cara a punto de explotar por el sonrojo, Hyde tomó lentamente las manos de su amigo– lo que pasa…es que…es que…esa persona…eres tú…

─¡¿QUÉ?!

─Lo-lo que dije, Tsubasa…t-te amo…

Inmediatamente mostrando evidente molestia y enfado en su rostro, soltó el agarre de sus manos dejando a Hyde completamente en shock por ese acto tan brusco.

─¡Estás loco o qué! Yo no soy de esos maldito gay de mierda no quiero volver a verte ¡NUNCA!

Salió corriendo hacia su casa dejando a Hyde con el corazón destrozado…otra vez, pero esta vez logró llegar hasta su casa, a encerrarse en su cuarto y cuando llegó soltó todas las lágrimas que tenía contenidas, llorando en silencio para que nadie escuchara su lastimero estado, no estaba de humor como para volver a enfrentar a su padre por lo mismo de siempre, y ahí en medio de su soledad se dijo a sí mismo que no volvería a cometer la tontería de enamorarse.

─“Juro no volver .a cometer ese maldito error que sólo me ha traído lágrimas, soy un estúpido, estúpido, papá tiene razón, nadie podría fijarse en algo tan miserable, los sentimientos de algo como yo no valen nada, por eso nadie quiere aceptarlos, a pesar de lo mucho que soy capaz de amar, nadie me da una oportunidad de demostrarlo”.

En la preparatoria había logrado tener unos pocos amigos y le era bastante agradable tener a alguien con quien bromear y hablar de trivialidades. Era un poco más cercano a dos de ellos pero por desgracia toda la gente a su alrededor era mentirosa y poco a poco se fueron alejando de él, lo peor fue cuando se enteró de que esos “amigos” sólo estaban con él por conveniencia, nunca le habían tenido cariño, así que fue traicionado por las únicas personas que parecían no tener desprecio por él, ya que los demás también se alejaron sin poder seguir ocultando su asco por Hyde, y con esto empezó a volverse desconfiado y ya le era imposible llamar amigo a alguien pero como lo que menos quería era que lo “consolaran” de su dolor, nunca dijo nada, de hecho nunca le tuvo la suficiente confianza a alguien como para contarle todo lo que tenía guardado, porque si no se puede confiar en tus propios padres, entonces ¿en quién? Fácil, en nadie, así que siempre soportaba todo él solo.

Pero el corazón es idiota y masoquista, y a pesar de los esfuerzos de Hyde por mantenerse aislado, el amor le volvía a pegar. Esta vez otro chico, con el que aparentemente llevaba las de ganar, porque aunque se trataba del chico más popular y apuesto del colegio ya se había dado cuenta de que era gay y se le había insinuado algunas veces cuando se lo encontraba a solas en el baño o en el salón. Lo que el inocente de Hyde no sabía era que eso había pasado porque él era de los más inteligentes de la clase y sólo le había pedido ayuda con las tareas, pero era demasiado ingenuo y a sus diecisiete años ocurrió lo inevitable. Estaban en su último año, la tragedia sucedió en la azotea de la escuela.

─¡¿Que estás qué de mí?!

─En-enamorado…─respondió de nuevo bastante sonrojado y con la mirada desviada ante aquella carcajada que había arrancado de labios de su acompañante.

─Y qué te hace pensar que alguien como yo podría llegar a sentir lo más mínimo por algo como tú.

─Pe-pero…Sakito es que yo…digo tú…me-me dijiste que…

─¡Ah! Sí, lo sé, dije que eres lindo, y claro que no mentía, es sólo que lo hice para que me ayudaras con mis tareas, después de todo eres el mejor de la clase y yo no tengo tiempo de estudiar. Eres demasiado poca cosa para mí date cuenta, yo soy el más popular de la escuela y tú no eres nadie, ni siquiera tienes amigos, la verdad sí me gustas y mucho sabes, pero sólo para tener sexo contigo una vez –dijo con una voz sensual acercándose peligrosamente a él, tomando su mentón para alzar su cabeza con delicadeza– o tal vez más, eso depende de ti, si me gustas o no, pero claro sin compromiso, sólo por placer…

Empezó a acercarse a él lentamente con intenciones de besarlo, aún sosteniendo su mentón con una mano y su cintura con la otra pero…

─¡AGHH! ¡Maldito hijo de perra como te atreves a golpearme!

─¡IMBÉCIL! ¡Yo no soy la puta de nadie! “Hasta que por fin me sirvió el kung-fu que mi padre me obligó a estudiar”.

─¡Ésta me la vas a pagar algún día estúpido afeminado, a mí nadie me rechaza!

Salió corriendo después de romperle la nariz de un golpe. Al llegar a su casa le agradeció a Kami que no hubiera nadie, así que se derrumbó al momento de cerrar la puerta y pesadamente se arrastró hasta su cuarto para ponerse a llorar abrazando una almohada. Ya eran tres veces que le rompían el corazón cruelmente, ya no lo podía soportar ¿Por qué todos eran felices con el amor menos él? Necesitaba una solución que le ayudara a olvidar aunque fuera un poco. Se acercó a su escritorio y tomó el portaminas, lo examinó un poco, era filoso, así que después de pensarlo un poco empezó a atravesar su piel con él; piernas, brazos y su labio inferior, el dolor físico se sentía tan bien que le ayudo a mitigar un poco el dolor emocional que tanto lo atormentaba.

─Tal vez ya deba resignarme por fin a que voy a morir estando solo…nací solo, crecí solo, vivo solo, entonces siempre estaré solo, no hay nadie en este mundo que pueda enamorarse de un miserable poca cosa como yo, los demás ni siquiera me miran, nadie es capaz de ver que mi sonrisa eterna es falsa, al igual que la vida perfecta que todos creen que tengo gracias a que mis padres fingen muy bien frente a los demás, fingen un cariño y un orgullo que nunca existió ni existirá. Claro, soy tan invisible, que nadie me mira, a nadie le importo…

Se dijo a sí mismo en la oscuridad mientras se aferraba a sus rodillas y con sus heridas punzantes. Se había hecho cortes no muy profundos pero sí lo suficiente para sacar pequeñas gotas de sangre, así que para que nadie se diera cuenta y no se manchara su uniforme se dio un baño para limpiarse la sangre que bajo el agua ardía como los mil demonios, pero a esas alturas que iba a importar, si por dentro dolía mucho peor. Ese ardor no se comparaba en lo más mínimo con el vacío que tenía en el pecho.

─Yo que veía con tan malos ojos a las personas que se cortaban y ahora yo lo hice, me pregunto si ya estaré tocando fondo para haber llegado a hacerme esto, llegar a hacerme daño a mí mismo, pero seguramente nadie notará esto tampoco, como desearía poder decirle adiós a este mundo de una vez, deseo estar muerto…

Dijo mientras se tiraba a su cama, agotado por ese día tan amargo, lo último que supo de la realidad fueron esas palabras que se dedicó a sí mismo, aún era muy temprano pero después de eso sólo durmió…sólo durmió.

Yo sólo deseo estar muerto y no volver a despertar, no poder volver a sentir, no volver a llorar, no volver a pensar, ya no quiero más dolor, solamente quiero estar en paz”.

Notas finales:

Qué tal, espero que les haya gustado, ojalá sigan leyendo y me dejen comentarios, subiré capítulo lo más pronto posible, muchas gracias, hasta la próxima~


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).