Titulo: El sacrificio del consejero real
Autor: Melanie_Lupin_Black/The_dark_queen_angel
Beta: Paola y Rosita
Resumen: Woltorana Von Bielefeld tiene el poder de convencer al consejo de las diez familias del lado de quién deben estar, solo pide algo pequeño a cambio. ¿Amas suficiente a su majestad para sacrificar tu libertad… Gunter?
Pareja principal: Woltorana/Gunter
Parejas segundarias: Yuri/Wolfram, Conrad/Shori, Geigen/Gwendal, Adelberto/Delchias (Delchias von Wincott es el hermano de Julia), Yozak/Densham (es el hermano de Annisina).
Disclaimer: KKM no me pertenece, si lo hiciera, el debilucho de Yuri ya se hubiera cojido a Wolfram y se hubiesen casado y abría mucho mas yaoi en la serie.
Nota: Spoiler: Además de embarazo masculino y demás lindeses que se me ocurran en el camino.
Capitulo 1
En el despacho de Gwendal Von Voltaire se encontraban reunidos tres de los hombres más leales del vigésimo Mou de Shin Makoku, su majestad Yuri Shibuya. Y ninguno de los tres estaba feliz. Más bien los tres estaban frustrados. El consejo de los diez nobles una vez más hacía de las suyas, dándoles problemas, aunque el problema esta vez era el mismo de siempre: la capacidad de Yuri para ser rey.
No que Gwendal pudiera culparlos, sinceramente. Antes de conocer bien al chico, él también dudó de las capacidades y del juicio de Yuri para ser rey de una nación. Pero el chico había demostrado que estaba más que capacitado, aún le faltaba educación y experiencia, era cierto, pero había demostrado tener dos cosas importante para el puesto de rey: poder y amor por Shin Makoku.
-¿Qué piensan hacer?- preguntó Conrad muy serio.
-Si logramos hacer que Lord von Bielefeld nos apoye tendríamos más de la mitad de la carrera ganada. Con Lord Karbelnikov, Lord Wincott, Gunter y yo serían cinco votos. Obviamente Von Grants estará ausente, Stoffel nos apoyará solo por agradar a Yuri, eso solo deja 3 que terminarían por apoyarlo, y aunque no lo hicieran, seguiríamos siendo mayoría. La clave está en Lord Von Bielefeld, el tiene mucha influencia, ahí donde lo ven.
¿Pero cómo? ¿Cómo conseguir que Woltorana los apoyara si este parecía detestar a Yuri? Bueno, tanto como detestar no... Solo no le simpatizaba, sobre todo cuando Wolfram había estado tan cerca del trono como rey y no como consorte real.
Y entonces, los dos hijos de la ex Maou, Cecile Von Spitzberg, mejor conocida como Chery sama o sexy queen, miraron al pelivioleta consejero del rey: Gunter Von Christ.
Gunter se tenso al sentir sus miradas y raro en él, gruñó.
-No- dijo contundentemente.
-Gunter- le llamó la atención Gwendal duramente.
-Si hay alguien aquí que lo pueda convencer ese eres tú- le aseguró Conrad.
-¿Cómo me pueden pedir esto?- siseó extrañamente serio el siempre alegre Gunter, no sería en ese momento ni una pizca.
Lord Woltorana era un asunto serio para Gunter y los dos hijos mayores de la ex-reina lo sabían bien.
-Es por Yuri- le dijo Conrad, a quien no le gustaba tener que pedirle algo así. Él sabía lo que aún le dolía a Gunter esa herida, la herida que le dejo su ex prometido Lord Woltorana Von Bielefeld.
-Maldición... No me escuchará- les tratá de hacer razonar Gunter.
-No escuchará ni siquiera a Wolfram. ¿Pero a ti? A ti siempre te escuchó- le dijo Gwendal.
-Tú al menos tienes más posibilidades que nosotros- le dijo Conrad.
-Majestad- suspiró Gunter recordando a Yuri para darse valor, para darse el valor necesario para poder ir a hablar con Woltorana
*Flash back*
Era una fiesta en el castillo del Pacto de Sangre y la reina Cecilia celebraba el cumpleaños de su más joven retoño Wolfram Von Bielefeld, como era de esperarse, los 10 nobles estaban entre los muchos invitados. Gunter estaba ahí en representación de su familia, los Von Christ... Y se estaba aburriendo como una ostra en la fiesta infantil.
Ese día llevaba un conjunto de fina seda, compuesto por pantalones blancos hechos a mano, camisa blanca con los bordes del mismo color lila de su cabello, y en estos bordes lilas había unos preciosos e intrigantes diseños plateados. El cabello estaba atado en una alta coleta y algunos mechones juguetones caían sobre su rostro. Aburrido a más no poder Gunter había huido a los balcones para tomar un poco de aire, y entonces, lo vio vestido con su uniforme azul, Woltorana Von Bielefeld. Ambos pertenecientes a una de las 10 familias nobles, ya se conocían de vista desde hace tiempo, pero nunca habían intercambiado nada más allá de un par de saludos corteses.
-¿Huyendo de la fiesta?- Le preguntó el apuesto y alto Masoku rubio.
Gunter no pudo evitar un pequeño sonrojo al haber sido atrapado infraganti.
-Bueno, no parece que yo sea el único. – Le señaló al Masoku rubio que también estaba en los balcones. Woltorana sonrió y esa sonrisa le hacía mucho más guapo de lo que ya de por si era.
-Atrapado-Admitió divertido, y Gunter le devolvió la sonrisa sin poderlo evitar, acercándose al rubio y así empezando a platicar. Esa fue la primera de muchas pláticas que tendrían en los siguientes días.
Y entonces, en una reunión del consejo de los 10 nobles, Woltorana hizo aquello que Gunter nunca hubiese esperado.
La reunión acababa de terminar, Gunter recogía sus cosas para volver a la academia militar donde enseñaba esgrima, cuando Woltorana se levantó y fue directo hacia él. Gunter le sonrió levantándose para saludarlo, pero la sonrisa desapareció para ser sustituida por una mirada de asombro cuando la mano de Woltorana impacto con su mejilla en una de las más antiguas tradiciones Mazokus… pidiéndole matrimonio. Los otros nobles presentes habían quedando tan impresionados como el mismo Gunter.
-Woltorana- susurro Gunter asombrado.
-Espero tu respuesta Von Christ- Le ordenó el rubio mirándolo directo a los ojos.
-Si…si- susurro al fin Gunter. Woltorana le sonrió disimuladamente y Gunter lo hizo abiertamente feliz sin podérselo creer. Estaba prometido al fin, estaba prometido y con nada más ni menos que Woltorana Von Bielefeld, el hombre que tanto le gustaba. Se iba a casar con la cabeza de la familia Von Bielefeld.
Pero nada es color de rosa en la vida, y aunque en un principio Gunter creyó que estarían juntos para siempre, los problemas pronto comenzaron. El primero: la guerra contra los humanos. Woltorana la apoyaba, Gunter no. El segundo: Woltorana no quería que Gunter trabajara más enseñando esgrima en la academia militar. Gunter cedió en ese punto y renunció a la academia para volverse consejero de Cherie Sama en el castillo del Pacto de Sangre, pero esto tampoco le gustaba a Woltorana, el quería que Gunter dejara de trabajar y se dedicara al hogar, cosa que a Gunter no le hacía ninguna gracia, él era demasiado activo para eso.
Pero el colmo fue cuando Woltorana le acuso de engañarlo con Gwendal. El hijo mayor de la Maou y Gunter habían estado, literalmente, cabeza con cabeza verificando unos planos de batalla, cuando Woltorana había llegado viéndolos. Se había llevado a Gunter aparte y le había reprochado su conducta. Woltorana era demasiado posesivo y dominante para Gunter, quien sin aguantarlo más, había escrito la tradicional carta de disolución del compromiso poco antes de la boda, avergonzando al rubio frente a todos, aunque no hubiese sido su intención avergonzarle. Claro que el rubio Mazoku se lo había tomado como algo personal, no le había perdonado al pelilila el desplante hecho.
*Fin del flash back*
-Chicos esto no va a funcionar-les aseguró Gunter volviendo al presente- Woltorana no me va a escuchar, no ahora.
-Debes intentarlo, tienes más posibilidades que Conrad o yo- Aseguró Gwendal.
-Además, donde hubo fuego cenizas quedan, aprovéchalas- le aconsejo Conrad y Gunter suspiró derrotado.
-Es una locura, pero lo intentare-prometió- aunque sinceramente dudo que sirva de algo- les aseguró.
Continuará…