Capítulo 24: Petición Parte II
Desde la mesa de profesores Sirius Black miraba como Derek Kruspe intercambiaba unas palabras con Harry. Las ganas de correr hacia ellos y descubrir ante Harry al traidor de Kruspe lo invadían, sumado a eso los malditos celos que sentía cada vez que los veía juntos. Pero para su desgracia Dumbledore había dado órdenes especificas: “Total silencio”
Por supuesto que Sirius discrepaba con esto, sobre todo ahora que tendría que dejar el castillo por unos días. Simplemente no quería dejar a Harry solo con él. Aunque su fiel amigo Remus le había garantizado que no despegaría sus ojos de la pareja no se sentía del todo tranquilo.
***
Minutos después de que Derek se despidiera de Harry, este lo hizo de sus amigos, subió a la torre Gryffindor y saco la capa de invisibilidad y el mapa del baúl. Espero hasta que unos alumnos de primero entraron por el orificio del retrato y salió antes de que este se cerrara.
Por suerte por los corredores Harry no se encontró ni con Filch ni con su gata, así que pudo hacer el viaje hasta el despacho de Sirius sin complicaciones más que la sensación de nervios en el estomago.
***
Draco se encontraba como cada noche desde hace un mes en el Sala de Menesteres, esta siempre tenía la apariencia de la habitación que compartió alguna vez con Derek. El joven Slythering estaba acostado boca bajo en la gran cama con dosel; ya no lloraba, solo sentía, la angustia aun la sentía, el amor aun lo sentía… Porque no podía negar que su amor por Derek aun estaba presente.
-“Hola”
Una voz, esa voz, resonó en su cabeza y su corazón se disparo golpeando fuerte contra su pecho.
-“¿Qué haces aquí?”- Pregunto Draco sin siquiera voltear a ver quién era la persona que le hablaba.
-“Yo… te vi en el Gran Comedor…”
-“Gran cosa, todos se ven en el Gran Comedor”
-“Odio verte así Draco y detesto mas saber que es por mi causa…”
-“¡¿Qué mierda te hace pensar que estoy así por ti?!”- Draco volteo a ver a Derek, el Ravenclaw estaba de pie junto a la cama, Draco vio como Derek reflejaba en su mirada toda la angustia que no podía mostrar en público.
-“¿Crees que estoy ciego? ¿O me crees con la sensibilidad de una roca para no fijarme en cómo has estado últimamente?”
-“¿Y qué te importa? Es asunto mío”
-“Claro que me importa y también es asunto mío”
-“¡No lo es!”- Draco se levanto de la cama se puso frente a Derek- “Escúchame bien Kruspe, no quiero que te intereses es mis problemas, porque son solo míos… Es mi problema estar tan deprimido por tu culpa que ya no me caen lágrimas, es mi problema estar enamorado de alguien que tiene que estar con otra persona…”
Derek interrumpió a Draco plantándole del golpe un beso que ninguno de los dos esperaba ese día, pero que ambos necesitaban con urgencia. Draco se pego al cuerpo de Derek mientras este se aferraba con ambas manos a su cintura.
-“Te amo”
***
“Toc, toc”
El sonido de unos golpes en la puerta sacó a Sirius de su lectura, no necesitaba preguntar quién era a esas horas, pues el mismo había requerido que lo visitaran esa noche. Abrió la puerta y aunque no vio a nadie se aparto para lo suficiente para que alguien entrara. A los segundos después, Harry salió de la capa.
-“Hola Harry”- Dijo Sirius mientras cerraba la puerta dándole la espalda al chico.
-“Tu nota…”
-“Si, gracias por venir. Siéntate por favor”
-“No gracias, tengo algo de prisa así que dime ¿Qué me querías decir?”
-“¿Recuerdas el día en que estábamos en la cabaña de Hagrid y Albus nos mando a llamar con su patronus?- Harry asintió- “Era para informarnos sobra algo de la Orden”
-“Lo supuse”
-“Hay una misión y Albus me pidió que participara en ella”
A Harry eso le cayó como una balde a agua fría ¿Sirius se iría de nuevo?
-“No quería cometer el mismo error, no quería irme sin verte antes ni despedirme”- Sirius miro Harry, este reflejaba asombro por la noticia y un deje de angustia.
-“¿No lo puede hacer otro?”- Pregunto de repente Harry.
-“¿Qué?”
-“¿Qué si no puede ir otra persona? Hay cientos de aurores”
-“No es algo que le competa al Departamento de Aurores, sino a la Orden del Fénix…”
Harry no quería seguir oyendo, las imágenes de todos sus encuentros con Sirius, los buenos y los malos, se vinieron de golpe a su mente, todos los besos, todas las miradas, todos los momentos que paso con él pasaron por su mente una y otra vez; Harry no aguanto y se acerco a Sirius abrazándolo lo más fuerte que podía, pegando su cuerpo al del mayor acercando su rostro peligrosamente al de Sirius, en ese momento Derek Kruspe quedo olvidado en un pequeño rincón.
***
Las ropas de Derek y Draco quedaron esparcidas por el suelo mientras ellos dos se encontraban abrazados sobre la cama.
Draco gemía al sentir el cuerpo tibio de Derek sobre él mientras se aferraba a su espalda, su cuello era víctima de los labios de Kruspe y no había forma de que se detuvieran. Derek dejo el cuello de Draco y comenzó un recorrido por el pecho del rubio, bajo por el estomago y llego hasta el miembro semi erecto del joven.
-“Ohm” – Draco soltó un gemido cuando sintió la boca de Derek, su mente estaba en blanco a causa del placer.
-“Por favor… por favor”
Derek entendió lo que Draco quiso decir con sus ruegos y volvió hasta su boca donde sus lenguas comenzaron una nueva batalla mientras que con una mano preparaba al rubio para la intromisión.
***
Esta vez fue Harry quien ataco a Sirius acorralándolo a la pared y plantándole un beso directo en los labios del mayor. Este demoro una fracción de segundo en reaccionar, pero cuando lo hiso le respondió con gusto y se besaron por varios minutos, hasta que la necesidad de oxigeno los hiso separarse.
-“Creí que querías que no se volviera a repetir” – Dijo Sirius con una sonrisa.
-“No quería”- Dijo Harry en un susurro antes de volver a pegar sus labios con los de Sirius.
Nuevamente la necesidad de oxigeno los separo, ocasión que Sirius aprovecho para tomar en brazos a Harry y llevarlo a un sofá cercano, donde la ronda de besos siguió por largo rato.
***
Cuando Derek sentía que Draco ya estaba preparado, se posiciono entra sus piernas, acto que hizo que el rubio se tensara.
-“Tranquilo, sabes que si me lo pides parare”- Dijo el joven Ravenclaw.
-“Sigue”
Draco acerco su rostro a Derek y mientras se besaban, Kruspe lo penetro. Ambos jóvenes ahogaron un gemido en la boca del otro. Derek paso de los labios del rubio al cuello donde beso, lamio y chupo hasta dejar una pequeña marca.
Draco comenzó a moverse para indicar que ya estaba listo y pronto los dos chicos se encontraban gimiendo de placer.
***
-“Te quiero”
Los ojos del Gryffindor se abrieron al escuchar esas palabras.
-“Sé que es tarde para decirlo, pero te quiero”
Harry miraba a Sirius mientras hablaba, había esperado esas dos palabras cuando sucedió lo de Grimmauld Place, ahora no sabía cómo reaccionar.
-“Sé que estas con Kruspe, pero te quiero”
“Mierda, Derek”
-“Debo irme”- Harry intento hacer a un lado el cuerpo de Sirius, pero este se lo impidió.
-“Por favor Harry”- Suplico Sirius susurrándole al oído -“Por favor, quédate, esta noche, por favor no vallas con él”
Una corriente eléctrica recorrió la columna del menor, provocando que se arqueara levemente. Harry volvió a posar sus labios sobre los de Sirius, dándole un suave beso.
-“Yo también te quiero Sirius y lo sabes, pero como tú dices; estoy con Derek y no debería… no debo hacerle esto”
-“Si me quieres, quédate, él es espía de Voldemort”
-“Sirius no…” – Sirius no dejo que el menor terminara de hablar, ataco nuevamente la boca del menor y aunque Harry se resistió por un buen rato, finalmente cedió ante las caricias de su padrino.
Pronto llego la necesidad de tocar más y la ropa se convirtió en una molestia, por lo que Harry comenzó a desabrochar la camisa que Sirius llevaba, pero de forma torpe, pues sus manos temblaban a más no poder.
-“¿Peque estas seguro? No hare nada, sino quieres”
-“¿Tú no te arrepentirás por la mañana?”
-“No peque”
-“Entonces no me digas peque”- Harry ataco el cuello de Sirius mientras terminaba de desabrochar la camisa, cuando lo hubo conseguido se sorprendió con la anatomía del mayor, su torso desnudo y sus brazos eran firmes, fuertes y suave al tacto.
Pronto la polera de Harry también había desaparecido y ambos hombres de besaban con desesperación, Sirius intentaba tocar más a Harry pero la incomodidad del sofá se lo impedía, incomodidad que también noto Harry.
-“Llévame a tu habitación Sirius”
-“Abrázame”
Harry se pego al cuerpo del mayor abrazándolo con brazos y piernas, Sirius se incorporo llevando a Harry en posición de koala hasta una puerta de roble que conducía hasta la habitación del mayor.
Harry no se fijo en los detalles del lugar donde estaba, su atención y concentración están netamente en besar al hombre que tenía sobre él en aquella cama. Las manos de Sirius buscaron a tientas la hebilla de su pantalón para poder aflojar un poco la presión que tenía su ropa sobre su miembro erecto.
¿En qué momento sus pantalones habían desaparecido? Harry no tenía idea, lo único que sabía es que ahora lo único que lo separaba del miembro de Sirius eran los bóxer que cada uno usaba.
En un momento de osadía Harry dejo de besar a Sirius y cambio de posición, dejando ahora al mayor bajo él. A Sirius le sorprendió la acción de Harry y le gustaba cuando a Harry le deban sus momentos de valentía, era digno de un Gryffindor.
***
Draco y Derek se encontraban recostados en la cama, sus pechos subían y bajaban mientras recuperaban el aliento y se recuperaban del orgasmo al que habían llegado juntos. Derek se sentía feliz de estar nuevamente junto a la persona que amaba, miro al rubio junto a él, este tenía los ojos cerrados y el ceño levemente fruncido.
-“¿Qué tienes?”
-“¿Qué diablos estamos haciendo Derek?”
-“¿Cómo que, qué diablos…?”
-“¿No te das cuenta del riesgo que corremos? Y no solo nosotros, nuestras familias también… Te amo, te amo y lo sabes, así que por duro que sea no vuelvas aquí, no me sigas.”
Derek vio como Draco comenzaba a recoger su ropa aunque Draco tenía razón no podía evitar querer estar con él, lo amaba más a que su vida y por él era capaz de mandar al infierno su misión…
-“No te vayas”
-“Derek no empieces…”
-“Déjame hablar por favor, solo escúchame”- Draco permaneció en silencio mientras este se acercaba a él- “Tienes razón, el riesgo es enorme y las consecuencias serian terribles para ambos, sé que me amas así como tú sabes lo mucho que te amo yo. ¿Qué diablos hacemos? Amarnos. Hare lo que me pides, aunque me parta el alma, no te buscare, no volveré aquí y no iré tras de ti cada vez que salgas solo del Gran Comedor. Así que por favor, por favor quédate conmigo solo esta noche, solo esta última noche”