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La historia de un samurai por Mitsusuke19

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Notas del fanfic:

prince of tenis no es mio

Notas del capitulo:

Los personajes de Prince of Tennis no son mios, sino son Konomo Takashi-san 

Hace varios años atrás, los reyes de la provincia de Edo, no podían tener hijos por un problema de fertilidad de la reina y a pesar de que ellos lo tenían todo, eran muy infelices, dado que su gran sueño, era poder tener una familia. Aquello no se cumplía con nada que ambos intentasen. Hasta que, después de diez años de intentarlo, Amaterasu los bendijo con un bebe en el vientre de la reina, al cual esperaron con mucha alegría y esperanza.

 

Nueve meses después, la reina se encontraba en su habitación cuando comenzó con trabajo de parto y el rey salió, rápidamente, en busca del médico real, para que comenzara con el alumbramiento de su primogénito. El doctor llegó a los pocos minutos después de recibir el llamado de su majestad y al ingresar al cuarto de los reyes, le dijo al monarca que esperara fuera, dado que el padre del muchacho por nacer estaba muy nervioso y no lo dejaría trabajar tranquilamente. Al rey no le quedó otra que salir de la alcoba y se quedó caminando en círculos afuera de esta.

 

 El médico, junto con dos servidoras del rey, comenzaron con el trabajo de parto, hasta que nació el bebé. El doctor lo tomo, le dio una nalgada y un llanto se escuchó por todo el castillo. Todos los residentes del palacio supieron que el príncipe acaba de nacer y estaba en perfecto estado por aquella voz del niño. Por otro lado, el rey al escuchar aquel llanto, sonrió con alegría ya que, después de tantos años de espera, al fin era padre. Luego de hacerlo, entró a la habitación, abrazó y besó a su esposa, le dio las gracias correspondientes al médico y le dijo a su mano derecha, que acababa de entrar en la recamara real, que comenzara a planear una fiesta e invitara a todo el reino por el nacimiento del príncipe Tezuka Kunimitsu.    

 

A los pocos días se llevó acabo la dichosa fiesta, donde fue todo el reino pero ese día, había una regla especial, la cual decía lo siguiente: "el que no le trajera un regalo al príncipe, no tenía derecho ni a comer ni a beber nada que hubiese para servirse en el castillo". Y así que, todos los pobladores, tuvieron que comprarle algo al heredero del trono, aunque eso significara endeudarse por completo. Al final del día, el pequeño príncipe había recibido más de mil de regalos de los pobladores, los sirvientes, esclavos, ejército, reinos vecinos y de sus padres.  

 

Los años pasaron veloces, tan rápido que no se dieron cuenta que Kunimitsu, ya tenía siete años, pero a pesar de que tenía, todos los lujos, las comodidades y el oro del mundo, él era muy infeliz. Sus padres no lo dejaban salir del castillo, ni a los cumpleaños de sus parientes ni mucho menos tener amigos que fueran del agrado del príncipe. Kunimitsu se sentía como un prisionero en una celda de oro y plata.  

 

Sin embargo, el heredero del trono no lo soporto más, y aunque le dolería mucho separarse de su madre, tomó la gran decisión de huir del castillo y ser libre, como un ave que vuela alto por los cielos.  

 

Esa misma noche, echó, en un pequeño saco, algo de dinero y unas pocas provisiones de comida, para no pasar hambre en largo trayecto que separaba el reino de su padre con el siguiente. Salió de su recamara sin hacer ruido, llegando al lugar donde estaban los guardias que protegen el castillo, los burló pasando por sus espaldas con el cuidado de no ser visto. Mantuvo ese movimiento hasta que llegó a una enredadera que separa al castillo del camino hacia el próximo reino, la trepó y saltó al otro lado; al estar en tierra comenzó a correr a toda velocidad, sólo se detuvo en un bosque por cansancio que provocó la larga distancia recorrida.  

 

Se sentó en una roca por tres minutos, cuando escucho una pelea de espadas, al oírla, se asustó un poco y se escondió detrás de un árbol para mirarla algo curioso. Era la primera vez, en su vida, que veía algo por estilo, estaba muy emocionado, nunca antes había sentido algo así y en ese minuto pensó que dejaría su viaje, por un momento, quería convertirse en un espadachín. El que ganara, esa fantástica batalla, se convertiría en su sensei, el cual le enseñaría a ser un samurái.  

 

Cuando la pelea termina, el ganador se sentó en una roca a limpiar la sangre de su espada y prenderle fuego al tipo que acababa de matar. Mientras tanto, Tezuka con algo de miedo fue dando pasos lentos y temblorosos hacia donde estaba el samurái. Cuando este lo escucha, mueve se su espada hacia el pequeño, casi se la clava pero se alcanzó a detener, al ver que se trataba de un niño y no otro loco, así que se calmó y guardó su espada en su funda.  

 

 

-       ¿Qué haces aquí pequeño?- pregunta el samurái con curiosidad, mirándolo fijamente.  
-       Recorro el mundo- responde Tezuka de manera cortante.
-       ¿Solo?- cuestiona el mayor con cierto toque de interés en el pequeño viajero, mientras que el niño responde, asistiendo con la cabeza.
-       No, deberías, andar solo en este bosque, es muy peligroso- menciona el samurái con seriedad y un poco de preocupación.
-       Lo sé, señor- murmura el príncipe.
-       ¿Dónde están tus padres?- pregunta el espadachín con intriga.
-       No, tengo señor- responde Tezuka de manera rápida y sin pensarlo dos veces, como acostumbraba a hacerlo.
-       Ya veo, ¿Cómo te llamas?- pregunta el samurái con curiosidad
-       Okumuchi Genji y ¿usted?- menciona ese nombre antes que el verdadero. De lo contrario, sería encontrado fácilmente y toda su aventura se hubiera ido por los aires.
-       Yamato Yuudai, mucho gusto- dice el espadachín, estirando su mano derecha para estrecharla con la mano del príncipe.
-       El placer es mío- dice Tezuka a la vez que responde el gesto.
-       Bien, no te puedo dejar solo, así que iras conmigo- ordena el joven espadachín y el niño vuelve a sentir con la cabeza. Siguió con paso firme a quien era su nuevo maestro.


Y así, los dos comienzan a caminar para salir del bosque y llegar a la casa de Yamato, la cual estaba detrás de ese bosque cerca de un hermoso lago. Ver la vivienda por fuera era pequeña y acogedora, aunque por dentro era espaciosa y simple en muebles y utensilios.


A pesar que en esta casa que se convertiría en el nuevo hogar, no tendría todo lo que tenía en el castillo; pero tenía, a cambio, lo que buscaba: paz y libertad. Esta sería su casa hasta que cumpliera su sueño de convertirse en un samurái para recorrer el mundo de punta a punta y tener muchos amigos.


Continuara

 

Notas finales:

Espero que sea de su agrado 

proximamente estara el FINAL de Amor Encubierto

espero su comentarios 

nos vemos, cuidenes

y que tengan una bella semana 

adios 


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