Yoshiki se encontraba sentado en el escritorio de su amplia oficina, trabajando. Porque bueno, a diferencia de algunos sujetos con el cabello rosa, él trabajaba para descansar cuando ya había acabado con todo el trabajo pendiente.
En eso, se escuchó la puerta abrirse. Sin despegar la mirada de lo que hacía, el rubio murmuró
-Al fin llegan, chicos. Estaba esperándolos…-
-Lo siento por ti y tus esperanzas, pero líder-san no vino- repuso el pelirrojo con una sonrisa bastante socarrona, y ante cuya voz el otro chico alzó el rostro.
-¡Ah, pero J no puede y te mandan a ti! ¿Qué clase de broma es ésta?- La Barbie se levantó de golpe, dejando los papeles sobre la mesa de un manotazo. No miraba al violinista con el mayor agrado del mundo. -¿Qué hay de Inoran? ¡Dónde está!-
-Huyendo de Ryuichi, me imagino.- Sugizo tomó asiento sin que se lo hubieran cedido y sin pedirlo, colocando las manos entrelazadas sobre su regazo. –Pero ya estuvo bueno de berrinche. El que va a negociar contigo, seré yo.- Hayashi no quitaba la estúpida expresión de su cara[1], por lo cual, el guitarrista decidió continuar. –Como ya te adelantó Jun por teléfono, nos vamos para MCA Records; y bueno, como no te dijo, pensamos llevarnos los derechos del Luna Sea con nosotros.-
-¡No puedo creer que los tarados de MCA hayan aceptado semejante imbecilidad!- declaró triunfal el mayor. –Les va a salir casi el doble de caro, y dudo que les vaya a gustar la idea cuando lo sepan. Todavía Extasy tiene el contrato para el segundo tiraje; eso, sin contar las copias que siguen en bodega y que habíamos quedado en que serían sólo para distribución durante los conciertos.- Yoshiki miraba al pelirrojo con su acostumbrada actitud de negrero burgués, añadiendo unas carcajadas al final de su comentario. -¡Tuvo que haber estado muy buena la vieja, porque J se va a arrepentir de no haber venido él mismo! ¡Eres pésimo para los negocios!-
Incorporándose rápidamente en pie y en la discusión, Sugizo replicó
-¿Te parece? Porque a mí, no. Yo no te di nada a cambio, y ahora tengo al que solía ser tu novio…-
Mucho peor a que si hubieran calumniado el oficio de su querida madre, Hayashi se puso de todos colores, recordando lo mucho que había querido matar a Hide porque, entre todos los hombres del mundo, había decidido andar con ese. Ni siquiera Tusk era tan falto de clase como él.
-¡No te hagas tantas ilusiones, que Hide sólo se está divirtiendo contigo! ¿¡Quién se fijaría en un cualquiera como tú!?-
Sin ocultar su sonrisa, Sugihara coloco ambas manos sobre el escritorio, adelantando la parte alta del cuerpo para acercarse al dueño de la disquera.
-Claro, sólo está jugando. Está jugando tanto, que ya la chica esa[2] planeó un devaneo más. ¿Y adivina qué? Tú conoces a la pareja principal…-
Con un gesto impasible que desconcertó a su interlocutor, Yoshiki también se acercó al otro chico, remedándolo.
-Sí… Pero te juro que no te envidio ni por un segundo el papel de puta[3], que dicho sea de paso, te va muy bien, Sugichan…-
Alarmado, el otro retrocedió.
-¿Quién te contó eso? ¡Es mentira! ¡No te creo!-
-Ya ves, tengo mis influencias- repuso el dueño de Extasy Records, acomodándose el cabello con una mano y bajando la voz, cual si contara un secreto. –La mocosa me idolatra…[4]-
-¡Idolatra a todo chino que se le pase por el frente!- Sugizo miró al horizonte con cara de “ya me las pagarás”[5]. -¡Y dile que deje de poner notas al pie, con un demonio![6]-
-No le digo.- El mayor se cruzó de brazos[7].
-¡Sí le dices!- movía el pie repetidamente, desesperado ante la pasividad del otro[8]. –Y no, ¡no pienso pagarte porque la detengas![9]-
-¿¡A quién le dices avaro!? ¡Se acabó!-
Evidentemente guiado por los gritos, arribó un nuevo sujeto experimental[10] a la oficina. Era el chico de enmarañada cabellera; cantante de Luna Sea. Luego de ver a ambos músicos –el mayor vuelto hacia la ventana y aún luciendo su expresión de resentimiento en la cara; y el otro, desde el sofá, odiándome con la mirada- Kawamura entró y cerró la puerta tras de sí.
-Hola, muñecas…- volvió a mirarlos detenidamente a cada uno, al advertir que seguían en lo suyo, sin prestarle el mínimo de atención. –No tienen que pelearse de esa manera- ambos aludidos dirigieron sus miradas, lentamente, hacia el recién llegado. -¡Deberían hacerlo en un ring de lodo!- dijo, con cara de violador y la baba de fuera.[11]
Sugizo fue el primero en hablar.
-¡Pervertido!...-exclamó, ofendido con la propuesta. -A todo esto, ¿qué haces aquí? Ni por un momento te creo que estuvieras preocupado porque tu guitarrista y el tipo de la disquera se fueran a matar mutuamente. ¿Qué te traes, eh Ryuichi?...-
La mirada escudriñadora del violinista le recordó lo que hacía justo antes de encontrarse a ambos, así que abrió de nuevo la puerta para mirar hacia afuera.
-Pues sí, la verdad yo… ¿No vieron a Inoran pasar por aquí?- Pero sin poder olvidar lo último que había dicho, vio al pelirrosa y lo llamó.
-¡Hola, Ryu-chan! ¿Qué sucede?-
Matsumoto traía una rebanadota de cheesecake de limón, la cual se iba comiendo con ritmo veloz.
-¿Sí o no que un duelo de lucha libre en el lodo entre Yoshiki y Sugizo no estaría nada mal?- Los dos voltearon a verse, como si fuera la mejor idea del mundo; sorprendidos porque a ninguno se le hubiera ocurrido antes. -¿A quién le vas?-
-¡Hide, yo te di los mejores dos años de mi vida!- comenzó el rubio, atrayendo la atención del mayor, quien parecía meditar su respuesta. Se aproximó a la araña mucho más de lo que la ínfima tolerancia del violinista permitía, llevándose por ello una reprimenda.
-¡Perra, no te acerques a mi novio!- Yasuhiro lo jaloneó del brazo antes de que se allegara más, cambiándose de lugar con él. –¡Mi amor, te compré el último Street Fighter! ¡Ni siquiera ha salido a la venta, pero el primo de la novia del cuñado de mi mejor amigo[12], que trabaja en la Capcom, me lo consiguió!-
Matsumoto casi se atora con el cheesecake, teniendo que ser auxiliado por el vocalista de Luna Sea, que le dio unas cuantas palmadas en la espalda. Cuando por fin pudo articular, exclamó, feliz
–¡Le voy a Sugichan!-
-¡Salgan todos de aquí en este mismo momento! ¡Largo!-
La voz del jefe de jefes retumbó por todo el cuarto. Los otros tres ni se atrevieron a chistar, y en fila, comenzaron a salir de aquella oficina.
-¡Tú no, idiota!- Yoshiki jaloneó a Sugizo por el vestido. –Todavía no terminamos de hablar.-
El guitarrista se volteó una vez que su compañero y su novio ya estaban afuera, torciéndole los ojos al mayor por desacomodarle la ropa.
-¿Qué carajo quieres? ¡Ya te dije todo lo que venía a decirte!- sonrió ligeramente, colocándose las manos sobre la cintura. -¿Acaso estás aburrido porque no ha llegado tu príncipe sapo?-
-Ja-ja-ja, muy gracioso…- Hayashi se cruzó de brazos nuevamente. -¿Qué, te hiciste comediante?-
-No, para nada. Pero sí sé decirte que lo más chistoso de todo esto es que tú, siendo como eres- lo señaló con el índice, mientras lo miraba de arriba a abajo- te hayas enamorado de semejante…-
-¿¡Semejante qué!? ¡Deja de fastidiar!- El rubio empezaba a perder la poca paciencia que le quedaba. Por consideración con Hide, no había intentado nada todavía, pero las ganas de estropearle el peinado a Sugizo eran ingentes y apremiantes[13].
-Semejante… cosa- prosiguió el otro, con tono displicente. -Al menos deberías decirle que se arregle los dientes…-
-¡Ja! ¿Tú, hablando de dientes chuecos?[14]- se burló el baterista, carcajeándose con estrépito. –Recuérdame darte un espejo junto con tus prestaciones.-
Sugihara bufó, apretando los labios sin atreverse a volver a sonreír incluso después del final de este fic, por más risa que algo le diera. Se dirigió al sofá en que estuvo en un principio, dejándose caer con fastidio. Yoshiki también volvió a su lugar.
-Y deja de hablar sandeces, porque hasta tu noviecito acabó rendido ante los encantos del mío…- alzando la ceja, el rubio apoyó el mentón sobre su palma, colocando a su vez el codo sobre la mesa.
-Sí, ya lo sé. Pero eso no hace sino hablar de lo increíble que es Hide, que no le tiene miedo a nada.-
Sugizo musitó lo último, continuando con la rivalidad largamente sostenida hasta ahora, la cual, como supongo ya habrán notado, me divertía enormemente. No obstante, en eso hizo su aparición el adorable pelirrosa, aunque sin el postre, pues ya se lo había acabado.
-Hide, no me hables- dijo el pianista, cerrando los ojos y volteando el rostro.
-¡Pero Yo-chan!- angustiado, el mayor frunció el ceño -¿Cómo quieres que me sienta?... ¡Tú nunca me regalaste un videojuego!-
-Cielito, no le hagas caso a este majadero- el violinista se levantó, yendo hacia Matsumoto. Se tomó de su brazo y comenzó a restregársele como gato. Yoshiki carraspeó la garganta.
-¿Y qué se hizo el degenerado de Ryuichi? ¿No estaba contigo?-
No era que le importara en lo más mínimo, pero alguien tenía que interrumpir la miel desbordante del guitarrista de Luna Sea. Y qué mejor forma que hablándole de su anterior amante.
-Se fue- respondió la araña, con tono ingenuo.- Al parecer, llevaba tiempo buscando a Ino-chan, así que apenas lo vio, fue tras él.- El mayor de todos se rascó la cabeza, como si, confundido, recordara algo. –Lo extraño es que al parecer Ino-chan llevaba mucha prisa, porque ni lo esperó, sino que salió corriendo y dejó tirado todo lo que traía.-
Yoshiki abrió la boca para decir algo, tras haberse dado una palmada en la frente, anonadado por la desconcertante inocencia del pelifucsia, pero el sonoro portazo tras de Hide y Sugizo por poco lo mata de un infarto.
-¡Preciosoooo! ¡Ya llegué! ¿Y adivina qué? ¡Me encontré a un amigo tuyo en la entrada!-
Tras dar un violento respingo, el de áureo cabello buscó a su novio con los ojos, dispuesto a regañarlo por aquella entrada tan poco garbosa[15], pero sencillamente, no pudo.
-¿A… ami… amigo?-
El rubio balbucía, hecho un manojo de nervios. Majestuosamente puesto en pie al lado de su pelinegro vocalista, el hombre de igual tono de cabello y misma profesión –pero de personalidad diametralmente distinta e inequívoco brillo en los ojos- lo miraba con su característica media sonrisa.
-Sí, amigo. ¿Qué ya no te acuerdas de todos nuestros fantásticos momentos juntos? Me extrañó mucho que no me volvieras a llamar…-
No trascurrió ni medio segundo desde que el guapísimo hombre comenzara a hablar, cuando ya el pobre Hide sudaba frío, se había puesto blanco como un papel, y buscaba la manera de escabullirse hacia el otro lado del aposento. Como si oliera su miedo, Atsushi volteó el rostro.
-Hide, ¡caray! Tú eres otro al que tengo tiempo de no ver. Me encantaría que fuéramos de tragos alguna vez.-
Sugizo percibió el terrible temblor que había invadido la pequeña anatomía de su amante, y lo miraba incrédulo. No estando dispuesto a seguir siendo ridículamente jaloneado por el más bajo, lo encaró entre dientes.
-Cariño, ¿qué te pasa? ¡Es sólo Sakurai-san!...- Cuando las miradas recayeron sobre él, el pelirrojo miró a quien además de verlo, estaba riendo bajito, ocultando sus carnosos labios tras su mano. -¿Tú qué te traes, eh?-
-Mmm… ¡vaya! Te siguen gustando respondones…-
Acercándose peligrosamente más a la reciente pareja, Sakurai le pasaba revista al guitarrista más joven, mientras el mayor no paraba de tiritar y castañetear los dientes. Tusk observaba la escena sin la más remota idea de qué estaba ocurriendo, y Yoshiki –para variar- se mordisqueaba las uñas.
Atsushi levantó la diestra y estaba a punto de rozar a Matsumoto, cuando en eso éste salió corriendo, levantando los brazos y moviéndolos hacia adelante, en círculos.[16]
-¡Tuuuuuskkkk!-
Echándose en los brazos del vocalista de Zi:Kill, la araña levantó el rostro, ante la expresión de extrañeza del otro.
-¡Vamos a jugar videojuegos!-
Ahora los extrañados eran todos los demás, pues aquello –que constituía una de las mayores alegrías para el chico adorador de los limones- había sido dicho casi en un sollozo. Antes de que pudieran percatarse, Hide y Tusk habían desaparecido; el segundo siendo arrastrado por el primero.
-¡Idiota! ¿Ya viste lo que hiciste?- exclamó Sugizo, más molesto porque su novio se hubiera ido con alguien que no fuera él, que por el hecho mismo de que ya no estuviera. Sakurai sólo sonrió.
-Tal vez eso contradiga tu teoría de que Hide no le tiene miedo a nada…[17]- Dirigiéndose luego al líder de X-Japan, el alto vocalista ocupó elegantemente el asiento que instantes antes sostuviera la delgadez del violinista. Tras cruzar la pierna, miró a Hayashi, quien no había dejado de disfrutar su última provocación hacia el pelirrojo.
-Y como es evidente que no vine sólo a aterrar a su manzana de la discordia, hablaré.- Ambos coquetos chicos lo miraban desde lados contrarios de la oficina. –BMG Japón quiere organizar un evento conjunto; el más grande que hasta ahora se haya llevado a cabo. Mucho más que el Nihon Fest…- susurró, volteando hacia el mayor, quien se sonrojó inmediatamente[18]. –Yo sugerí que las bandas de Extasy Records podrían ser importantes invitados, y qué mejor momento para hablarlo que ahora, que están aquí dos de los miembros más cotizados de los Extasy Summit… Creo que no soy el único que fantasea[19] con ese indecente ring en medio del escenario durante el intermedio del festival; dos amazonas a cada lado y el infaltable árbitro de cabello rosa en medio. Los tres en minúscula ropa interior y con el lodo ensuciándoles hasta el alma…-
Las hermosas comisuras se separaron, dejando ver una de las sonrisas más terroríficamente sensuales que ser humano alguno pudiera admirar. El demonio del cabello oscuro como la noche me dedicó una mirada muy sugestiva, guiñándome el ojo segundos después.
[1] Me pregunto cuál de todas XDDD
[3] Referencia a Deja vu, mi próximo proyecto, jojo.
[4] ¡Si supiera! Ja, bueno. Ahí tenemos a Yoshiki metiendo a alguien en problemas, como siempre u.u Jijiji.
[5] ¡Uy, qué miedo! ¿Con qué me irá a pegar? ¿Con el arco del violín? XDDD
[6] ¿Qué putas le importa? ¡Que siga hablando! x.x
[7] Está dispuesto a escuchar ofertas cuantiosas por hacerle caso XD
[8] Ok, ¿este tipo hablando de pasividad? Jajaja
[9] *se va a dar una vuelta a la cocina. Trae una rebanada de pastel y un vaso de jugo* XD
[11] ¡Esa es la actitud, Ryu-chan! *Q*
[14] Esta no fue la mejor época para la dentadura de Sugizito. Para mayores referencias, mirar la entrevista de Luna Sea para Play House, de 1992. Este es el link del video http://www.youtube.com/watch?v=wejVWaoik80&feature=related (4:02'). *baja la voz para que el implicado no la escuche* Aún así, se veía divino *-*
[15] Para él mismo, sobre todo, porque casi se mea encima XD
[16] Sí, como en el video en que “pelea” contra Kiyoshi http://www.youtube.com/watch?v=YytZwuJ-dJ4&feature=related ¡Awww, kawaii!
[17] Este Acchan tiene la oreja más larga que yo O.O XP
[18] …Y volvemos al inicio de la historia: Vanishing Love, párrafo tercero XD
[19] Claro que no, cariño. Ryuichi, Manita-chan, tú y yo tenemos un club. ¡Muajajajaja!