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Notas del capitulo:

Hola a todos! bueno, este es mi segundo fic, me costo hacerlo, ya que no se me da muy bien escribir, sin embargo es algo que me encanta, y me encantaria poder escribir como lo hacen muchos aqui que son indudablemente maravillosos!

Espero que les guste este fic, y acepto todo tipo de comentarios, sugerencias o criticas, muchas gracias por leer! :)

Abrio sus ojos y un profundo dolor de cabeza lo aturdió, su respiración era entrecortada y sentía como si algo aplastara con fuerza su pecho. Llevo sus dedos a sus labios hinchados y un líquido se escurrió por su blanca piel, pudo reconocer que era sangre por el rojo vivo que observo, su labio estaba completamente partido. Sus piernas y brazos doloridos hicieron el máximo esfuerzo para levantarlo del suelo frío y sucio, sin éxito lo intento una vez mas, y otra vez, y otra vez, cayendo abatido las tres veces, lo intento una vez mas, logrando pararse con dificultad sosteniéndose de los azulejos que lo rodeaban, manchándolos con la sangre que cubría su mano. Con un ojo hinchado, viendo a medias, intento buscar la salida, y la encontró, solo unos pasos y saldría. No lo hizo sin antes mirar su reflejo en uno de los pedazos de vidrios rotos que se encontraban esparcidos por todo el suelo del pequeño cuarto. Horrorizado por la imagen que le devolvía el vidrio busco un papel descartable que se encontraba dentro de su mochila, que por suerte estaba a unos pasos de el. Con tranquilidad y suavidad limpio la sangre y las manchas ocasionadas por la suciedad en el piso del cuartito, busco su abrigo, totalmente destrozado y rasgado, se coloco la capucha y salio de aquel lugar, intentando mezclarse entre la gente que transitaba por la calle esperando que nadie se fijara en su rostro lleno de moretones y cortes, ni en su lento y débil caminar, que no se fijaran en su campera manchada de su propia sangre, totalmente rota, ni en los pantalones que estaban de la misma manera.
Una vez mas lo habían molido a golpes, ya le era imposible escapar de ellos, lo hizo durante un tiempo, con ayuda de sus amigos, sin embargo ellos ya no estaban, gente que lo odiaba se encargo de alejarlos a todos, de contar mentiras sobre el en toda la escuela, y burlarse abiertamente de el, sus amigos se alejaron de el, después de todo, ¿Quién quería ser amigo del bufón de la escuela?  y el resto lo excluía, estaba totalmente solo en ese lugar, para colmo sus padres nunca notaban sus marcas, sus golpes, no oían su llanto por las noches ni sus desesperados pedidos por un cambio de escuela. Se sentía totalmente solo, Mu, ese hermoso joven, era puro y de buen corazón, pero sus compañeros se encargaron de hacerle mala fama, únicamente por celos, entupidos celos, ¿por ser más bello? ¿Por ser más bueno? o ¿Les causo algún mal?  No lo sabría nunca, Mu solo sabia que existía gente que le deseaba un mal sin fundamentos a otras personas, únicamente por diversión, y él era la nueva victima desde hace unos meses atrás.


Un año mas se iba, ya había finalizado el período escolar y Mu podía volver a sonreír sabiendo que las golpizas no volverían, no por lo menos en esos meses de descanso, solo debía disfrutar el verano. Pero ya no tenía amigos, solo a sus padres que planearon un viaje de vacaciones, el cual prometía mucho, Grecia poseía lugares hermosos donde vacacionar, y uno de ellos era la Isla de Cefalonia, donde pasaría un lindo verano en un lujoso hotel.
Al llegar al hotel, lo primero que hizo fue ir a su habitación, desempacar y mirar por la ventana, donde se apreciaba una de las vistas mas hermosas que pudo haber visto. Al rato bajo con sus padres a la playa, con su traje de baño disfruto del agua hasta que se hiciera de noche, volvió al hotel y todos se alistaron para salir a comer, para festejar sus vacaciones.
Llegaron a un hermoso restaurante que tenia sus mesas en el exterior, un escenario estaba preparado para algún evento que se realizaría esa noche para animar la velada de los clientes, y sin esperar mas le dieron su orden al mesero quien se retiro con un gesto amable para llevarles su comida a los pocos minutos.
Mientras  unas sensuales bailarinas se movían al ritmo de una alegre melodía en el escenario, espectáculo únicamente brindado a los espectadores, Mu había encontrado algo que le había llamado la atención de sobremanera, ignorando completamente a una hermosa bailarina que prácticamente clavaba su mirada en el para atraer su atención, pero no, el miraba a otra persona… Un hermoso chico, mas o menos de su edad, un año mas grande diría él, de cabellos azules y unos ojos verdes combinados con su tez bronceada acapararon toda su atención, este se encontraba con sus padres y su hermano, evidentemente eran gemelos, pero solo uno de ellos logró que Mu lo mirara con muy poco disimulo durante toda la noche. Éste llevaba una simple bermuda de jeans y una musculosa blanca y holgada, dejando ver su trabajado cuerpo, pero Mu no dejaba de admirar sus hermosos ojos verdes. Una vez finalizado el baile, la gente aplaudió con mucho entusiasmo a las bailarinas, quienes se retiraron del escenario totalmente agradecidas, al rato sus padres decidieron que era hora de irse, a caminar un rato por el lugar, y así conocerlo, pero Mu no quería irse, aunque accedió de mala gana, mientras el joven de cabellos azules permaneció en su mesa, notando la miraba de Mu sobre el, correspondiéndole completamente al atractivo joven de cabellos violeta.

- Mu, dime que te parece este brazalete, ¿crees que es lindo? – preguntaba su madre
- Si – respondió totalmente perdido en sus pensamientos, fantaseando con el chico del restaurante
- ¿Qué te pasa? – pregunto su madre mas interesada en el brazalete que en Mu - Has estado toda la noche distraído, mirando hacia cualquier lado, a demás, no notaste como te miraba esa hermosa chica – dijo mientras pagaba por el brazalete y recibía la bolsa con este dentro – ya deberías presentarme a alguna jovencita, ¿no crees? Ya tienes 17 años.
- Si, debería – respondió muy bajito - ¿Y por que no vas y te fijas en ese collar de allá? ¿No te gusta? – intento cambiarle de conversación a su madre, que parecía tener un imán que la atraía hacia todo tipo de objeto costoso que brillara. Es que quería evitarla, ellos no conocían sobre su afinidad por los hombres, y temía ser rechazado, ¡no por ellos, no soportaría un rechazo de sus padres!
Aprovecho el momento en que su padre intentaba hacerle entender a su esposa que no gastara todo el dinero en una misma noche, y apuró el paso, mezclándose entre la gente y los vendedores de pequeña feria. Al girar choco con alguien, haciendo que este derramara todo el jugo que llevaba en su vaso, sobre ambos cuerpos.
- ¡Perdone! – grito al instante, sin siquiera fijarse quien era - ¡Discúlpeme!, realmente no vi por donde caminaba, le comprare un juego nuevo lo prometo – estaba tan avergonzado que no podía ni mirar a los ojos al otro, mientras tocaba su ropa separándola de su cuerpo, lamentándose por su torpeza.
- Estas bien, estas cosas pasan, no te preocupes – dijo tranquilamente el dueño del vaso. Tenia una voz con la que podría hacer derretir a muchos con tan solo pronunciar algunas palabras románticas, provocando que Mu levantara su cabeza sintiéndose atraído por esa voz varonil encontrándose con una sonrisa conciliadora, dos jades que se clavaron en sus ojos y una cabello azul que muy sensual se movía con el viento de verano, despeinando un poco al joven.
- Disculpa, te compraré un jugo nuevo – dijo mucho mas avergonzado que antes, solo a el podían pasarle esas cosas.
- Me parece bien, ¿te gustaría acompañarme a caminar un rato?, puedes tomarte uno tu también, ¿Cómo te llamas? – dijo el atractivo peliazul, intentando acercarse al chico, quien había captado su atención en el restaurante, y sabia que el también lo había mirado con poco disimulo
- Mu, me llamo Mu, ¿y tu? –  contesto algo sorprendido, sintiéndose nervioso por la belleza del otro
- Soy Kanon, ¿vamos ya? – dijo con una sonrisa amable, y ambos partieron en busca de un nuevo jugo, y un recorrido por el lugar. Mu antes de irse, giro su cabeza hacia atrás, reconociendo a sus padres a lo lejos, les hizo una seña que ellos llegaron a ver, interpretando que saldría con su nuevo amigo.

Luego de comprar dos nuevas bebidas, Kanon se dispuso a mostrarle el lugar. Mu se enteró que Kanon era griego y tomaba sus vacaciones en ese lugar todos los años, él en realidad vivía en Athenas. Tenia un hermano gemelo, Saga, pero éste ya había finalizado sus estudios, Kanon era un chico muy revoltoso, y su actitud provocó que lo expulsaran del colegio, perdiendo así su ultimo año de estudio, ahora con su familia buscaban una escuela que lo admitiera para así poder finalizarla y dedicarse a la universidad. Pasaron horas caminando y charlando, recorriendo locales y pequeñas ferias distribuidas por todo el pueblo. Mu se quejaba de la obsesión de su madre, pero él era bien parecido, a Kanon lo le costó ni cinco minutos darse cuenta que su acompañante se volvía loco por las joyas, y no dudo en llevarlo hacia un local que era conocido por tener las joyas mas hermosas en toda Grecia, a esas alturas se podía observar una divertida imagen del de cabellos lilas pegado al vidrio del local cerrado, tomando nota de la dirección del lugar, ¡si que tendría una entretenida tarde con su madre! Mientras Kanon sonreía sin disimulo aguantando una carcajada, Mu se dio cuenta de esto y avergonzado se separo del vidrio y propuso ir hacia un parque cercano.
- Dime Kanon, ¿a que escuela piensan llevarte tus padres? – preguntó con interés Mu
- No lo se, ellos dicen que es una de las mejores en Athenas, la verdad que me sentiré muy extraño al tener nuevos compañeros, tendré que adaptarme y no causar alboroto – dijo recordando las travesuras que se mandaba en su anterior escuela y la mirada reprobatoria de sus profesores ante su actitud.
- ¡Más te vale! – contesto el de cabellos lilas.
- Si te hubiese conocido antes Mu, podría haber convencido a mis padres de ir a la misma escuela que tu – dijo animado Kanon, notando como Mu se tensaba y desviaba su mirada con nerviosismo - ¿dije algo malo? – pregunto algo preocupado – tal vez no creas que es buena idea que estemos en la misma clase – prosiguió pensando en que Mu se sentiría incomodo al pensar que su compañero armaría líos en su escuela
- No, no has dicho nada malo – contesto Mu, pensado un nuevo tema de conversación, y así alejar la imagen de sus compañeros golpeándolo y burlándose de él, el tan solo imaginarse a Kanon viendo esto, siendo convencido por sus compañeros para ser uno más y así burlarse de Mu. No podría soportarlo, Kanon era su único amigo en ese momento, y no solo eso, a demás, sentía una enorme atracción hacia el peliazul.
En ese instante el celular de Kanon sonó, y tuvo que irse, no sin antes acompañar a Mu a su hotel, donde sus padres ya estaban descansando.
Durante el resto de las vacaciones Mu y Kanon siguieron viéndose, paseando y disfrutando de los hermosos días para refrescarse, y algo más que una amistad nació entre ellos, pero nadie daba el primer paso. Al finalizar las vacaciones, prometieron seguir viéndose, después de todo vivían ambos en Athenas, y sus casas no quedaban muy lejos, y con “hasta luego” decidieron despedirse.

Valla sorpresa que se llevo Mu cuando entro a la escuela.
Fue su primer día, todos lo miraban, señalaba con un dedo acusador, y se reían, algunos por lo bajo, y otros haciendo escándalo para que los demás supieran de su presencia, así era siempre. Busco un escritorio libre, ya que el resto estaban ocupados, llego el profesor e intento calmar a los alumnos que estaban alborotados.
Al parecer el alboroto no solo se debía a que era el ultimo año en la escuela, sino también a un compañero nuevo, quien ya se encontraba en el salón, siendo atacado por todos los alumnos que querían saber absolutamente todo de el. Prácticamente lo habían secuestrado hacia el fondo del salón, dándole un lugar, como bienvenida y así unirlo al grupito, por lo cual Mu no pudo ni acercarse a ver, tampoco estaba interesado en el nuevo, le llenarían la cabeza y lo pondrían en su contra, por lo cual, sería un compañero mas que lo molestaría… Perfecto
- Chicos, ¡silencio! ¡Tranquilos todos! – intentaba el profesor calmarlos, pero era imposible – ¡muy bien, tendrán una evaluación la próxima semana sobre un libro que les daré en este momento! – esto hizo que reinara el silencio en el salón, pero no pasó mucho tiempo para que algunos se quejaran pidiendo que no se tomara la prueba – Lo lamento, es su primer día y ya tienen una evaluación la próxima semana – dijo con hastío el profesor, ya había enseñado al mismo grupo el año anterior, y si que sabia como hacerlos callar – ahora que están callados, quiero que reciban a su nuevo compañero, evidentemente ya todos lo conocen, así que déjenlo tranquilo así el puede presentarse, por favor, levántate y preséntate – dijo el profesor amablemente.
- Mucho gusto a todos – se levanto de su asiento el nuevo sonriendo encantadoramente, logrando que las chicas se miraran entre ellas susurrando lo apuesto que era, mientras era aplaudido y vitoreado por los hombres del salón, uno mas se unía a tu tonta pandilla pensó Mu – me llamo Kanon.
Eso hizo que su mundo se cayera, se giró hacia Kanon bruscamente, con los ojos tremendamente abiertos a mas no poder, repitiéndose en su cabeza que no podía ser cierto, que mala suerte que tenia.
- ¿Mu? – Dijo Kanon, al principio sorprendido, luego agrandó su sonrisa – al final seremos compañeros después de todo – dijo muy alegre por ver al de cabellos lilas en su mismo curso. 
- Déjalo Kanon, no te metas con él, es raro – dijo una de las alumnas.
- Claro, es un entupido, no debes juntarte con el – le siguió uno de sus compañeros.
- Chicos, dejen ya de molestar. Kanon, no creo que debas sentarte atrás – dijo el profesor señalándole a Kanon el asiento libre al lado de Mu – este es tu ultimo año, y esta es la clase de Química, en este ultimo año incorporamos los conocimientos de los años anteriores y por lo que nos has contado, en tu otra escuela no tenían esta materia, deberás prestar mucha atención- dijo para finalmente obligarlo a sentarse con Mu.
- No solo compañeros de curso, sino también compañeros de banco – dijo Kanon feliz, así podría conocer mas a ese chico que le provocaba tantas cosas en su interior. Noto la tristeza de Mu al oír los comentarios del resto de los compañeros, que decían sentir lastima por Kanon al tener que sentarse con Mu. Y aunque le agradaban sus nuevos compañeros, no puedo evitar sentir molestia al escuchar todo lo que le decían a su amigo – tranquilo, si te dicen estas cosas es por que no te conocen como yo – prosiguió entendiendo aquella vez que  Mu se puso incomodo en el parque, intentó hacerlo sentir mejor.

La clase siguió con naturalidad, aunque para Mu fue diferente, era ya costumbre sentir pequeñas bolas de papel golpearse en su cabello o de vez en cuando oír alguna burla, sin embargo, esta vez Kanon volteaba amenazante ante algún insulto, y retiraba los restos de papeles en su cabello. ¡Ese griego!  No tenía ni la más minima idea de cómo lo hacía sentir, y al recordar ese día en que le vació su jugo en la ropa, sentía que lo volvería a hacer con tal de conocerlo nuevamente. A partir de ese día paso a ser su protector, Kanon se entero de cada uno de los golpes de sus compañeros, prometió cuidarlo, le dijo que a su lado nadie se la iba a acercar, pero temía, temía por que sus compañeros intentaban convencer a Kanon y apartarlo de él. Pero Kanon seguía firme a su lado.
- Gracias Kanon, las clases ya no son tan molestas como antes, siempre andaban molestándome, aunque me pone mal depender de ti – dijo Mu una ocasión en un parque cerca de su casa.
- Mu, no debes sentirte mal, realmente me enerva que traten a una persona como tu de esa forma, sin ninguna razón. Pero sabes que siempre va a ser así, no todos pueden apreciar el hermoso corazón que tienes – dijo aproximándose a Mu, pasándole un brazo por encima atrayéndolo a su vez. Por que era así, desde que conoció a Kanon que éste le había presentado a sus amigos más cercanos, que al igual que Kanon le habían tomado mucho cariño a Mu, y éste finalmente lo entendió, él no era el tonto del que sus compañeros se burlaban, él era un chico normal, y los tontos eran los otros.
- Kanon… - pronunció Mu dirigiendo su mirada a esas jades – muchas gracias por estar conmigo cuando no tuve a nadie a mi lado – dijo acercándose también a el peliazul. Desde que lo conoció, vio al hermoso griego que se encontraba bajo ese sensual cuerpo, una persona entregada al amor y muy sensible, estaba totalmente enamorado de Kanon, y al parecer sus sentimientos eran correspondidos.
Finalmente fue Kanon quien acercó sus labios a los de Mu, besándolo con infinito amor y dulzura, nunca había sentido algo así por otra persona, y Mu se había robado su corazón por completo, estaba dispuesto a estar con el siempre, le deba el amor mas puro y buscaba su felicidad. Desde ese momento ninguno de los dos volvió a estar solo.
Ambos finalizaron la escuela, blanquearon la relación ante sus familias, quienes lo aceptaron, y unos años después unieron sus vidas con una sortija en el dedo de cada uno, querían seguir sus vidas juntos para siempre, Kanon era suyo, y él era de Kanon, nada mas perfecto.

Notas finales:

Muchas gracias por leer! :)


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