Tras la decisión en conjunto de visitar el lugar favorito de Shiba los jóvenes en compañía de Saori por momentos tomaron un desvío diferente al esperado pues al parecer la chica bicolor conocía un cierto rumbo diferente que los haría llegar pronto… sin más se adentraron a un callejón del cuál Shiba haciendo unas pequeñas maniobras logró abrir un compartimiento el cuál con algo de desconfianza cruzaron, hasta que de aquel pasadizo oscuro alcanzaron a ver no muy lejos la luz del sol resplandecer, al salir sus expresiones cambiaron de impresionados a maravillados, pues ante sus ojos estaban viendo un pequeño paraíso: conformado de un hermoso jardín lleno de flores poco comunes, frondosos árboles que resaltaban el lugar y lamedor parte… una bella cascada que conformaba un gran manantial.. todo junto formando un bello cuadro ante los ojos de los presentes.
- guauuuu!!!... Shiba esto es increible- expresó Seiya muy feliz
- jiji.. sabía que les gustaria- sonrió ampliamente la bicolor por la positiva reacción de todos
- tengo que admitirlo, es muy bueno para ser verdad- admitió Ikki dibujando una efímera sonrisa en su rostro
- no puedo creerlo…. no sabía que había lugares tan hermosos como estos- dijo Shiryu un tanto desubicado
- oh será acaso que hemos pasado tanto tiempo luchando que no hemos tenido tiempo de contemplar la belleza que nos rodea- respondió un poco decaído Shun, más las chicas al notar que el ambiente estaba decayendo Shiba cambio drásticamente el tema…
- ahhh… bu..bueno.. que les parece si hacemos un pequeño picnic aquí aprovechando el buen tiempo y nuestro lindo ambiente- sonrió ampliamente a lo que los demás no se pudieron rehusar, así que animándose de nueva cuenta aceptaron, mientras Seiya y Shiryu se ofrecieron amablemente a traer lo necesario, mientras Shiba y Saori en la cortés compañía de Hyoga decidieron recorrer más aquel bello jardín, tanto los hermanos Ikki y Shun desistieron por el momento, prefirieron quedarse a esperar.. al marcharse el resto Ikki se limito a recostarse en el pasto bajo la sombra de un árbol mientras Shun encantado con el manantial y con la aprobación de Shiba y los demás decidió meterse a nadar, aprovechando que su hermano yacía descansando tranquilamente.
- “nadie me esta viendo…”- fueron los pensamientos del peliverde mientras se desprendía de todas sus ropas y se metía al manantial entrando en lo cada vez más hondo de las aguas, los rayos del sol iluminaban aquella nívea y delicada figura que resaltaba en las aguas… conforme iba avanzando más se perdía en la tranquilidad de su alrededor; tranquilidad que de la nada fue interrumpida por una tonada muy familiar..
- Esa música…. – Shun reconoció aquella melodía y como si fuese guiado por ella sus pasos se dirigieron al origen de tan bella pero triste tonada, sus pasos dificultosos por el arrastre del agua se detuvieron al ver frente a sus ojos a quién menos se esperaba encontrar.. su agresor casi no se dejaba ver pero su figura era fácilmente reconocida por el ojiazul mientras quien yacía frente a Shun sonreía maléficamente.
A lo no tan lejos se escucho un aterrador grito mientras Ikki era despertado de su sueño al escuchar la voz de su hermano menor, las chicas al igual que Hyoga habían escuchado también aquel grito y sin tiempo que perder se apresuraron a llegar; tratando de no pensar en lo peor… para cuando se encontraron con Ikki este buscaba desesperado a su hermano sin logro alguno, siguieron corriendo hasta llegar al límite del manantial y sus ojos apenas y podían creer lo que veían: en un pilar de rocas frente a ellos yacía un inconsciente Shun en brazos del santo fantasma de la lira: Orpheus.
- TU!?- la expresión al unísono de su sorpresa se oyó en todo el lugar por parte del cisne y fénix, quiénes de inmediato se colocaron en guardia preparándose para atacar a su adversario, justo cuando ambos estaban a punto de alcanzar a Orpheus este lanzo su ataque del “réquiem de la muerte” contra ellos; dejándolos fuertemente atados a las cuerdas de su lira impidiéndoles moverse.. para no quedarse atrás Shiba ataca a Orpehus con su técnica: “centelleo estelar” sin embargo es fácilmente evadido por el santo fantasma quién de nuevo toca la lira atrapando a la bicolor en sus cuerdas, consiguiendo inmovilizarla y de paso atrapando completamente a una impactada Saori. Dejándolos amarrados luchando por liberarse de las cuerdas desaparece frente a ellos llevándose a Shun con él.
Poco tiempo después Seiya y Shiryu aparecen sintiendo la perturbación de los cosmos de sus amigos a quienes en cuanto vieron atados fueron en su ayuda y los liberaron, poniéndolos al mismo tiempo al corriente de los hechos, causando sensaciones de enojo e impotencia por parte de los jóvenes santos que no podían creer que su amigo Andrómeda cayera en manos malignas.. más la pregunta clave aquí era: ¿porque? O ¿para qué?
- mientras tanto, en el palacio marino-
-mmm… ¿donde.. estoy?- dijo casi en susurro… difícilmente sus ojos se abrían, levantándose con algo de pesadez trato de reconocer el lugar en el cuál se hallaba al mismo tiempo que hacia lo que podía para recordar el como fue que termino en ese lugar. Sus pensamientos se vieron interrumpidos con la presencia de cierta deidad que ante los ojos de Andrómeda no era desconocido pero tampoco agradable, Poseidón; al igual que como hiciese con Saori cuando la mantuvo cautiva, se hincó levemente ante Shun y con cortés sonrisa sostuvo una de sus manos y posó un delicado beso en la misma, desconcertando al joven peliverde por tal acto apartando su mano..
- bienvenido Andrómeda- su expresión había cambiado a una un tanto cínica
- ¿que estoy haciendo aquí…? ¿como es que..- más antes de que pudiera formular su pregunta sus palabras fueron interrumpidas por el dios marino
- no debes preocuparte pequeño, después de todo si te revelara la sorpresa ahora no sería lo mismo-
- ¿sorpresa?- por más que trataba de procesar aquellas palabras no las podía entender..
- verás, he regresado a la vida gracias a una gran ayuda con un solo propósito: vengarme de athena, de sus santos y convertir a la tierra en mi siguiente templo marino- mencionó dándole la espalda al peliverde mientras sus azules cabellos cubrían su mirada
- ¿¡como dices!?- se exaltó Shun ante la afirmación de Poseidón
- tal como lo escuchas, he venido a cumplir con mi propósito.. y esta vez ni la misma athena me podrá detener, gracias al plan que Eris y yo hemos creado- sus semblantes cambiaron a unos más oscuros…
- pero… ¿que tiene que ver conmigo?- preguntó Shun incrédulo
-ahhh.. ahí es en donde entras tu Andrómeda- hizo una pequeña pausa…
- verás… te ayudaré a cumplir con el destino de tu estrella guardiana…- miró a un peliverde un tanto extrañado
- ¿que quieres decir?- esta vez Shun temía más a la respuesta…
- hmp.. eso significa… que serás sacrificado!! para así despertar al gran leviatán: la bestia marina que se encargará de acabar con la faz de la tierra- sentenció el peliazul al más joven ante la impresionada mirada de este…
-además… tengo entendido que debido a tu naturaleza, serías capaz de entregar tu vida con tal de evitar una guerra… o me equivoco- mencionó suspicaz el mayor al mismo tiempo que miraba fijamente el cuerpo del menor y como las sabanas que cubrían aquel cuerpo le daban una apariencia tentadora, dándole a la mirada de Poseidón un destello nada amigable
- no te equivocas Poseidón, de hecho si.. sería capaz de eso, incluso …. Más, solo con tal de no pelear una guerra innecesaria o lastimar a alguien inútilmente- aceptó el ojiazul con cierto desgane pero con seguridad en sus palabras.
- ¿incluso más?- insinuó el mayor.. acercándose más al peliverde y tomándolo fuertemente del brazo para acostarlo en el lecho bruscamente, aprovechando para subirse quedando encima suyo… incluso.. entregarte a mi- miró fijamente los ojos de Shun intentando encontrar alguna señal de miedo o falsedad en sus palabras.
- si eso significaría salvar a quienes quiero y no pelear…, o haría..- correspondió la mirada Shun manteniendo su palabra, -incluso ahora….. puedes hacer conmigo lo que quieras…. Estoy a tu disposición- desvió la mirada cerrando sus ojos para ya no ver los ojos de su agresor de quién sentía como le clavaba la mirada, Poseidón por su parte quedo impresionado por la determinación del joven y como podía ver la verdad en sus palabras al ver su cristalina mirada…
- entonces que así sea- dijo finalmente el peliazul comenzando a besar la mejilla de un asustado Shun, obligándolo a girar su rostro para besarlo, al dios marino no le bastaba con eso asi que mordiendo el labio inferior del menor logró hacer que este abriera aun más su boca y que el mayor introdujera su lengua, recorriendo por completo aquella cavidad de sabor desconocido para él, Shun por su parte se limitaba a cerrar los ojos fuertemente tratando de no reaccionar ante lo que Poseidón hacía en él, el mayor por su parte no se inmutaba ante el rechazo del menor solo le importaba su placer personal y que no podía creer lo increíblemente bien que se sentía tener a aquel sumiso joven a sus pies, continuó besándolo mientras sus manos acariciaban descaradamente aquel delicado cuerpo, bajando lentamente hasta llegar a su abdomen besando y mordiendo hasta dejar marca, causando muecas de dolor en Shun quién ya desesperado por ya no sentirse mal por el peliazul trataba en vano de quitárselo de encima, provocando aún más al dios marino quién rápidamente tomo ambas piernas de Andrómeda abriéndolas para darle una mejor vista de su víctima, comenzó a besar y lamer sus piernas, bajando hasta llegar a su objetivo… sin embrago antes de que pudiera continuar es interrumpido por Eris, quién como si nada le dijo que necesitaba de su presencia en el salón; salvando al santo de Andrómeda para disgusto del peliazul.
- Andrómeda.. espero que hayas disfrutado del momento… porque dentro de poco ya no vivirás para disfrutar de más- tras esas palabras ambas deidades desaparecen dejando a un muy confundido pero aún más asustado peliverde el cuál volvió a cubrir su cuerpo con las sábanas mientras llamaba en su interior a su hermano, sus amigos y a la misma Saori, mientras cubriá su pálido rostro del cuál salían amargas lágrimas…
Capitulo 3 La verdad de la realidad
Tras aquel extraño encuentro entre Andrómeda y Poseidón este último termino de ultimar detalles con Eris para que nada ni nadie interviniera con su macabro plan de matar a Shun para la resurrección del leviatán y que asi mismo la tierra fuese destruida.
-En China-
athena y sus santos; incluyendo a la chica nueva, tuvieron que olvidar sus tranquilas vacaciones y dedicarse a buscar a su amigo, trataron de rastrear su cosmo energía, lo buscaron por todas partes, sin embargo nada daba resultado..
Tanta era su desesperación por encontrar a Andrómeda que decidieron separarse para viajar a diferentes destinos y averiguar por su paradero.
Shiryu regreso con el antiguo maestro para tratar de averiguar algo, Hyoga fue a sus tierras en Siberia, mientras los demás investigaban en otros lugares cercanos.. no tardaron mucho para recibir una llamada de Hyoga el cuál les avisaba que Hilda tenia una información que podría serles de ayuda, a lo que sin pensarlo dos veces partieron a Asgard.
Una vez en el castillo de Valhalla Hyoga quién yacía esperando por los demás en compañía de Hilda y su hermana Fler, quienes recibieron a Athena y a sus santos gratamente.
-Hilda me da gusto verte de nuevo.. esta vez en mejores circunstancias, bueno.. en realidad no tan diferentes- menciono Saori con un aire de tristeza
- si lo sé… Saori, entiendo tu preocupación pero me temo que tanto tu como tus jóvenes caballeros deberán estar preparados para todo.
- ¿que quieres decir?- pregunto al instante Shiba
- me temo que lo que creíamos inminente acaba de ocurrir..- dijo seriamente Hilda cortando su frase pensando en la mejor manera de hablar: - Saori.. hace no mucho recibimos unos informes de nuestros guerreros los cuales decían que el vórtice en donde se encuentra la entrada al reino de Poseidón; la cual me había sellado tal como me lo habías pedido ha sido abierta nuevamente, y no es todo… unas fuertes y agresivas cosmo energías emergen de aquella entrada..- finalizo la princesa Hilda
- no puede ser… ¿¡insinúas que Poseidón regreso a la vida!?- se exaltó Seiya al escuchar las palabras de Hilda
- me temo que es asi.. y lo peor es que no viene solo.. como mencioné antes, se sienten dos cosmo energías, significa que no solo Poseidón esta vivo, sino otra deidad esta con él.. la pregunta es.. ¿quién?- ahora era Fler quién hablaba
- ahora que lo mencionas… mi maestro me dijo algo acerca de sentía la cosmo energía de una deidad, muy agresiva y al mismo tiempo conocida- dijo Shiryu recordando la platica que tuvo con el antiguo maestro… -pero si quién se llevó a Shun fue Orpheus de Lira.. entonces la otra dedidad es…-
-Eris, la diosa de la discordia- confirmo la pelilila
- no es posible… ¿Eris esta con Poseidón?- Dijo Seiya impresionado pues le costaba creerlo..
- bueno en este caso lo más importante es que descubrimos algo más..- añadió Hilda cortando el silencio de la sala
-¿de que habla señorita Hilda?- menciono Hyoga con cortesía
- verán, durante este tiempo en el que mi hermana y yo hemos buscado el modo de ayudar a Asgard a sobrellevar la perdida de los guerreros nórdicos- mencionó Hilda con dolor al recordar la pérdida de sus caballeros, - Fler y yo nos dedicamos a investigar un poco.. y bueno… en uno de los libros más antiguos de nuestra biblioteca encontramos algo muy poco alentador- menciono la peliazul apretando fuertemente sus vestido
- ¿de que se trata Hilda?- insistía Saori
- encontramos un pasaje en el que se mencionaba la resurrección del dios de los mares y junto a él una gran bestia que desencadenara el fin del mundo…-
- oye pero… si se supone que ya habíamos derrotado a Poseidón y habíamos detenido sus planes… - interrumpió repentinamente Seiya
- por favor permíteme continuar Seiya- pidió Hilda al santo de pegaso y continuando con su comentario: es verdad que detuvieron a Poseidón tiempo atrás… pero según este pasaje: el dios de los mares acabará con la vida terrestre sembrando el caos y cuya feroz bestia marina arrasará con todo hasta volver el planeta un lugar donde reine el mundo marino..-
-¿Una bestia marina?- preguntó esta vez Ikki tratando de asimilar aquella pregunta..
- pero hay algo más… según esto: para despertar a la gran bestia; la cuál es conocida como leviatán, el dios de los mares necesita realizar un sacrificio en el cuál le entregara a la bestia la sangre de un humano de alma y corazón puros- concluyó la princesa Hilda observando en los rostros de athena y sus santos como tenian el miedo en la mirada, confirmando sus peores temores.
- no puede ser… entonces….- trataba de decir Hyoga pero las palabras se habían quedado atrapadas en su garganta del nudo que se le había formado.. ahora ninguno de los presentes articulaba palabra confundiendo a Hilda y a Fler quienes hasta ese momento se habían percatado de la ausencia del santo de Andrómeda y entendiendo el porque de la reacción de athena y los jóvenes.
- significa que…- continuó Shiryu con la frase
- Shun es el sacrificio- finalizó Ikki con la frase cayendo de rodillas ante los presentes
-No podemos permitirlo- afirmo Hilda tratando de hacerlos entrar en razón
- mi hermana tiene razón, Andrómeda los necesita y hay que impedir a toda costa que Poseidón traiga a la vida a la gran bestia e impedir que acabe con la humanidad..- dijo enérgica Fler quién al mismo tiempo ayudaba a Ikki a levantarse
- ellas tiene razón caballeros, nuestro deber siempre ha sido proteger a la tierra y mantener la paz en la misma, ahora nuestro planeta y nuestro amigo nos necesitan y tenemos que salvarlos!- dijo animoso Seiya recuperándose
- es verdad.. hemos de cumplir con nuestro deber- afirmó Hyoga siguiendo a Seiya
- salvaremos a la tierra de la maldad de ambos dioses- dijo Shiryu esta vez
- e impediré que le hagan daño a lo más preciado que tengo en el mundo- afirmo Ikki, sorprendiendo a todos por su determinación.
- entonces preparémonos y ¡¡¡vamos por ellos!!!- grito Seiya alzando su brazo en ademán victorioso.
-SIII!!- le siguieron los demás mientras la jóvenes los observaban con alegría ver como todos incluyéndose ellas habían recuperado la esperanza.
-mientras tanto en el palacio marino-
En la habitación del dios de los mares, un joven de cabellos verdes yacía dormido con la mente divagando sobre aquello que había pasado con Poseidón, por un instante pareciera que aquella imagen del joven de ojos y largos cabellos azules como el mismo mar fuese real, sentía como su nivea piel era acariciada por aquellas manos y aquellos ojos acua lo miraban fijamente.
Sin embrago tras regresar su mente a la realidad y percatarse de que aquellas caricias eran en efecto reales sus ojos se abrieron bruscamente y con un igual brusco movimiento aparto aquella intrusa mano de su cuerpo, al mismo tiempo que sus ojos miraban incrédulos como aquella mano no pertenecía al rey del mar sino a su sirena más fiel: Sorrento
-So.. Sorrento.. ¿que haces aquí?- interrogaba el peleiverde al pelilila
- ¿yo?, solo me aseguraba de que aun siguieses con vida… Andrómeda- respondió con un tono de alivio Sorrento mientras observaba detenidamente la delicada figura de Andrómeda, sacándole al susodicho un leve sonrojo al mismo tiempo que desviaba la mirada a lo que Sorrento de igual modo giro su rostro ocultando su rostro, el cuál tenia un gran rubor en sus bronceadas mejillas; mucho más notable que los del joven peliverde.
- un momento… ¿con vida?- pregunto más incredulo Shun
- si.. supongo que mi señor Poseidón ya te ha informado acerca del porque estás aquí, Andrómeda-
- si.. él ya me ha dicho algo.. – los ojos de Shun se escondieron tras sus mechones evitando la mirada de Sorrento, - sin embargo, te he de decir lo mismo que le dije a tu dios, y es que si con entregar mi vida puedo salvar a miles de personas más.. créeme que no me importa hacerlo-
- ¿salvar?- ahora el que tenía la incógnita en la boca era el general marino, - ammm… Shun no sé si lo hayas entendido pero… mi señor Poseidón y Eris no tienen intención alguna de dejar con vida a la tierra..- afirmó Sorrento ante la mirada de horror del pequeño quién no hallaba palabras ante tal afirmación
- Con tu sacrificio ambos dioses traeran de vuelta a la vida al leviatán, la bestia que se encargará de ponerle fin a la vida en la tierra, en pocas palabras: ninguno de ellos tiene intenciones de dejar con vida a ningún ser vivo.- finalizo el general
- no… no.. esto no puede ser…- exclamó Shun confundido y desalentado, pero yo pensé…- trataba de decir el peliverde más siendo interrumpido por Sorrento
-pensaste ¿que?, ¿Qué con entregarte por voluntad harías que Poseidón detuviera sus planes?, ¿Qué seria tan fácil detener sus ambiciones solo porque les des tu vida por voluntad?. ¡ABRE LOS OJOS SHUN!, a Poseidón y a Eris solo les importa cumplir su venganza contra athena y gobernar sobre la tierra!!- estalló el pelilila casi perdiendo los escrupulos ante la expresión inconsolable del menor, expresión que causo que el general marino callara en ese mismo instante ya que algo en su interior le indicó que la expresión de dolor en el rostro de Andrómeda no merecía más reclamo.. sintiendo malestar por ver esos hermosos ojos que el general alguna vez le dijo que eran reflejo de sinceridad, perder aquel destello de luz que los distinguia, a lo que el general tratando de enmendar su “error” se acerco lentamente al pequeño y lo rodeo con sus brazos tratando de darle un poco de seguridad y aliento.
- ya, ya… tranquilo, no pasa nada- decia en delicados susurros el pelilila mientras acariciaba tiernamente aquellos esmeraldas cabellos mientras no dejaba de abrazarlo, por alguna extraña razón Sorrento sentía la necesidad de quedarse a su lado, no dejarlo solo, temía que se hiciera más inestable de lo que ya estaba… de la nada los sollozos de Shun de habían detenido y para asegurarse de que estaba mejor Sorrento levanto con cuidado su rostro y miró aquellos ojos que ahora habían recobrado un poco de su luz; ojos que hipnotizaron al general, antes de que se diera cuenta un impulso lo hizo acercarse aún más al peliverde y sin más…. Sus labios se unieron en un cálido beso, un beso sin fin, cada vez más intenso. El instante fue más efímero de lo que se esperaba ya que el más pequeño reaccionó inmediatamente y se alejó asustado del pelilila
- no.. n..no,no, no Sorrento-
- pero que pasa… no tiene nada de malo..-
-no, aun asi.. no puedo.. esque yo.. no… perdóname pero no puedo..- más que confundido el peliverde salió huyendo de la habitación dejando a un impactado Sorrento el cuál ni el mismo había entendido que había sucedido en ese momento, mientras observaba la puerta abierta uno de sus dedos rozaba sus labios, recordando el contacto que habían tenido con los de Andrómeda, causándole toda una ola de sensaciones entrecruzadas que el no lograba descifrar…