El suelo frío no le resultaba nada cómodo, especialmente considerando la temperatura de su cuerpo, el calor lo inundaba y salía de sus poros en forma de un exagerado sudor, no podía levantarse, de hecho no podía ni moverse un poco, ¿cómo iba a ponerse en pie? Y para mejor su situación se encontraba bañado -además del sudor- de un espeso líquido blanco, y con un enorme dolor en su retaguardia. Sasuke podía estar todo el día despotricando contra el suelo, y hasta contra el mismísimo Kami-sama, hasta recordar que el culpable era...
-¡Jodido Itachi!- Su hermano mayor. Al menos eso es lo que quería creer el menor de los Uchihas.
-¡Es su culpa que esté así! Él compró la estúpida escalera que no pudo sostenerme como se debe... Y también compró la maldita pintura con la cual se resbaló la estúpida escalera -porque se resbaló la escalera, no él, según Sasuke claro- además ¿por qué no puede tener un piso acolchado? ¡No! El señor Uchiha decidió que fuera más duro que su cabeza.- ¡Joder que todo esto es su culpa!-
-¿Culpa de quién otouto?- Y ahí estaba él, el culpable de todas sus desgracias, ¿y osaba preguntarle de quién era la culpa? Pero que descarado.
-¿Cómo que de quién? Pues tuya, ¡¿de quién si no?!- Y dejando a un lado todo su cansancio y dolor se levantó rápidamente, y abandono su estudio con la mayor indignación que alguien puede mostrar, dejando a un Itachi pasmado y preguntándose de qué era culpable.
Después de varios minutos intentando encontrar la razón por la cual su adorado otouto le había contestado de esa manera, decidió preguntárselo directamente, corriendo el riesgo de salir agredido física y verbalmente. Le dolía sólo de pensar lo que le esperaba, pero su pedacito de cielo valía eso y mucho más.
Se encaminó a la habitación del menor, y al llegar entro sin siquiera tocar la puerta, grave error, cerró los ojos ya sintiendo un objeto golpeando su rostro por tal atrevimiento, o invasión del espacio personal, como lo llamaba su hermanito; pero lo que esperaba nunca llegó. ¿Se habría vuelto insensible a los golpes de tantos que le daba Sasuke por invadir su privacidad? No, no parecía muy lógico, el golpe de esa mañana le había dolido bastante, así que esa opción quedaba totalmente descartada.
Al no ocurrírsele ninguna otra opción decidió aventurarse a averiguar lo que sucedía, y abrió un ojo desconfiadamente para hacerlo, pero lo que se encontró lo desarmó totalmente, Sasuke dormía plácidamente boca abajo sobre su cama, su camisa estaba enredada entre sus manos, las cuales colgaban levemente entre la cama y su mesita de noche, y para cerrar con broche de oro esa dulce y apetecible imagen, un tenue rubor adornaba sus mejillas, dándole un toque más que encantador. Itachi babeaba -literalmente- al ver semejante escena, tenía tantas ganas de lanzársele encima a Sasuke y hacerlo suyo, pero sabía que hacer eso le costaría caro, de atreverse a hacerlo su adorado chibi le propinaría un golpe excesivamente, que lo haría volar ya sea por la ventana o la puerta, incluso podía quedar estampado en la pared, pero lo peor sin duda, sería el mes de abstinencia que le haría sufrir su adorada perdición. Lo más sensato era despertarlo como más le gustaba a su no tan frágil hermanito. Con mimos.
-Sasuke- musitó suavemente mientras lo mecía cuidadosamente para que el bello durmiente se despertara. Al no ver ningún resultado repitió un par de veces la misma acción. Pero nada, así que se aventuró a decir algo un tanto desagradable.
-Vamos Sasuke, despierta, o dejaré que Haruno entre a verte así de violable como estás- pero ni esa frase funcionó, lo único que consiguió fueron unos gruñidos, que logró identificar como fuera y zorra. Aunque esa casi-respuesta le resultara divertida y por demás lógica, el objetivo era despertarlo, no causarle pesadillas, y de nuevo cambió de estrategia.
-Otouto, ¿quieres levantarte?- murmuró con una voz demasiado seductora y acariciando su nuca con los dedos, mientras dejaba salir aire caliente sobre su lóbulo izquierdo, a sabiendas que todo eso enloquecía de sobremanera al pequeño e insaciable Sasuke.
-Mnh n-nohm- no sabía si eso era una respuesta o gemidos, pero le gustaba la idea de tener a Sasuke un poco más consciente, así que inició una enorme repartición de besos por toda su espalda mientras acariciaba su torso superficialmente.
-Nnhoo Nahruto- lo que Itachi nunca se esperó fue eso, y paró en seco, ¿le había dicho Naruto? ¿Lo comparaba con ese estúpido rubio? Un momento los amigos no te acarician de esa forma, y menos cuando estás dormido ¿cierto? Mientras Itachi se preguntaba todo eso y mucho más, su rostro se mostraba desfigurado por la sorpresa y la ira, estaba estupefacto, y con muchas ganas de descuartizar al maldito amigo de Sasuke quien obviamente se pasaba de los límites con su adorable e inocente hermanito, o eso es lo que él creía, hasta que escucho una leve risita proveniente de su otouto, esas que le dedicaba después de cometer una travesura. Y entonces lo entendió.
- Nii-san no pienses mal del dobe- se lo dijo con una medio sonrisa, que de inmediato cambió por su característico seño fruncido- o peor, de mí, sabes que yo nunca te haría eso- y ya era oficial la gracia de su broma se había ido, ahora se encontraba realmente molesto con Itachi, ¿en realidad creía que le era infiel? Se levantó de la cama bruscamente, llevándose a Itachi en el proceso, el cual cayó duramente en el piso alfombrado.
-¿Qué te pasa idiota?- eso definitivamente lo hizo reaccionar e intentar calmar a su hermanito- ¿Crees que soy una puta que se revuelca con medio mundo?- aunque por lo visto ya era un poco tarde, Sasuke no le dio tiempo de hablar y empezó a arrojarle todo lo que encontró en su mesita de noche, no bastándole eso corrió hasta su escritorio, y nuevamente le lanzó a Itachi todo lo que se encontraba en él, incluyendo al escritorio mismo. Con tanto daño recibido el mayor de los Uchihas a penas pudo ponerse en pie, intentó acercarse a Sasuke para disculparse pero éste lo echo de su habitación a empujones.
El pequeño Sasuke estaba molesto, más que molesto se sentía herido, su hermano lo consideraba un fácil, de ser sólo su hermano eso no le importaría en lo más mínimo, pero Itachi para él era el amor de su vida, era el único hombre al que amaba y que amaría, justo por eso le dolía que dudara de su fidelidad. Su intención sólo era bromear con él, por despertarlo de esa forma tan descarada, pero nunca pensó que su pequeña jugarreta llegaría a destruir la confianza que Itachi le tenía.
Intentó tranquilizarse, así que se dirigió al baño en su habitación y tomó una larga ducha. Al terminar su baño se colocó únicamente una toalla en la cintura y con otra se secaba el cabello, salió del baño a buscar algo de ropa, pero en el camino se dio cuenta del desastre en su habitación, odiaba el desorden, así que tal y como se encontraba recogió todo, hasta dejarlo de la misma forma en que se encontraba antes del incidente.
Estaba un poco más calmado, mientras se vestía consideró el disculparse con su nii-san, pero ¿por qué iba a disculparse? ¿Por hacerle una broma que él mismo se había buscado? ¿O porque el bastardo pensara le era infiel? ¡No señor! En todo caso el que debería ofrecer una disculpa sería Itachi, no él. Su estómago gruñó recordándole que no se había alimentado desde la mañana, y bufó molesto, ¿es que acaso hasta su cuerpo se ponía en su contra? ¡Eso era el colmo! Salió de su habitación completamente enfurecido de que su cuerpo lo tratase de esa forma, él que le daba un buen cuidado con una alimentación sana y ejercicio diario para que el muy desgraciado lo hiciera buscar comida cuando menos quería hacerlo.
Al llegar a la cocina se encontró con su adorado hermano hablando por teléfono, de seguro lo hacía con Shisui, pero como se le quitaron las ganas de cocinar decidió pedir comida a domicilio, le arrebató el teléfono a Itachi, colgó, marcó un número, hizo su pedido y emprendió su camino de vuelta a su habitación, con lo que no contaba era que Itachi lo detuviera en la puerta de la cocina jalándolo del brazo, de una forma demasiado brusca para su gusto.
-Escucha Sasuke, sé que estás molesto conmigo, sin ninguna razón debo decir- ¿sin ninguna razón? ¿Es que acaso tanto golpe lo había dejado idiota? ¡Estaba molesto por una buena razón!-pero eso no te da derecho de cortar mis llamadas, especialmente cuando estoy hablando con mi mejor amigo, y lo sabes- ah claro, ahora el ofendido era él, un segundo...
-Shisui tiene trato especial, pero si le doy uno así a Naruto tú pegas el grito en el cielo ¿no?- y la cara que puso Itachi le daba a entender que había entendido su error de hace un rato- Cuando haces algo con tu mejor amigo yo no te digo nada, aunque claro, si yo te hago una bromita usando al dobe, tú vienes y me acusas de abrir las piernas para mi mejor amigo, que por cierto es heterosexual y tiene novia- dijo esto levantando un poco la voz y acentuando mejor amigo en ambas ocasiones.
Itachi realmente lamentaba todo lo que decía Sasuke, y ¿cómo no? Todo era cierto, o parcialmente cierto, él desconfiaba de Naruto, y es que esos dos casi siempre estaban juntos, claro el poco tiempo que él le tenía permitido a su otouto, pero aún así, él nunca llego a desconfiar de Sasuke, de su amigo sí, pero no de su gran amor. Vio la cara agria que tenía Sasuke y se dio cuenta de que llevaba un rato sin prestarle atención, y antes de que el menor se enfureciera más, si eso era posible, decidió disculparse de una vez por todas.
-Gomenasai- dijo en un peque susurro que el pequeño Sasuke a penas había logrado escuchar, alzó una ceja e intentó averiguar que dijo su nii-san- ¿Qué?- no de una buena forma, pero lo intentó.
-Gomen, no era mi intención ofenderte, yo sólo...- bueno, eso sí lo escuchó perfectamente y le empezaba a gustar lo que decía- nunca quise dar a entender que... ehem, que te acostaras con Namikaze, es sólo que... no me diste tiempo de reaccionar y lo malentendiste todo... - ¿y ahora era su culpa? Pero que descarado era ese hombre, iba a reclamarle, pero Itachi lo detuvo de inmediato con un suave beso, seguido de otros más, quiso detenerlo, el problema era que le gustaba el sabor de esos labios, y esas caricias que... ¿caricias? Itachi ya se estaba pasando de la raya nuevamente y todavía no le había dicho lo que quería.
-Perdón... mi... culpa... total... mente...- se lo dijo entre beso y beso. Esas palabras, junto claro, a los mimos de su hermano, lo terminaron de convencer, así que dejó toda réplica y se lanzó a los brazos de su amado para darle un profundo y largo beso, esos que provocan un paro cardiaco.
Cortaron el beso por falta de aire, pero ni bien se recuperaron continuaron devorándose la boca, las manos de Itachi se paseaban en la espalda de Sasuke bajo su camisa, y bajaban hacia sus glúteos, no dudo en estrujarlos como siempre, acto que hizo gemir a Sasuke y cortar nuevamente sus besos, iba a replicar pero el mayor no queriendo detenerse lo acercó bastante a su cuerpo, y comenzó a besar su cuello con gula. Nuevamente derrotado, Sasuke abrazó a Itachi y envolvió su cintura con las piernas, con esto Itachi decidió que era tiempo de ir a su habitación para terminar de disculparse con su otouto de la forma en que más le gustaba, sujetó fuertemente de la cadera a su dulce amor mientras mordía la delicada piel de su cuello y se encaminó directamente a su habitación...