Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Anónimo por Mishogu

[Reviews - 45]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Perdon por la tardanza. perdi mi USB.

Capitulo II: Cuando la razón nos golpea.


 


-¿Qué te pasa? ¿No estas feliz?-Acaricio su cabeza amorosamente para consolarlo.


 


 -Hermano…-sollozo.-…me siento tan mal…como puede olvidarlo…y dejar que el me asesinara…que me alejara de el que amo tanto, yo siento lo mismo…-Se sorprendió así mismo haciendo ese tipo de declaraciones, y susurrando un nombre.-…Tsuzuki….


 


Lo dijo justo cuando el nuevo profesor entraba, lo miro de una forma muy fría hasta con odio, sintió que algo le quemaba la piel, levantándose la manga de la camisa, noto unas líneas rojas recorrerle el cuerpo:


 


-Hisoka… ¿Cuándo te hiciste esos tatuajes?-El castaño estaba de espaldas a la puerta, por lo que no miraba al mayor.


 


El rubio comenzó a hiperventilar hasta desmayarse, sosteniendo contra su pecho el ajado papel.


 


Poco después despertaba en la enfermería, cubierto por una sabana blanca y con una compresa fría en la frente, vio moverse algo en el fondo:


 


-¿Hijiri?-No obtuvo respuesta-… ¿Enfermera?- la figura vestida de blanco se movió hasta los pies de la camilla, sintió como trepaba a esta y empezaba a acariciar sus piernas metiendo las frías manos por debajo de la sabana y subiendo la bata que utilizaba, en ultima instancia dijo.-… ¿Profesor Muraki?


 


Una molesta risa de burla llamo su atención al otro lado, donde el susodicho se encendía un cigarrillo, enfoco bien la vista, notando que se traba de una mujer de largo cabello negro que le caía en el rostro, sus manos intentaban alcanzar su entrepierna:


 


-¡Deténgase…por favor!-Suplico levantándose para empujarla, pero antes que pudiera ponerle las manos encimas esta levanto la cara, mostrando algo realmente horrendo, no tenía ojos y se miraba que tenía el cuello cortado, sus mejillas estaban carcomidas y algunos gusanos le caían de las heridas.


 


-No se si lo escuchaste, pero aquí mismo desapareció hace poco una enfermera y aun no a aparecido…creo que ya la encontraste…-le dio una calada al cigarrillo dándole una señal a la enfermera de que lo matara, la cual saco de su propio cuello una soga y pretendía enrollarla en el de Hisoka.


 


Retrocedió asustado, la compresa se callo de su frente:


 


-Tsu…Tsu…Tsuzuki…-Lloriqueo pegándose a la pared. El cadáver deslizo la soga en su cuello dispuesta a tirar de el con todas sus fueras, al sentir el primer jalón, no dudo en gritar, pero la putrefacta mano se lo evito, cerro los ojos encomendándose a Kami-sama, el miedo provocaba una especie de energía que interfería con las luces y movía los muebles del lugar se armo de valor y empujo a la enfermera dándole una especie de descarga, el cadáver se quedo quieto, algunos frascos empezaron a romperse uno a uno y los fragmentos volaban por todos lados dispuestos a enterrarse en el profesor:


 


-¡No es esto lo que quiero!-Grito desesperado al notar como lo que su mente hacia, podía lastimar a alguien.-…aléjese, profesor, yo quiero lastimar a nadie…-Pero el peliplateado no se movió, solo esperaba el momento del ataque, de pronto, escucho:


 


-¡No lo hagas Hisoka!-Volteo el rostro, mirando las más bellas amatistas que hasta el momento había tenido el placer de ver.


 


Pero al voltear hacia ese otro hombre, los fragmentos de cristales cambiaron de objetivo, yendo directo a el, justo antes que lo atravesaran, se despertó gritando:


 


-¡Nooooooooooo!-Su hermano lo sostenía de los hombros, la bombilla de la lámpara exploto:


 


-Tranquilo…tranquilo…solo fue una pesadilla, que ya paso…-Sostuvo su rostro para que se concentrara solo en el, lo beso tiernamente en la frente.-…ya no tienes por que sentir miedo.


 


-Hijiri, yo... ¿Puedo hacerle daño a alguien?-Pregunto temblando, sintiéndose una amenaza para todos.


 


-Claro que no… ¿De donde sacaste eso?-Sonrió más no se rio, aquello resultaba una tontería incluso para Hisoka que siempre fue un angelito.-…mejor duérmete otra vez que mañana es otro día.-Aconsejo sabiamente acostándose a su lado, pues por la cara que tenía su hermano solo indicaba una cosa: Miedo.


 


Sintiendo el calor del cuerpo del otro volvió a acostarse dispuesto a recuperar energía, no sabia quien era Tsuzuki, pero algo le decía que en otra vida si, y perfectamente.


 


A la mañana siguiente sintió a Hijiri removerse medio incomodo por la posición que mantenía, el rubio sostenía con firmeza su cintura como si con ello lograría que jamás se levantara mientras el castaño podía ambas manos en los brazos de su hermano intentando despegarse de el, y en vano pues Hisoka tenia mucha fuerza.


 


Después de luchar mutuamente, terminaron rodando por el piso, uno que no entendía lo que había sucedido y el otro adolorido por haber quedado abajo.


 


-¡Hisoka!-Grito el castaño.-¡Ya levántate!


 


-Si…ya escuche…deja de gritar…-Se levanto metiéndose al baño para prepararse.


 


De camino a las clases notaron que un grupo de alumnos de grado superior miraba divertidos como un novato de primer año luchaba por librarse de un monto de manos que lo asediaban.


 


El rubio sintió un aura muy familiar, no conocía a ninguno de eso chicos, pero al menor en medio pareció que si lo conocía, solo que no lograba identificar de donde. En un segundo estaba junto a Hijiri para ir a clase y al otro entre el monto tomando al chico de la cintura golpeando a todo el que osara ponerle un solo dedo encima.


-¿Qué rayos crees que haces?-Uno de los sempais lo tomo del cabello, pero el chico, que de seguro no pasa los 13 años tomo su muñeca girándola hasta que se escucho un desagradable…Crac…El niño acababa de romperte la mano como si fuera una simple vara de madera.


 


Miro a los otros de forma amenazadora, no parecía el mismo, sus ojos de unos hermosos rojo sangre brillaban con intensidad, su sonrisa retorcida y hasta cierto punto maniática los obligo a escapar, pero Hisoka solo miraba atento.


 


-Hisoka-sempai…-Hablo con voz dulce e infantil.-…Es un gusto conocerle en persona…-Tomo la mano del rubio que se extendía por reflejo.


 


-El gusto es mío…Daion…-Sus ojos mostraron muy expresivos…un segundo, el no sabia quien era ese niño y ahora de la nada le decía un nombre…espero para ver que cara ponía el menor.


 


El morenito sonrió encantador poniendo las manos detrás de su espalda y ladeando tiernamente la cabeza.


 


Sin duda su sempai era alguien sorprendente, ya recordaba por si mismo.

Notas finales:

Alli tienen a Daion Ashi, mi personaje invitado, espero les guste.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).