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Pez de abril por Paz

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Notas del fanfic:

Era mi intención subir este fic el día 1 de abril ya que se trata de una “festividad” que se lleva a cabo ese día, sin embargo, mañana tengo una prueba médica y cuando acabe no se si estaré de humor para subirlo, por tanto voy a adelantar su subida. En un principio se trataba de un capítulo único, pero me dormí en los laureles y aunque medio lo tengo terminado, me falta completar el lemon, por tanto lo he dividido en dos capítulos, el siguiente lo subiré en pocos días más.

 

En cuanto a mis otros fics os pido disculpas por no actualizarlos, estoy pasando por una fase de vagitis porque las ideas parecen haberse ido de vacaciones.

Pez de abril

 

Basado en los personajes creados por Inoue Takehiko para el manga Slam Dunk

 

Por Paz

 

Capítulo Uno

 

 

 

Hanamichi se dirigía hacia el gimnasio seguido de sus amigos, que iban detrás de él intercambiando unos y otros miradas cómplices a su espalda.

 

Apenas el pelirrojo entra al edificio, Yohei llama su atención, señalando con la cabeza hacia un grupo de parterres y arbustos que forman parte del parque de la preparatoria y que dan sombran a los que eligen sentarse a comer en el césped bajo la sombra de los sakuras. Esta apartado del resto de los edificios que componen la preparatoria lo que les da cierta intimidad para hablar del asunto que tienen entre manos y del que Hanamichi va a ser la estrella principal, por ese motivo no iban a estar presentes para animarle durante el entrenamiento. El lugar que habían elegido era apropiado por dos motivos, primero, nadie podían enterarse de lo que estaban pensando hacer y segundo, desde allí escuchaban los gritos de los deportistas que practicaban en el gimnasio y sabrían cuando acababa el entrenamiento para volver al lado de Hanamichi.

 

-Tenemos una semana para disponerlo todo. –comenzó hablando Yohei, sentándose sobre el césped y mirando a sus compañeros que lo hicieron frente a él, dándole así la categoría de ser el líder del grupo-  Este año tiene que ser algo fuera de la común. Tiene que ser impactante, pero divertido, no queremos que piense que abusamos de su buena fe.

 

 -Por supuesto, es nuestro amigo –asintió Ookus, sin embargo, el tono de sus palabras parecía negar esa afirmación.

 

-No se que le pasa porque no quiere hablarlo conmigo, lo cual es bastante extraño, porque siempre me lo cuenta todo. –continuó Yohei, todos sabían que él era el paño de lágrimas del pelirrojo, gracias a eso conocían sus puntos débiles- Este año tendremos que improvisar. ¿Alguna idea? –preguntó dirigiendo su mirada a cada uno de ellos.

 

Ante el silencio de todos Yohei volvió a tomar la palabra.

 

-Yo lo veo así, desde hace un par de semanas Hanamichi esta pasando una de sus rachas, en las que debe de estar pensando "solo soy basura y nadie me quiere" –el asentimiento fue general- Por eso estamos aquí, tenemos que animarle. Se le ve bastante decaído y eso no es bueno, ni para él ni para nosotros, que nos aburrimos al no poder contar con él, -su mal genio era legendario y nadie podía acercársele sin recibir dolorosos cabezazos, más eso era un mal menor, la inocencia de Hanamichi era su mayor debilidad y lo bueno de eso era que lo ignoraba- Sabemos que aunque nuestra broma sea pesada él no se molesta en exceso. Lo cual es bueno para nosotros, hagamos lo que hagamos, él seguirá siendo nuestro amigo.

 

No lejos de ellos, Hanamichi entrena ignorante que su Gundam se prepara como años anteriores para hacerle una broma por el día del pez o el día de los tontos.

 

-Tenemos que pensar algo divertido –insistió Yohei- Hay que sacarle de ese estado depresivo en el que ha caído y que mejor cosa que una buena broma. Últimamente cae en sombríos ensimismamientos demasiado a menudo, en los que he notado que su mirada se oscurece y pierde la noción del tiempo. –seguían compartiendo el mismo salón y le observaba entre clase y clase. Su estado era preocupante.

 

-¿Cómo qué? –preguntó Noma.

 

-Sería más divertido hacerle caer como otras veces –comentó Takamiya con sonrisa maliciosa, aunque conseguir que Hanamichi olvidara lo que fuera que le molestaba sería bueno, porque iba a repercutir en todos ellos. Lo que resultaba molesto era esa inocencia que tenía para todo.

 

-Recordáis la cara de susto cuando bombardeamos su habitación –les recordó Noma quien no podía evitar reír ante aquel recuerdo- Fue ridículo verle esconderse debajo de la cama, con los brazos cruzando por encima de su cabeza, protegiéndose y con aquel pijama de color rosa con ositos.

 

-Y la vez que le hicimos creer que había tenido un ataque de rabia –recordó Ookus.- Faltó poco para que le diera un infarto, su cara de susto fue para grabarla.

 

-Poco después falleció su padre –recordó Yohei arrepentido por haberle echo aquella broma de mal gusto, fue cruel tuvo que reconocerlo.

 

Todos quedaron en silencio.

 

-Todos sabemos que para tener éxito tenemos que conocerle bien, saber sus aficiones y preocupaciones, podemos preparar una puesta en escena con cualquiera de ellas, si nos decidimos por el basquetball tiene que ser algo tan admirable que Hanamichi no tenga ninguna duda, si en cambio acertamos a plantearle una actitud positiva acerca de su preocupación, tenemos resuelto el problema, es decir que Hanamichi pique. –Explicó Yohei a sus atentos interlocutores- En este caso tenemos todo a nuestro favor para conseguirlo.

 

-Podemos hacerle creer que Haruko responde a sus sentimientos –propuso Takamiya tras asentir a lo que decía su amigo, y sin tener en cuenta que estaban, una vez más metiéndose en terreno de arenas movedizas jugando con los sentimientos de su amigo.

 

Al instante de escucharle todos se entusiasmaron, iba a ser una broma sencilla, no les llevaría mucho trabajo llevarla a cabo, aunque para ello necesitaban la colaboración de la chica.

 

-¿Crees que Haruko se prestará a participar? –preguntó dudoso Noma.

 

-¿Alguno de vosotros tiene una idea mejor? –inquirió Yohei.

 

-Hanamichi se sentirá feliz sabiendo que Haruko puede corresponderle –adujo Ookus sin tener en cuenta la decepción de su amigo cuando se enterara que se trataba de otra de sus bromas.

 

-Entonces… ¿estamos de acuerdo? –preguntó Yohei mirándoles interrogante.

 

-¿Cómo lo haríamos? –preguntó Noma, dando su consentimiento con ese interrogante.

 

-Podríamos hacerle creer que va a tener una cita con Haruko… -dijo Yohei.

 

-Esta vez llevaré una cámara para grabar el encuentro. Será divertido verla más tarde. –adujo Ookus con mirada maliciosa.

 

-Podemos hacerle pensar que Haruko busca algo más que verle –dijo Takamiya.

 

-¿Algo más…? –interrogo Noma sin comprender que quería decir su amigo.

 

-Si, darle a entender que la chica desea pasar a una relación más allá de la amistad. Qué desea ser su amantísima novia –sonrió al decirlo.

 

-Hanamichi sabe que es imposible, conoce sus sentimientos hacia Rukawa.

 

-Si ella es convincente… -dejo caer el muchacho.

 

-¿Cómo de convincente? –preguntó Yohei, esa parte le gustaba mucho más que hacerle una simple broma, tenía que ser algo más fuerte y Takamiya tenía una vena pervertida que podía venirles bien para llevar a cabo la inocentada contra su amigo, ya había olvidado que al principio habían comentado su deseo de apartarle de su nuevo estado de animo.

 

-Hanamichi es un iluso… -dijo sin que nadie le interrumpiera para debatir esa definición, todos estaban de acuerdo con él- Fácilmente manejable, sobre todo cuando se trata de sus enamoramientos, es incapaz de razonar.

 

-Todos sabemos que es un tonto, y hacerle esta broma el día de los tontos es más que aceptable –aseguró Ookus.

 

-Podemos decirle que hemos escuchado a Haruko decirle a su amiga que estaba sintiendo algo más que amistad por Hanamichi.

 

-No…, aunque hasta ahora él no ha dudado en aceptar nuestra guía, resultaría sospechoso que se lo dijéramos nosotros. –dedujo Yohei- Si queremos que Hanamichi se lo crea tiene que escucharlo de sus labios.

 

-No necesitamos recurrir a la chica, cuantos menos seamos mucho mejor, ella podría contárselo a sus amigas y podría llegar a oídos de Hanamichi –adujo Takamiya.

 

-Si ella no participa… -Noma y Ookus se miraron al tiempo de decir las mismas palabras, como si sus pensamientos estuvieran sincronizados en la misma onda.

 

-Estáis pensando en mi habilidad para imitar voces –Yohei era el más inteligente de los cuatro y supo que el gordito se refería a eso cuando comentó que no necesitaban a Haruko.

 

-Te has dado cuenta, puedes decirle lo que quieras y él pensará que Haruko al fin se ha enamorado de él.

 

-Cada vez me gusta más tú idea… -asintió Yohei dejando escapar una risilla- Hanamichi picara como un pez. Tenemos que pensar bien lo que vamos a decirle.

 

-¿Cuándo volveremos a reunirnos para hablarlo? –pregunto Noma, las voces del gimnasio habían disminuido.

 

-Este es un buen lugar, estamos apartados y nadie nos verá. La mejor hora es cuando Hanamichi esta entrenando. –respondió Yohei

 

-No crees que pueda ver que no estamos allí para animarle…, si no estamos se desmoralizara, somos el sostén sobre el que se apoya.

 

-Haremos lo mismo que ahora, volver unos minutos antes que terminen. –se quedo unos segundos en silencio como si meditara algo, enseguida expuso sus pensamientos-Es una lastimaba tener semejante cuerpazo y tan poca inteligencia. –sentenció Yohei, dejando escapar un poco el desdén que siente hacia su amigo.

 

-Y que lo digas, uno tanto y otros tan poco –dijo Takamiya también con resentimiento porque la naturaleza le había proporcionado un cuerpo poco esbelto.

 

-Será sencillo embaucarle. –asiente Noma sin advertir la envidia que destilan todos  ellos por la suerte que ha tenido Hanamichi luciendo figura, aunque no son capaces de reconocer ese sentimiento, solo saben que Hanamichi no tiene capacidad de entendimiento suficiente para sacar partido de su aspecto- Mientras siga dejándose aconsejar por nosotros…

 

-… podremos seguir llevándole por el camino adecuado. –concluyó Yohei, sabiendo que sutilmente han fomentado su fama de matón para así hacerle perder atractivo ante el elemento femenino. Aunque hubo unas algunas chicas que no se dejaron asustar por su aura negativa, solo él sabe que muchos de aquellos rechazos amorosos no se hubieran producido de no haber intervenido a tiempo, bien sabía que si se hubiera puesto de novio, habrían perdido la oportunidad de seguir divirtiéndose a su costa, solo bastaba con decir las palabras adecuadas en sus oídos para que rechazaran sus requerimientos. Esta seguro de conocerle bien, por ese motivo han explotado entre los cuatro ese conocimiento, burlándose de su simplicidad cuando él no estaba presente. Es tan cándido que no duda que ese día va a ser memorable.

 

El desengaño de Hanamichi cuando descubra que ha sido una nueva inocentada, tiene que quedar plasmado en un video. Si su broma cala profundamente en él su rostro expresara con todo su candor el desengaño y sin lugar a dudas no le importará ver esa expresión una y otra vez, porque todos ellos serán merecedores de conseguir que su desencanto le haga olvidar por un tiempo su deseo de tener novia y dedique más tiempo a sus amigos. Es consciente que Hanamichi se refugiara en ellos aún sabiendo que han sido los autores de la burla y ellos le recibirán con los brazos abiertos. Tiene que recordarle a Ookus que ese día lleve su cámara para grabarle- De acuerdo, quedamos en eso. Si alguno se despista de la hora, por la tarde estaremos aquí.

 

Todos asintieron y levantándose dieron por concluido su reunión.

 

***************

 

Cuando todos se marchan, un chico de cabellos negros y mirada azulina se incorpora de donde se había tumbado a dormir habiendo sido testigo involuntario de la conversación llevada a cabo por esos que se llaman amigos de Sakuragi. Dándose cuenta que todos ellos le envidian, por ello decidió que necesitaba seguir enterándose de sus planes, también él, aunque se perdiera el entrenamiento iba a estar presente a la tarde siguiente e iría preparado para no perder ni una sola sílaba de la conversación que lleven a cabo esos farsantes y así estar enterado de que manera van a humillar a su compañero, él no se lleva bien con Sakuragi pero de ahí a jugar con sus sentimientos hay un abismo y esos idiotas en lugar de apreciar la incondicional amistad que el pelirrojo les brinca la toman a escarnio.

 

Se siente furioso y sabe que hará lo que sea para desbaratar esas maquinaciones, lo que ellos entienden como una broma para celebrar el día de los inocentes, es una burla grotesca y sin sentido, que solo conseguirá herir a Sakuragi. No es necesario tener mucha inteligencia para darse cuenta que su compañero se apoya en la supuesta amistad y que saber que no le son leales va a dolerle, es consciente que es preferible el dolor de saberlo, a que el perjudicado permanezca en la ignorancia.

 

Lamenta ser él quien le abra los ojos.

 

Ensimismado en sus pensamientos olvida que se le ha pasado la hora del entrenamiento, cuando se da cuenta, sale corriendo hacia el gimnasio, cuando intempestivamente irrumpe en él, todos se vuelven, él les ignora y dirigiéndose hacia su capitán, se disculpa humildemente por su  retraso.

 

-Hey zorro, ¿te has quedado dormido en la terraza? –pregunta Sakuragi con una sonrisa socarrona.

 

-Algo así… -ha visto que en las gradas están los “amigos” de Sakuragi, prefiere que sigan pensando que aquel lugar es seguro para ellos.

 

-Cámbiate… y da unas vueltas antes de incorporarte al equipo, reemplazaras a Yasuda –decide Miyagi.

 

-Gracias, capitán –se apresura a dirigirse al vestuario, regresando pocos minutos después.

 

-Si que te has dado prisa –ríe cuando se une al equipo quedando a pocos pasos de él.

 

-No rías mucho que luego podrás llorar –masculla irritado.

 

-¡¡Wow!!. Qué miedo me das –al fijarse que no responde a su burla se queda mirándole con inquietud, preguntándose que ha querido decirle.

 

***************

 

Volvieron a reunirse dejando olvidadas sus clases de repaso por un rato.

 

-No puedo entretenerme mucho –comentó Yohei cuando los cuatro estuvieron reunidos, alejados de la vista que cualquier que pasara por allí debido a los altos parterres que delimitaban los jardines. He estado definiendo nuestros pasos a seguir. He escrito todo para que ninguno lo olvide. –Repartió unas hojas grapadas que los tres hojearon- Como podréis ver he escrito parte de el guión de lo que le diré.

 

-Aquí no dices como lo harás –comenta Noma.

 

-¿Será por teléfono? –inquirió Ookus.

 

-Mejor aún, aprovecharemos cuando Hanamichi este en el vestuario, él siempre se queda el último porque le avergüenza que le vean desnudo.

 

-Será porque lo tiene pequeño –Takamiya intentó hacerse el gracioso.

 

-Posiblemente sea eso… -no quiso admitir ante ellos que era todo lo contrario, nunca hasta ese día había visto algo tan enorme y fue de casualidad, tampoco Hanamichi se enteró que aquella tarde mientras se duchaba pudo verle con todo su esplendor y que ese detalle le hizo avergonzarse de no tenerlo él semejante trozo de carne, tosió para apartar ese pensamiento de su mente- Como bien dijo Ookus necesitamos una cámara para grabarle y también un lugar donde podamos llevar a cabo todo el montaje.

 

-En mi casa no puede ser… mis padres no tienen planeado ninguna salida en esa fecha –les avisó Ookus.

 

-Para entonces tendremos visita de unos parientes –comentó Takamiya disculpándose también.

 

-¿Noma? –miró al joven que estaba pensativo mientras leía las hojas que le había entregado Yohei.

 

-Disculpa… no… imposible… mi hermano ya la pedido para llevar a su grupo de amigos.

 

-Es un problema… -Yohei no tuvo necesidad de explicar que tampoco en su casa, sus padres llevaban mucho tiempo trabajando a jornada completa para alimentar cinco bocas, él era el mayor de los hermanos, el más pequeño solo tenía cinco meses.

 

-Explícanos en que consistirá la broma, luego veremos el modo de encontrar el lugar adecuado –dijo práctico Ookus.

 

-No es necesario muchas explicaciones, en esencia es lo que ya hemos dicho, "Haruko" hablará a Hanamichi y le pedirá que se encuentren en un lugar privado, posiblemente lejos del entorno conocido, de alguna manera le da a entender que  sus sentimientos han cambiado y que prefiere decírselo personalmente. Hanamichi no dudara en aceptar a su petición, por eso primordial encontrar un lugar para la cita.

 

-¿Un parque? –preguntó Takamiya.

 

-No, tiene que ser un lugar cerrado.

 

-Un hotel del amor –mencionó Noma.

 

-Tampoco, no tendríamos forma de acceder a la habitación.

 

-Hay un lugar en el que ninguno habéis pensado –dijo Ookus con una sonrisa.

 

-¿Cuál? –preguntaron a una mirándole.

 

-El piso de Hanamichi, habéis olvidado que el año pasado hicimos una copia de todas sus llaves, mientras uno de nosotros le entretiene, los demás podemos entrar y disponerlo todo a nuestro gusto. Su cuarto es una leonera y que decir de la sala, si dejamos allí una cámara preparada para grabarle, ni siquiera se dará cuenta que esta y no hay necesidad que estemos ahí pendientes de él, basta presentarnos unas horas después de la cita fallida y enterarnos de sus desdichas, estará mas que dispuesto a abrirnos su corazón.

 

-No será necesario ir todos, me consta que tiene el sueño pesado, -no iba a decirles que ese juego de llaves había sido utilizado en más de una ocasión, sobre todo pasada la medianoche cuando se metía sigiloso en el dormitorio de Hanamichi viéndole dormir- él mismo me lo dijo cuando fui una mañana a despertarle porque llegaba tarde al instituto –explicó cuando sus miradas interrogantes se posaron en él- Me ocuparé de ponerle la cámara la noche anterior, soy el que vivo más cerca de él y no tendré problemas para ausentarme de casa un rato.

 

-Entonces ya no hay más que decir…,

 

-Solo preparar el dialogo para engatusarle.

 

-Tengo que irme…, quedamos en eso. Mañana seguiremos hablando, si tenéis alguna nueva idea, me refiere al lugar, decirlo.

 

Minutos después solo se oía el sonido de la brisa al deslizarse entre las hojas de los árboles, ese tranquilo silencio fue roto por un movimiento entre los setos, un chico alto se levanto, sacudiéndose el uniforme de las ramitas adheridas a él, miró la grabadora que aún seguía en funcionamiento.

 

Ninguno de los chicos miró hacia atrás, por lo que no supieron que había un testigo de sus encuentros, se sentían tan seguros que prosiguieron su camino hacia el edificio del gimnasio como si nada les inquietara.

 

Se escuchó un leve "clic" Rukawa había apagado la grabadora y también él se dirigió a su entrenamiento.

 

***************

 

Esa misma tarde, tras una reprimenda por llegar otra vez tarde Rukawa decide que no tiene sentido esperar más para poner a Sakuragi en antecedentes de la pesada broma que su Gundam le va a hacer.

 

Asistió al entrenamiento durante la última media hora y cuando todos se marcharon a las duchas él se quedo practicando algunos tiros, había recordado que les había oído decir que Sakuragi no le gustaba tener testigos mientras se duchaba, sintió curiosidad y entró despacio al vestuario, solo se oía el sonido del agua correr, el resto de sus compañeros ya se habían marchado.

 

Antes que pudiera acercarse al área de duchas, escuchó cerrarse el paso del agua, su oportunidad se había perdido, por lo que se dirigió a su taquilla y la abrió con estrepitó para hacerle saber que no estaba solo.

 

No miró en su dirección cuando le escuchó dirigirse hacia su taquilla. Aunque ya no peleaban como el primer año, su relación no era de amigos, si le pedía quedarse no le escucharía, así que lo mejor era hacerle escuchar la grabación.

 

-Sakuragi… -llamó cuando pasaron unos minutos y le supuso vestido por el sonido que se escuchaba al otro lado de su taquilla. Ante su silencio, dio unos pasos en su dirección, viendo que él avanzaba en la misma.

 

Se miraron fijamente.

 

-Entretente escuchándolo mientras me ducho… -y le tiró hacia las manos el pequeño artilugio con la seguridad que no lo dejaría caer- tienes que rebobinarlo.-le avisó.

 

Sakuragi miró la pequeña grabadora y luego su mirada se dirigió hacia Rukawa, solo vió su espalda.

 

-¿Qué significa…? –preguntó desconcertado.

 

-Solo escúchalo y por favor no mates al mensajero. –dijo con una leve sonrisa que el pelirrojo no vio.

 

Desconcertado, dio varias vueltas entre sus dedos a la grabadora, si pudiera así descifrar las extrañas palabras de Rukawa, cuando escuchó que una de las duchas era abierta, trago saliva al imaginarlo bajo el chorro del agua, para apartar ese lujurioso pensamiento, hizo lo que le dijo, rebobinó la cinta y sentándose en un banco procedió a escucharla, se quedo sorprendido al reconocer la voz de su amigo Yohei.

 

Veinte minutos después, Rukawa ante el extraño silencio que procedía del vestuario pensó que Sakuragi se había marchado y que no sabría si la había escuchado o no. Procedió a vestirse y cuando iba a marchar le vio sentado en el banco, con la grabadora sujeta firmemente entre sus dedos.

 

Se acercó a él, poniéndose en cuclillas para quedar su rostro a su altura, vio la triste mirada de sus ojos y supo que si, que ya sabía que clase de amigos tenía.

 

-Lo siento…, discúlpame por ser quien…

 

-No digas nada. Solo dime si estas dispuesto a prestarme tu ayuda.

 

-La tienes incondicional.

 

-Gracias.

 

Por primera vez salieron juntos del gimnasio, sin peleas ni recriminaciones.

 

Como dos buenos amigos hicieron parte del camino hablando, Rukawa le contó la conversación del día anterior entre sus amigos, si se lo hubiera dicho sin la prueba de su grabación le hubiera costado creerle, pero después de escucharles. No dudaba que todo lo que dijeron era cierto.

 

Le dolía conocer la opinión que tenían de él.

 

El atardecer ya había quedado atrás y las primeras estrellas comenzaban a asomar en el cielo, cuando llegaron al punto donde se separaban Hanamichi quiso confirmar lo que ya sabia.

 

-¿Me ayudarás?

 

-Si.

 

-Yo no sabría como…

 

-Déjalo en mis manos.

 

-Confío en ti.

 

-Gracias, -ahora fue él el agradecido.

 

Se separaron tras una leve inclinación de cabeza.

 

***************

 

Se había entretenido y salía más tarde que otros dias, por lo que tiró con excesiva fuerza del picaporte de la puerta del vestuario, del otro lado le llego una exclamación apagada.

 

-Disculpa… -intentó abrir más despacio, pero quien estaba del otro lado no se lo permitió- ¿Qué broma es esta? –Inquirió enojado- Déjame salir.

 

-Sakuragi-kun…

 

-Haruko… ¿eres tú? –su voz se suavizó.

 

-Si…

 

-¿Qué te ocurre? Sabes que puedes contar conmigo –hizo intención de salir.

 

-No… por favor, escúchame desde ahí… me avergüenza tener que pedirte esto.

 

-Tranquila… no volveré a intentarlo, me sentaré y te escucharé –y así lo hizo apoyando la espalda sobre la puerta-¿Qué puedo hacer por ti?

 

-Podríamos vernos mañana… -titubeó en seguir hablando.

 

-No hay problema… dime donde quieres que te acompañe –dijo animoso- Eres mi amiga y sabes que puedes contar conmigo… -escuchó una ahoga exclamación- ¿Qué pasa?

 

-Nada… me…me emocione…. yo… yo…

 

¿Tú que…? –preguntó ante sus titubeos.

 

-Me gustas…

 

-Tú también me gustas… -reconoció.

 

-Me gustas mucho… -afirmó Haruko. El silencio del otro lado se alargó- ¿Sakuragi-kun?

 

-Sigo aquí –dejo escapar una risa divertida- Entonces… nuestro encuentro de mañana… ¿es una cita? ¿Cómo si fuéramos novios? –preguntó como si hubiera procesado esa información en ese instante.

 

-Si… -su respuesta fue apenas un murmullo- Mi hermano me protege en exceso, ¿no te importa si voy a tu casa después del entrenamiento…? para que él no sepa que nos vemos.

 

-Lo siento… en mi piso no puede ser… -escuchó una exclamación como de inesperada sorpresa- anoche tuve una inundación y estoy viviendo con un compañero, si quieres le puedo pedir que nos deje solos un par de horas para que podamos hablar tranquilamente.

 

-Bueno… -titubeo-… estás seguro que podremos estar solos. Me avergüenza que sepan que voy a ver a un chico en su casa. Es importante lo que quiero decirte.

 

-¿Tienes papel y lápiz? –preguntó a su vez a modo de respuesta, al oír su afirmación le paso la dirección.

 

-Gracias… nos vemos mañana… te prometo que te hará feliz lo que tengo que decirte.

 

-Estaré contando con impaciencia las horas hasta que te vea. –respondió a su vez Hanamichi.

 

-Me voy, por favor no salgas hasta darme tiempo a salir… ¿me lo prometes? Iré guapa solo para ti. -prometió.

 

-Siempre lo eres, dulce y guapa. –musito Hanamichi a modo de despedida.

 

Del otro lado de la puerta, los chicos estaban todos presentes, asintieron con una sonrisa. Hanamichi había picado. Mañana sería el día.

 

Hanamichi continuo sentado, sin hacer intención de salir, permaneció allí hasta que sonó su móvil, era Rukawa.

 

-Tengo que irme… ellos se han quedado a pocos pasos de la entrada al gimnasio, me da la impresión que te esperan.

 

-Gracias.

 

-Mañana nos vemos.

 

-Si.

 

Cortó la comunicación y tras meterlo en su bolso, se levantó y salió, recorrió en silencio el pasillo acercándose a la puerta de salida, tal como le había dicho allí estaban.

 

-Hola… muchachos…. –saludo alegre- Os creía ya en vuestras casas.

 

-Te esperamos para ir a Danny's. Te invitamos a tomar lo que quieras.

 

-Os lo agradezco –dijo con una sonrisa luminosa en su rostro.

 

Y los cinco salieron de Shohoku dirigiéndose al local donde solían ir cuando le invitaban. Su economía no era muy boyante y agradecía las muchas veces que había comido a costa de cualquiera de ellos.

 

-Se te ve muy contento –dijo Yohei a su espalda.

 

-Soy feliz…. –como iban un par de pasos por delante de ellos no vió la expresión de sus rostros, aunque era fácil imaginárselas.

 

-Hemos llegado… -dijo traspasando la puerta del local.

 

***************

 

Llegó el 1 de abril.

 

***************

 

Le llamó la atención el contraste de aquellas callejuelas con casas individuales, frente a los grandes edificios de propiedad horizontal que habían quedado a su espalda, era impresionante, seguramente quienes allí vivían no eran mi mucho menos pobretones, pero el abandono de aquellas calles dejaba mucho que pensar del servicio de infraestructuras de la ciudad, la mayoría de aquellas casas tenían mucho mejor aspecto que aquella delante de la cual estaba parado, daba la impresión que hubiera sido abandonada hacia mucho tiempo o que su dueño no disponía de medios suficientes para evitar el evidente deterioro.

 

Miró una vez más el papel que estrujaba entre sus dedos y comprobó la dirección que había recibido por parte de su compañero de equipo, no cabían dudas que estaba en el lugar correcto, dándose cuenta que le había menospreciado convencido que vivía con sus padres recibiendo su cariño y teniendo las atenciones que a él le faltaba por la temprana muerte de sus progenitores.

 

Llamó a la puerta y enseguida, Rukawa apareció delante de él.

 

-Pasa… -se hizo a un lado para dejarle entrar.

 

-¿Estas seguro que quieres hacerlo? –preguntó, porque él temblaba con solo pensar en ello.

 

-Si…, cuando les escuche hablar así de ti supe que tenían que probar un poco de su propia medicina.

 

-Nunca hice algo como…. –se turbó solo con pensarlo.

 

-Tampoco yo…

 

-¿Lo tienes todo?

 

-Si. Nos queda media hora para ultimar todos los detalles.

 

-Vamos entonces.

 

-Por aquí… abrió una puerta y los dos pasaron a otra habitación cerrándose a sus espaldas.

 

***************

 

-¿Es esta la dirección que te dio? –preguntó Noma cuando se fijo en la destartalada vivienda en comparación con las que le rodeaban.

 

-Si… -respondió Yohei también desconcertado.

 

-Definitivamente, Hanamichi no tiene sentido… ¡Vaya lugar para una cita!

 

-Si yo fuera la chica saldría corriendo –acotó Takamiya ratificando así las palabras de su amigo.

 

-¿Llamamos? –preguntó el rubio.

 

-¿Quieres que él se entere que estamos aquí? –preguntó a su vez Yohei, mirándole con censura.

 

-Esta casa me da malas vibraciones. –replicó.

 

-Tonterías…, acerquémonos despacio y miremos por las ventanas, tenemos que encontrar un lugar desde donde podamos grabarle.

 

Así lo hicieron, afortunadamente, la vivienda estaba ubicada en un lugar que pasaba desapercibida la presencia de extraños, un seto con descuidado crecimiento la aislaba del exterior. Al acercarse vieron que la cancela estaba abierta, la traspasaron vieron que el jardín también tenía un aspecto de abandono total. Tras dar la vuelta en ambos sentidos a la vivienda, reencontrándose una vez más delante comprobaron que ninguna ventana permitía ver el interior de la vivienda.

 

-Es extraño…-tuvo que reconocer Yohei que Ookus tenía parte de razón.

 

-La puerta esta abierta… -dijo Takamiya.

 

-¡Qué descuidados! –dijo Noma

 

-No entréis –demasiado tarde, Noma y Takamiya ya estaban dentro, les siguieron en silencio, se dio cuenta que desde esa posición se podía ver la calle, por lo que cerró tras él la puerta.

 

Los cuatro se miraron desconcertados. Al fondo del guenkan se veía una luz potente.

 

-No hagáis ruido, ni habléis –les susurró Yohei- No queremos que Hanamichi nos oiga.

 

Asintieron todos. Ookus sacó la cámara disponiéndolo todo para que estuviera preparada para grabar.

 

Tras mirarse asintiendo, comenzaron a andar hacia la luz.

 

Desembocaron en una pieza de reducidas dimensiones, unos focos de luz de potencia máxima iluminaba el lugar, se veía un par de puertas y un cristal a modo de ventana por todo mobiliario.

 

-Qué extraño, ninguna puerta se abre –comentó Takamiya que curioso como era trasteaba en todo lo que se ponía a su alcance, llevado por su deseo de encontrar comida.

 

-¿Qué sentido tiene esta luz? –se preguntó a si mismo en voz alta mirando a su alrededor con desconcierto, aquella habitación no tenía ningún adorno, excepto aquel cuadro espejado, en una de las paredes.

 

Noma sacó de un bolsillo su peine y se acercó para reflejarse en el vidrio oscuro con la clara intención de dar un repaso a su cabello. Se quedo inmovilizado apenas quedo frente al cristal.

 

-Chicos… esto no es un vidrio cualquiera. ¡Mirad, desde aquí se ve a Hanamichi!

 

Todos se agolparon a su alrededor para ver. Se quedaron asombrados al confirmar las palabras de Noma. Al darse cuenta que Hanamichi no les veía creyó comprender que del otro lado simulaba ser un espejo. Era como una ventana en la que se podía ver lo que había del otro lado.

 

Se trataba de una sala, Hanamichi estaba sentado en el suelo, junto a una mesa sobre la que veía que había estado comiendo y bebiendo, mirando nerviosamente a su alrededor, de vez en cuanto lanzaba miradas a su reloj, pero lo que más llamaba la atención era su atuendo, llevaba puesto una yukata en tonos degrade azul, con florcillas en dos tonos, un azul oscuro que destacaba con el fondo de la tela y un violáceo tirando a lila, ajustado alrededor de su cintura un obi en tono azul, las mangas estaban recogidas hasta sus hombros, mostrando sus brazos desnudos y de músculos firmes, su postura era muy sensual, porque tenía una pierna doblada mientras la otra descansaba en el piso, el borde de su vestimenta se había abierto dejando al alcance de sus miradas aquel muslo que tenía levantado.

 

La postura de Hanamichi aparentaba estar relajada, más para cualquiera que pudiera mirarle mejor se daría cuenta que estaba nervioso y sus amigos no eran la excepción.

 

-Esta impaciente… -dijo Ookus comenzando a grabar, aunque no estaba seguro si la imagen sería buena, al menos a través del visor se veía todo bien.

 

Inesperadamente vieron aparecer a Rukawa, se miraron desconcertados.

 

***************

 

-¿Qué haces aquí? –Hanamichi se levantó al verle.

 

-Esta es mi casa, ¿no? –se paró delante de él.

 

-Me dijiste que me la prestabas por unas horas.  ¡Vete! –exigió.

 

-He cambiado de idea… quiero saber que es lo que planeas…

 

-Eres un idiota…. –dijo Hanamichi frustrado, su mirada encendida era suficiente para amilanar a alguien menos valiente que Rukawa.

 

-Y tú un torpe…, -le miró fijamente- ahora lo entiendo, tienes una cita amorosa, es eso, ¿no?

 

-No te interesa… por favor vete… -se mostró amistoso para conseguir que se fuera.

 

-¿Quién es ella? –preguntó cruzándose de brazos delante suyo, poco dispuesto a satisfacer su deseo, después de todo aquella era su casa.

 

-No te importa…

 

-Así que tenía razón… -sonrió, pero su sonrisa no tenía nada de agradable- Déjame pensar… -se quedaron en silencio, enfrentadas sus miradas- ¿No irás detrás de mi chica?

 

-¿Tu chica? –Abrió mucho los ojos como si no pudiera creer lo que oía- ¿Qué chica? –preguntó a su vez, su expresión de perplejidad era notaria.

 

-La ayudante de Ayako… sabes bien que esta enamorada de mí. Las chicas de ahora son muy lanzadas, me pidió ser mi novia y acabe aceptado, llevamos juntos desde hace unas semanas. –le puso al tanto de su relación con mirada divertida.

 

-No es cierto…, ella me hablo después del entrenamiento, me dijo que sentía algo por mí. Me pidió vernos  sin que su hermano lo supiera, le teme porque es muy protector con ella.

 

-Y le diste esta dirección… -dejo escapar una risa malévola- Entonces no la esperes, ella ha estado aquí un par de veces, o deberé decir un par de noches –dando así a entender que su relación había pasado a una relación más intima.

 

-¡Mentira! No es cierto…. Solo quieres hacerme daño, me odias –dijo empujándole para apartarle de su lado.

 

-¡Iluso! –Se carcajeo de él- Haruko me ama solo a mí, si te llamo que lo dudo solo fue para burlarse de ti, como hace cuando estamos juntos, lo hace a menudo, ¿sabes? –Su sonrisa le daba una expresión siniestra- Déjame que recuerde, ah si –recitó con sorna- “Solo es un pobre idiota que esta enamorado de mi, no se da cuenta que solo lastima puedo sentir por él, mientras tenga esperanzas dará todo de si y eso por eso le soporto. Tuve que hacer ese sacrificio por mi hermano, él deseaba con fervor ganar el campeonato antes de dejar Shohoku y ahora no se como darle a entender que no me interesa ni su amistad ni sus sentimientos.

 

-¡Maldito! –se abalanzó contra él dispuesto a golpearlo.

 

Rukawa no se quedo quieto esperando el golpe y en segundos los dos estaban enzarzados en una brutal pelea, en la que fueron destrozando el escaso mobiliario de la habitación con el impacto de sus cuerpos, hasta que finalmente enlazados, en lo que ninguno de los dos quería soltar al otro, cayeron al suelo, Hanamichi sobre el piso con Rukawa entre sus piernas, ninguno de los dos hacia ademán de soltarse de su agarre.

 

Durante unos segundos se quedaron inmovilizados, mirándose, enseguida el rostro de Sakuragi se tiño de color enrojeciendo, como si la sangre hubiera acudido toda a su cara, más el sentía que otra parte de su anatomía estaba reaccionando a su intimo contacto.

 

Consciente de esa circunstancia se movió con torpeza para apartarse de él como si apestara, su mano rozó el mango de un cuchillo que había caído al piso durante la pelea, cerró su mano alrededor de el llevándolo hacia delante y cortando en un instante el brazo que se alzaba para golpearlo.

 

-¡Eres un maldito, marica! –exclamó al tiempo que se apartaba sin importarle la sangre que caía hacia el piso cuando los dos quedaron arrodillados en medio de la habitación jadeantes por el esfuerzo de la pelea.

 

Aturdido, ajeno a la brusca afirmación de su compañero, Hanamichi le miraba como si no pudiera creerlo, viendo la sangre que brotaba de un profundo tajo a la altura de su codo.

 

-¡Me das asco… eres repugnante…! –Exclamaba poniendo su mano armada entre ellos, con la punta en dirección al vientre de su compañero- ¡¡Maricón!! –su fría mirada tomó un brillo amenazante sin dejar de insultarle.

 

Levantó su mano libre y la apoyó en el hombro de Sakuragi, en un principio, pareció amistoso su gesto, como si estuviera arrepentido de su actitud, luego su mano armada se clavó en su vientre y la otra aferrada a él impidiéndole apartarse mientras la derecha se movía en horizontal profundizando la herida. Su mirada tenía un brillo de locura.

 

Sakuragi abrió los ojos como si pensara que estaba viviendo una pesadilla, su grito de dolor fue espeluznante, su cuerpo convulsionó al sentir el acero clavándose en su vientre y el penetrante dolor cuando la hoja removía sus entrañas, su mirada descendió incrédula al ver como salían por el profundo corte sus intestinos y llevándose las manos al corte intentando contener su salida, al tiempo que sentía descender por sus piernas un líquido cálido que se esparcía a sus pies formando un charco, el terror de su mirada le impedía darse cuenta que sus esfínteres se habían aflojado, llegando hasta su olfato el hedor que salía de su órgano rajado.

 

-¡Rukawa! Me has matado… -balbuceó, un borbotón de sangre salió por su boca y sus labios se tiñeron de sangre.

 

-¡¡Basura…!! Tú te lo has buscado. -dijo apartándose finalmente de él sin importarle que la sangre de su compañero le había alcanzado salpicando sus ropas.

 

Se puso de pie y se dirigió hacia el espejo, hizo una mueca al ver el aspecto que tenía, paso el dorso de su mano por su mejilla, dejando un rastro mayor de sangre, aún sostenía en la otra el cuchillo que dejo caer con un golpe seco, a su espalda, Sakuragi convulsionaba hasta quedar inmovilizado.

 

Había muerto.

 

Cuando el último jadeo dejo de oírse, medio se volvió como queriendo confirmar lo que ya sabía. Volvió a mirar al frente, la punta de su lengua recorrió su labio inferior humedeciéndolo, relamiendo con deliciosa satisfacción la sangre que le había salpicado.

 

 Solo entonces Rukawa se movió hacia su izquierda apartándose del espejo. Abrió la puerta y se presentó ante los cuatro chicos inmovilizados por el terror.

 

***************

 

Habían seguido en silencio el desarrollo de aquella conversación, sin preguntarse por donde llegaban sus voces, incapaces de ordenar sus pensamientos, sin cuestionarse como Hanamichi había pedido ayudada a su rival, verles pelearse no era algo nuevo, lo hacían demasiado a menudo.

 

Pero entonces ocurrió lo más inesperado, vieron como los dos caían al suelo y rodaban durante un par de vueltas hasta que Rukawa le impidió moverse al quedar tumbado sobre él.

 

Advirtieron que Rukawa estaba apoyado contra su cuerpo, inmovilizándole con su peso, no les hubiera extrañado de no ser porque Hanamichi estaba con las piernas abiertas y el chico en medio de ellas. Aquella posición les resultó indecente, sobre todo cuando se dieron cuenta que su rostro estaba enrojeciendo y que luchaba por quitarse de encima a su rival, no podían creer lo que estaban viendo, Rukawa medio se incorporo deslizándose hacia atrás sin separar sus caderas de él, dando la impresión que lo estaba disfrutando, mirándole al rostro, sin embargo sus palabras les dejaron sin aliento dándoles una idea equivocada de la situación.

 

Hanamichi se había empalmado, estaba excitado, ese pensamiento estaba marcado en los rostros de los inevitables espectadores.

 

Si creían que lo habían visto todo, pronto se dieron cuenta que estaban equivocados, en un instante todo lo más era una de tantas peleas, al segundo siguiente la sangre que brotaba del brazo de Hanamichi les hizo comprender que Rukawa estaba provisto de un cuchillo, posiblemente que estaba sobre la mesa y en un descuido de Hanamichi se había hecho con él, hiriéndole, sus palabras retumbaban en sus oídos, el corte en su antebrazo era profundo, la sangre se deslizaba hacia sus dedos, veían la mirada aturdida de su amigo que parecía no comprender lo que pasaba y las palabras hirientes de Rukawa les movilizaron.

 

Y entonces se desato el caos en aquella habitación, comenzaron a gritarse unos a otros.

 

-Lo va a matar –chillo Takamiya a la vista del cuchillo ensangrentado.

 

Yohei y Ookus golpeaban con los puños el cristal pretendiendo inútilmente romperlo para ayudar a su amigo. Entretanto Takamiya daba topetazos contra la puerta en un vano intento de echarla abajo, solo conseguía rebotar contra ella y lastimarse los hombros.

 

-¡¡¡Llama a la policía…!!! -chilló Noma golpeando el hueco donde se veía la puerta, a la que le faltaba el picaporte para abrirla apartándole de allí para probar suerte él.

 

-No funciona… hay interferencias –gritó Takamiya rabioso porque los nervios le traicionaban y se sentía incapaz de marcar el número de emergencias.

 

Las voces del interior de esa habitación seguían oyéndose pero su sentido se perdía en medio de los gritos y la desesperación de los chicos que veían impotentes como su amigo era acuchillado por Rukawa que fríamente le sostenía, su rostro estaba frente al de su víctima y su sonrisa era macabra porque se le veía feliz con ese desenlace. La rivalidad había dado paso al odio y este cegado por ese sentimiento le apuñaló sin piedad.

 

-¡¡La puerta de la calle no se abre….!!¡¡Estamos encerrados con este loco!! ¡¡Han tapiado las ventanas!! ¡¡Esto ha sido una encerrona!! -gritaba Ookus que había dejado de golpear el vidrio para ir a pedir ayuda del exterior- ¡¡Rukawa ha enloquecido!! – dándose cuenta demasiado tarde que era extraño haber encontrado las ventanas tapiadas, como si ya tuviera en mente acabar con su rival.

 

El grito de Hanamichi les erizó los cabellos de la nuca y durante unos segundos se quedaron inmovilizados por el más puro terror, luego todos a una comenzaron a moverse, golpeando la puerta o el cristal que les separaba de esa escena de terror, con la certeza que eran incapaces de traspasar la barrera que había de por medio.

 

-¡Hanamichi…. Hanamichi!! –gritaba Yohei desesperado su nombre mientras golpeaba el cristal con ambos puños, sin que le hiciera el menor efecto, excepto lastimarse él, pero en aquellos instantes, viendo como su amigo moría ante sus ojos, no pensaba en si mismo- ¡¡¡¡¡¡Nooooooooooo….!!!!!!!!! Maldito… maldito –gritaba a la figura que del otro lado del cristal le sonreía con suficiencia, mientras su fría mirada parecía fija en él- maldito… -sollozó dejándose caer al piso ante la mirada aterrada de sus amigos- Le ha matado…, le ha matado…  -el horror de sus miradas lo decía todo, también ellos tenían esa certeza.

 

Al escuchar un clic, todos se volvieron hacia el lugar de donde procedía, Rukawa asomó su alta figura por el hueco que había dejado abierto, la frialdad de su mirada quedo fija en cada uno de ellos durante unos segundos, como evaluando que iba a hacer con aquellos testigos indeseables. El espanto en sus miradas hacia su persona era tan patente que estaban inmovilizados por el terror que estaban aún experimentando.

 

-¡¡Pez de abril!! –dijo Rukawa con un brillo extraño en sus ojos.

 

Continúa en el próximo capítulo…

 

 

Notas finales:

*La mayoría de los pueblos hispano hablantes celebra el día de los inocentes el 28 de diciembre, me he enterado que en la cultura anglosajona (entiéndase Inglaterra) y en otros países como Francia, Alemania, Brasil o Japón, se lleva a cabo el 1 de abril y se le conoce con el nombre de “Día de los tontos” o “día del pez o pez de abril y no tiene nada que ver con la conmemoración de la matanza de los inocentes según la Biblia llevada a cabo por Herodes.


*La frase hace referencia a la antigüedad, cuando el mensajero de malas noticias era ejecutado.


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