Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Varados por Iztaxochitl

[Reviews - 20]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Disfruten

 

 

Lentamente fue despertando. Sentía que había sido atropellado por 7 camiones, pues no podía mover ni un músculo, y le daba la impresión de que si lo hacía, se rompería.

Con trabajos, lentamente abrió los ojos, y vio el cielo azul. Un hermoso azul con alguna que otra nube. Respiró profundo y movió la mano derecha, y la puso frente a sus ojos, como si fuera la primera vez que la viera. Hizo un gran y monumental esfuerzo, y por fin logró sentarse… Oh oh… donde estaba? Vio el mar. Volteo a su alrededor, y solo vio una selva a su derecha, y más mar y arena en todas direcciones… ESTABA EN UNA ISLA!!! Pero como rayos había llegado ahí? Entonces recordó… esa voz… quizás lo había soñado… pero para él había sido demasiado real. Aunque, pensándolo lógica y racionalmente, no podía ser real… En el avión sólo se encontraban el piloto, el copiloto y la chica que lo atendía. Y estaba seguro, con golpe en la cabeza y todo, que esa voz no era de ninguno de ellos. Además de que le habían dicho niño rico… no podía ser nadie de ellos.

El caso es que tenía que encontrar la manera más rápida y efectiva de salir de ahí. Busco su inseparable celular… pero no halló nada en sus bolsillo, seguramente estaba ya en el fondo del mar.

De pronto, algo sí que lo asustó.

Alguien o algo aventó un gran racimo de plátanos a un lado de él, dándole el susto de su vida.

-Vaya niño rico, por fin despiertas- ESA VOZ! Seto volteó bruscamente para ver de quien se trataba, y vio a un joven un poco más bajo que él, rubio, de ojos castaños, con una camisa que alguna vez fue blanca, y ahora estaba muy sucia, y rasgada, y unos pantalones de mezclilla, así como unos tenis que también en algún tiempo  debieron de haber sido blancos.

Kaiba estaba confundido… de donde había salido? Definitivamente no había visto nadie así en el avión… y dudaba que fuera un viajero que se dedicaba a rescatar a empresarios famosos y poderosos de accidentes desafortunados como el que acababa de vivir… sip, definitivamente descartó esa idea…

-Vamos, como una banana. Seguramente no son tan buenas como las que tú has de tener en tu gran mansión, pero llevas 3 días inconsciente, te hace falta-

Seto Kaiba + estupefacto = Nunc antes visto.

Pero sí que lo estaba. El rubio tomó 2 plátanos y se los ofreció al ojiazul quien los recibió más por inercia que por conciencia, pero al fin y al cabo los tomó.

Comenzó a comer, y su apetito se disparó. Aún cuando estaba despierto, estaba como ido. Había demasiadas incógnitas en su cabeza, y no podía pensar con claridad. Pero, después de unos 12 plátanos, su cerebro se empezó a reponer.

-Quién eres, y como llegamos aquí?-

-Uyyyy, DE NADA! Estamos en alguna isla aparentemente desierta y yo soy Joey Wheeler- dijo sonriente el chico.

-Cómo llegamos aquí?- Siguió cuestionando el mayor.

-Pues… hubo un accidente en el avión, un rayo golpeó un motor, y cuando el piloto iba a acuatizar, otro rayo golpeó la cola, haciendo que el avión explotara y cayéramos al mar. Cuando lograste salir, algo te golpeó en la cabeza y casi perdiste el conocimiento. De no ser por que te vi, y te subí al bote inflable en el que me encontraba, te habrías ahogado.-

OK! Eso si que se le hizo sospechoso al castaño.

-Y dime Wheeler, de donde demonios sacaste un bote inflable tan oportunamente, y que carajos estabas haciendo en MI avión?- El tono del CEO era agresivo, cosa que no le agradó mucho a Joey.

-Pues lo busqué en cuanto se oyó la primera explosión, y lo traía conmigo al caer al mar. Y el por que andaba yo ahí, no te importa…- El castaño frunció el ceño.

-No me importa? Estoy varado en una isla desierta en medio de la nada, contigo, alguien a quien nunca jamás en mi vida había visto, siendo que venías en mi avión privado en algún lugar que no se, yo no se por que!! Creo que sí me importa, y me debes una explicación Wheeler- Exasperación en exceso era una de las tantas emociones que sentía en CEO en este momento.

-Se te olvido mencionar algo, Gracias A MI estas vivo! Ricachón engreído.-

-Dime que demonios hacías en mi avión-

-Soy fotógrafo, buscaba una exclusiva tuya que me ayudará a conseguir un dinero que necesito. Pero ni te preocupes, conociéndote a ti y a tu gente, en unos días ya nos habrán encontrado.-

-NO PIENSO ESTAR NI UN DÍA MÁS EN ESTA ESTUPIDA ISLA CON UN IDIOTA PERRO COMO TÚ!!!-

El rubio sonrió cínicamente.

-Pues anda- dijo serenamente –Nada hasta la ciudad… creo que te ahogarás mucho antes de llegar- El rubio se dio media vuelta y se fue hacia el mar, pero antes volteó y gritó. –Y DE NADA!-

Se quitó la camisa y los pantalones, y se metió al mar en ropa interior.

 

Seto Kaiba estaba totalmente en shock. Pareciera que veía al rubio bañarse en el mar, pero veía a la nada, totalmente estupefacto.

Cómo podía Wheeler estar tan tranquilo con todo lo que estaba sucediendo? Por que, aún que estaba totalmente metido en sus pensamientos, podía ver como el rubio sonreía mientras jugaba con las olas.

Tres días… Wheeler le había dicho que había estado inconsciente tres días. Por lo tanto, no tenía ni idea de donde estaban, para donde se habían movido después del accidente, ni como había hecho el perro para llevarlo hasta la isla. Ciertamente, el rubio se había tomado la molestia de salvarlo, pero tampoco era como si él se lo hubiera pedido.

Se preguntó como estarían sus hermanos. Seguramente ya se habían enterado del accidente, y tendrían a toda la milicia y las fuerzas especiales es su búsqueda… Seto suspiró… solo deseaba que no tardaran mucho en encontrarlo.

Después de un rato nomás sentado, no sabía que hacer, pero ciertamente, sabía que no quería estar ahí dependiendo del rubio, que aparentemente sabía más que él de esto de estar perdidos en una isla desierta en medio de la nada, así que se puso de pie, como pudo, y caminó hacia la selva que había visto al tomar consciencia de nuevo.

Interna, peor nunca externamente admitió que se sintió asustado al ver la entrada entre un par de palmeras. Se estremeció  por dentro, pero Seto Kaiba no era alguien que se dejara vencer por sus miedos, así que se aventuró.

Tuvo cuidado de siempre ubicar por donde había entrado, pero siendo siempre dependiente de choferes y guardaespaldas, no sabía muy bien lo que hacía.

Ah No! Pero él era el GRAN CEO DE KC!!! Claro que él podía con eso y más!!! O al menos, eso pensaba, pero era ignorante y prepotente… y lo tuvo que aprender por las malas. Cuando iba a 1/3 de camino de subida en una pequeña colina, buscando alimento, piso una rama en falso… y cayó… como por unos 10 segundos, lo cual no es tanto, pero si esos 10 segundos uno los pasa rodando por una colina, les aseguro que parecerá mucho más…

Para el momento en que se detuvo, estaba boca abajo, le dolían los músculos de todo el cuerpo, y una vez más, no tenía energía para llamar a Wheeler en su auxilio. Peor aún, su orgullo nunca se lo permitiría, prefería arrastrarse que pedir ayuda a un perro como él.

Claro que eso no fue necesario, ya que si el rubio se había tomado la molestia de salvarlo, no lo dejaría morir tan fácilmente.

-Nunca vas a entender, verdad Kaiba?- Dijo el rubio arrodillándose junto a él.

-Mmm…- el castaño solo pudo gemir.

-Ven, te ayudo- como pudo, lo ayudo a levantarse, pasó su brazo por encima de sus hombros y empezaron el regreso.

Les tomó unos 20 minutos llegar al área inicial, en la playa, y al llegar, rubio ayudo a castaño a sentarse, e hizo lo mismo al lado de este.

El CEO estaba desconcertado.

-Por qué me ayudas perro pulgoso?- Joey, quien siempre había creído que lo que se decía del mal humor de Kaiba eran simples exageraciones, ahora sí, y con todo derecho, lo creyó… Quién tiene tanto dinero y lujos, y no sabe comportarse?

-Bueno, tú nomás no serás amable, verdad? No importa cuanto te ayude, simplemente te vale gorro, verdad?- Joey volteó para enfrentar su mirada, y fue cuando vio el brazo derecho del castaño, notando que estaba sangrando, así como también su pierna.

Se levantó y fue por su camisa. La metió completamente en el mar, y regreso al lado del castaño.

-Quítate la camisa- ordenó el rubio.

-Estás loco si crees que harás algo, perro-

-No seas idiota, no quiero nada de ti Kaiba, pero estás sangrando y hay que limpiar y desinfectar la herida, pues en verdad que una infección no nos caería nada bien en las condiciones que nos encontramos ahora- Kaiba examinó fríamente a Wheeler, y realmente vio transparencia en su mirada, así que, con dolor y mucho trabajo, se quito la camisa. Efectivamente Kaiba tenía una gran raspada que comenzaba abajo del hombro, llegando casi hasta el codo, en algunas partes mas ancha que en otras.

-OK, ahora… esto te puede doler, pero es necesario, así que trata de no moverte- dijo Joey, y acercó la camisa mojada con el mar a la herida, por lo cual Seto se alejó de un brinco.

-Que no te muevas, Kaiba, solo lo harás más difícil y tardado-  Se acercó, con su mano izquierda sostuvo su hombro, y una vez más acercó la camisa al brazo herido del CEO.

El castaño cerró los ojos y dejó de respirar. En verdad dolía mucho, pero trató de no demostrar lo obvio, no le daría ese gusto a Wheeler.

-Respira profundo, te aseguro que así dolerá menos- el rubio cambió de posición la camisa y siguió limpiando la herida.

Seto hizo caso, no tenía nada que perder, aseguraba mentalmente que no le podía doler más de lo que ya le dolía, y se sorprendió al darse cuenta que era cierto. Si respiraba profundo en vez de aguantarse el dolor, se sentía mejor.

-Bien, ahora quítate el pantalón- Seto abrió los ojos desmesuradamente.

-No seas idiota, no tengo todo el día. Por si no lo has notado, tu pantalón se rompió y tu entrepierna sangra… hay que hacer algo acerca de eso- Kaiba automáticamente volteó… era cierto.

-Es eso o te llevo al mar….-

El castaño se quitó el pantalón a regañadientes, como pudo con una sola mano, mientras el rubio fue a enjuagar su playera de nuevo al mar.

Esta vez, la herida se veía mucho peor. Comenzaba 6 cm. Debajo de la ingle, y llegaba hasta la parte interna de la rodilla.

-Recuerda, respira profundo- Kaiba cerró los ojos, y sacó fuerzas de quien sabe donde para no gritar cuando el rubio comenzó a limpiar la herida.

-Shh… tranquilo, con esto mejorarás…- con ese intento de tranquilizar a Kaiba no logró mucho, pero al menos sus intenciones eran buenas. Tardó unos 7 minutos… los minutos más largos en la vida de Seto Kaiba.

-Listo. Lo que resta es reposo y que constantemente entres al mar a mojarte ambas heridas. Eso te ayudará a cicatrizar más rápido y a evitar infecciones- Kaiba asintió, y Joey se fue a enjuagar su camisa.

Kaiba se recostó en la arena. Las curaciones lo habían dejado entumido de dolor, no quería ni moverse, además de que se sentía sin energías.

Cerró sus ojos, y simplemente se relajó. Volvió a pensar en Mokuba y Noah, seguramente estarían muy preocupados por él… pero no había señales de búsqueda, al menos no en esa isla, y no se veía ninguna otra isla a la redonda.

-Toma Kaiba- Abrió los ojos y vio que el rubio le ofrecía más plátanos.

-No quiero plátanos perro, no soy mono-

-Eres imposible Kaiba… tenemos 2 opciones, o comer esto o morir, así que como no creo que quieras morir aún, y todavía tengo que pensar como le voy a hacer para pescar, tendremos que comer esto hasta que consigamos algo más- Wheeler tenía razón, pero que trabajo le costaba al castaño admitirlo.

Se incorporó, tomó un plátano  y comenzó a comer, pero al momento de mover un poco su brazo, la herida comenzó a sangrar de nuevo. Joey tomó su camisa y la rompió de un jalón. Con la parte más grande, limpió de nuevo la herida, y con la otra vendó el brazo para ayudarle a cicatrizar más rápido ya que seguía empapada de agua de mar. De no estar seguro que eso le ayudaría, Seto habría estrangulado en ese mismísimo instante al rubio, por causarle tanto dolor.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).