.Tsuzuki con su genuina inocencia miraba a todos lados totalmente sorprendido
-Soka-chan!!!- grito emocionado, ante las sutiles risas que oía tras de mí de aquellos que lo habían escuchado me sonroje levemente
-Si en que les puedo ayudar?- pregunto una amable joven rubia
-Quiero un millón de pasteles de todos los sabores, muchas galletas y tal vez una malteada ^^- la joven lo miro confundida, no sabia si se trataba de una broma o su amplia sonrisa advertía que hablaba enserio.
-Señorita- objete en un súbito suspiro- nos traería un pastel de chocolate y un café por favor?
-Oh… ¡claro!- la joven sonrió distraída y fue rápido por nuestra orden.
Mire a Tsuzuki quien sostenía una amplia sonrisa y veía el paisaje sorprendido, sus ojos brillaban y la calidez de su sonrisa me tranquilizo al punto de avergonzarme.
-Tsuzuki ¿Qué te parece? – pregunte recibiendo mi café en una curiosa taza rosa
-¡Es sorprendente!- tomo mis manos y se acerco a mi fijando sus orbes en los míos que hacían de todo por evitarlos- Hisoka, me haces muy feliz nwn
Su pura e inocente mirada me hechizo, en ese momento solo quería tenerlo a mi lado y nunca más separarme de él, pero muy dentro de mí sabía lo que debía hacer y cerrando los ojos con fuerza sonreí.
-Tienes que volver a tu casa Tsuzuki, así que si tu quieres… pasa esta noche conmigo pero vete mañana temprano si? – titubee mirando cada gesto de su sonriente carita al tener el pastel frente a el
-Haai! –sonrió comenzando a comer sin siquiera prestarme atención, tal vez deba hablarle en otro momento, seguro ni escucho. Pensé contemplándolo hasta que acabo y regresamos a casa.
Caminamos y hablamos todo el trayecto a casa, me acompaño a hacer las compras y me ayudo a cocinar. Ya en la tarde vimos una película, Tsuzuki se quedo dormido apenas en el comienzo lo cubrí y me quede viendo por la ventana y como la luna salía tornándose carmesí.
-Tsuzuki- lo moví aun dormido y este me abrazo como a un peluche
-Soka-chan- murmuro en sueños ante mi atónita mirada, grite enseguida y me sonroje con fuerza golpeándolo.
-Déjate de bromas, mira esto por favor- enojado señale la ventana recobrando mi semblante serio
Sus ojos perdieron el brillo dulce y me miraron preocupados, asentí con la cabeza y cerré las cortinas suspirando.
……………………………………………………………………………………………………………………..
Desde pequeño siempre me a aterrado la noche, pero está en especial era algo indescriptible. En quien más pensaba era en el, Muraki, ese despreciable hombre que no me dejaba descansar en paz ni una sola noche.
Un leve golpe en la puerta me saco de mis pensamientos
-Pasa- dije tapándome de pies a cabeza con las sabanas
-Hisoka, me tienes preocupado y vine a ver si estabas bien- respondió con tu típica inocencia
-Bakka! Es por la luna, verdad?- le pregunte asustado
-así es pequeño Soka- dijo abrazándome
-Q…Que haces bakka!!???- le respondí para luego cubrir mi rostro sonrojado
-Solo quiero protegerte tontito- dijo quitando la sabana que me cubría
-B..Bakka, vete de aquí- le conteste cerrando los ojos
-Como tu quieras- me miro por unos segundos y suspiro
-Ok ok puedes quedarte..en el futon de allá- señale con indignación
-Haii Soka-chan! – respondió con su inu apariencia