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Príncipe Vs. Pato por H2NJ Dess Hayashi Nao

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Notas del fanfic:

Bien, creo que en el resumen trato de dejar bastante claro como va la historia, y cómo ya me paso una vez, no quiero que vengan a decirme que no les gustó, pero que pasaron a leer sólo xq todas las advertencias, aclaraciones y datos que dí les hicieron creen que No les iba a gustar, sí desde un inicio no te llama la atención, no pases a leer, sí x el kontrario te interesó x fas dejame un review n.n!! -obviamente sí esto no jala, dejo de subirlo, va??- gracias! x leer!

 

P.D.: más aclaraciones XD...: comence esto casi como una broma, y obviamente crecio bastante, tanto que termine haciendo una ensalada d referencias desde cuentos como 'la cencicienta' y 'patito feo', hasta obras como 'el lago de los cisnes', y mangas Yaoi como 'Ouji-sama Game' y 'Whithe Guardian'; la cosa es que nada de eso me pertence, es propiedad de sus autores, ok??, bueno, ahora sí! akabe!!

Notas del capitulo:

Esta es la pirmer parte ''Como los cauces de los ríos...'' (Vidas separadas) y está formada por 5 fragmentos, aquí dejo los dos primeros. La historia comienza con un Uruha de 6 años y Aoi de 14 Por fas! dejen review -es que parece que si no pido, no dejan u.u y eso no me hace bien XD- ya, sólo quiciera saber que opinan de mi loquera, ¿va?. ¡Ahora sí! Enjoy~!

COMO LOS CAUCES DE LOS RÍOS -vidas separadas-

 

-*- Primer fragmento. Cenicienta y el patito feo -*-

      -¡URUHA, bastardo holgazán! ¡¿Te crees la princesa del cuento o qué?!-

-¿ah?… no, yo…- la infantil voz salía temerosa y tartamudeante ante los agresivos gritos.

Desde el enorme patio es arrastrado hasta entrar en una vieja casona, lo llevan hasta el interior en uno de los salones. El fuerte brazo que lo tiene sujeto se mueve con brusquedad y el delgado cuerpo de Uruha se estampa contra el suelo.

-¡MIRA! Te dije que esto debía estar limpio… y ¿qué has hecho? ¡Éste lugar sigue siendo un asco!- los ojos de su madrastra se clavaban en sus pequeñas orbes con auténtica furia.

Sus desolados ojos recorren el lugar, están al borde las lágrimas, la habitación está en completo desorden y sucia. En su mente recuerda el lugar completamente limpio y ordenado, gracias a su duro trabajo.

-pero… pero yo sí/- balbucea

-mira pato holgazán aquí mando yo, ¡así que obedece, Después de todo lo que he hecho por ti!-

-YO…- por un instante los insultos le hicieron sentir tanto coraje en su corazón como para levantar una voz de protesta, mas sabía que eso sólo sería contraproducente, bajando la guardia se vio resignado a acatar las órdenes de su madrastra -lo que usted diga, en seguida lo hago-

Sobre su blanca mejilla cae con fuerza una bofetada, tomándolo por sorpresa.

-¡ahora limpia todo esto!- la mujer seguía iracunda, siempre habría un motivo para maltratarlo, siempre…

-… sí- aún así sus ojitos llorosos la contemplaban con horror, como pudo se hizo de fuerza para aguantar sin llorar delante de la mujer, era el último resquicio de orgullo que mantenía delante de aquel monstruo.

La mujer sale de la habitación; tras limpiarse sus lágrimas Uruha se levanta para asomarse desde la ventana, en el patio un montón de desarrapados mocosos corren y juegan, eran los hijos legítimos de aquella familia que amablemente le había acogido desde que era un bebé,  lo más seguro es que aquellos hubiesen estropeado su trabajo, en esa casa nadie tenía consideración por él, absolutamente nadie.

*Y yo ¿porqué tengo estar aquí?… en un lugar donde nadie tiene ninguna clase de aprecio por mí, ¡es más! sólo me han demostrado desprecio…* Su corazón se convulsionaba entre la inmensa tristeza de sentirse solo en el mundo y estar al borde de sentir verdadero odio en contra de esas personas, aún había algo de bondad en su interior que se lo impedía, suponía que en algún lugar fuera de esa casa el mundo le ofrecería algo de felicidad un día de estos, pensamientos que le arrancaban un ligero suspiro *cómo sea, de todas formas tengo que limpiar todo…* esa era su triste realidad, que se reflejaba en su pálido y entristecido rostro *… de nuevo* y ese su coraje y su impotencia de no poder hacerse un mejor destino, más feliz.

En ese lúgubre y frío lugar llevaba los seis años que le calculaban de vida, y a su parecer todos sus recuerdos eran tristes, aún así en algún lugar de su corazón mantenía una mínima esperanza de no ser él el monstruo del cuento…

-*-Segundo fragmento. Soñar, no cuesta nada. -*-

     Al interior de un lujoso castillo se gestaba una gran fiesta, una celebración digna de reyes y los mejores nobles, el salón donde se llevaba a cabo rebosaba de lujos, con velas encendidas por todo el lugar, majares paseando en elegantes fuentes cargadas por sirvientes, acompañando los pomposos vestidos de las hermosas damas, que se batían en elegantes batallas por conseguir el mejor vals con el mejor caballero, figuras refinadas en un ambiente opulento, alejados de cualquier pesar, sólo disfrutando de los más grandes lujos durante una noche casi de desenfreno total.

-Rei, ¿ya viste a la chica de vestido negro? No te ha quitado la vista de encima en toda la noche- le apuntaba un joven pelinegro a su primo, ambos reposaban en unas elegantes sillas un tanto alejados del mayor bullicio de la fiesta.

-no empieces caballo- le espetaba el rubio al pelinegro.

-¿cuántas veces tendré que decirlo?- le alegaba con enojo -¡NO me digas CABALLO!-

-es que… ¿ya te viste en un espejo?- con fingida duda -¡eres un caballo!- soltándose a carcajadas.

-así, pues no sé en qué mundo raro vives, que un “caballo” es primo de una IGUANA!, lagartija mal parida- le respondía con saña el pelinegro al rubio, acabando con sus risotadas con su certera estocada.

-no soy una lagartija mal parida, poni-

-¿po-ni?- le inquiría extrañado el pelinegro a su primo, para soltarse a reír ambos –ja, ja, ja-

-ja, ja, ja- la risa les duro un buen rato, para después quedarse mudos por un corto tiempo, observando, ambos, con fastidio la fiesta sin sentido que les mostraban todos esos nobles -oye, ya me aburrí de esta fiesta, siempre es igual, la nobleza derrochando y el pueblo, abajo, muriéndose de hambre-

-entonces ven, sígueme- le susurro al rubio.

El par de jóvenes salen discretamente de la fiesta, hacia un salón del castillo. Detrás de un gran tapiz colgante con escudos grabados se esconde una puerta, Aoi y Reita se escabullen tras ella, bajando por las escaleras en espiral que esconde, así hasta llegar a un túnel, que los lleva al exterior del castillo, frente a un gran jardín.

-¡por fin, aire fresco, paz y libertad…!- Salía del túnel con los brazos extendidos como si fuera a abrazar a la luna de lo bien que se sentía -así es el mundo que yo quiero, no será fácil pero sí subo al trono y con los aliados correctos transformaremos este reino, y tal vez pronto todos los reinos nos sigan-

Tras él llegaba su primo, de igual forma disfrutaba de aquel dulce espectáculo de la naturaleza.

-tu idea es noble, que todos tengan las mismas oportunidades y que podamos estar en armonía, pero eso de “tal vez pronto todos los reinos nos sigan” suena a “vamos a dominar el mundo”-

-bueno, pero tú sabes que no es así, sólo quiero ver que las injusticias de este lugar ya no se sigan cometiendo- Ambos razonaban como si ya fuesen adultos, como si en sus manos realmente tuvieran todas esas posibilidades sujetas como riendas de un carruaje para darles la dirección correcta.

-un noble ideal, pero con sólo catorce años ¿qué podemos hacer?, tu padre no va a cederte el trono hasta dentro de unos tres o cinco años, y eso, sólo sí te casas, y no creo que tú te quieras casar, ¿a quién le pedirás ayuda?, a ¿Ruki de Gazz… o tal vez a mi padre?, no creo que ninguno sea buena opción, Aoi, admítelo, estamos solos en este sueño-

En ese momento Aoi se daba cuenta de que en realidad ambos sólo soñaban con algo que aún no podía hacer, así que para sacar a su primo de sus sueños se lo tomaría a broma…

-¿de cuándo acá eres tan razonable Reita?- provocando una certera mirada asesina por parte del rubio hacia su persona.

-desde que tú perdiste la cordura, o sea, desde siempre- contraatacando de inmediato para no quedarse atrás delante del pelinegro.

-Rei, no te muevas…- Entre el silencio de la noche un susurro se movió rápido a sus espaldas, demasiado tarde se dio cuenta del acecho.

-yo opino, que ninguno se mueva, príncipe Aoi- La chica del vestido negro los había seguido y ahora amagaba a Reita con una daga sobre su cuello. Tan entretenidos estaban en su charla que no la notaron.

-¿lo dices por la daga en mi garganta o porque te crees una belleza andante que paraliza a todos?- el rubio aún trataba de amenizar la situación, de alguna forma estaba nervioso por la amenaza latente en su cuello, pero debía de controlarse y hacer el gracioso fue lo primero que se le había ocurrido.

-Joven Reita, usted menos que nadie puede decir algo- la joven dama no se hacía esperar en su determinación, ni disminuía su amenaza.

-¿qué hace una joven dama con algo tan peligroso en sus manos?, jovencita, suelta esa daga, dame…/-

Mientras el joven príncipe trataba de calmar la situación, la “dama” con vestido negro hacia más presión sobre el desnudo cuello de Reita, dejando una suave marca de sangre…

-Aoi, cállate que esta belleza no se anda con juegos…- le indicaba Reita a su primo al sentir el frío filo de la daga sobre su piel lacerándola, si bien apenas se inmuto por la herida tan superficial eso había sido suficiente para darle veracidad a los actos de la dama, a su vez el pelinegro se mantenía estático ya que nada podía hacer para ayudar a su primo.

-muy bien, así está mejor, ahora sí me permiten sus majestades, me llevaré al joven Reita, en compensación de la vida de mi hermana…-

-¡espera un segundo!...¿¿no me estas secuestrando porqué soy el ser más bello y perfecto que has visto y querías saciar tus bajos instintos con mi cuerpecito…??- Algo queda claro, Reita no entendía a la hora de dejar de hacerse el gracioso en las peores situaciones posibles…

En la mente de la chica y del pelinegro se empataron pensamientos muy similares sobre el comportamiento del rubio *tiene el autoestima muy alta… pero sigue siendo un tarado* Unos momentos después del desconcierto sin sentido provocado por Reita todos regresaban a la tensión del asunto.

- aaah- de la boca de la dama salía un ligero tono de duda que concluyo con un -NO, cobrare con tu vida la vida de mi hermana-

-¡espera! ¿Por qué con la vida de la iguana?- El pelinegro no iba a dejar que fácilmente se llevaran a su primo y menos bajo amenaza de matarle, además de que le intrigaban los motivos de la chica.

-¡sí, yo no sé ni quien fue tu hermana!… ¿yo qué hice?- lloriqueaba falsamente el rubio.

-¡Ya basta, par de payasos! A ver, tú le prometiste a mi padre que lo ayudarías, y al día siguiente mi hermana desapareció y no la hemos vuelto a ver!... somos campesinos pobres, como todos sufrimos hambre y las injusticias de tu padre y sus acreedores, pero no por eso tienen derecho de hacer lo que quieran con nuestras vidas!- realmente había un gran coraje en aquella voz, un verdadero deseo de venganza se gestaba en su corazón -sí tomaste a mi hermana ¡no te lo perdonare!-

Todos aquellos sentimiento llegaron al corazón de Aoi, sabía que si bien él aún no podía hacer nada por controlar el reino no las injusticias que los acreedores cometían bajo el amparo de la nobleza, ensuciando el nombre de su familia, y para colmo de forma injusta, ya que esos cobros exagerados no eran mandato de su padre ni del de Reita, pero en ese momento debía salvarle el cuello a la iguana.

-aah y… ¿estás segura de lo que dices? digo, la iguana podrá ser un desgraciado, irresponsable, idiota, torpe y lo que quieras…- En esos momentos el rubio le miraba con cierto recelo pensando *con estos abogados ¿para qué quiero juez y verdugo?*

Aoi seguía su perorata sin detenerse -… pero él jamás tomaría a una mujer de esa forma, en primera porque es gay- tan inspirado estaba que comenzaba a decir algunas mentiritas para darle total firmeza a su argumento… y Reita seguía mirándolo con más recelo *!¿soy gay?... ni yo sabía! Esperen ¿Eso es bueno?*

El príncipe llegaba glorioso al final de su discurso salvador -y luego porque es demasiado distraído cómo para hacer algo como eso ¡aceptémoslo, ÉL NO FUE!-

-pues… casi me convences… pero, si no fue él ¿quién?- Afortunadamente el discurso sí había hecho algún efecto sobre la dama del vestido negro.

-tu hermana ¿no tenía algún pretendiente?, ¿alguien que a ella le gustará?, o ¿deudas, enemigos?-

-pues, había un tipo que la perseguía, mi padre no lo corrió varias veces, pero él se fue de Ascort hace unos días, por eso no sospeché de él… ¡además!, la iguana es tu primo, todo lo que dices sólo es para salvarlo!-

-¡NO!, todo lo que Aoi dijo es cierto… bueno, no estoy seguro con lo de ‘gay’, pero lo demás sí- de algún lado el rubio sacaba fuerzas para seguir sonriente en semejante situación -soy lo suficientemente distraído para tomar un ganso en vez de un cordero… lo digo por experiencia propia-

-¡¿Quién confunde un ganso con un cordero?!- Sonaron al unisonó las voces de los pelinegros.

-es que tenía sueño-

-bueno cómo sea…- tras el desconcierto generado por el rubio, Aoi intentaba volver a convencer a la “joven dama” -está comprobado, la iguana No fue, tal vez fue ese tipo, sí no degolláis a la lagartija tendrás mi agradecimiento, bueno no, pero sí te ayudare a que descubras que le paso a tu hermana, a lo mejor ‘’no estaba muerta, andaba de parranda’’-

-príncipe, no olvide que así fue como empezó esto, un día mi padre ayudo a su primo, y él le prometió ayuda, la cual llego, pero desde entonces tampoco sabemos nada de ella- cada vez que mencionaba directamente a su hermana el rostro de Kai se veía entristecido -pero está bien, escuché todo eso que decían de un ‘mundo mejor’, un reino sin injusticias, en realidad no sé sí sus intenciones son sinceras, pero su voz clara me dice que así es, así que confiare en USTED… la iguana no es mucho de fiar, ¿cierto? -

-aah, pues sí eso es cierto- Ni en los peores momentos el pelinegro dejaba de picarle las costillas a su primo -pero ya quítale la daga… y ¿podrías presentante?-

-ah… me llamo Kai, y me disfrace así sólo para entrar al castillo, no soy cómo su primo…

- ¿lindo?- a completaba el rubio con una gran sonrisa, siendo ignorando totalmente.

-bienvenido a mi sueño, Kai, buscaremos a tu hermana, como un comienzo para detener las injusticias de este lugar…- Concluía tendiendo su mano a su nuevo aliado, quien respondía engarzando sus manos en señal de unión.

~*~

 

Notas finales:

Bien, en verdad el segundo fragmento debería estar junto al tercero, pero el primero es demasiado pekeño para subirlo sólo .-. en fin, sólo lo seguire si veo respuesta de parte d kien lea.

ah, y bueno sé ke no es un gran pleito con lo  d 'las karitas', a unos les estorban la lectura, o otros se la facilitan... así que más bien los intercalo, aveces pongo, a veces no... y los nombres para designar el diálogo... sé ke no 'es profesional', o 'se ve mal', yo sólo lo hago en kasos de conversaciones, para tratar d dar fluidez y ke no se hagan bolas kon 'y ahora kien de todos dijo eso??' anm, bueno, sayitoo~!!

 

(EDITADO... se nota por que casi no hay "caritas" ni están los letreros de los diálogos... o sea, no hay script.... ¿por qué?... tengo vacaciones xD)


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