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Obsesión por yellowmuffy

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Notas del fanfic:

Jojojojo Ohayo Minna~! Sólo me paso por aquí a dejarles algo realmente cortito que espero les agrade.

n_n

Notas del capitulo:

^o^ Disfruten su lectura!!! y recuerden todas las situaciones aquí planteadas son 100% extraidas de mi extraña cabeza al igual que los personajes con los que se desarrolla.

Minna daisuki!!!

n____________n

Obsesión


Las luces se fueron apagando por todo el lugar, ya había oscurecido. El museo estaba a punto de cerrar.


El guardia de seguridad caminaba por los pasillos buscando en la oscuridad con su linterna alguna persona que se hubiese quedado rezagada. Sabía perfectamente dónde buscar.


Completamente seguro de encontrar lo que buscaba se dirigió al ala este, y sí, al final de una habitación repleta de pinturas y cuadros que ni siquiera él, trabajando tantos años en aquel lugar, comprendía y todos llamaban “arte”,  se veía  la silueta de un hombre frente a un enorme cuadro.


Hacía años que aquel hombre iba cada día y se sentaba en ese mismo lugar. Siempre perdiendo su mirada en aquel cuadro de suaves pinceladas. El mismo guardia podría asegurar que había visto crecer a ese muchacho en aquel asiento. No sabía si se trataba de un apasionado por el arte o un simple loco que hallaba en aquello su sentir en la vida; tal vez ambas cosas.


- Niño, ya es hora de cerrar –dijo el guardia, dando una palmada en el hombro del menor- créeme, la pintura no desaparecerá, puedes venir y verla mañana.


El otro levantó su vista con un gesto ausente y la mirada completamente vacía. Dio un asentimiento al guardia y se levantó de su asiento. Dando lentos pasos fuera del lugar, tal y como siempre lo hacía. Y finalmente unos cuantos minutos después el museo quedó sin una sola luz y totalmente vacío.


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Las calles ya estaban completamente vacías, pero eso para él ya no tenía importancia, no había mundo fuera del museo para él. Dejó que sus pies lo guiaran por el camino que tanto conocía por los muchos años de haber sido transitados siempre a la misma hora del día.


Pero ese era un poco diferente. No tenía ánimo de regresar a casa, el deseo por volver a ese lugar que siempre se le antojaba solitario y descolorido había desaparecido por completo. Ahora lo único que su corazón le pedía era el recuperar aquello que había perdido.


Las luces de los autos pasaban con una asombrosa vivacidad por debajo de aquel puente que se obligaba a cruzar en su camino a casa. “Es una bonita vista” pensó y su mente quedó abrumada por los recuerdos.


- Ojalá y la pudiese compartir contigo –Susurró.


Sin embargo, a los cuantos minutos de perderse entre las luces tal y como lo hacía con la imagen en la pared del museo y comparar la belleza de ambas estampas, el paisaje de luces le pareció deslucido y molesto, aunado a la indiferencia de todos los seres que integraban la imagen ignorantes de su lastimoso existir sobre aquel puente. Odiaba tanto a aquellas personas y ni siquiera pedía imaginar cuáles eran sus nombres.


- El mundo es un asco –soltó al viento.


Su sangre  hervía por el deseo de alejarse  y fundirse con la fría y siempre acogedora oscuridad. Tan tranquila, vacía y solitaria.


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Al día siguiente el guardia llegó a primera hora de la mañana con toda la disposición de cumplir con su trabajo como lo hacía a diario. Siguiendo la rutina establecida sólo haciendo una pausa al darse cuenta de que se encontraba parado frente a aquella pintura que tanto veía el muchacho “mirón” como cariñosamente le había llamado. Era sin lugar a dudas una pintura hermosa y eso lo podía afirmar cualquiera aunque desconociera del arte. En ella se veía el rostro de un hermoso joven de cabello tan brillante como su misma sonrisa y facciones tan finas que fácilmente se confundirían con las de una dama.


Tratando de descifrar el enigma detrás del especial interés que podía tener esa pintura como para cautivar de esa manera a un joven y siguió con su camino. Sí, era una magnífica obra, pero nunca logró encontrarla motivo para alimentar una obsesión.


Ese día, extrañamente, el muchacho no apareció durante ningún momento  en su jornada  de trabajo.


No sería si no más tarde, que habiendo llegado la noticia a sus oídos de que el autor de aquella pintura había sido hallado muerto esa mañana, que pudo atar los cabos detrás de aquel muchacho y su adorada pintura.

Notas finales:

Jojojojojo al fin me animé a escribir este corto ficcito lo tenía guardado por ahí como un simple borrador hasta que finalmente me dije a mí misma ¿y por qué no publicarlo? Así que ahí lo tienen.


Realmente espero que lo hayan disfrutado a pesar de su brevedad. Y para aquellos que no entendieron la idea (lo aclaro sólo por si acaso) el muchacho que se sentaba frente a la pintura SI era el autor del cuadro jejeje así que ya ven.


Si desean dejar un lindo comentario (No importa de qué tipo) y hacerme muy feliz, siéntanse en la libertad de hacerlo.


Matta nee!!


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