Teníamos un pequeño ensayo improvisado… Si no mal recuerdo fue la voz de Nao la que me despertó ésta mañana… Para ser exactos a las 5:00 a.m. con: ‘Una repentina y milagrosa revelación musical’… No fue impresionante que al llegar, a las 10:00 a.m. Nao ya hubiese montado su idea en la batería, para mostrárnosla. Uno, dos, tres, varios minutos nos tocó la misma tonada hasta que todos podíamos seguirla con el píe.
-He ahí, se llamará ‘Gemini’
-¿Ehh?...- Renegó Shou, quien deseaba nombrar la canción esta vez de acuerdo a la lírica.
-DIJE QUE SE LLAMARA ‘GEMINI’
Asentimos, no estaba en discusión, Nao estaba decidido a llamarlo ‘Gemini’. Ya con la tonada grabada, todos formamos una pequeña pista con nuestros respectivos instrumentos, no fue muy sencillo, había que marcar el tiempo junto con los tonos a veces revoltosos, pero, al final, logramos hacer, al menos 1 minuto decente de canción.
Shou aun seguía concentrado en la canción, no había logrado formar ni dos estrofas, pero se veía concentrado y algo inspirado. De repente levantó su mirada y la fijo en mí, extrañamente se sentía diferente, de alguna manera, ¿Su delineado?, no, era siempre tan fino y delgado sobre sus pestañas, éstas bien enchinadas, como siempre, solo sus ojos, que esta vez eran azules a diferencia del café de costumbre, pero aun así estaba acostumbrado a ello… Y ahí estaba, parpadeó y me di cuenta, ese pequeño destello en la comisura de sus ojos. Me sonrojé, el sonrió y yo me vire sobre la silla levantando un poco la cabeza en una señal de ‘te ignoro’, ante la cual el sonrío.
Owowowowowowowowowowowowowowowowowowow-òwó!
¿En qué momento llegué aquí?... Sí, en el momento en que Shou me tomo de la mano, me estiro y me dijo:
[FLASH BACK]
-Eh, Hiroto, vamos a mi departamento, y nos tomamos el día.- El más grande abrazaba al pequeño por la espalda, mientras le hablaba al oído suavemente
-¡Claro!, me guardo la guitarra y nos vamos. Obviamente tendrás que darme un aventón.- Se burló el pequeño, pues esa mañana había sido traído por Saga.
-¡Por supuesto!, será un placer.- el vocalista soltó al menor, virándose para recoger lo poco que había traído ese día.
[END FLASH BACK]
¿Error?... Un poco, di una vuelta dentro de la sala, mientras pensaba en que sillón me sentaría, al final opté por el individual, me deje caer en el pequeño sillón, mullido y bajito, justo para la estatura de un japonés promedio.
Cerré mis ojos con lentitud, después de observar la silueta de Shou entrar en la habitación, estire mi mano, y recibí el frío tacto de la cerveza, que dejo antes de sentarse en el sillón doble, donde se estiro a anchas, encendiendo el televisor. No sé en donde fijo la mirada cuando, en el televisor, apareció un video musical…
-Ne, Shou…- Me puse en píe, con cuidado me acerque y me senté a su lado, él me miro, disimuladamente. -¿Por qué me invitaste?.
-¿Qué es que no puedo?.- Intrigado, me abrazo sobre el hombro y me atrajo hacia él y acerco su rostro al mío.
Negué –No… Es solo que… No me invitabas desde que… Pues terminamos y… me parece extraño, ahora, digo, después de casi un año…- Agache la mirada un poco, y me vi interrumpido en el camino por la mano de Shou, que, con fuerza, me hizo alzar la mirada, directo a sus ojos, y ahí estaba de nuevo, ese brillo, después de un parpadeo rápido, me sentí estremecer entre sus brazos. Cerré mis ojos, ya sabiendo que era lo que seguía, espere el contacto de sus labios con los míos… Pero nunca llego…
Owowowowowowowowowowowowowowowowowowow-òwó!
En lugar de recibir mi deseado beso, recibi todo tipo de caricias lascivas, deseosas y ansiosas, sus manos eran tibias al contacto con mi piel… de nuevo, clave mi mirada con la suya y lo ví, ese pequeño destello, de nuevo. Sus manos pasearon por mi pecho, acariciándolo con suavidad, insistiendo con mis costillas. Él sabía bien que era mi punto débil, ni siquiera lo beso… Simplemente abrió mi pantalón, y me despojo de el junto con mi ropa interior. Me queje levemente al sentir esa desesperación…
Luego, me gire, bajo el cuerpo de Shou, podía sentir su respiración sobre mi cuerpo, en ese momento sentí, que aún lo amaba… Y en ese momento lo entendí:
‘Dicen que el aleteo de una simple mariposa en América causa terribles desgracias en Asia’
Shou volvío a emitir ese destello en sus ojos, y yo temblé, ese día… Había dos mariposas aleteando, que provocaron un terremoto en mi corazón, estaban en el rostro de Shou, y aleteaban descaradamente frente a mí, escondiendo su azuloso color a momentos… Cerre mis ojos, adelante mi rostro, y, al fin, recibí ese beso que quizás había estado esperando desde que llegue ahí, el contacto suave y decidido de nuestros labios. Sonreí, en silencio, me puse en píe y me dispuse a retirarme de ahí.
-Te veré mañana en la sala de ensallos- Le dije con una enorme sonrisa al abrir la puerta y girarme a verlo, y él, río por lo bajo, con una media sonrisa, despidiéndome con su mano.
ADIÓS.