Después de acabar la ronda de trabajo de ese día todos se van a los camerinos por sus cosas y pasar a despedirse, menos Shuu, quien perezosamente espera sentado en un sofá, mientras Nii y Ryo aún hacen burla de los comentarios de Satoshi y su regalo para el veinticinco de diciembre.
El baterista, viendo que su líder se encuentra tratando de despejar su estrés, aprovecha para iniciar una broma. Se acerca a Nii y toma sus manos entre las suyas, mirándolo con ojos tiernos y algo ruborizado.
-Nii… yo quisiera…- Dramatiza, para acentuar la burla, aunque el guitarrista es tomado por sorpresa capta rápidamente las intenciones de su compañero. Sacude la cabeza para acomodar su cabello y asustar el ataque de risa.
-Ryo… sólo pide tu “regalo”- Oh, sí se estaban divirtiendo al darle doble sentido a las “inocentes” palabras de su amigo, y más con esa representación melodramática -si quieres veinticinco, te doy veinticinco…- Aunque sus ojos se cruzaron, y por un momento parecía que realmente estaban compartiendo un momento juntos, sus gestos serios se esfumaron con la fuerte carcajada que soltaron.
Justo a tiempo para que entrara el vocalista, quien había escuchado perfectamente su dramatización, y su rostro expresaba la vergüenza y al mismo tiempo las ganas de querer darles unos buenos golpes a sus amigos.
-par de idiotas, ¡yo no pedí ese diálogo!… así que paren el chiste-
Lamentablemente para Satoshi, su par de amigos no pretendía dejar de lado su cándida actuación, seguían muy divertidos, así que el vocal optó por ignorarlos.
-váyanse al carajo… Shuu- aún así, iba a tratar de despedirse del bajista, claro sí es que las burlas paraban a tiempo.
-¡mi amor!- Ryo se dirigía a Nii, para seguir la burla.
-te las doy el veinticinco…- contesta burlón el guitarrista. Para cortarles el chiste de una buena vez Satoshi deja de anunciar su retirada para simplemente ejecutarla. No por eso Nii y Ryo dejaron de reír mientras le seguían los pasos. Sólo se detuvieron al salir de camerinos para molestar a su perezoso líder y mandarlo a dormir a otro lado que no fuera la sala de ensayos.
Hablando al unisonó, como si algo los conectara más allá de la amista. De hecho parecía que guitarra y batero se complementaban muy bien, sobre todo para burlar a sus amigos, como ahora.
- Shuu adiós, ya vete a dormir a tu casa… o a la de Satoshi- sin parar de carcajear -pero no en el estudio-
Al final abandonaron a su líder quien pareció no prestarles importancia, o en realidad dormía profundamente. Y la paz de Shuu duro unos minutos, hasta que entro un desquiciado Satoshi, revolviendo todo el lugar en busca de algo.
El plan del bajista surtía efecto… Al fin tenía al vocal a solas y en una situación “controlada”. Necesitaba ponerle un hasta aquí a todas las indirectas que le había estado mandando o se volvería loco. Pero primero lo primero: detener al pequeño destructor y tranquilizarlo.
- ¿qué, te falta algo?- Con modorra fingida le miraba ir echando cosas de un lado a otro.
- ¡sí, mis llaves!...- Satoshi parecía una diva que se le rompió una uña, haciendo tanto énfasis por algo tan trivial… -¡mi coche!... mi casita- Y poco a poco parecía desmoronarse por la nimiedad de no encontrar las llaves de su coche.
- das más pena tú que el otro par…- Aunque en el fondo Shuu estaba divertidísimo, era cierto; Satoshi daba pena ajena con esa actitud de diva -pero bueno, por lo menos me funciono- y aún más feliz estaba porque su plan estaba funcionando bien.
-¿qué te funciona qué?- El ir y venir revolviendo la sala de ensayos del vocal se interrumpió con las frases “incoherentes” del bajista… Mas no lo suficiente, al momento siguiente volvía a su búsqueda desesperada.
-¡espera, espera…! tú y yo tenemos ‘algo’ de que hablar ¿no te parece?-
- este… ¿puede ser luego?... I need –NEED- ¡mis llaves!…- Definitivamente, Satoshi estaba en su momento de Diva del Drama, lo cual no había hecho que Shuu moviese un dedo, por el contrario seguía tan sentado como al inicio. Pero ya iba siendo momento de usar “el armamento pesado”.
-este… yo las tengo- Dijo, bastante feliz de poder contener el torbellino que era el vocal en esos momentos, el más bajo sólo le espeto un grito de duda, y por sí se le había olvidado el japonés Shuu le iba a repetir la frase. Lo cual no fue necesario… Satoshi se le abalanzo sobre, pero este se paró a tiempo para detenerlo como puede.
-a ver enano, te dije que tenemos algo de qué hablar, y ¿adivina? no te vas de aquí sin hablar conmigo ¿ok?-Shuu podría ser muy su líder, pero en lo personal no le salía ser autoritario, así que sólo actúo tan serio como pudo.
-qué carajos quieres escoba con patas… devuélveme mis llaves ¡te lo exijo!- Y lo único que Satoshi hacía eran pucheros por conseguir sus llaves.
- ¿a caso eres masoquista?- le inquirió el más alto, pues con esa actitud parecía que el vocal quería sufrir… a manos del bajista, y Shuu no estaba para que el enano lo provocara más.
-NO…- en respuesta a Satoshi se le escapo un grito, para regresar a sus rabietas casi infantiles por zafarse de Shuu -¡mis llaves!... y ¿eso que tenía que ver? ¡Olvídalo, quiero mis llaves, las quiero!-
- ¡hablemos!- al más alto la paciencia se le escaba, y si no fuera porque en su interior tenía esa confusión de sentimientos hubiese dado por concluido el asunto desde hacía un buen rato.
-y ¿tendré mis llaves?- Pero ese era el plan, tener al vocal en a su entera disposición… Aunque justo ahora parecía la peor idea que se le había ocurrido. Después de todo ¿qué esperaba? ¿Qué Satoshi lo abrazara y le dijera que sí a todo?… Pues no, no podía pedirle nada de eso a alguien que siempre actuaba de forma inmadura, pero así le había gustado, ahora se aguantaba.
- sí, sí, sí-
Ya por fin podían tener un momento de tranquilidad y seriedad, para dialogar como gente decente, algo difícil de ver.
-me vas a explicar que carajos fue eso de ‘quiero veinticinco rosas para el 25 de diciembre’ y todo eso ¿ok?... se sincero, ¿te gusto?... ¿sientes algo ‘especial’ por mí? O qué carajos te pasa conmigo… tengo cara de que me gusta que me estén fregando con esas cosas… o ¿qué?- Si hubiese tenido que decirlo en otro momento más ameno al bajista se le habría hecho un nudo en la garganta, pero el menor lo había exasperado lo suficiente como para hablar “fluidamente”.
Por su parte el vocal pone tremenda cara de desconcierto, incluso trata de tartamudear una respuesta. Definitivamente no esperaba nada de eso… ¿No era parte de un juego? Nada que ver con ellos en la realidad, aún se quería engañar a sí mismo en el fondo sabía que sus turbación era porque el bajista se había acercado a la realidad de forma peligrosa, y Satoshi no quería salir lastimado, por eso sólo se acercaba con juegos a Shuu.
- aa eso… este…- tal respuesta sólo le arranco un suspiro al más alto, demostrando su decepción, lo sabía, Satoshi no se estaba fijando en él, pero tenía que espantar la duda, más valía que ahcer falsas ilusiones… Sí, Shuu se estaba ilusionando de tener una relación con su vocalista.
Resignado a que sólo había sido su imaginación se acerco a Satoshi, y roza ligeramente su mejilla para alzarle el mentón -mira, tengo mucho tiempo, poca paciencia y tus llaves… así que habla ahora o piérdeme, y a tus llaves, para siempre… unm?- pone carita tierna de pregunta.
-sólo…- Al menor se le antojaba decirle la verdad a Shuu, que tenía dudas sobre lo que realmente sentía hacía él. Pero no, sí Shuu quería saberlo, y más con esa actitud sólo era para pedirle que lo dejara en paz o algo parecido, así que declino la idea -dame mis llaves… mañana nos vemos-
- entonces ¿es un ‘no’?-
Ese jodido tono que le dirigió término por sacar a Satoshi de sus casillas, ya no sabía que hacía. El bajista tenía una mezcla de tristeza y coraje en su voz… ¿Por qué te tendrías que poner triste?, le rondo por la cabeza, aún así prefería irse y dejarlo así, lo empuja y se da la vuelta con el gesto fruncido -de qué serviría decirte algo como ‘me gustas’ cuando puedo ‘tenerte’ así por mucho tiempo… además, es mejor sí sólo somos amigos… porque eso es todo lo que…-
Satoshi estaba seguro de que era mejor callarse, pero Shuu lo va abrazando ligeramente, hablándole con esa suave, cálida y melancólica voz.
- toma tus llaves… -
-… n…no– Esa voz le afectaba, y lo hubiese podido disimular como lo había estado haciendo desde hace tiempo, pero ahora estaba por llorar, y casi no puede hablar sin que se le note; se voltea y estruja la playera del bajista con sus puños -NO LAS QUIERO!... sólo… sólo abrázame… ¿está bien?- manteniendo su rostro oculto de la mirada del mayor.
El más alto lo abraza con fuerza, mientras el menor llora.
- ¿tengo que volver a preguntar o ya lo puedes decir?- A Shuu se le ocurrió la loca idea de que Satoshi no quería aceptar que le había gustado otro hombre, pero tal vez esas lágrimas era porque realmente se estaba fijando en él.
- idiota- le musito el vocal al bajista.
- mira quién lo dice… - O más bien era que ambos se estaba escudando, para no lastimarse, así que no habría una confesión directa tan fácil.
- ¡¿qué no es obvio?!-
- ¿tienes miedo?-
- ¡¿y tú no?¡... es que… no es que yo sea gay… o que me gustes… o te ame… no es eso, es sólo que… no sé!...-
- si no lo vas aceptar estamos perdidos… y Satoshi, sí te gustó un chico ¡eres gay, acéptalo ya! por favor- No había ni un ápice de coraje en su voz, pero tampoco pudo llegar a ser una burla como solía ser antes de este incidente, porque ahora se sentía triste *sabía que no podía confiar en ti, sabía que me ibas a lastimar… y aún así, aquí voy! de taradote a enamorarme de ti u.u sí que la sé hacer buena*-
- ¡con un carajo, está bien, me gustas!… ¿ya?... pero no soy gay- Y esa voz indescifrable arruinaba el humor de Sato, porque se sentía mal de hacerle daño y sí le estaba haciendo daño tal vez Shuu sí sentía algo por él.
Lo tuvo que sacar de quicio, pero lo había conseguido, tanto estira y afloje entre las emociones de ambos habían rendido su fruto, y ahora el bajista sonreía radiante: Satoshi lo correspondía… Bueno, algo parecido.
-sí, aja…bueno, en ese caso tendré listas tus veinticinco rosas- aún así estaba feliz, y no lo disimulaba.
-está bien si no las recibo…- Satoshi que aún se encontraba sorprendido de su propia reacción, y no por eso se sentía menos avergonzado - pero podemos estar juntos ese día, ¿no?-
-desde hoy mismo… creo que les hare caso a esos dos e iré a dormir a tu casa- sí, definitivamente Shuu había vuelto *y con las ganas que te traigo…* y recargado.
-¡ni lo sueñes! ¿eh? –le da un ligero empujón a Shuu y se da la media vuelta con ‘dignidad’.
El más alto se vuelve acercar para abrazarlo y baja su cabeza a la altura de la oreja del vocalista, da un besitito en su cuello y le habla con susurros.
- entonces, ven a mi departamento… unm? ¿Qué dices Sato?-
Satoshi más colorado que un jitomate sólo puede tensar todo su cuerpo -¡Shuu!...- el bajista le da otro beso en el cuello y lame ligeramente el lóbulo de la oreja, consiguiendo ponerlo rojo como tomate.
- aaah!... ¡está… está bien, está bien! Vamos a tu departamento… pero ya, rápido!- provocando una sonrisa de burla y victoria en Shuu.
-antes– toma los hombros del menor, le da media vuelta y lo toma por la cintura -sellemos esto– se va acercando a la cara de Satoshi lentamente mientras este cierra los ojos y entreabre los labios, comienzan con un roce ligero y rápidamente lo vuelven más intenso, el vocalista se cuelga del cuello del más alto mientras van entrelazando sus lenguas en el interior de sus bocas hasta que el aire se les hace necesario.
El de cabellos cortos intenta respirar normalmente - ya… aaah ¿ya nos podemos ir?- aún así sus mejillas estaban ruborizadas, y con sus leves jadeos le daba, sin querer, rienda suelta a la imaginación de Shuu.
-de veras que tienes muchas ganas- se muestra feliz el mayor, hablando con un tono sensual, pero sin dejar la burla. Mas Satoshi se lo tomo en serio, porque tenía otro motivo… algo serio.
-ehh… ¡no! No es eso… es que aquí ya cerraron los baños y me urge uno- Por algo sería que al bajista se le arruinaron todos los ánimos, y mejor deicidio que cada quien se fuera por su cuenta.
-toma tus llaves, nos vemos mañana…-
-payaso-
A ambos se les había arruinado el momento, pero ninguno era capaz de aceptar su parte de responsabilidad, principalmente porque ambos tenían más miedo del “daño” que pudiera recibir, que del que pudieran causar.
-Mira quién habla- sólo había una forma de solucionarlo, seguir actuando como amigos. Shuu le contestaba con la misma burla de siempre, y Satoshi le respondía de la misma forma.
- ok, ok… era broma… ya vámonos-
Mientras se alejaban de la sala de ensayos hacia el estacionamiento no pudieron evitar un par de roces ligeros, como para pedirse disculpas por el mal rato, al final entraron al auto de Satoshi. Y ya a solas y de nuevo con cierta intimidad se volvieron a besar.
-*-
Está demás decir que acabaron en el departamento de Satoshi. Mientras el vocalista cierra la puerta, el bajista se dirige hacia la sala para sentarse.
-¿qué te gustaría tomar? Puedo conseguir cerveza… sí gustas- El menor trataba de hacerle la plática mientras se sentaba en el mismo sofá, su nerviosismo iba en aumento con cada momento.
-no… no voy a tomar cerveza, a ti no te gusta- En cambio Shuu parecía tan relajado.
-podemos tomar una entre ambos… tomaré un poco por ti- ¿cuál?
-ja, ja, ja, bueno, bueno… entonces déjame ir por ella- según recordaba había visto una tienda de 24 horas cerca de la casa del vocal. El más alto se levanta y pasa justo frente al vocalista, dejando su trasero expuesto a la mirada del vocalista.
-¡¿sabes?! Ya sé realmente que se me antoja- y antes de que el otro pueda decir algo lo jala por el pantalón, le da media vuelta y sobre la tela que cubre la intimidad de Shuu deposita un beso, sin dejar de sujetar el pantalón por los bolsos.
-¡Sato!…- lo tomo por sorpresa semejante actitud, pero esa posición le daba muchas ideas -Satoshi, ¿de dónde sacaste tanta habilidad?-
-no creerás que soy virgen… ¿o sí?- contesta entre enojado, nervioso y digno.
-lo puedes haber hecho con muchas mujeres antes, pero ¿con cuántos hombres? Unm-
-está bien… sí lo pones así claro que eres el primero…-
-entonces, no vamos hacer esto sólo porqué sí, debes estar completamente seguro-
- estoy seguro… en verdad tengo antojo, ganas… deseo de ti, quiero que me hagas tuyo!-
Conforme hablaba el vocalista se va poniendo de pie y subiendo su tono, concluye tomando por los antebrazos a Shuu.
-eso está muy bien y es muy lindo de tu parte, pero ¿no te importa más que tengamos una relación que un acostón?-
-no se trata sólo de eso!… sino que… bueno, tienes razón yo nunca he estado con un hombre y bueno… no sé muy bien qué debo hacer…y, y…*maldición, ya la cague… no se va a creer nunca lo que realmente me hace sentir u.u con estas actitudes mías*- El más bajo estaba completamente rojo, hasta las orejas.
Su seme lo veía con mucha ternura, estrechándolo y tomando su mentón para que lo viera a los ojos, y con un susurro le contesta.
-entonces… lo que quieres ¿es que te enseñe?-
-s, si- y lo besa lentamente, dejando que sus lenguas hagan una batalla, hasta dejarlos sin mucho aliento.
-¿por eso quieres la cerveza? Para tener más valor o…/-
-¡NO! la cerveza… sólo quería que pasáramos el rato juntos, normal… pero ¡tú tenias que presumirme tu trasero!…y, y…y yo- De algún lado le había salido un puchero, y una confesión que divertía mucho a Shuu.
-¿mi trasero?… ¿me estabas viendo el trasero?- Fingiendo que lo desconcertaba, pero había terminado por reírse.
-¡no hagas que lo admita!- Avergonzando más al pequeño vocal.
Con tal de distraer al mayor, Satoshi se cuelga con lo más que puede de su peso a su cuello hasta hacerlo descender al sofá. Mientras lo besa, era el beso perfecto combinando sus lenguas en una danza de caricias mientras los labios se tomaban unos a otros con pasión.
5 min después…
El bajista enredaba sus dedos entre la madeja de cabello del menor, con las piernas abiertas y sentado sobre el sofá, mientras Sato hundía su cabeza en su entrepierna, con lentitud subía y bajaba por su miembro, enredándolo con su lengua y a veces haciendo algo de presión con los dientes, aunque Shuu lucía a pasible su miembro palpitaba con gran excitación, para ser un primerizo el vocalista lo hacía de maravilla, con algunas fallas por el nerviosismo, pero como ya hace mucho le traía ganas no iba a desperdiciar la oportunidad.
Con un tono ronco y entrecortado, que delataba su verdadero estado de excitación, susurro al oído de Satoshi –aah!… Sastoshi ¿podrías… podrías ir más… aah… rápido?- Fue obedecido de inmediato, lo cual lo hizo sonreír de medio lado, como en un sarcasmo.
Con dificultad el menor alzaba la vista y creyó entender el mensaje de esa mueca, volviendo a su ritmo lento.
Aunque siendo Satoshi en quien se había fijado prefería cuidarse de decir cosas como ‘’me gustas’’ o ‘’te quiero’’, lo dejaría hasta que realmente se sintiera seguro con el vocalista. Mientras disfrutaría de todo lo que le pudiese enseñar en el arte de amar a ese vocalista.
Entre roncos gemidos volvió a acercare un poco a su oído, para decirle –así está mejor… déjame sufrir… un poc aaah… más, aah!… Sato!-
El tono de voz de Shuu le indico al vocalista que su ‘trabajo’ se estaba realizando bien, pero una sensación incomoda en su entrepierna le indicaba que él iba por el mismo camino…
Los pensamientos del bajista fueron interrumpidos por los rápidos movimientos de Satoshi, el vocalista sentía una gran presión que ya le causaba dolor bajo su pantalón, así que apresuradamente intentaba sacar su miembro de allí, Shuu lo detiene suavemente y lo besa con ternura en los labios.
-ahora es mi turno-
-pero aún no aca/-
-ya estaremos los dos listos para lo mejor, después de esto-
Satoshi se recuesta sobre su sofá, y Shuu va sobre de él, mientras se besaban el bajista se aprovechaba de meter su mano bajo la playera del menor, lentamente dando caricias, hasta detener el beso y acomodarse entre las piernas de Sato, abre el pantalón y deja salir la prominente erección del menor, se acerca a ella para poder irla saboreando, la mete a su boca y comienza con succiones, el vocalista no sólo suspira y da gemidos, a momentos grita por lo bien que se maneja el mayor, la forma en que usa la lengua sobre su punta, las succiones y el subir y bajar sobre su miembro, rápidamente Satoshi pierde el control.
-ah! Dios!, Shuu!... AAAH!... joder, me voy aah, aaah, ya llego SHUU, AAAH! YA LLEGO!-
El vocalista curva la espalda por la onda de placer que le recorre, y deja salir su esencia en la boca del mayor. Para su sorpresa este no se retira, por el contrario intenta ingerir tanto como pueda de su semen.
-aah, Shuu… no hagas eso… no es…-
-para mí está bien, quería conocer tu sabor… y, no está nada mal- le deja ver una media sonrisa de lado a su pequeño amante –¿quieres conducirme a tu habitación o terminamos aquí?-
-joder Shuu!, deja y me repongo…-
-qué soy bueno, ¿verdad?- Shuu no podía evitar hablarle entre sexy y orgulloso. Indignando más al vocalista, pero una indignación divertida.
-tampoco te creas tanto… el sensible aquí soy yo-
Lo único que el vocalista consigue es la burla y la ternura del mayor, quien se abalanza con un abrazo sobre él.
-¡wii eres tan tierno!… oye, y ¿cómo le vamos a decir esto al otro par de mensos?- Ya todo entre ellos parecía fluir muy bien, tanto que el bajista se estaba realmente emocionando, ralamente sintiéndose feliz de tener un “novio” así…
-¿a… de…decir?- En cambio al vocal se le cambio la mirada y toda la expresión con la sola idea de tener que enfrentar a sus compañeros de banda, provocando el disgusto del más alto.
-porque les vamos a decir, ¿cierto?…- Pero Shuu sabía que tendría que manejarlo con cuidado, recordaba lo difícil que fue sacarle la verdad a Satoshi, tanto que aún no habían cruzado una palabra franca respecto al asunto, sólo con demostraciones físicas se habían entendido -no que eres gay, porque no lo eres- así que busco hacer el asunto más ameno para el menor -pero sí que ahora tenemos algo… porque tenemos algo, ¿no?-
-¿un hijo llamado Takuya?- la respuesta de Satoshi salió tan rápido de su boca que apenas si fue entendible *estoy idiota… pero es que tengo tanto miedo de que no me corresponda tan en serio… ¡seguiré así!*
Obviamente tal respuesta había dejado desconcertado al más alto -¿qué? *ok, me voy olvidando de que podamos ir en serio*- y no sólo desconcertado, Shuu estaba haciendo su mejor esfuerzo porque Satoshi le correspondiera con sinceridad, pero eso no parecía ser posible.
-dijiste “tenemos algo”… supuse que tendríamos un hijo llamado Takuya… después de que tú… y yo, bueno… hay que hacerlo… ¡obviamente!- Y al menor todo se le hacia un enorme maraña en la cabeza -no sé qué digo, ¡me dejas idiota!- parecía que al tener al bajista al lado no podía coordinar bien su sentido de defensa y al mismo tiempo tratar de llegar a una relación aceptable.
-perdón, pero ese “paquetito” a mí no me lo cargues- parecía que Shuu no formalizaría tanto con el vocal como para tener un hijo… o también era incapaz de defenderse y ser serio al tener tan cerca a su querido vocal -idiota ya estabas cuando te conocí… y lo del hijo, ¡ahorita te lo hago! Por eso decía que ¿a dónde está tu habitación?- Y se aprovecharía de todas las esperanzas que este le diera.
-sólo deja y me acomodo la ropa y…/-
Sin aviso Shuu se encarga de quitarle por completo el pantalón…
-¡¿qué carajos crees que haces?!-
-te ayudo con la ropa, ahora sí ¿la habitación? Que el pequeño Shuu ya quiere conocer al pequeño Sato-
Mientras se llevaba a un muy ruborizado Satoshi cargándolo en sus brazos.
-al fondo a la izquierda…-
Tras entrar como pudo al cuarto Shuu deja caer sobre la cama a SU vocalista. Se le encima con tranquilidad, lo ve a los ojos y se dan un beso, el mayor siente como bajo suyo el otro comienza a temblar, es su primera vez con otro hombre, no puede ir tan rápido.
-Sato… ¿estás seguro?-
-yo…- la duda se percibía en la voz del menor, así como se dibuja algo de vergüenza en su rostro -me va a doler ¿cierto?… el pequeño Shuu no es TAN pequeño, más bien es grande- ya entrado en duda se expreso más abiertamente -¿o mi boca era la pequeña?… cómo sea… lo que quiero es estar contigo, de cualquier forma, lo que deseo es tu compañía, me haces falta… así que yo creí que podíamos… ya sabes, ‘hacerlo’…-
-¿pero?- a estas alturas el cansancio y toda la palabrería de Satoshi dejaba a Shuu sin saber que pensar o sentir con claridad.
-Shuu ¡carajo, prácticamente soy virgen!… en esta situación me da miedo-
-por eso te preguntaba…-
-¡no preguntes! … sólo… sólo hazme tuyo- también Satoshi comenzaba a rendirse, realmente lo iba a retener cómo fuese, sobre todo porque lo quería sinceramente.
-no… esperaremos, no pasa nada si no lo hacemos hoy, apenas empezamos- Y de alguna forma Shuu quería creerse que era cierto: el vocal sí lo quería, pero no sólo era virgen en la cama, también en cómo expresar sus emociones.
Le acomoda un ligero roce sobre los labios, y lo envuelve en sus brazos, se acomodan para dormir así, sólo dándose a entender con sus miradas que no es nada malo sí esperan un poco más.