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Bitter Sweet por Luna Shinigami
Yu Gi Oh Seto x Joey “Bitter Sweet” By Luna Shinigami Nota: bueno este es mi primer fic de Yu Gi Oh, espero tener sus comentarios… no vayan a ser muy mal@s conmigo…ok yo se que no he terminado los de Gundam, pero hace poco leí un fic que me encanto de esta pareja… se llama “lentamente de Katrinna Le Fay”, si tienen la oportunidad léanlo. Bueno como ya no hay más preámbulos con ustedes… Bitter Sweet…. Entre amargo y dulce así era la vida, así era su vida, un día más de escuela innecesaria ya que siendo como él era no tenia la mínima necesidad de esta, solo simple papeleo legal; un día más de su empresa que por cierto no se manejaba sola y debía defenderla a capa y espada de ese montón de ratas que se decían ser sus aliados y sobre todo un día más de la charla inconstante de los mediocres de Yugi Ltda., eso si era un verdadero riesgo a su paciencia y francamente no era que tuviera mucha. Escuchar una y otra vez a la tonta de la Gadner su teatrito sobre la amistad que solo era una mascara para acercarse a Yami, al tonto de Taylor del cual a veces pensaba que ser un tonto era su Hobby predilecto, no puede faltar Yami el antiguo faraón, que poseía cada vez un carácter más obsesivo con su Hikary, luego Deblin aquel chico ridículo de ojos verdes, no sabia a ciencia cierta porque lo odiaba pero debería tener sus buenas razones porque lo odiaba a muerte consumada y pro ultimo y no menos importante el “perro de Wheeler”, un ser tonto, insípido, inocuo, torpe, vació y tremendamente hermoso. Bufo resignado, si debía saber que aquel rubio de ojos miel, era la criatura más hermosa, ruda y malvadamente misteriosa que Dios hubiera creado. Por que para el todo poderoso y todo conocimiento de Seto Kaiba, Joey Wheeler era todo un misterio, siempre con esa alegría prendada de su rostro como tatuada pero en el fondo esos ojos miel siempre estaban tristes, aunque sus amigos hicieran el menor esfuerzo por notarlo. Los ojos azules de Seto sisearon por todo el salón “¿y hablando del perro…..?” no había señales de la aparición del rubio parlanchín de Wheeler y la campana había sonado, definitivamente la iba a ver difícil el perro cuando llegara. Lamentablemente el perro no llego ni ese día ni en toda la semana. Sus amigos estaban preocupados, es más los profesores también lo estaban y Kaiba ni se diga había aprensión en sus ojos y un dejo de preocupación por su cachorro. Las clases del viernes se terminaron bastante lentas, Kaiba salio del salón con rapidez para dirigirse a la rectoría. Golpeo con prontitud para luego ser atendido por una mujer bajita, pelirroja y bastante blanca. -Tome asiento señor Kaiba, en que puedo atenderlo…- dijo amablemente la señora, sabia que esos formalismos no los debía tener con un alumno, pero este no era un alumno “normal” era Seto Kaiba en persona, el dueño de Kaiba Corp y si lo hubiese querido del mismísimo colegio. -No me voy por las ramas, necesito saber porque Wheeler no ha venido al colegio – dijo el moreno mientras la señora lo miraba fijamente a sus orbes azules. -Creo… señor Kaiba que eso es privado de los legados de la escuela, así que no puedo ayudarlo – Kaiba se tenso como esa mujer se había atrevido a llevarle la contraria, nadie podría hacer eso… -Mire “señora” no acabe con mi paciencia, sabe muy bien que yo “dono” en cantidades bastante grandes dinero a esta institución así que no me haga perder la paciencia – carraspeo de ira, él venia por respuestas y se iba ir con ellas. -esta bien “señor” Kaiba, no me parece prudente hablar de los asuntos personales de “mis” alumnos y menos de un joven con el cual francamente se lleva completamente mal pero si no tengo de otra, solo espero su cautela, respeto y sobre todo discreción joven Kaiba – Esta bien, pensó Kaiba ahora esta mujer si me esta asustando porque tanto preámbulo para decirme algo sobre mi cachorro… Si porque es MIO así aun se lo pueda decir. -El joven Wheeler… se retiro de la escuela, dijo que no podía seguir con sus estudios y antes de que diga nada señor Kaiba hablamos con el padre, aun no puedo entender como un sol como lo es el joven Wheeler tiene un padre así…- -Explíquese – comenzó a sudar el ojiazul -Pues si, cuando le dijimos que le podíamos otorgar una beca para que el joven pudiera continuar estudiando… si era por motivos netamente monetarios, él se negó rotundamente diciendo que era obligación del joven Wheeler mantenerle… aunque no se como pudo vocalizar de lo ebrio que estaba…- la señora sintió una pena interna…Joey siempre era castigado por llegar tarde, pero cada vez que llegaba ala dirección recibía todo lo contrario a un regaño… siempre un desayuno, unos buenos días… y un beso cariñoso en la mejilla por la señora rectora, que veía claramente las señales de abuso que tenia el “sol” personal de el colegio de Domino City -Déme la dirección de Wheeler…- -Señor Kaiba…*suspiro* esta bien… tome ha y no se sorprenda de donde vive el joven – La gabardina negra que ahora utiliza se mecía con el viento mientras salía de la rectoría bajo directamente hasta que llego a la limosina, abrió su lapdop y comenzó a escribir, minutos después sonó el móvil… -ya conseguiste la información…te espero en la oficina…- fue lo único que alcanzo a decir el grandioso dueño de KC. Los minutos pasaron largamente en la oficina del castaño, mientras pensaba en cada una de las palabras de la rectora… él hace mucho tiempo había visto la decadencia de esos ojos bellos, cada vez con menos alegría, hasta que una semana antes de su repentina salida del colegio no vio nada en ellos, vació… un vació capaz de acabar con la bella sonrisa de su rostro. Estaba bien admitirlo, él estaba perdidamente enamorado del rubio, lo había estado desde el momento que entro en el colegio, desde que se insultaron por primera vez y de cómo esos insultos se habían convertido en una rutina diaria que le alegraba su corazón. Debía estar loco, si alguien se enteraba seguramente seria el comodín de la sociedad *Bah para lo que me importa* lo único que quería era verlo, así fuera para insultarse mutuamente, ese bastardo de Wheeler se le había metido en el corazón uno donde únicamente tenia cabida Mokuba. Pero debía admitir que él había cambiado mucho, desde la batalla con Marik, se abría más a su hermano y sonreía de vez en cuando, claro que sin dejar de ser el diablo de ojos azules (esta frase es plagiada….perdóname Katrinna V_V, pero que mejor forma de describir a Kaiba) en la corporación Kaiba. Se levanto con gracia mirando fijamente uno de los grandes ventanales de su oficina… sintió cuando abrieron la gran puerta, obviamente sabia quien era. -hola Seto…- murmuro la única persona en el mundo que podía llamarlo de esa forma y no morir en el intento. -Hola Moki…- luego se dio vuelta para abrazar al joven en sus brazos, su querido hermano que tenía exactamente 14 años y era un bello adolescente, con ese cabello negro y esos ojos azules tan expresivos. -te noto preocupado... Seto que pasa- pregunto sin soltar el abrazo -es por mi cachorro – dijo en un murmuro solo audible para la persona que lo tenia abrazado. -Joey…- Mokuba sabia del dolor de su hermano, sabia de su amor imposible y secreto, se entero desde el momento en que al mayor de los Kaiba se le iluminaban los ojos cada vez que veía a su cachorro, había una conexión tan mística entre los dos hermanos que muchas veces no se hicieron necesarias las palabras. -¿Qué paso?...- fue lo que atino a decir Mokuba cuando se sentaron juntos en un gran sillón que se encontraba en la oficina, Kaiba le contó todos los pormenores desde sus faltas a clase hasta lo dicho por la rectora. Mokuba se afligió al ver a su hermano de esa forma, tan agobiado, tan triste y es que nadie más aparte de él podían dejar revelar su lado humano. También estaba preocupado por Joey y es que él precisamente Mokuba Kaiba, el hermano menor del diablo de ojos azules se había enamorado de la persona menos conveniente sobre la faz de la tierra… sonrió al ver a Seto… eran tan iguales y tan diferentes, pero eran los únicos hermanos que se enamoraban de la misma persona. Se escucho un aparato en la mesa… - señor Kaiba, aquí se encuentra el señor Monory…- Seto se paro de una vez del sillón y presiono un botón – Hágalo pasar- mientras se sentaba de nuevo en la silla principal de la oficina. De nuevo la puerta se abrió para un joven de cabello plateado y ojos dorados, un traje negro y rostro delicado. -Buenas tardes- saludo el extraño -Que me conseguiste- la voz recia del ojiazul -Este es mi reporte… el joven Joseph Wheeler vive al sur de la ciudad, en un barrio abducido por la violencia y las pandillas baratas, su padre es un alcohólico violento, su madre se canso de vivir con el señor Wheeler y lo abandono a su suerte dejando al joven rubio con él, al parecer fue un embarazo no deseado, según mis averiguaciones, la mujer intento abortar varias veces sin éxito… también esta su hermana Serenity Wheeler, profesa un amor a su hermano aunque nunca esta cerca de él y si me permite decirle le importa un comino la vida que el pobre chico esta llevando…- respiro el joven Monory, muchas veces su jefe le había mandado a averiguar sobre sus enemigos importantes pero nunca sobre un chico de la escuela… un pensamiento se coló en su mente tal vez… solo talvez Kaiba se haya enamorado… sonrió para sus adentros. Los hermanos Kaiba estaban completamente boquiabiertos, ya eran sabidos los maltratos pero no esta ese nivel. -Continué- carraspeo el Ceo. -Bueno – se acomodo mejor en el asiento el joven investigador –trabaja de 4:00 AM a 6:00 AM entregando periódicos; 7:00 AM a 2:00 PM se encuentra en el colegio al cual no ha asistido la ultima semana, trabaja de 3:00 PM a 11:00 PM en un restaurante francés como mesero… desde el día en que no asiste al colegio… bueno señor Kaiba tal vez esto suene duro…- -Dígalo de una vez por todas- se desespero el grandioso Kaiba -bueno su padre lo “vendió” de alguna forma a una pandilla… en realidad no se que hace allí, a veces sale y roba un poco, otras veces no sale de una edificación en ruinas y cuando lo hace esta por demás golpeado…- Un puño seco se escucho en la habitación, había sido la mano de Kaiba contra el cedro de su escritorios, como un hombre puede vender a su propio hijo, acepto de Gozaburo Kaiba los tratara mal pero de una u otra forma a ellos no los unía lazos de sangre, pero al padre de Joey… ese maldito mal nacido… su furia se hizo sospechar porque esos ojos azules de un momento se hicieron negros de solo pensar lo que había hecho con su pobre cachorro. -Koji… ahora donde esta Joey? – pregunto un aparentemente calmado Mokuba. -En aquel edificio… con esos tipos…- -Debo sacarlo de allí- dijo Kaiba mientras tomaba su abrigo intentando salir de su habitación pero su pequeño hermano no se lo permitió. -Esta bien hermano, pero no de esa manera, por favor Seto piensa mejor las cosas, lo sacaremos de allí pero hazlo con la cabeza y no con los instintos, en este momento tu cachorrito no necesita a Seto necesita a Kaiba – dijo el pelinegro aun bastante afectado por lo que se les dijo del hermoso rubio. El chico de cabellos platinados estaba en Shock… “su Cachorrito” -esta bien, Koji necesito tu ayuda – -lo que desee, señor Kaiba…- Como fuera el castaño se prometió sacar de ese infierno a su cachorro y alejarlo del mundo incluso de sus “amigos” que obviamente no se habían dado cuenta lo que pasa con el joven sol de Domino City. ******************* La noche se cayo como relámpago en esa parte miserable de la ciudad, los tiroteos se escucharon a lo lejos… mientras varios carros blindados se infiltraban en aquel miserable barrio…En uno de los autos se encontraban dos jóvenes uno de ojos azules y otro de ojos dorados. -Calmese señor…- intento murmurar el joven de cabello plateado. -No puedo… Koji… el cachorro es mi vida…- -Se le nota mi señor, solo cuando lo menciona su voz cambia… tal vez “su” cachorro lo vuelve más humano- -Hn- Varios hombres cercaron el perímetro, estos subieron con facilidad por las mugrientas paredes de una edificación que estaba por caerse… Llegaron finalmente a uno de los pisos, donde habían electrodomésticos robados, prostitutas, ladrones, cantidades absurdas de droga… rápidamente y sin dejar que los pandilleros se alcanzaran a armar los detuvieron y esposaron arrodillándolos. Unos ojos azules recorrieron con asco el lugar tratando de subir rápido para que el olor fétido no le llegara a los pulmones, finalmente llego donde estaban los delincuentes, vio con repulsión a estos, algunas mujeres y chicos de la vida fácil, también vio algo que partió en dos su corazón, ahí en medio de los detenidos, con la ropa rota, el cuerpo magullado y los ojos perdidos se encontraba su cachorro. Vio el ligero temblor de su cuerpo, se acerco lentamente mientras el rubio seguía con la mirada perdida en alguna parte interesante del suelo, tomo con una de sus morenas manos el mentón pálido de su cachorro y lo hizo alzar la vista. -Ka..Kaiba…- murmuro con miedo -shhh… tranquilo cachorro… tranquilo- murmuro muy cerca de su oído. Los ojos miel de Joey se clavaron en los azules de Seto, finalmente se rindieron y el rubio se desmayo. -Joey…Joey…-le quito las esposas de sus manos ahora sucias y lo cargo sintiendo el poco peso del rubio. El infierno había acabado. ************* Se despertó con un ligero dolor de cabeza, al intentar moverse se dio cuenta por el dolor de su mano que tenia puesto un catéter conectado a una bolsa de suero, abrió los ojos enormemente, esa era una habitación no un hospital… donde demonios estaba… Sus ojos miel pudieron ver la fina decoración, todo como puesto con un pulcro orden, de nuevo las imágenes de días anteriores se gravaron en su mente, como lo vendió su padre, como esos hombres lo obligaron a … dios de nuevo esa necesidad de vomitar, trato de levantarse pero una voz dulce desde la puerta lo detuvo –Ni lo intentes, Joey – Ahora si debería decir que estaba muerto, el que le hablaba era el menor de los Kaiba. O sea que… no… no podía ser cierto -Mokuba…- -No te levantes el doctor dijo que estabas muy débil así que a hacer el menor esfuerzo – -¿Dónde estoy… pequeño? – dijo asustado -En mi casa- -Yo… yo… tengo que irme….- -pero Joey el doctor dijo que no te levantaras – -lo siento pequeño, no se como llegue aquí… yo no…- se levanto con un gran esfuerzo mientras jalaba el catéter sin culpa, una mueca de dolor se cruzo por sus labios. Mokuba intentaba disuadirlo pero el rubio estaba tan confundido que no hizo caso a las advertencias del pequeño pelinegro. Cuando ya por fin había llegado a la puerta, esta se abrió y mostró en todo su esplendor a el mayor de los Kaiba. -que haces de pie?- dijo secamente el ojiazul -yo…yo…- no sabia que hacer tenia una laguna mental del tamaño del atlántico. La voz del pequeño corto la tensión del momento – Seto, Joey no me quiere hacer caso, por favor ayúdame – Sin prestar atención tomo en brazos a Joey y lo deposito suavemente en la cama, luego de reacomodar su catéter y comprobar que el suero estaba pasando bien, se sentó junto a Mokuba que esta inútilmente tratando de no reír por la expresión de Joey. Estaba entre aterrado, sorprendido, atónito entre otras. _Moki, sal un momento necesito hablar con el cachorro- -esta bien, adiós Joey vendré más tarde a relevar a Seto – dijo el pequeño no sin antes darle un beso en la frente al rubio de sus sueños. El silencio se hizo profundo en la habitación hasta que el chico de ojos miel trato de romper el hielo… -Yo…Kaiba..Que hago en … tu casa…- dijo completamente avergonzado. -No recuerdas nada cachorro- -No…- En ese momento sintió cuando el moreno abandono su cómodo puesto en la silla para tomar un lugar en su cama, el sonrojo no se hizo esperar…sus pálidas mejillas pintadas de un rosa pálido le daban un aspecto angelical…no sabia como se encontraba allí fuera de ese mugroso edificio, lejos de ellos… lejos de su padre. -Hace dos días estas en mi casa…- Joey lo miro con asombro ¿Cómo demonios había dormido tanto? – Hubo una redada en tu barrio, detuvieron a mucha gente… cuando entre a ese edifico allí estabas tu…- -Tu…tu… fuiste a…- ahora si estaba completamente rojo pensando en el lastimoso estado en el que el dueño de Kaiba Corp lo encontró, sufrió al pensar que tal vez ese castaño lo atormentaría hasta el final de sus días humillándolo por su pasado y su presente. -Si, yo fui a ese edificio, yo fui el que planeo todo con la policía… yo fui… para sacarte de allí – El rubio pensó cualquier cosa menos lo que Kaiba intentaba decirle… -Tu que?...- dijo en estado de Shock Seto se acerco abrazando al joven rubio mientras un ligero tembló se sentía en el cuerpo de este ultimo -Me entere lo que hizo tu padre, los días que no fuiste a estudiar fueron mi tormento, luego investigue lo que te había pasado e hice todo lo posible por sacarte de ese infierno…- Joey se aferraba más duro al cuerpo del ojiazul, nunca pensó que una persona tan insignificante como él podía interesarle al magnifico Seto Kaiba, es más que podía interesarle a alguien, ya que ni sus amigos le habían ayudado. Las lagrimas no se hicieron esperar, le llanto que no podía detener más su corazón adolorido, Seto solo lo abrazo fuerte dejando descargar el dolor en su pecho, le dolía ver a su cachorro en esas condiciones, luego de un largo rato, Seto lo separo de sus brazos… para mirarlo directamente a los ojos. -Cachorro el doctor te hizo varios análisis, no tienes nada de gravedad, desnutrición, unos hematomas, unas cuantas costillas mal acomodadas y lo que más me preocupo… fueron la droga psicoactiva que te encontraron en la sangre…- -Yo…- de nuevo sin habla genial… Joey Wheeler el bocón numero uno del mundo estaba sin habla y Kaiba la persona más introspectiva del planeta armando frases completas. -Porque? – -Porque no quería pensar, porque ellos… Kaiba ellos querían que yo hiciera algo… que no… que no puedo, así que me obligaron a meterme esa cosa, yo no sabia… yo solo quería salir de ese infierno…. Esos tipos… me …- -No- -No que?- -No te hicieron nada, supongo que llegue a tiempo, de lo contrario los hubiera matado con mis propias manos, nadie toca algo mío y tu cachorro eres mío…si aceptas..- dijo en un hilo de voz. Realmente el jamás pensó contarle nada a Joey pero después de lo sucedido los últimos días, el padre de su cachorro fue a la cárcel, los de la pandilla también sus abogados se encargarían de que toda esa gente se pudriera en la cárcel; luego la prensa diciendo que él había estado involucrado con un pandillero de quinta… a ese periodista casi lo mata, pero pensó las cosas y lo demando, nadie trataba así a su cachorro y por ultimo los “amigos” de Joey tratando de verlo, eso si que no… él no dejaría que nadie le hiciera daño de nuevo y eso incluía a sus amigos. Bueno sin mencionar que el castaño pidió la potestad de Joey, no lo dejaría en ningún hogar de paso, teniendo en cuenta que el rubio era menor de edad debía tener un tutor por lo menos hasta los 21, bueno, esta bien admitamos que Seto es menor de edad, pero es uno de los hombres mas ricos del mundo así que podía hacer lo que se le daba la gana. -que dices aceptas- dijo el Ceo de nuevo -Pero yo no soy nadie…- -Eres Joey y eso para mi es suficiente- aclaro Kaiba - oye primera vez que me llamas Joey… yo… pero mi padre- -Si no te importa, esta en la cárcel y yo he pedido tu patria potestad…- -No, no me importa ninguna de las dos, así que serás, mi padre…- -ummm, si…- te tendré bajo mis cuidados hasta que tengas veintiún años y de eso hacen falta varios años…- -Esta bien… acepto.. Padre…- dijo por fin riendo de buena gana. Seto solo bufo. Joey tomo el rostro bonito de su ojiazul y le dio un tierno beso en los labios, - gracias - Las cosas debían cambiar para su cachorro, el harían que cambiaran definitivamente, aunque eso de padre no le gusto, el amor entre hombres estaba permitido pero no el incesto… ya su mente comenzaba a divagar… por dios el y Joey no tenían la mima sangre…aunque si lo cuidaría más que aun hijo como su tesoro., su amigo y sobre todo su amante. *********** Owari N.A: primer fic, es un One Shot, solo hice uno cortico si quieren la continuación me avisan si no, no importa lo que valió la pena es que se hizo el intento. Ok, saque un poco a Seto de ser Seto pero debes en cuando que le diga de frente a mi rubio que lo quiere sin ataduras, es bueno… bueno ya saben… comentarios y demas a Luna Shinigami besos -
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