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Del Diablo Desde El Corazón por sleeping god

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Notas del fanfic:

Dedicado a mi sister que está pasando un mal trago. Me felicitó en su momento por tener el valor de entrar a un concurso- no es por presumir pero gané el segundo lugar y una cita con el psicólogo- y quiero que recuerde los viejos tiempos, los que vivimos juntos y en los que no estaba con su pareja y aun así sonreía tan linda.

Ahora sí, el fic lo escribí en mis años de secundaria. Está recortada así que espero se entienda lo que quiero decir- si hay dudas igual pueden preguntar-

Es dramática así que para el que no guste de un poco de color gris le recomiendo no leer. Serán únicamente dos capítulos.

Notas del capitulo:

Escrito cronológicamente y con narrador y que, por algún motivo, me recordó al releerlo que parece la narración de a película 300.

Sin más espero sea de su agrado y comprensión.

El rumor es la noticia que no conoce fronteras ni discrimina, de esa manera todo el mundo sabe. Y por ella misma el pueblo se enteraba que ese día que su rey contraía matrimonio.

 

La unión traería un beneficio para el país Inglés que se habían quedado en medio del fuego Francés y Escocés. Los recursos eran bajos, la gente moría de hambre o por los asaltantes de ambas naciones, por eso la unión se veía con buenos y esperanzados ojos.

Amaban y mucho a su rey porque sabían que haría lo que fuere por cada persona que naciera en tierra inglesa.

 

En alguna ocasión ambas naciones fueron una, al punto que ambos apellidos eran renombre que incluso se podía encontrar el apellido de uno en tierras del otro y viceversa, sin embargo esos tiempos se acabaron y lo único que dejaba rastros de esa realidad eran los libros y, entre los más importante, ese castillo donde viviría la feliz pareja. El castillo Jaegerjaquez.

 

14 de enero de 1438; Buckingham, Inglaterra.

Se enamoró a penas cruzó sus ojos con aquellos castaños, su frio y calculador corazón se conmovió. Nunca en su vida le pasó eso, conocido comúnmente como debilidad y, aun así, adoraba el sentimiento y a ese muchacho.

Y por eso estaba agradecido de que aceptara apenas en su segunda visita cederle su mano en sagrado matrimonio.

La ceremonia fue al día siguiente en una vieja iglesia donde se reunió todo el pueblo, fue rápida pues el frio estrujaba a cualquiera y apenas concluido se retiraron al castillo.

 

21 de enero. Castillo Jaegerjaquez.

-no habrá problema que vivas a aquí, tan alejado de tu gente- le preguntaba amablemente el pelinaranja, mirando por la ventana del castillo.

-no, acepté vivir aquí porque te sentirás mejor estando en un  lugar que tu conozcas- el no sabía nada de aquella edificación, tan alejada de su tierra escocesa- además, sin importar los problemas que esté sufriendo mi país, ellos sienten mi poder pues soy un rey fuerte.

-está bien, mi rey- ese muchacho, el príncipe de la familia Kurosaki, le llamaba rey Jaegerjaquez cuando se conocieron y ahora mi rey, nunca por su nombre a pesar que apenas se lo topó lo llamó Ichigo.

-sé que amas a tu pueblo.

-así  es.

-no hace falta que te preocupes, yo elevaré esta nación pues ahora soy rey de ambos- se hizo notar ante su ahora esposo.

Si su preocupación era la caída de esa tierra el la elevaría, si le molestaban los franceses los mataría, si le desquiciaba el sonido de una mosca la acabaría, pues, para el, Ichigo era su rey.

 

26 de enero

La simple unión causó molestia en sus consejeros, exhortándole que era una pésima idea.

-¡señor mío, es una pésima idea!- le reclamaba el más viejo de ellos después de enterarse de la boda en tierras inglesas y bajo su religión cristiana, fuera de lugar a su sabiduría pagana.

-¡además el pueblo cuenta que no se ha consumado el matrimonio!- le alejó el recién ingresado que conocía mejor que nadie lo que contaba la gente.

-¡¿Cuál es el problema con eso?!- les gritó a callar mientras bebida de su botella de vino- igualmente tendré que recurrir a una princesa para procrear un heredero.

-pero eso hace creer que es impotente- le dijo con el tono más suave un lacayo.

-¿impotente?- repreguntó nada conforme- Ichigo está asustado en realizar el acto y no pienso obligarlo.

-señor, es sólo un muchacho Ingles, únicamente debe tomarlo- se atragantó con la bebida. Claro, esos idiotas no daban con que su vida se desvanecía frente a su amor.

-te mataré- le habló poniéndose de pie- nunca volverás a hablar de mi amor como un cualquiera.

Otra vez corrió la sangre concluida una reunión de sus consejales que viajaban desde tan lejos sólo para recibir regaños y, ultimamente, muerte.

Se marcharon del salón principal de ese frio castillo, el único con chimenea para calentar el lugar.

-¿mi rey? - preguntaba al otro lado de la puerta su príncipe. Calmó su furia de haber tenido que matar a otro de sus consejeros. Cada vez eran menos pues su furia estaba fuera de control y ellos no parecían tener la capacidad de comprender que no le importaba cuánta sangre corriera por su adorado esposo.

-pasa, mi amor- le hablaba suavemente, nunca lo insultaba, jamás le gritaba  y, por supuesto, en su vida haría algo contra su voluntad.

-hace frio en la otras habitaciones- le dio la razón de ir a ese lugar- mi pobre gente debe estar sufriendo- su gente, como siempre, la gente de fuera era su principal pensamiento.

-pero tú no- le cedió el sillón y lo cubría con su capa de piel de alce.

- no hace falta que se vaya, mi rey- se acurrucaba a su costado. Sintiendo ese cuerpo que no podía tomar.

 

La noche de bodas hizo todo lo nunca realizaba con sus concubinas: seducir.

Lo abrazó contra el y le platicó que su encuentro fue lo más bello, que lo amaba y siempre sería así. Lo besó con calma, sin morder ni causar los gritos de dolor que tanto lo excitaban. Lo llevó a la cama y, justo cuando se decidió a bajar los pantalones, habló por primera vez su amor, pidiéndole que fuera otra noche pues tenía miedo de hacer el amor.

Sin chistar lo concedió y únicamente durmió a su lado.

Más eso pasaba cada noche y nunca preguntaba cual era el problema pues lo amaba y jamás cuestionaría.

 

-¿de qué hablaron? - nuevamente le interrogaba su esposo- ¿la guerra contra Francia?

-no. Aunque hemos llegado a un punto muerto. Se corre la voz de que España podría unir fuerzas con Escocia…- le sonrió y besó la frente- y con Inglaterra- no hacía falta ver la sonrisa del menor, amaba a esa gente al punto de causarle celos en varias ocasiones- podríamos terminar la guerra antes de lo esperado. Pero en realidad estuvimos hablando sobre ti. Se han enterado que aun no consumamos el matrimonio.

Se revolvió en su pecho su pareja, acomodase con tanta fragilidad.

-lo lamento, mi rey.

-no, es problema de la gente no tuyo- nuevamente pudo besarlo. Se comenzaba a acostumbrar a terminar totalmente excitado pero sin hacer el acto- además de que necesito buscar una princesa para el heredero.

-¿te volverás a casar?-nunca le quitó el sueño al rey el adaptarse a tradiciones diferentes, en su cabeza siempre sería el rey de la tierra eternamente pagana.

-únicamente si la nación de la que sea la princesa me lo pide, pero siempre serás mi único amor.

 

 

02 de marzo, mismo año.

 

En una noche donde fue recibido con la misma amabilidad diaria, donde nuevamente se enteró por sus guardias que su amor regaló la mitad del pan a la gente que pasara por las cercanías del castillo, nunca lo reprendía pero si le decía que eran como perros que unas vez que entienden donde pueden obtener algo fácil vuelven diario.

Lo tomaron por sorpresa en la cama, al principio creyó que simplemente fue un error la pierna que se subía en su cuerpo, hasta que el resto del cuerpo le siguió y la pronunciación a su oído de “estoy preparado” le dio a entender que después de tan largo tiempo podría hacerlo.

Pasando aproximadamente dos meses por fin se le entregó su amor en cuerpo y alma.

Desquitó totalmente las frustraciones pasadas en un sexo alocado hasta el amanecer.

Ese día no trabajo. Se alejó de cualquier guerra, alabanza o maldecir del pueblo, pedido de matrimonio de naciones  y hasta de los problemas propios de Escocia.

 

28 de julio de 1440; Dunbartonshire, Escocia.

La guerra se intensificó, sin embargo el frente Francés comienza ceder ante la fuerte de Escocia seguida de España.

El rey Grimmjow es la fuente de inspiración en todo pues marcha en la parte delantera del ejercito, mostrándose, burlándose y pavoneándose a que lo ataquen a él, su sed de sangre nunca se sacia y se ve el lado más loco y retorcido del ser humano en cada pelea que hace donde busca el mayor sufrimiento en su adversario que nunca puede gritar con mayor volumen que las risas del cruel rey.

El rey Jaegerjaquez es conocido por la tiranía que tiene a las faltas, no ama a su pueblo pero este a él sí, pues es serio en su papel, siempre buscando lo mejor para su tierra ya que su nacionalismo era su honor y orgullo. Y aunque abandonó el castillo de Glamis, su seguridad es la base de su gente aun a la distancia que tomó para vivir con su esposo, el cual fue tomado como la joya de de toda su gente, tan amable y atento que logró durante el invierno que el mismo rey trajera leña a los barrios bajos y, por su fuera porco, acostumbrados a recibir desde pan hasta oro del amor del rey.

Pues este amaba a su pareja y a la vez su pareja amaba a su pueblo.

Lo único que amaba y que se podía distinguir en su actitud en el campo de batalla y al costado del rey Kurosaki.

 

10 de septiembre

 

Con la calma vuelve la incertidumbre, se ha reducido hasta la desapareciendo el ataque de Francia, ahora desea volver junto a su amor, al cual le prometió serle fiel a diferencia de sus compañeros que, contaminados por su propia maldad, se dedican a violar a las pocas mujeres francesas vivas que quedan, claro, hasta que mueran por el trato que les dan. Lo hacen porque saben que al volver no pueden tocar a la gente del amor de su rey, este los defiende por cumplir con lo desea el dueño de su corazón.

 

16 de noviembre.

Regresa a pesar de que fue requerido en Rusia para conocer a la hermosa Tia Hallibel. Rechazó el poder partir de inmediato. Todos le dijeron que se arrepentirá pues el mismo rey francés estaba por formar una alianza con el rey de esa nación. Más no se arrepintió al caer en los brazos de su esposo que tan noblemente lo abraza y lloraba mientras le decía que lo extraño con todo el corazón.

 

12 de febrero de 1441

Su complexión y mentalidad le ayudaban a no caer en la desesperación de la guerra y los problemas que conllevaba mantener dos naciones: Inglaterra y Escocia.

Las fiestas que se celebraban eran ahora su problema, la momentánea tranquilidad obtenida en el ultimo altercado le permitían pasar tiempo con su amor, pero este disfrutaba de las celebraciones por ver a su gente reunida.

 Y si, nuevamente sabía que su amor amaba al pueblo.

Asistía para volver a tolerar el amor de su pueblo a su esposo, recibir halagos a la forma en que fortalecía el país y al terminar podía tomar en el lecho a su esposo que se lo permitía siempre desde que despidió a cada concubina por celos de su amor.

 

23 de marzo

 

Alemania le a ofrecido a su disposición la princesa, con esa unión acaba cualquier problema que tenga, nadie mejor que los alemanes en la batalla.

-¡es perfecto!- le decía contento a su amor- esos franceses rogaran misericordia. Pronto…- tomaba la mano del rey Inglés-…la guerra acabará y podré vivir aquí contigo todos los días.

-¿tienes que casarte con ella?- espera esa pregunta y, aun así, no se sentía preparado para dar respuesta.

-si, es el único requisito para unir fuerzas en la guerra- le hablaba con dulzura y se sentía mal al ver que lastimaba el corazón de su rey.

 

22 de mayo

 

Neliel Tu Oderschvank , la preciosa alemana de ojos amielados, risos verdosos y cuerpo escultural se presenta en el castillo que tiene su nombre.

Su amor salió a ver a los caballos y lo han dejado solo con ella.

Simplemente se dio.

La tumbo sobre el buro y le hizo el amor.

Nadie en su casillo diría palabra que lo perjudique pues saben que las penas son graves.

La chica volvería al día siguiente.

Se arrepintió por completo de la traición y aun así no la mencionó a su amado.

 

23 de mayo

 

Regresó con su padre, el rey, parece enterado del encuentro sin embargo cree que eso acelerará la boda.

-no puedo casarme- le dice a pesar de las expectativas.

-¿Por qué no?

-por mi amor, mi esposo, no quiere.

-¿ese joven inglés?

-así es.

-no lo tome a mal, pero necesita una mujer si es que quiere cumplir con su deber como rey.

 

Esas palabras lo acompañaron toda la semana que, a escondidas de su pareja, copuló con la mujer pensando en el heredero, en la promesa hecha a su tierra y a su padre que murió haciendo brillar el honor Jaegerjaquez.

 

02 de junio

 

-algo me oculta- le reprimía su esposo en la cama, después de la relación sexual- está menos activo que de costumbre, mi rey- lo sabía perfectamente el infeliz rey, hacia unas pocas horas gasto sus energías entre las piernas de una alemana.

- me conoces- le decía acariciando su cabello- estoy preocupado, tendré que casarme. No tengo opción.

-nunca creí ver a mi rey encerrado.

-lo lamento, mi amor- se disculpaba acariciándole la cara.

-te amo, no quiero que lo hagas.

-no hay nada que yo pueda hacer. Si lo rechazo me haré de otro enemigo pues…- el corazón se le encogía y se abrazó al pecho del inglés- … te he sido infiel, me he acostado con la princesa Neliel y dejarlo así es como declararle la guerra.

-pero mi rey ya no sería mío, y si usted no es mío… ¿de quién más podría ser yo?- le lloró en el pecho como un niño, nadie más conocía de su debilidad, se disculpó por la infidelidad como un loco sin parar de llorar.

 

Mismo día en la mañana.

 

-no me casaré- pronunció tajante frente a todo alemán que estuviera en su castillo- en este desayuno declaro nulo la unión de Escocia y Alemania- como era de esperar el rey enfureció al igual que todos, incluyendo su propia gente.

-¡no puede hacerlo!- le gritó la princesa, seguido de mil y un insultos.

-¡a callar!- gritó y la sala quedo muda. Su voz era indiscutible, como el aullido de un lobo en la noche oscura- ¡el que crea tener el valor para confrontarme que se levante y lleve mi cabeza!- esperó y esperó, hasta que el rey alemán tomó una espada y se paró frente a el.

-si te derroto tomaré tus tierras, tus riquezas y…- vio que miraba detrás del, donde descansa en el trono su amor- y haré que mis hombres violen a tu esposo como violaste a mi hija- entró en furia pero se detuvo a ver a su pareja, temblando pues nunca se vio envuelto en su actitud desquiciada.

-vuelve a dentro, mi amor. Acabaré esto y saldremos al jardín.

-si, mi rey- desapareció tras la puerta.

Apenas desenfundó la espada no esperó una señal para cortar la cabeza del rey alemán.

El público gritó enloquecido al ver que la pelea fue sucia, pero insultaron a su amor y jamás lo dejaría respirar más tiempo el aire que respiraba su pareja.

Avanzaron contra el, listos a darle muerte.

-¡mátenlos!- ordenó la masacre a los guardias- ¡y regresen a su puta princesa manchada de sangre alemana para que vean que el pueblo escoses puede con quien sea!

Fue una carnicería, donde no se distinguió de los que peleaban y de los que querían paz.

 

6 de marzo de 1442

 

Europa misma le rendirá tributo al apellido Jaegerjaquez, incluso dirán que son parientes de espartanos. En contra de una unión Rusa-Francia-Alemana, Escocia se yergue orgullosa al tener la delantera teniendo que mantener a Inglaterra antes que a su misma gente, recibiendo poca ayuda de España que no les ha dado la espalda por miedo a la ira del rey del pueblo pagano.

 

En la tarde

-deja eso- le pide a su amor que pasaba una sortija entre las rejillas a una anciana. Ella corre despavorida.

-mi rey- lo miran sin saber qué hacer.

-te la di como aniversario. Sé que no puedo evitar tu amabilidad pero al menos pon distinción entre tus cosas- le pide al haberlo atrapado en uno de sus muchos actos de bondad.

-si, lo lamento pero con esa guerra pareciera que pronto esta gente perecerá y, además, le han perdido cariño, mi rey- le informa a la vez que tomaban su mano.

-nunca necesité el cariño de mi gente, sólo el tuyo. No te preocupes, la nación no caerá porque es mi deber como rey.

 

11 del mismo mes

 

Se le informa de que se quiere parar la batalla, tanto Rusia como Alemania están decididos a unir fuerzas con el. Sería su carta de triunfo.

-pues…- le informaba el mensajero alemán-… la princesa ha concebido un sano hijo de Escocia- la notica fue su alegría. Y no hacía falta expresárselo a su esposo que escuchaba atento igualmente.

-¡esplendido! ¡Un varón!- soltó una carcajada para después preguntar- ¿Alemania está dispuesto a olvidar?

-si, la princesa y su gente han sido espectadores de su gran poder.

-traigan a mi hijo y a su madre lo más pronto posible. Debo verlo, al heredero de estas tierras sagradas.

 

12 de mismo mes. En la noche.

Llegó la mujer con el niño el brazos, los ojos eran color sol pero el cabello daba muestras de ser de su sangre, azul como los cielos.

Lo cargó y llevó con su esposo.

-mira, mi amor, el que pronto dará seguimiento a nuestra nación- su amor lo sostuvo, así pudo abrazar en conjunto a su familia.

La misión de cualquier rey ahora la tendría cumplida.

Daba gracias y se alegraba de que podría mirar a los ojos a su padre.

 

13 del mismo mes.

 

Se reunió todo el pueblo en las puertas del castillo, la noticia se esparció y ahora querían conocer al heredero.

Salió primero la madre que lo sostenía, cubierto con una sabana de seda blanca. El niño dormía.

Después salió recibido con alabanzas y felicitaciones. Se colocó a la izquierda de la mujer alemana, tomó el niño en brazos y lo descubrió, alzándolo a la vista de su gente.

Fue una enorme emoción. Todo cambiaría y ahora sería paz, paz por donde sea.

-¡viva el rey Jaegerjaquez y la reina Tu Oderschvank!

Giró su cabeza a la puerta, donde los ojos de su amor delataban que odiaba que lo quitaran de su lado. Y lo lastimaban cada vez pues lo repetían en coro.

-usted y yo- le proclamó la mujer- y el niño es el certificado de que es lo que debe ser.

Su boca se quedo seca, por primera vez no sabía que hacer.

¿Su amor?

¿O su deber?

El niño que sostenía era prueba de que escogía su deber. Con él jamás podría escoger a su amor.

Y ahora lloraba su Ichigo, el propio amor de este ahora lo traicionaba a pesar de su amabilidad, ahora pedían que desapareciera.

¿Su amor?

¿O su deber?

Cuidaría a su amor de lo que fuese. Protegería a su gente pues era el amor de su amor.

¿Su amor?

¿O su deber?

El amor de su amor ahora era su enemigo. Tenía que acabar con su deber por su amor.

¿Su amor?

¿O su deber?

Su deber atentaba contra su amor.

¿Su amor?

¿O su deber?

El deber debía morir por su amor. Su pueblo debía morir por su amor.

¿Su amor?

¿Su amor?

Su amor era su deber.

Gritó tan fuerte que ni las mil voces de la gente no se escucharon, azotó en el suelo al pobre recién nacido, matándolo, después cortó la cabeza de la alemana que rodó al pueblo.

El silencio se hizo.

Y luego vino el ruido sin sentido de gente que no comprendía.

-¡mi amor es quien está sobre esto!- declaró señalando el cuerpo destripado del bebe- ¡mi amor está sobre mi gente!

Unos segundos y el pueblo dio su respuesta.

-¡muerte al rey Inglés!- no culparon a su corazón pues le tenían confianza ciega, culparon a su propio benefactor que robó el corazón de su rey.

La entrada pronto se vio revuelta de gente, no retrocedió sino que derramó sangre sobre el lugar, impidiendo el paso.

Violentaban contra su amor.

-¡mátenlos a todos! ¡Quemen el pueblo! ¡Exterminen a su gente! ¡Háganlo! ¡Háganlo! ¡Es una orden! ¡Que ni un alma pueda elevar la voz contra mi rey!- gritó enloquecido a sus guaridas que obedecieron al ya no tener mente propia.

 

En la noche

 

El pueblo ardía en llamas. Con el cuerpo masacrado volvía a su hogar donde lo esperaba su amor.

Los cuerpos bajo sus pies tronaban bajo sus pesados pies agotados.

Entró y encontró más muerte en su puerta.

Toda su gente estaba muerta.

Mató el pueblo que juró proteger.

-¡mi amor! ¡Mi amor!- le gritaba pues debía estar bien, todo lo hizo por él.

-¡mi rey!- le contestó este saliendo de una habitación.

Seguía precioso, sin sangre ni rastro de impureza.

-lo hice, ahora viviremos juntos.

-los mataste.

-si, por mi amor.

-pero mi amor es mi pueblo.

-si… tu pueblo azotado por la guerra desde el primer día que te conocí.

-mi amor es mi pueblo- le volvió a repetir.

-si, vayamos a Inglaterra. Abandonemos el castillo Jaegerjaquez, abandonemos las tierras escocesas.

-tú.

Su amor era como el de cualquier loco, precioso y que lo ciega a todo.

La única forma de perder era que su amor lo hiciera perderse.

-¿mi amor?

-mi amor es mi pueblo inglés, no este pueblo escoses. Tú trajiste la guerra con tus ansias de poder y metiste a mi pueblo en medio y yo los voy a sacar pues ya mataste a los escoceses y yo a su rey tirano.

La sonrisa era como la de un ángel, bello y sin mancha. Se sentía en el cielo a pesar de oler la sangre en el suelo de sus guardias asesinados y la propia brotando de la daga clavada en su pecho.

Por su amor murió.

Y su amor por amor lo mató.

 

Notas finales:

Quizá el segundo capítulo aclare las dudas.

Gracias por leer.


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