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Den LIlle Havfrue por rocket_

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Notas del fanfic:

Esta vez quise hacer a unos personajes que fueran completamente diferentes, y por alguna razón Derian me salio bastante seguro de si mismo.

espero que les guste y denme una oportunidad! pronto publicaré el cap 3 en donde ...

Notas del capitulo:

si ven alguna falta de ortografia lo siento muchisimo!! nunca es mi intencion equivocarme! bien, espero que disfruten de la historia les dejare una descripcion del los personajes.

 

Derian: cabellos negro y lisos, caen a la altura de sus hombros, tiene una piel muy blanca y es de sonrisa contagiosa

Maurice: es un chico de tez blanca cabello castaño y ojos celestes, suele taparse la boca cuando se rie, se enoja cuando quiere pero en el fondo solo desea jugar.

El frío invernal se había echo rápidamente presente en las calles de Paris, a lo lejos se podía notar la Torre Eiffel, llena de hermosas y amarillentas luces, exquisito placer para quienes la veían por primera vez, y una grata vista para quienes la tenían a diario, a lo alto se notaban algunas pocas nubes de color negro, seguidas del anaranjado color del cielo que pudo haberse llamado crepúsculo de no ser porque la oscuridad que lo cubría ya era demasiada.

 

Derian se tomó el puente de la nariz, abrumado por su excesiva libertad, podía seguir paseando por las hermosas calles alumbradas por faroles, entrar en una de los café’s a calentar un poco su cuerpo, o simplemente ir a un hostal como tenia planeado, ya que se encontraba demasiado lejos de casa como para volver a esas horas.

 

Con seguridad optó por la segunda opción, arregló su bufanda a rayas alrededor de su cuello, hacia demasiado frío como para seguir caminando sin rumbo, entró en un pequeño y bohemio café que no muy atestado de gente tenia un ambiente bastante tranquilo, el olor a cigarrillo lleno sus pulmones, había también, olor a papel, y por sobre todo a dulce café, no podía evitarlo le gustaban los olores a “literatura” como solía llamarles, ya que siempre que sentía alguna de esas fragancia se encontraba leyendo o escribiendo.

 

Se sentó en una mesa apegada al gran ventanal que daba a la calle, sacó de su bolso el notebook que ocupaba para trabajar y un libro, al poco rato un camarero le preguntó con gentileza que era lo que quería servirse, y de la misma forma Derian le respondió que un moccachino, volvió entonces sus ojos a su escritura, a pesar de tener la joven edad de 25 años tenia un envidiable puesto de Periodista en el “Royal time’s” en estos días el diario mas comprado de Alemania, mantenía una vida ocupada entre su trabajo y sus estudios de fotografía, pero siempre como hoy se daba el lujo de tomarse un par de días para disfrutar de su soledad, aunque sonara triste él lo apreciaba, siempre tan lleno de personas a diario, siempre pendiente de la vida de los demás (conforme lo pedía su trabajo) momentos como los de ahora no duraban mucho y disfrutaba de cada momento que pasaba consigo mismo.

 

Acomodó un mechón de cabello negro que cayó aun costado de su pálida cara tras su oreja, miró fugazmente al camarero cuando lo sintió acercarse, le hizo un poco de espacio en la mesa para que dejara el café, volvió a escribir en su notebook, aunque estuviera descansando no había nada de malo en adelantar un poco de trabajo pensó.

 

La campanilla que se encontraba encima de la puerta sonó titilante anunciando la llegada de otro cliente, el sonido llamó su atención, mas no hizo si no que seguir con la mirada a la persona que había entrado.

 

Un chico de abrigo gris había pasado frente a sus ojos con el cabello castaño y un poco despeinado, caminó raudamente hasta la barra y allí se sentó, tenia en su mano izquierda una bufanda, sus mejillas parecían acaloradas, seguramente era esa la razón por la cual demostraba la hermosas facciones de su cuello y rostro, desabrochó lentamente aquel abrigo, mientras Derian miraba aquella acción como una de las mas extaciantes de las escenas, al querer dejar el abrigo en el respaldo de la silla se volteó, chocando así sus miradas.

 

Derian pudo notar entonces los celestes ojos de aquel muchacho, pudo notar sus labios delgados y pálidos y también que el sonrojo había aumentado considerablemente, en ningún momento pensó en desviar la mirada, como quien es descubierto espiando, se quedó profundamente pensativo observando aquel rostro, si alguien debía avergonzarse no seria él, él no era así.

 

El chico en cambio se volteo lentamente, de forma casi autómata, sin hacer movimientos bruscos, seguramente se sentía un poco intimidado ante el escrutinio al que se había expuesto segundos antes, jugueteo con sus manos un momento mientras esperaba ser atendido.

 

El moreno dejó de mirarlo, debía concentrarse en su trabajo, pasó un rato en que dirigía algunas miradas curiosas, cierto interés había despertado en él, se sentía casi desertado, como los niños que quieren atención y son capaces de hacer alguna locura, descartando cualquier posibilidad volvió a su trabajo, estaba pensando demasiado en alguien que ni siquiera conocía.

 

Otro rato mas pasó… eran ya las 21:12 PM, pronto empezaría el show de luces de la torre Eiffel, siempre que podía acordarse veía encantando aquel espectáculo de luminarias, sacó del bolsillo de su Montgomery una cajetilla de cigarros, miraba expectante el paisaje y como los turistas avanzaban, se tocó con insistencia los bolsillos, cayendo en la cuenta de que no encontraba su encendedor.

 

Dejó entonces el cigarrillo a un lado del notebook, para tomar en sus manos el bolso y revisar en el, miró hacia el frente buscando al camarero, se sorprendió un poco al verse espiado por aquel chico que lo miraba con algo mas que curiosidad, un poco dudoso vaciló si ponerse de pie o no, al fin lo hizo, el castaño tomando su abrigo se acercó a Derian, haciendo uso de un gesto bastante inocente, una mezcla de sonrisa y nervios.

 

-         creo que lo necesitas…- le ofreció un hermoso encendedor de plata con elegantes grabados.

 

Y como si la voz se le hubiera quedado en su interior carraspeo un poco para aclarar su garganta

 

-         si, muchas gracias- dijo recibiendo la lumbre, y así encendiendo su cigarrillo.

 

-         Podrías decirme la hora?- preguntó de forma tan infantil que Derian no pudo evitar sonreír- son las 21:25 PM- le respondió el pelinegro botando un bocado de humo, aun con la sonrisa en rostro.

 

-         Cielos!-pareció exaltado el francés-debo irme…-y como si dudara en hacer alguna acción suspiró y salió por la puerta, provocando el sonido de las campanillas.

 

Derian quiso pararse, ir tras él, preguntarle aunque sea el nombre, pero tan solo hizo una mueca y suspiró, notando que en su mano aun sostenía aquel encendedor.

 

-         un recuerdo cenicienta?- soltó para sí con un poco de gracia.

 

Jugó un rato con el encendedor levantando y cerrando la tapa, haciendo que la llama se encendiera y se apagara, ya era tarde y por estar sumido en sus pensamientos se había perdido del show de la torre Eiffel, guardo sus cosas y se disponía a ir, eso sin antes investigar un poco sobre el chico que tanto le había…gustado, si esa era la palabra.

 

Se acercó a la barra y le preguntó al camarero quien era la persona que había estado sentado allí anteriormente, este le respondió diciéndole que no tenia idea de su nombre o donde vivía pero que a veces pasaba por el local, Derian un poco mas insistente, le explicó que se le había olvidado el encendedor y deseaba devolvérselo, le mostró el plateado objeto, el camarero poniéndose los lentes de lectura observo el aparato y dijo.

 

-         ves aquí? Dice “den Lille havfrue” es un hostal muy nuevo en esta zona, seguramente es de esos encendedores de muestra, quizás lo puedas encontrar allí.

 

 

Dando gracias y saliendo como una bala tomó rumbo según las indicaciones del camarero, si al menos no lo encontraba tendría un lugar en el que hospedarse por la noche, aunque eso no lo alegraba del todo.

 

Por fin vio el letrero en la parte superior que citaba aquella frase, el lugar se veía simple y elegante, entró en lo que era la recepción allí observó un poco el acabado del hostal, una arquitectura estilo rococó que le daba un aire soberbio.

 

Tocó la campanilla de la mesa al ver que nadie se asomaba, dio la espalda al escritorio observando un gran cuadro que adornaba la pared, por lo que no pudo sentir que una persona había acudido a su llamado, chistó con la lengua cuando dio por finalizada su inspección y dándose vuelta lentamente, Advirtió de un par de ojos que lo miraban con asombro. Ante tal encuentro no pudo más que sonreír.

 

 

-         Q-que…- tartamudeó el joven chico, intentaba articular alguna frase, pero prefirió guardar silencio al ver que el pelinegro se disponía a hablar.

 

 

-         hola, quiero una habitación por la noche- sonrió con mas ganas, jugando a ignorarle, no le diría que lo había buscado, al menos no ahora

 

Como si no entendiera sus palabras se quedó mirándolo, parpadeo de forma convulsiva antes de sonreír mientras tomaba un gran libro de la estantería a su espalda, tomó un lápiz y procedió a anotar todo lo necesario.

 

-         tu nombre es…- preguntó un poco nervioso, notablemente inclinado hacia delante a modo de interés.

-          

-         Derian Zeitschrift…-respondió de forma jovial…-y el tuyo es…?- preguntó de igual manera, recibiendo una mirada un poco cómplice por parte del castaño quien volvió al libro.

 

-         Maurice…Lawrence- termino de escribir la fecha y hora, -son “30 dolares” por noche…puedes pagar ahora si quieres…- intentaba evitar la mirada del pelinegro quien parecía divertido con aquella situación, le hizo entrega de las llaves- es el numero 14…si qui- fue abruptamente interrumpido por el llamado de un hombre mayor, suspiró resignado- es en el 2° piso- un nuevo llamado hizo que se mordiera un costado de sus labios totalmente disgustado- disfruta tu estancia. Logró decir antes de desaparecer por la puerta tras el escritorio de la recepción.

 

Derian un poco dubitativo no sabia si esperarlo nuevamente o tan solo subir las hermosas  escaleras, que de forma majestuosa subían en espiral, tomó las llaves, la expresión del joven había mostrado descontento, caminó un poco intentando ver, mientras pasaba hacia las escaleras, a través de aquella puerta, no consiguió nada.

 

Subió rápidamente por las escaleras, maravillándose por el maravilloso hostal, la fachada daba la impresión de ser una casona colonial bastante antigua, sin embargo el interior era totalmente contemporáneo, posiblemente debido a alguna reconstrucción.

 

Por fin dio con la habitación, era amplia, tenia una vista hermosa, una cama bastante grande con dos mesitas de noche aun costado, cada una adornadas con un arreglo floral, sonrió, también había una pequeña mesa, dejó allí su bolso y quito su abrigo, ya que por lo visto también tenia aire acondicionado, quedó con un chaleco negro con cuello que se apegaba perfectamente a su esbelto y formado cuerpo, haciendo juego con sus pantalones oscuros; en ellos un cinturón con una hebilla bastante llamativa.

 

-         con que Maurice…- susurró mirando el paisaje del gran ventanal de la habitación, mientras lanzaba a pocos metros el encendedor y lo volvía a atrapar, se encontraba deseoso y en sus manos tenia una excusa, si bien no muy buena, podría justificar algún 3° encuentro, las ansias le carcomían, el sueño no llegaba y se reñía contra sus instintos en asomarse por la puerta para ver si estaba rondando cerca.

 

Se recostó sobre la cama, pensativo, miró en notebook que momentos antes había encendido y posado en la mesita, miró el fondo de pantalla, como si en ella pudiera encontrar un calmante a su ansiedad, la pantalla se apagó de improviso, al igual que las luces del cuarto, se levantó un poco sorprendido, viendo el paisaje de la ventana que hace nada irradiaba luces de neón, de hogares y edificios en cambio todo lo que vio fue la mas completa y pura oscuridad, seguido de algunos gritos de féminas, seguramente asustadas por el repentino apagón.

 

Resignado encendió nuevamente el notebook, lo desconectó de la corriente y ocupo lo poco que le quedaba de batería, a lo menos tendría un poco de luz una 2 horas mientras le duraba el insomnio ya que eran pasada la media noche.

 

Unos golpes en su puerta lo hizo prestar mas atención, dirigió su mirada hacia la puerta, o lo que creía que era, alumbró con la pantalla del notebook, agudizó un poco el oído, de nuevo tres golpes, bastante suaves, se levantó de inmediato y abrió despacio.

 

Una luz lo cegó momentáneamente al golpearle los ojos, ante puso su mano, protegiéndose y retrocediendo apenas.

 

-         lo siento… vine a ver si necesitabas algo…- habló bajito, lleno de vergüenza, sostenía en sus mano una linterna, la que alumbraba apenas su cara mostrando sus rasgos suaves.

 

Fin Cap 1°

Notas finales:

les parecio bien? ahora dejen reviws si no entendieron algo o si kieren expresarme algo sobre el fanfic! ;D


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