Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

amor y odio ¿en verdad son opuestos? por nekonome_yaoista_pervert

[Reviews - 69]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

aqui me tienen de nuevo con un nuevo fic!!

pero esta vez la responsabilidad no es solo mia si no que este fic lo hemos creado con mi amiga Kuriyama Tsuki!!

este fic saca lo peor de nosotras

lean!!


En una dimensión alterna distinta a la nuestra, en donde habitan los kemonos (personas con rasgos animales) vivía Demian “un gatito negro”. Él era un artista que trabaja para el rey y todos los nobles del reino. Tenía que dibujar un cuadro como regalo de cumpleaños de la princesa, pero por falta de inspiración no quiso terminarlo y enviaron al mensajero real para decirle que debía terminar el trabajo.

- No quiero hacerlo, eres libre de tomar cualquier cuadro de mi taller para dárselo a la pequeña bruja- Le dijo al mensajero saliendo de la habitación y cerrando la puerta antes de que este pudiera responderle -Que se creen esos malditos desgraciados para mandarme de esa forma- dijo caminando por los largos y fríos pasillos de su mansión

-Demian espera- Dijo un joven con cabello platinado y ojos negros violáceos, era un poco más grande que Demian, unos cinco centímetros más o menos -¿A dónde vas?-

-A buscarme otro juguete- le respondió cabreado –Ya que el mío se rompió- le miro enfadado, Ziro (su hermano) le miro avergonzado, culpable.

-Cuídate- Le dijo abrazándole haciendo que Demian se sonrojara

-Ya no soy un niño- Dijo soltándose aparentemente enfadado 

-Para mí siempre serás mi niño- Le respondió su hermano tomándole de la barbilla y dándole un dulce beso en sus labios, el gatito negro se aparto de él, dio media vuelta y se fue sin decir palabra

Al atravesar el portal y llegar al mundo de los humanos vio a la distancia un joven muy bello para ser un simple mortal, de contextura delgada y rasgos andrógenos, su cabello castaño claro y levemente ondulado en las puntas, sus ojos eran verdes con pigmentos amarillos, parecía un ángel, un ángel muy triste que había llamado su atención

Le vigilo por una semana aproximadamente hasta que decidió presentarse, obviamente los mortales no podían ver sus rasgos animales a no ser que ellos se lo permitan momentáneamente o se conviertan en esclavos (juguetes). “serás mío” pensó “Aun que al parecer ya estás un poco usado”  Sonrió y espero a ver lo que ocurriría

Era una fría noche, en las desoladas calles de la ciudad, el joven que había captado su atención iba caminando tranquilamente con las bolsas de las compras. Unas cuadras antes de llegar a su casa fue interceptado por unos pandilleros, quienes al verlo indefenso decidieron robarle su dinero y golpearlo hasta el cansancio, luego le abandonaron allí sangrante y adolorido. Se levanto como pudo y camino hasta llegar a su casa.

-¡¿Qué HORAS SON ESTAS DE LLEGAR?!-grito su padre dándole una cachetada

-Lo siento- respondió el dejando las bolsas sobre la mesa

-¿Y el vuelto¿¡TE LO GASTASTE!?-

-Me lo robaron-respondió, su padre iba a golpearle nuevamente y este se cubrió el rostro-¡¿Por qué TIENES QUE TENER UN HIJO TAN MARICA?!-le grito a su esposa tomando otro sorbo a su cerveza, ella simplemente cortaba unas verduras en silencio, aguantándose las lagrimas

-Lo siento-dijo una vez mas y antes de recibir otro golpe subió a toda prisa la escalera hasta llegar a su habitación dando un portazo a su espalda.

Estaba muy cansado y solo quería dormir, se tiro sobre su cama y poco a poco fue calmándose hasta que el sueño se adueñaba de él. Unos suaves golpes en su puerta le despertaron, era su madre con un botiquín, se sentó en su cama mientras ella curaba sus heridas en silencio mientras que las lágrimas recorrían sus mejillas

-Gracias-dijo cuando ella termino, ella solo le sonrió cálidamente

-No es tu culpa-

-Aun así me siento culpable-

-Todo va a pasar-le dijo sujetando sus manos

-Llevo años esperando-respondió con un suspiro, salió de la habitación sin decir palabra.

El chico se levanto sin ánimos y se dirigió al balcón a llorar en silencio mirando la luna llena “los odio” dijo en un susurro, tras un momento de silencio sintió que alguien le observaba, desde hace días que sentía esa presencia acosándole pero nunca veía a nadie, hizo ademan de levantarse pero el ruido de un cascabel llamo su atención y se quedo allí observando en todas direcciones.

Miro hacia abajo y en e tronco del árbol vio a un joven apoyado en el con las manos en sus bolsillos, tenía alrededor de unos 20 años, estatura mediana al parecer y de contextura delgada pero masculina, su piel era tan blanca como la cal y resaltaba aun más por sus cabellos negro azabache. Sus ojos de forma almendrada eran platinados con matices celeste y le miraban fijamente, una siniestra y burlona sonrisa se dibujó en su rostro dándole una apariencia salvaje, esa sonrisa le hizo estremecer, cerro las cortinas junto con la ventana y se recostó boca abajo sobre su cama, mañana miércoles comenzaría un nuevo año escolar.

La molesta alarma del celular le despertó de su sueño, le dolía todo el cuerpo como si u tractor hubiera pasado sobre él. Como pudo se levanto y se dirigió al baño, se espanto al ver su reflejo en el espejo, su frente tenía una horrible herida la cual había manchado con sangre su flequillo, el ojo izquierdo estaba muy inflamado y con tonalidades purpuras alrededor, su labio estaba partido y su ropa estaba manchada con sangre seca.

Se desnudo completamente y se metió bajo la regadera de agua tibia, se sentía tan bien estar así de relajado. Seco su cuerpo con mucho cuidado ya que tenía muchas heridas en su piel (cortes, rasmilladuras, quemaduras de cigarrillo, moretones, etc.)

Salió del baño y sin ánimos se coloco su uniforme, peino sus cabellos y se hecho un poco de perfume, se coloco su mochila la cual al apoyarla en su espalda le hizo sentir un dolor punzante por el roce con alguna herida, maldijo por lo bajo 

-¿Hijo vas a tomar desayuno?- dijo su madre desde la cocina dándole la espalda

-No gracias, comeré algo allá-

-¡Por eso eres tan débil marica, por no alimentarte bien, así que siéntate y come!- dijo el padre levantándose de golpe

-Estoy retrasado- Dijo él saliendo rápidamente esquivando el golpe de su padre y cerrando la puerta tras de sí, él salió detrás del joven encolerizado y le grito “ni se te ocurra volver a esta casa o te moleré a golpes”- grito algo mas pero no logró entenderle “no me interesa, me iré de esa casa y no volveré a verle, ya tengo el dinero suficiente y el próximo mes cumpliré los 18” pensó mientras caminaba hacia el colegio “tendré que colarme por la ventana para llevarme mis cosas”

Siguió planeando lo que debería hacer para lograr su independencia  y con cada paso que daba se sentía peor, el colegio siempre fue una tortura para él, y no porque le costara estudiar, si no porque siempre había sido objeto de burlas y de golpes dentro de la sala y en los pasillos. Este sería el primer día de clases de su último año escolar

Al llegar al colegio y subir las escaleras se encontró de frente con Maida, una de sus compañeras, era la niñas más popular del colegio, todas las chicas deseaban ser como ella y la gran mayoría de los hombres estaban detrás de ellas como moscas sobre el estiércol.


Su cabello era rubio y ondulado y caía graciosamente sobre sus hombros y espalda, sus ojos azul cielo eran grandes y redondos adornados por sus largas y crespas pestañas, parecía una verdadera muñeca de porcelana, hermosa por fuera y hueca por dentro, a pesar de eso él siempre estuvo enamorado de ella en secreto ya que siempre fue amable con él, aun que desde que tuvo su fiesta de 15 años cambio por completo y comenzó a portarse como una verdadera niña mimada como las que salen en las películas americanas.

-Ho-hola Maida ¿Cómo estás?-

-Hola- le respondió con una sonrisa, al ver su rostro deformado por los golpes su sonrisa se ensancho y dio media vuelta para luego reír a carcajadas, sus amigas le siguieron pero sus risas fueron un poco mas disimuladas. El joven suspiro y se dirigió como un fantasma a su pupitre junto a la ventana al fondo del salón, saco sus audífonos y comenzó a escuchar música mientras garabateaba en su cuaderno, el profesor entro y comenzó a dar el discurso de todos los años.

Como ya es tradición te obligan a ponerte de pie y decirles al resto del curso tus gustos y cosas que no te agradan para que “todos se conozcan mejor y puedan llevarse bien este año”, una verdadera idiotez ya que a esas alturas todos los grupos están formados.

El primer día de clases como siempre se le hizo eterno, mucho tiempo libre en el salón, sus compañeros comienzan a hacer estupideces, los profesores dan sermones eternos, etc. Su única salvación fue la biblioteca ya que se quedo allí casi todo el día hasta que tocaron para salir.

Fue uno de los primeros en salir de ese lugar y cuando se alejo lo suficiente comenzó a caminar tranquilamente, no tenía prisa por llegar a su casa. Unas cuadras antes de llegar sintió el ruido de un cascabel, miro hacia todos lados para ver si era el chico de la noche anterior pero no había nadie allí, excepto por un gatito negro que se encontraba sobre la rama de un árbol, sus ojos eran platinados, muy parecidos a los de ese joven.

Miro en dirección a su casa y vio a su padre en el jardín sentado sobre una silla de playa con un vaso de cerveza en su mano y un cigarrillo en la otra, dio media vuelta y se dirigió al paradero para poder tomar la micro en dirección a la biblioteca.

Cuando ya estaban cerrando y el sueño comenzaba a acosarlo tomo sus cosas y se dirigió a su casa, no había nadie despierto al parecer así que salto la reja y trepo por un árbol que daba a la ventana de su habitación. Al entrar con algo de dificultad vio un bulto negro sobre su cama, se acerco temeroso poco a poco hasta poder ver de cerca al ser que allí se encontraba, y grande fue su sorpresa al ver al chico de la otra noche durmiendo acurrucado en posición fetal, no se veía tan peligroso como la primera vez que lo vio, ahora parecía un lindo gatito

Le miro extrañado y se acerco un poco más para verlo mejor, en ese momento este se despertó  haciendo que el joven se sobresaltara y tropezará con su bolso que se encontraba tirado en el suelo al lado de la cama

-¡¿Qué rayos?!- dijo el muchacho tratando de recuperar el equilibrio, el intruso le miro somnoliento y le sonrió tiernamente. El joven se quedo paralizado ya que en su mente había una maraña de preguntas “¿Quién es él? ¿Qué hace aquí? ¿Cómo entro? ¿Qué diablos está pasando?” pensaba mientras retrocedía hasta quedar pegado a la ventana

-¿Tu nombre?- pregunto en un ronroneo el chico de los ojos platinados

-Ga-Gabriel- Respondió el joven -¿Quién eres tú?- pregunto cabreado

-Brrr, mi juguetito Gabriel- Sonrió de medio lado

-¿Juguetito?- confundido

-Si, a parir de ahora serás mi juguete yo soy Demian tu nuevo dueño- Dijo poniéndose de pie y caminando felinamente hacia él, Gabriel hubiera retrocedido si pudiera, el joven quedo enfrente de él mirándole con superioridad

-¿Co-como que TU juguete?- resaltando lo ultimo

-Lo que escuchaste, serás mi juguete ya que el anterior se rompió- dijo tomándole del mentón para verle mejor

-¿Cómo que se rompió?-

-Ustedes lo llaman… ¿Cómo era?... ¡Ah sí!, morir-

-…- Gabriel le quedo mirando incrédulo “Este tipo está loco”  pensaba –Claro, como tu digas, córrete- pasando por al lado del azabache y abriendo el closet sacando algunas prendas y tirándolas sobre la cama. De pronto una fuerte ráfaga de viento inundo la habitación mandando a volar todas las cosas de la habitación, Gabriel se tiro sobre la cama sujetándose de esta para no salir volando al igual que el resto de las cosas.

 Nunca le habían faltado al respeto de esa forma, y mucho menos un juguete nuevo, Gabriel asustado miro al chico de ojos claros, aun aura morada le cubría todo el cuerpo y le miraba furioso

-Tendré que enseñarte modales- Dijo con una escalofriante sonrisa, el chico lo único que atino a hacer fue retroceder hasta pegar su espalda al respaldo de la cama mientras el joven con complejo de gato se le acercaba lentamente con una sonrisa malévolamente sádica.

Le tomo de una pierna y tiro de ella obligándole a estirarse, se posiciono sobre él acorralándolo contra el colchón, Gabriel estaba paralizado por el miedo. El chico de ojos claros estaba tan cerca de él que podía sentir su cálido aliento, sus labios se juntaron un beso un poco tosco que poco a poco fue aumentando de intensidad, con un deje de desespero, Gabriel no entendía lo que estaba haciendo simplemente no podía parar de besar sus labios hasta que el joven se separo de él mirándole sonriente, lo cual no le gusto.

-¿Ves esto?- dijo el joven apuntando hacia su cabeza de la cual aparecieron dos orejas de gato además de una cola que salía de alguna parte de su espalda baja, Gabriel estaba muy confundido y noqueado “quiero despertar” decía para sus adentros, pensaba que estaba en un sueño.  –Para ustedes yo vendría siendo un kemono- continuo tranquilamente -¿Sabes porque te bese?- pregunto sonriente, Gabriel negó con la cabeza –Para poder sellar el pacto, ahora tu alma me pertenece- dijo mostrando el cascabel plateado que colgaba de un collar negro muy similar al que ocupan las mascotas, dentro del cascabel había una extraña luz azulada. –Por lo tanto debes obedecerme -

-¿Y si me niego?- pregunto asustado
 
-Te mueres-le respondió sonriente sujetando el cascabel y apretándolo con su mano, un dolor punzante recorrió el cuerpo del humano –Ahora quiero jugar un rato contigo así que pórtate bien- se posiciono sobre él nuevamente besando su cuello y acariciando su cuerpo.
Justo en ese momento apareció el padre de Gabriel abriendo la puerta bruscamente, el chico-gato que ya había escuchado sus pasos antes de que entrara se transformo en un lindo gatito negro acurrucándose en el pecho del humano haciéndose el dormido.

Notas finales:

ojala que les haya gustado

dejen reviewsitos

nos vemos ja ne!!!

neko OwO


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).