El crisantemo es la flor tradicional en los funerales... y sobre funerales les voy a hablar. O mejor dicho... sobre el mundo de los muertos.
=Siempre, siempre, siempre viene a visitar a sus padres, con un hermoso ramo de rosas blancas, adornado con algunas hojas de pino.
Algunas veces parece triste por verlos, otras viene contento y pone aquella sonrisa de la que me enamoré, les cuenta lo que le sucede diariamente, les deja las flores y los abraza a los dos, no le importa que ellos estén descansando profundamente, después de todo ellos son sus familiares.
También lo amo porque es muy cariñoso, no le interesa en lo absoluto el que sus padres estén muertos. Acaricia sus lapidas con dulzura y sonríe tiernamente, se levanta y hace una reverencia ante ellos, después se da la vuelta y se aleja del parque.
Odio cuando se marcha, y también cuando llora, yo quiero verlo siempre reír, pero se que eso es imposible, porque ya no poseo los medios para hacerlo.
En cuanto se va me acerco a sus padres, para preguntarles que es lo que les dice, ellos ya saben que me gusta su hijo y lo aprueban.
Por eso me cuentan lo que les platica con detenimiento, que ya tiene dieciocho años, que ya logró entrar a la universidad a la que quería entrar, que su hermano ya se casó y que tendrá un hijo, y también que los extraña mucho.
Es un encanto, por eso lo amo demasiado.
Pero aquí donde estamos no se nos permite amar...
No me gustaría dejarlo solo nunca, me odiaría a mi mismo por abandonarlo; pero... aun así, no falta poco para que me vaya de aquí, yo no pertenezco a este mundo y ya me lo han dicho.
Aquí abajo la obscuridad es nuestra eterna compañera, tuve una vida difícil y dolorosa, siempre estaba solo, sin nadie que se preocupara por mí.
Pensé que hasta que me fuera estaría bien, esperar a que eso pasara, pero me equivoque. Porque lo conocí a él, el hizo que esa idea se fuera de mi mente, con sus hermosos ojos esmeralda.
Me iluminó y esa es otra de las razones por las que lo adoro.
Pero... mis sentimientos no son ni serán correspondidos, porque él no se da cuenta de mi existencia, llevo mucho tiempo deseando que se acerque a mí y que me comparta su vida también. Sé que eso es imposible, porque también estoy muerto y en vida no lo llegué a conocer, aunque mi muerte fue trágica y desastrosa, ese niño tan hermoso es lo que ahora me mantiene atado a este mundo.
No me gusta la obscuridad, y ese niño me ayuda a tranquilizarme y soportarlo.
Le estoy muy agradecido... y por eso no quiero dejarlo.
Me gustaría llevarlo conmigo, pero no puedo, porque es egoísta y sería horrible asesinarlo.
Es muy joven y aun tiene una vida por delante.
Aunque me duela decirlo... tendrá que conseguirse una chica que lo ame y lo cuide, luego se casaran y tendrán hijos, y pasaran el resto de sus vidas juntos.
Eso es lo que me duele, que yo ya no puedo entregarle mi vida... porque no la tengo.
¡Dios mío! Cuanto... cuanto quisiera decirle que lo amo, pero no puedo... porque desperdicie mi vida en algo que no valía la pena, y ahora me estoy lamentando.
¡¿Porque demonios no lo vi antes?!
¡¿Porque... porque no valoré mas mi vida?!
¡Ahora... ahora yo... lo único que puedo hacer, es quedarme quito y llorar, y eso no es justo!
¡Maldición, te amo Misaki...!
Y como no tienes idea...=