Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Until the end por Zaki

[Reviews - 9]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

El título no tiene nada que ver con el fic, sólo me gusta esa canción de A7X~

Eh... the GazettE no me pertenece... ojalá(?)

Notas del capitulo:

Enjoy

 

1.

 

El clima era acalorado. La mayoría de los transeúntes llevaban una sombrilla a la mano, meciéndose al son del viento que agitaba la ciudad de vez en cuando, para no recibir los rayos del sol directamente; maldecían el día, sin siquiera pensar cuánto maldecían en las épocas de lluvia. Algunas jóvenes llevaban protector solar en su rostro y hombros –cuando llevaban franelilla o musculosa–, muy al contrario de los chicos que no se quejaban y aprovechaban el sol para realizar algunas actividades deportivas.

Mantenían los aires acondicionados encendidos al máximo, al igual que ventiladores, y trataban de no realizar muchos quehaceres.

La ciudad estaba agitada, unos decidieron salir de sus casas para dar un paseo en sus autos y refrescarse un poco siendo recibidos por un gran congestionamiento y tráfico, las bocinas ensordecían y le quitaban al ambiente su toque ‘veraniego’, mientras insultaban a un culpable que realmente no existía.

Los empresarios que llevaban puestos trajes de corbatas «Al menos esta vez no tendré que pensar en una excusa por llegar tarde…» pensaban, observando el tráfico y dando ojeadas a su reloj, aunque, de igual manera, el calor les embargaba tras llevar esos atuendos puestos.

 

 

El de cabellos castaños estaba esperando en la entrada del apartamento, sin dejar de tocar el timbre, con un estrés inimaginable. «¿Por qué mierda no abre la maldita puerta? Debería acordarse de que somos famosos… sería molesto que alguien me viera» y sin dejar de observar alrededor  repiqueteaba con sus zapatos el piso en un constante “tac, tac, tac” para intentar calmarse.

—¡AOI! —Gritó— ¡Aoi! ¡Me estoy muriendo aquí!

No recibió respuesta y se estaba impacientando.

—¡Me voy a ir! —Dijo en tono molesto, a sabiendas que aunque el de cabellos fucsias se tardase 3 horas más, él seguiría allí.

Escuchó al fondo un ruido y unos pasos, sonaban muy seguidos, al parecer estaba corriendo. Notó como la puerta se sacudió un poco mientras el otro quitaba los seguros y volteaba la manilla.

—Reita, disculpa, me estaba dando un baño… —Con la toalla que tenía en la cabeza, sacudió sus cabellos rosas, que aún mojados, escurrían unas pocas gotas de agua— Pasa.

            —Eh… um… —Entró al apartamento, no sin antes quitarse los zapatos y dejarlos en la entrada.

No podía despegar la mirada de su compañero de banda que no tenía camisa y, por lo que parecía, no le había dado tiempo de secar bien su cuerpo…  aunque la mayoría de las gotas provenían de sus cabellos mojados que resbalaban por su torso descendiendo desde su cuello y clavícula, por su abdomen, siendo absorbidas por la tela en el borde del jean que llevaba puesto.

Yuu le dio la espalda mientras abría la nevera y se doblaba un poco para sacar unas cervezas de ésta.

                —Ha hecho un terrible calor, ¿eh? —Dijo abriendo la despensa para sacar un par de vasos de vidrio.

Reita seguía despistado por la imagen de su amigo pero, en realidad, no es como si nunca lo hubiese visto sin camisa… era el hecho de que estuviesen solos, y el hecho de que sentía algo más que una atracción por él lo que le tenía así.

                —Sí —Respondió sin interés. Al instante se fijó en el rostro molesto de su amigo, a punto de replicarle por su respuesta tan tajante—, y tú me hiciste esperar mucho rato allá afuera, idiota —Yuu cambió su semblante a uno de fingida molestia.

                —¡Ya me disculpé! El idiota eres tú… pensé que no vendrías, te dije que vinieras dos horas antes y como no llegaste, pues aproveché de darme un baño —Vertía la cerveza en uno de los vasos, llenándolo todo y salpicando un poco el mesón de mármol.

                —¡¿Huh?! ¿Qué dices? Llevaba esperando hace dos horas afuera —Exclamó desde el sofá.

                —Mentiroso —Dijo en un tono de burla Aoi, terminando de llenar el otro vaso.

                —Eres un bastardo… —Suspiró Reita— ¿podrías ponerte alguna camisa? Me incomoda… —Confesó algo avergonzado. Yuu se volteó sorprendido, con una sonrisa pícara iluminándole la cara.

                —Oh —Canturreó— ¿te incomoda que esté sin camisa? Y ¿qué tal si me quito el pantalón también? —Sonrió con sorna, acercándose a Reita, dejando los vasos y la toalla que llevaba en la cabeza sobre el mesón.

                —Deja de burlarte —Pidió, frunciendo el ceño—, es molesto.

                —¿En serio? —Preguntó, agachándose y apoyando sus manos en los brazos de la poltrona de cuero. Acercó su rostro al de Reita… que como costumbre llevaba su banda sobre la nariz.

                —Estuviste bebiendo antes que llegara, ¿cierto? —Rió— mejor me voy.

                —¡No! —Se aferró más al sillón para que el otro no pudiera irse.

Acercó sus labios sin dejar de mirarle a los ojos, que cerró justo antes de sentir el contacto.

Apartó una mano y la posó en la nuca de Reita, enredando los cabellos entre sus dedos, masajeando al ritmo del beso… lento y calmado. Abría su boca de a poco, saboreando la saliva del castaño e intentado apegar sus cuerpos lo más posible.

El sabor de su boca no era dulce, no era salado, no era nada… solo era saliva… ¿qué sabor podría tener? La verdad siempre estuvo curioso por probarle.

Y sí, se había sorprendido de que Akira le había correspondido el beso sin más… pensó que lo golpearía y luego se reirían, pero… no. Tampoco iba a negar que le estaba gustando, así que se dejó llevar. Quería saber hasta dónde llegarían…

 

Akira alejó su rostro, y ambos aprovecharon para tomar un largo respiro. Se miraron con lasciva, agitados, sonriendo, y fue entonces cuando el castaño se levantó del asiento.

Conocía el apartamento de Aoi, y se fue directo a su habitación sin decir alguna palabra. No porque no quisiera hablar, sino porque sabía que si lo hacía, toda su ‘seguridad’ se marcharía y la voz le temblaría, hablaría torpemente –como lo hacía cada vez que estaba nervioso– y acabaría por largarse de ese sitio.

                —¡Hey! —Exclamó— ¿qué harás? —Preguntó— perdón, corrijo… ¿qué haremos?

En ese momento Akira pensó que quizás la pregunta correcta sería “¿qué no haremos?”, sonrío para sí abrió la habitación de Aoi. Encendió la luz y se empezó a desvestir… observando como Yuu le miraba desde lejos.

                —Bueno… —Hablaba solo— esto no me lo esperaba —Tomó un gran sorbo de su vaso con cerveza, dejándolo un poco más bajo de la mitad, y la volvió a dejar.

 

 

 

 

2.

 

Cerró sus ojos –no tenía sentido, puesto que de igual manera siempre tenía en su mente la imagen del pelirosa– mientras succionaba el miembro del susodicho, dando lametadas por toda su extensión, apretando con una su mano izquierda sus testículos y con la derecha acariciando el tronco del miembro, escuchando sus roncos gemidos… invadiéndole la mente. Siempre le había gustado la voz de Yuu, cada vez que hacía esos gritos guturales de fondo en las canciones… tenía que aceptarlo, le ponía.

                —Nnhg… —Gimió— ya… estoy llegando…

Reita aumentó la velocidad de las succiones y recibió en su boca toda la esencia de su ‘compañero’ quien contrajo las piernas ante el orgasmo. Se limpió con la mano el resto de semen que había quedado en su mentón, y lo lamió… para darle un beso casi desesperado a Aoi, quien se sorprendió, pero probó gustoso el sabor de su propio semen.

Era morboso.

Aoi le mostró dos dedos a Reita y sonrió. Casi parecía como si estuviese posando para una foto, obvio que no era así. El castaño se puso en ‘cuatro’ y, sin lubricar, el otro metió en seco ambos dedos en su interior, éste que se quejó con un fuerte grito y volteó mirándole con molestia.

                —Lo siento, mi culpa —Respondió Aoi, riendo. Simplemente quería escucharlo gritar de dolor, ya más tarde lo escucharía gritar de placer, ¿sádico?

Empezó a mover los dedos dentro para ensancharle, acariciando su propio miembro para volver a endurecerse escuchando los jadeos del castaño.

El cuerpo de Akira temblaba y apretaba las sábanas bajo sí, respirando agitado, dudando de si le confesaría o no todo lo que sentía hacia el otro. O… ¿estaría mejor dejarlo así? Eran jóvenes, famosos. Era normal tener sexo con personas todas las noches, emborracharse, besarse con extraños, entre ellos, sin compromisos… sin sentir celos.

Suspiró, mientras pensaba «Aoi, maldito… devuélveme el corazón que me robaste con una de tus miradas…»

Sintió cuando sacó los dedos de su entrada, y los sustituyó por algo más… ¿grande?

                —¡AH! —Exclamó curveando su espalda y cerrando sus ojos con fuerza— ¡Idiota! ¡Pudiste avisarme que la meterías! —Bramó enojado.

                —¿Eh? ¿Es que acaso no escuchaste las veces que te advertí? —Preguntó con sus manos en las caderas de Reita— Estabas medio despistado. No pediré disculpas esta vez.

Empezó un vaivén veloz, llenándole entero en cada estocada, causándole dolor y placer a igual medida. Yuu gemía a lo alto sintiendo las paredes de Akira envolviéndole con fuerza.

El miembro del castaño necesitaba ‘atención’, por lo que él mismo se empezó a masturbar mientras se sostenía con una mano.

Aoi con un movimiento rápido colocó a Reita bajo él, con las piernas abiertas, quien sin inmutarse ante el cambio de posiciones, seguía masturbándose y gimiendo sin pudor.

El otro pasó sus manos por el abdomen del castaño, intentado grabar en su memoria para siempre toda su estructura y sus músculos, los matices de su piel y aspirando en su cuello el olor de su cuerpo.

                —Me… vengo… nngh, Aoi… ¡Aoi!

Gimió su nombre antes de retorcerse de placer, rodeando con sus piernas la cintura de Aoi y rasguñando la espalda de éste.

                —Ah… —Jadeaba— yo… ya…

Seguía dando estocadas, hasta que la última y “¡Reita!” Se corre pronunciando su nombre con lujuria.

 

 

 

3.

 

Estaban recostados en la misma cama, sudados, sucios y exhaustos… pero satisfechos.

                —¿Sabes algo, Aoi?

                —Mm…

El castaño lo miraba, sin la bandita, puesto que se había soltado entre tanta ‘acción’. Se había decidido a contarle todo… no pasaría como en las películas, que por temor al rechazo, se mantendría callado por siempre. Aunque también estaba seguro de que no pasaría como en los mangas, que al final resultaba que el otro siempre estuvo enamorado del amante.

                —Te amo… y lo digo en serio —Respiró profundo, esperando alguna respuesta.

Pero sólo hubo silencio.

Silencio.

Silencio, y más silencio.

                —Está bien, no hace falta que me digas nada… —Ni él mismo se creía esas palabras. Estaba esperando cualquier cosa. Rechazo. Insultos. Quizás que le correspondiera. Algo.

                —No sé, Reita —Dijo, levantándose de la cama, estirando su cuerpo, y bostezando. Tomó de la mesita de noche la caja de cigarros Malboro, sacando uno y poniéndoselo en los labios—. Estoy confundido.

Tomó el encendedor y colocó la llama bajo el cigarrilo y aspiró una bocanada.

                —Digo, no quiero hacerte daño, si lo que dices es en serio…

                —¡Claro que sí! —Exclamó algo molesto— no dudes de lo que siento por ti, Yuu.

Exhaló humo.

Volteó a verle el rostro a Reita. Había escuchado su voz temblorosa, pero debía confirmar que… que estaba llorando… por él.

                —Akira…

Se sentía feliz.

                —Me gustas —Admitió—, pero no te amo. O bueno, no lo sé.

                —¿Qué…? ¡Sé claro, maldición! —Con el dorso de su mano secó las lágrimas que caían por sus mejillas.

                —¡No lo sé! Hace un momento sólo estaba jugando. No pensé que llegaríamos tan lejos. Pero… —No podía aceptarlo… viendo su rostro lloroso, sabiendo que hace unos momentos fue suyo… realmente sentía como si lo amara. De igual forma, no quería desilusionarlo.

Se acercó y lo besó con ternura, le rodeó con sus brazos y sonrió sin que lo viera.

Quizás enamorarse de ese tipo tan molesto no sería tan difícil como había pensado hace unos meses.

                —Repito, me gustas.

El castaño cerró sus ojos, imaginando que alguna vez eso sería reemplazado por un “te amo”.

                —No por mucho… —Musitó. Estaba seguro de que lograría enamorarle… de a poco, quizás, pero lo haría.

Sería como un manga, ¿no?

 

 

Notas finales:

1985 palabras. Trash?


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).