JUMPER
-¿Dónde está maldito?- en un parpadeo Daniel tomo de la chaqueta al joven que se encontraba jugando video juego en su nueva guarida y al siguiente segundo se encontraban con la cabeza del chico a cinco centímetros de una pared de púas que se encontraba en uno de los calabozos de Diyarbak, en Turquia.
Sin dejar que lo acercara más a lo que seguro sería una muerte dolorosa, el más pequeño se transportó a un bosque cerca de Alemania, pero como lo esperaba Daniel lo siguió, apenas toco el suelo el rubio arremetió contra Griffin, haciendo que ambos rodaran por el suelo.
-¿Qué te pasa imbécil?- le grito molesto Griffin tratando de evitar que lo golpeara a la vez que sentía que el otro lo empujada de nuevo con él a otro vórtice, ahora atravesaban rodando las calles de arena de la República de Congo, justo después que pasaron el menor sintió como un tanque transitaba por la vía, sin esperar más los llevo a otro sitio, junto todas sus fuerzas y empujo al rubio y desapareció a las calles de Tokio.
-¿Qué hiciste con ella?- volvió a preguntar iracundo Daniel mientras lo seguía, desaparecían y aparecían, habían pasado después de varias calles de Tokio a moverse de techo en techo por algunas de las casas de la favela en Brasil.
-¿De qué coño hablas maniático?, yo no tengo a nadie- le grito a todo pulmón desde la parte más alta de la estatua de Cristo Redentor, pero Daniel no parecía entender razones, ni siquiera escucharlo, lo empujo y empezaron a rodar por las escaleras del bosque de piedra en China.
-Fuiste tú!!!- le acuso- eres el único jumper además de mí que conoce- ya disgustado Griffin desapareció y apareció en el Valle Seco de Antártida, sintió como Daniel lo seguía, pero no pensaba seguir huyendo, por muy tentado que estuvo de llevarlo a los sitios de tortura donde dejaba a los paladines, sino que se apareció frente al rubio y lo tumbo de un buen derechazo.
-No sé de qué diablos hablas, ni me interesa, tal vez sea el único jumper que por desgracia te conoce pero no soy el único que existe y si te hubiera quitado algo te aseguro que lo que menos podrías hacer tarado es encontrarme, por mucho que lo intentes, así que si vas a seguir con esta estupidez dime por lo menos de que me acusas- Daniel se encontraba tirado en el hilo del Lago Vida y por fin parecía calmarse.
-No está contigo- susurro, por fin el cerebro del rubio parecía fusionar, unos segundo fue lo que le basto al Griffin para saber de qué trataba todo esto.
-Con que por fin te dejo ehh- Daniel levanto la vista iracundo fulminándolo con sus ojos grises –jaja- su risa desbordaba ironía –creí haberte dicho que no volvieras si tenía que ver con ella-
-Me dejo por otro- murmuro avergonzado.
-Nada que me extrañe- dijo sin pesadumbre el menor, sin importarle el estado del otro -se veía muy claramente que estaba contigo solo porque le podías dar lo que quería – sus palabras eran crueles pero no por ello dejaban de ser ciertas –pero ya encontró a otro mejor, jumper también dijes ¿no? jaja tengo que admitir que la chica será una zorra pero no tiene nada de tonta- Daniel apretó las manos tratando de contenerse sabiendo que el otro solo trataba de provocarlo.
-No la insultes- gruño entre dientes.
-Jaja y para colmo la defiendes- dijo con una mueca de disgusto -como ya pudiste ver no está conmigo, yo tendré malos ratos pero definitivamente no malos gustos- se sacudió la ropa mientras decía - ya he tenido bastante problemas por tu culpa- absorto en su monologo no Griffin no se había dado cuenta que un vórtice se empezaba a formar detrás de el a unos cuantos metros.
-Cuidado- una bola de energía le había dado de lleno a Griffin, a gran velocidad varios paladines salían del portal, Daniel empezó a luchar con ellos, pero uno había alcanzado a colocarle al otro jumper uno de los lados de una esposa, iba a colocarse el otro extremo el mismo paladín pero antes de que lo hiciera Daniel se tele trasporto y lo tumbo alejándolo del menor quien aún estaba aturdido por la descarga, tomo al chico pero antes de que pudiera irse sintió un golpe fuerte en la espalda y la electricidad con él, aunque por suerte no había sido extremadamente fuerte, aun así se forzó a marcharse pero no logro irse muy lejos cayó sobre una gruesa capa de nieve-
-Ahí está- logro decir uno de los paladines, los cuales parecían reproducirse por segundo, tenía que lograr tiempo para que Griffin se recuperara, empezó a luchar contra los hombre y mujeres que con varas de electricidad buscaban golpearlo, pero ya era muy bueno esquivándolas.
Logro ver de refilón que Ronald había llegado, se acercaba del otro lado al cuerpo de Griffin, sin pensarlo dos veces teletrasporto a un bosque de la India al chico con que estaba peleando y apareció frente al cuerpo del menor junto antes de que el moreno se acercara.
-Aléjate- le amenazo, el hombre sonrió ante ese gesto y cómo los dos hombres que estaban detrás de él activaron sus armas, fue fácil deshacerse de los dos novatos, pero el moreno era harina de otro costal, después de mucho forcejeo logro separarlo de su arma, pero con un cuchillo había logrado hacerle un profundo corte en el pecho, vio como la sangre corría por la herida y no se dio cuenta que Ronald se acercaba a él a terminar el trabajo.
-Nooo- Griffin se había interpuesto y tele transportando al paladín, lo golpe contra una pared de hielo que estaba a unos cuantos metros, el rubio se fijó en como los otros paladines empezaban a cargar las mallas eléctricas para lanzarlas contra ellos.
Se teletrasporto cerca del chico, que después de intercambiar unas palabras con Ronald estaba fuera de sí producto del odio
-Nos vamos- le ordeno Daniel al otro, que no parecía estar muy de acuerdo –Suéltalo que nos vamos- tomo los brazos de Griffin, el moreno quedo recostado de la pared y antes de que pudieran hacer algo tomo la otra lado de la esposa que estaba en manos de Griffin y la cerro en la muñeca de Daniel, ambos se vieron sin entender porque había hecho eso pero ya no había tiempo de más preguntas, estaban a punto de lanzar la red contra ellos, sin pensarlo más se teletrasportaron.
Cada uno pensó en un lugar diferente, pero ninguno pudo llegar al sitio donde pensó, esas esposas que les habían colocado no eran normales, más de una vez se habían podido zafarse de ataduras desapareciendo pero esta no lo permitía, sus muñecas no salieran del aro, sintieron un fuerte jalón al tratar de llegar a sus sitios, por ende los vórtices chocaron y terminaron cayendo a quien sabe dónde.
-Ahhhh- el primero en tocar tierra fue Daniel, quien sintió como Griffin le caía encima –Ahhh- volvió a quejarse.
-¿Dónde estamos?- pregunto alarmado el menor alzando la cabeza y mirando a todas partes, habían caído sobre arena, a orillas de un playa –arenas blancas, atolón de isla, lagunas comunicadas con el mar- con cada descripción parecía entrar en pánico –yo nunca he estado aquí- concluyo alarmado, tratando de incorporarse, apoyándose en el cuerpo dolorido del rubio -¿Cómo llegamos? Este no es uno de mis sitios de embarque, no era donde yo quería ir- empezó a decir tratando de inspeccionar más el sitio, pero la esposa no lo dejo ir más lejos –TU!!- grito viendo con rabia al rubio que aún estaba en el suelo –Esto es tu culpa, tú me has traído hasta aquí- Daniel se incorporó algo adolorido contemplando por fin su bello alrededor, estaban en una playa hermosa que parecía crear su propio horizonte.
-Parece ser Rangiroa- dijo no muy convencido
-Así que has sido tu- culpo el otro, pero el rubio no le hizo caso y continuo
-Siempre la he querido visitar pero nunca he ido- ambos se quedaron en silencio, si Daniel no había visitado la isla no había podido llevarlos hasta ahí y quedaba claro que tampoco Griffin los había traído -¿A dónde habías querido ir?- pregunto el rubio después de un momento
-A Singapur, hay esta uno de mis sitios de embarque- respondió el menor
-Yo a Sidney- añadió Daniel razonando -se podría decir que caímos más o menos a la mitad de los sitios donde queríamos ir- mirando sus muñecas añadió –tiene que ver con estas esposas, no deberíamos trasportarnos hasta saber que hacen- pero por la cara que el otro ponía parecía no estar muy de acuerdo –No lo vayas a hacer- dijo el rubio pero había sido muy tarde, el otro sin escucharlo se había trasportado
-Ahh- pero no habían llegado muy lejos, Daniel sentía como si fuera arrastrado por la tierra, en el primer intento se habían movido unos diez metros de donde estaban, el rubio hacia como palanca para que el otro no pudiera ir a donde deseaba, pero el chico no se rendía, había seguido intentándolo, a la tercera habían parado a cuatro metros de la orilla dentro del agua
-Agggg- grito con desesperación Griffin parándose, el agua le llegaba hasta la cintura y estaba todo empapado –Todo esto es tu maldita culpa, no podías ir a hacerle tus escenas de despecho a otro- grito enfurecido -No!!! Vamos a hacerle la escena al estúpido de Griffin y a amargarle la existencia porque soy un grandísimo cabron- trato de golpearlo pero Daniel lo tomo de la muñeca que tenía libre –Ahora estamos en medio de la nada, sin identificación, sin dinero, ni forma de huir, esperando que los patiquines nos vengan a eliminar, espero que ahora si estés feliz- empezó a caminar a la orilla de la playa arrastrando al rubio –no sufro por mujeres e igual me veo metido en estos peos, y después preguntan porque no me gustan las mujeres y porque digo que traen puros problemas- iba murmurando el chico para si
-¿Eres gay?- lo paro el rubio impresionado.
-Que inteligente Sherlow, si soy gay- dijo volteándose encorecido –pero no te preocupes que si tu fueras el único hombre, tampoco me gustarian los hombres- siguió su camino haciendo más fuerza para que el otro se moviera, ya habían llegado a la orilla - pero eso no es algo que te incumba, ahora en lo único que tienes que pensar es en cómo nos vas a sacar de este problema, porque si seguimos aquí para mañana te juro que nos vas a tener nada que ofrecerle a mujer o hombre, porque de que te capo te capo, no van a ser necesarios los paladines con mis propias manos te paso al más allá-