El primer y último regalo
Sentía como el viento del medio día tocaba su cara, se encontraba con su equipo Taka en aquellas cascadas, habían detenido su marcha para poder descansar un poco al mismo tiempo que recolectaban algo de agua y comida para el camino, miro el cielo tan azul como lo recordaba, como esos ojos que tanto amaba pero que había un tiempo no veía ni mucho menos tenía noticias de él. En cierto modo se alegraba, al menos ya no tenía al susodicho siguiéndole cual perro tras su dueño, y en otra parte dentro de su corazón le dolía, dolía como no tenía idea pero acercarse a Konoha no era su plan, el ya no pertenecía a esa aldea, independientemente si había sido perdonado o no, incluso estar ahí le sería muy duro pues sabía que estaría solo, tan solo como cuando era un niño, dentro de esa casa situada en un barrio por demás solo.
Sonrió al recordar una sonrisa, aquella que le iluminaba el alma, y aquella misma que le cubría de luz su alma llena de oscuridad, su mundo reverdecía cada que esa sonrisa se mostraba, porque el sabia que esa sonrisa era solo de él. Además de que ese día se había levantado soñando con él, no solo eso sentía su presencia y además de saber que olvidaba algo mas no recordaba que... le resto importancia pensando de nuevo en esa persona de cabellos dorados como el mismo sol que en esos momentos le daba de lleno en su figura.
-Sasuke-kun-se acerco a el la única mujer de su equipo, aquella que le exasperaba cada que habría su boca.
-hm...-fue su respuesta aun sin voltear a verla, estaba ocupado viendo como en la cascada se formaba un arcoíris debido al correr y salpicar del agua.
-te he traído esto-dijo dejando junto a él lo que sería un pequeño pastel individual-se que no te gustan las cosas dulces, pero por ser un día como hoy quise dártelo-dijo al tiempo que se daba la vuelta y se retiraba donde sus compañeros los cuales uno se burlaba de ella por aquel intento fallido de llamar su atención y el otro solo suspiraba resignado por ellos.
-"no es que no me gusten los dulces"-pensó viendo de lado aquel postre-"es solo que ningún dulce se compara con ese sabor dulzón que tienen sus labios cuando le bese"-sonrió de lado mirando una vez más al cielo.
¡¡PLOFF!! Se escucho a sus pies en un roca bajo el poco hundida en el agua, al mirar voy una ranita que le extendía un sobre con espirales dibujados cosa que le sorprendió mas no demostró, se sentía feliz algo le decía que era de él.
-¿Sasuke Uchiha cierto?-afirmo la ranita al verlo-ha sido muy difícil encontrarle, tengo muchas horas buscándole debido a que no deja rastros de su chakra, suspiro el animal.
-...-el aludido solo la miro sin decir nada.
-Naruto-san me ha pedido darle esto como ultimo favor antes de romper el sello con las ranas-dijo dejando el sobre en un roca poco más alta y seca junto a sus pies-no pide respuesta, solo pide que la lea-luego de ello desapareció en Ploff igual como había llegado.
Sasuke miro aquella carta, porque había dicho aquella rana, además por que le enviaba un carta, jamás en esos años de ausencia le envió algo, y mucho menos después de su partida de su lado luego del juicio volvió a saber de él, ¿Por qué ahora? Se preguntaba, sin más con la curiosidad resplandeciendo cosa rara en el, mas movido por un deseo y un sentimiento impulsivo, la tomo y abrió, al sacarla callo una foto del rubio que recogió pero no observo, primero se concentraba en el papel antes que en lo demás quería saber que decía aquello, por lo cual la desdoblo con cuidado y la leyó...
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Sasuke Uchiha -Teme- ^_^
Imagino tu cara de molestia al leer tu nombre, pero no podía evitar no escribirlo, más es una lástima que no esté ahí para escuchar ese "Dobe" o "Usuratonkachi" de tus labios, pero te diré algo, no frunzas él entre cejo te arrugaras pronto y eso no se ve bien en alguien tan guapo y buen mozo como tu -si sarcasmo- jeje~.
Te preguntaras porque hasta ahora me digno a escribirte o buscarte como gustes llamarlo, pues te diré es muy sencillo, te explicare con calma el porqué de mi ausencia, y el no haberme comunicado contigo estos meses, ya que no solo lo siento, sino mas bien mereces una explicación... solo te pido leas atentamente cada palabra y sobre todo recuerdes lo mucho que te amo, y que siempre te amare.
Luego de aquel encuentro al finalizar el juicio, justo un día antes de tu partida, donde bajo el cielo estrellado en mi pequeño apartamento nos dijimos los te amo que por años nos aguantamos en nuestros corazones, donde ambos nos entregamos e hicimos el amor, no solo llenos de pasión y deseo si no de amor, amor puro que se sentía en cada fibra de nuestro cuerpo, cada que nos tocábamos y acariciábamos cada que te hundías en mi interior y me hacías gemir tu nombre y tu el mío una y otra vez, luego de ese siguiente día donde me desperté sin ti a mi lado, luego de llorar por horas y prometerme a mí mismo no solo dejarte ir, si no se cada día mejorar y ser la persona que a ti te hubiera gustado ver, el gran Líder de esa aldea que tanto sufrimiento nos trajo a ambos.
Pasado el momento como te dije no llore, y día tras día entrenaba duro y leía en la biblioteca todo tipo de libros que me ayudasen en un futuro a ser mejor y poder rendir a mi puesto y a la aldea cuando llegara a la cima, debo decirte que trabaje muy duro, entre misiones y entrenamiento pasaron dos meses, donde sin darme cuenta no solo agote mi cuerpo, si no descuide mi alimentación lo que me repercutió a desfallecer justo llegando de una misión, en el despacho de la Obaa-chan, no te puedo decir que sucedió a grandes rasgos, pues justo cuando ella nos felicitaba a mi equipo y a mi todo se volvió negro, solo tengo vagos recuerdos además de lo que Sai me ha contado, solo recuerdo el grito de la vieja y la cara de Sakura al verme caer, sentí como Kakashi me cargaba en brazos, lo sé pues justo cuando lo hizo cerré los ojos pensando en ti.
Desperté varias horas después, conectado a una maquina, y aun suero, Sakura, Kakashi y Sai, se encontraban ahí en la habitación, debí pasar horas dormido ya que dos de ellos dormían mientras Sai leía uno de sus famosos libros sentado en un banco justo al frente de mi. Claramente el alzo la vista al sentir mi movimiento y se aproximo a mi guardando su libro y me ayudaba a sentar y me pasaba un vaso con agua, recuerdo que me sonrió de una forma sincera que me dio miedo. Al poco tiempo Kakashi y Sakura despertaron y me miraban extrañados pero aun así me abrazaron o al menos Sakura lo hizo luego que Kakashi me palmeara la cabeza y saliera por la Obaa-chan. Mientras ambos me decían lo asustados que habían estado o al menos Sakura pues Sai solo sonreía y asentía o agregaba algo note en la ventana que el cielo en esos momentos era tan azul como mis ojos, entonces pensé en ti y que tal vez era porque tú estabas feliz.
Al entrar la vieja retire la vista de ahí y voltee a verla, ella me miraba fijamente y mantenía las manos metidas en su bata, luego suspiro y se acerco a mi lado al mismo tiempo que mi equipo se alejaba y nos daba espacio pero permaneciendo siempre en la habitación expectantes a mi comportamiento. La vieja poso una mano en mi hombro y me sonrió diciendo que debía cuidarme más, que estaba mal nutrido y me faltaba hierro pero que hacia horas me habían administrado algo para compensar el perdido pero que debía comer mejor de ahora en adelante y cuidarme más. La mire extrañado por lo que decía, era un regaño pero con algo oculto, cuando le pregunte claramente ella me dijo algo que me helo la sangre en ese momento pero que después paso emoción, alegría y felicidad, me dijo que... esperaba un hijo, si Sasuke como lees un hijo tuyo y mío, el primer Uchiha en años, un bebe hermoso a mi parecer que crecía en mi vientre, tenia exactamente dos meses y algunos días, en ese momento llore como dije antes con emociones encontradas pero todas dirigidas a ti y a él. A nuestro bebe que me hacia feliz.
La vieja pregunto por el padre y no le mentí, ella dijo que era mi decisión tenerlo o no, pero decido que debía nacer, era algo tuyo y mío, me dijo que podría mandar algunos Ambu's a buscarte y traerte para que respondieras recuerdo que reí con ganas mientras los demás me veían, le dije que no hacía falta, sabía que te sentirías atado a esta aldea si venias así sin más, creí en ese momento que a pesar de saber de esta bella felicidad tal vez te sentirías atrapado y frustrado por hacerte volver, y al paso del tiempo tal vez me odiarías no solo a mi si no a este bebe, por hacerte quedar en un lugar que te traía recuerdos malos y amargos. Todos me miraron mal, luego con lastima pero al final me apoyaron y me dejaron hacer lo que creía.
Comunique la noticia a todos nuestros amigos, los cuales me felicitaron y se preocuparon por mí, por no decir nada, pero creyeron en mi a pasar de saber que debía comunicártelo, a partir de ese momento me dedique más a cuidar de mi, deje de lado las misiones y con mi poco dinero ahorrado así como con la herencia de mis padres, me cambie a una casita un poco más grande, los chicos me ayudaron con la mudanza, no querían que hiciera esfuerzo alguno, y las chicas decoraron, pero eso sí, solo yo escogí los muebles de la habitación de nuestro hijo, no sabía si seria niño o niña, solo sabía que sería hermoso.
Dedicaba mis ratos a leer, si, le leía en vos alta a mi barriguita apenas notoria, sonara raro pero me agradaba hacerlo, me relajaba y sé que a nuestro bebe también. Salía a caminar en las noches, en el fresco de estas, me sentaba en un parque a mirar la luna, esperando y deseando que tu también la miraras eso me hacía sentir cerca de ti, fue por esos días que el bebe comenzó a moverse, con solo 4 meses y media ya sentía como se movía dentro de mí, la sensación era mágica y rogaba porque estuvieras a mi lado, mis antojos eran mínimos, se notaba que eras su padre pues lo que más disfrutaba comer y ansiaba eran tomates, no me importo dejar mi preciado ramen por los ascos, al contrario, si a mi bebe eso le molestaba, entonces cumpliría su capricho, después de todo cuando naciera podría comer todo el ramen que en esos meses no pude.
Todos los días le hablaba de ti, mientras sentía y veía como mi vientre crecía y los movimientos de mi bebe aumentaban, en esas fechas en momentos me cansaba mas creía que era por el embarazo, si es verdad la Obaa-chan y mis amigos estaban al pendiente de mi, pero aun así había momentos que me sentía tan cansado que sentía como el aire se me dificultaba, no dije por miedo a preocuparlos y preocuparme yo misma, además había leído que podría llegar a pasar dentro del séptimos mes.
Sabes le hablaba de ti a nuestro hijo, le describía día a día como eras, y tu carácter huraño pero protector, sentía que se emocionaba cuando mencionaba tu nombre y el Oto-san cuando reía fingiendo su voz y sus caprichos, y lo que le dirías o como lo consentirías, le contaba cuentos siempre recordándole que eran de parte tuya y míos, así me dormía yo y el dentro mío. Por dios Sasuke nunca me di cuenta que debía compartir esta felicidad contigo, que debías estar aquí para sentirle, para hablarle, pero sobre todo para cuidarle, así como yo lo hacía, mi alegría se inundo aun mas cuando me entere que sería un varoncito.
¡Un niño Sasuke, un niño! ¡Rogaba a los cielos que se pareciera a ti, que tuviera tus hermosos ojos negros y tus cabellos azabaches y sedosos! Pensé en muchos nombres hasta que elegí el indicado o mejor dicho el lo eligió pues leía en voz alta el libro con nombres que Sai me había prestado, y justo llegando al indicado se movió y pateo fuerte dentro de mí, cosa que tome como afirmación y gusto por ese mismo.
Mas la felicidad no es para siempre, hace unas semanas justo cuando entraba en el octavo mes me desmaye en mi apartamento y si no es por Gaara que había ido de visita al enterarse de mi estado no se qué habría pasado, recuerdo que desperté conectado a la misma máquina de antes con suero en un brazo y una mascarilla de oxigeno, Gaara estaba a mi lado lo mismo que Sai, no te dije cierto ellos son pareja hace algunos meses hasta escuche que se quieren casar, cosa que me alegra, pero bueno, como te digo desperté e in mediatamente Gaara llamo a la Obaa-chan, esta me miraba tan triste que me sentí morir, pensé lo peor en mi niño, tenía algo tal vez, ella me tranquilizo y ayudo a sentarme así como me sonreía con serenidad, suspiro y me lo dijo... tenia mal el corazón, algo leve que no me habría molestado asta en algunos años, mucho más mayor pero que con medicina se curaría, mas ahora en mi estado se había empeorado y no podían medicarme pues podía hacerle daño al bebe, llore como nunca antes, aun mas luego de tu ida hace 4 años, aun mas luego de ese día que me dejaste solo, llore tanto que me quede dormido.
Al día siguiente la vieja me dijo algo que sin dudarlo respondí, me pidió escoger entre mi vida y la de mi hijo, cosa que no dude, decidí por él, ella me miro con tanta tristeza y lagrimas que solo pude hacer algo, sonreírle con alegría, decirle que todo estaba bien pero que ya había elegido y mi bebe era lo principal. Ella me dejo solo, había salido llorando, y yo me serene, respire hondo acaricie mi vientre y comencé a contarle de ti y mi, las misiones juntos, y nuestras peleas y reía cuando lo sentía moverse.
Hice venir a la vieja y prometerme algo, le dije que vendrías luego del nacimiento de mi bebe, justo después de que yo ya no este a su lado, el necesitara de ti, la hice prometer que no se opondría si tu querías llevártelo, que te dejaría hacer, ella lo prometió entre lagrimas, y yo sonreía. Pero Sasuke solo una cosa te pido... bueno mejor dos... la primera que mantengas a la Obaa-chan informada de nuestro hijo si es que decides llevarlo contigo, ella es como mi madre y mi abuela, por lo vieja claro esta y quisiera que ella le diera ese amor que a mi también me dio. Y la segunda... no protestes por dios, permite que Sai y Gaara sean los padrinos,.... ¡lo siento Sasuke se los prometí hace mucho!... solo te pido eso...
Además de algo auto impuesto, háblale de mi, así como yo le hable de ti, cuéntale mis aventuras y cuéntale cuanto lo ame, dile que a pesar de todo y de donde este, siempre estaré junto a él, dile que cuando sople el viento en su rostro seré yo dándole un beso y una caricia, que en las noches cuando tenga miedo, recuerde que estoy a su lado protegiéndolo de los fantasmas o monstruos que a mí también me dan miedo pero que por el los enfrentaría a todos y cada uno. Dale un beso de buenas noches y dile que lo amo, recuérdale que el ramen es delicioso y si no le gusta que al menos lo pruebe algunas veces, aunque sea por mí, me lo debe. Cuéntale mis batallas y las tuyas, enséñale mis técnicas, las deje escritas en rollos de pergamino, cuéntale de su abuelo en Cuarto Hokage y de mi sueño por ser como él. Cuando este triste abrázalo por ambos, y cuando este feliz ríe con él, te apuesto lo que quieras que su sonrisa será como la mía, y tendrá mi hiperactividad. Juega con el como yo lo hubiera hecho, enséñale que a pesar de las dificultades que tenga la vida el podrá salir adelante, así como tú y yo lo hicimos, enséñale lo mas importante... a tener vínculos, a ser abierto con los demás y tener muchos amigos.
Es todo lo que pido Sasuke mi gran único y siempre amor, tu hijo y yo te amamos, pero yo te amo por sobre todas las cosas, aun en la eternidad te amare, y te prometo que algún día nos volveremos a ver, mas por ahora no es un adiós si no un hasta luego.
Cuando leas esta carta, es porque ya no estoy junto a ustedes, le he pedido a una de mis ranas que te la lleve, momentos antes de tener a nuestro bebe.
Ve por el Sasuke, por tu hijo, por mi hijo, por nuestro lazo más grande, por nuestro amor.
Aunque este sea mi primer y último regalo... nuestro hijo.
¡Feliz cumpleaños Sasuke!
Naruto Uzumaki.
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Sasuke termino de leer cerrando los ojos, escurriendo en lágrimas, de dolor, de felicidad y de arrepentimiento, olvido su cumpleaños, mas Naruto siempre se acordó, y ahora el ya no estaba dejándole un único regalo, de su parte, algo que era de ambos. Miro la foto y ahí estaba Naruto, su Naruto con una barriguita sonriéndole, como siempre lo hacía, la acerco a su pecho y lloro, se levanto de su lugar y ante la mirada atónita de sus compañeros, se quito la capa que traía, y se alejo sin mirar atrás, hicieron el amago de seguirle pero Jugo los detuvo.
Así Sasuke se alejo sin rumbo conocido por ellos, sin saber el porqué de su llanto.
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Corría con sus pies descalzos por la casa, sabía que su Oto-san lo regañaría por tardarse, pero él quería llevar algo a donde iban. Se adentro al baño y subió en su banquito, se miro en el espejo y se sonrió al mismo tiempo que se medio acomodaba su cabellito negro con destellos azules, abrió la llave y se lavo la cara, pues tenía rastro de chocolate en la boca y debía ir presentable, se miro una última vez y se sonrió a sí mismo al mismo tiempo que sus ojitos azules brillaban.
Luego corrió hacia la entrada donde su padre le esperaba cruzado de brazos viéndole acercarse.
-lo siento Oto-san-dijo al mismo tiempo que se inclinaba a ponerse sus sandalias.
-sabes qué días es hoy no Akira-le dijo su padre azabache a su pequeño mientras le ponía las sandalias pues el niño de tan rápido que lo hacia las acomodaba mal.
-si...-dijo tímido-pero quería llevar un regalo-dijo mostrando aquello.
-esta bien-dijo alzando al pequeños en brazos-no te regañare-le sonrió dulcemente y besos su mejilla.
Caminaron por las calles de la aldea, siendo saludado por todos los que le conocían y riendo al ver como Iruka-sensei jalaba de la oreja a Kakashi-que venía lagrimeando a causa de ello. Su padre sonreía, y eso hacia feliz al niño que venía en sus brazos, platicaban de cosas triviales y le preguntaba cosas de cuando era joven.
Al final llegaron al lugar correspondido, un lugar rodeado de flores bajo un árbol. El moreno bajo al niño y este se acerco e inclino a dejar el regalo, se acomodo lo mismo que su padre mientras oraban juntos y una brisa suave mecía los cabellos azabaches de ambos.
-Oto-san...-llamo el pequeño a su padre que miraba la tumba.
-Si Akira-volteo a verle.
-¡Feliz cumpleaños!-se lanzo sobre el abrazándole y besándole sonoramente la mejilla.
Ambos rodaron entre las flores y reían felizmente, el moreno azabache lleno de dicha por tener ese regalo y tesoro tan lindo, y el morenito ojiazul feliz de tener a su Oto-san a su lado y a su Oto-chan que tanto le amo, incluso al final.
El sol brillo en lo alto y pego en la tumba dejando ver su escritura.
Naruto Uzumaki
El ninja número uno en sorprendente
Amado padre y amado amigo
Descanse en paz
"Hasta que no volvamos a encontrar"