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NUESTRA ETERNIDAD por Rikkathum

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Notas del fanfic:

hello este es un nuevo proyecto espero que le guste, aqui participan tanto personajes de gravitation como de naruto, es de vampiros, son tres temporadas y una historia alterna.

en esta primera temporada los personajes de naruto no aparecen mucho pero en la segunda apareceran los mas importantes

este proyecto lo he iniciado junto con otros tres, mañana subire otro fic y al dia siguiente el otro hasta completarlo todos, despues ire actualizando en el orden en que los subi, lo mas probale es que este lo actualice el proximo miercoles.

los fics son dos de gravitation, uno de naruto y este convinado, son historias que no podia sacar de mi cabeza por lo que decidi hacerlo.

sobre LUNE dejare de subirlo hasta que termine de escribirlo ya que se me hace un poco complicado por el hecho de que son muchos personajes y quiero entrelazarlos lo mejor que pueda asi que espero que tengan pasciencia con el les aseguro que cuando lo termine lo subire sin demora

bueno eso es todo, denle una oportunidad a mi en lo personal esta historia me gusta mucho jeje

Notas del capitulo:

pues aqui va el primer capitulo, espero que les guste y que me dejen un review jejeje o varios no me molesta

 

1.- EL INICIO DE UNA AVENTURA.


Era una tarde lluviosa, tal parecía que el clima se empeñaba a no dejar salir el sol, ni siquiera para saludar a las plantas, las nubes cubrían todo el cielo de Japón, todo se encontraba completamente nublado y se podía apreciar un poco de viento algo fuerte que movía las hojas de los arboles como mejor le placía, el ambiente no nada más era húmedo si no que también algo frio, muchas personas habían tomado la decisión de cerrar temprano los negocios como el no salir de casa hasta que pasara el mal clima.


Todas las personas intentaban cubrirse de tan mal clima excepto una personita que corría por las calles, necesitaba llegar rápido a su destino y regresar antes de que sospechen de él, corría todo lo que podía pero últimamente no tenia las mismas energías, se sentía algo cansado ya que tenía mucho tiempo corriendo pero en antaño él podía correr por horas y no se cansaba en nada, bueno eso fue antes de tomar esa decisión.


Llego a una de las zonas menos habitadas de Japón, las calles tenían un que otro bache y los negocios parecían que eran muy viejos y estaban algo maltratados, no había ni un tipo de animal, ni perros, ni gatos, tal vez si mirabas bien una que otra rata pero no durarían mucho en ese lugar, las personas que se podían ver no dejaban de mirar a la persona que seguía corriendo en dirección a su destino, una persona común y corriente no entraría en esa zona por propia voluntad, estaría terrada solo de ver a las personas que estaban en ese lugar, la forma en que miraban era de forma aterradora para cualquiera.


El chico no se inmuto por la presencia de ninguno de ellos, siguió su camino hasta llegar a un callejón donde se podía ver el letrero de un bar cuyo nombre era “el gato siego”, no se detuvo en ningún momento y entro lo más rápido que pudo, el de la puerta no lo detuvo ya que lo conocía, entro y fue hasta la barrada donde el barman lo vio y levanto la puerta para que pudiera entrar hasta llegar a unas cortinas negras detrás de las botellas, pudo ver unos escalones que se dirigían hacia abajo en forma de caracol, bajo por ellas lo más rápido que pudo.


Duro casi veinte minutos bajando las escaleras hasta que diviso un pasillo, camino por el hasta llegar a una puerta la cual entro despacio, el cuarto parecía más bien una cueva adornada con unas cuantas cortinas color azul marino, había varias puertas que daban a ese lugar pero todas estaban cerradas, luego miro más adelante encontrándose con un tipo alberca, el agua era completamente cristalina, no pudo evitar sonreír, ya tenía más de un mes sin verlo.


Dentro de esa pequeña alberca cuadrada no muy profunda se podía divisar el cuerpo e una persona que estaba completamente acostada en lo profundo, tenía los ojos cerrados, al parecer tenía un profundo sueño, el chico se acerco a pasos lentos hasta llegar a un lado de la alberca, se sentó y miro hacia la persona en lo profundo, volvió a sonreír, el semblante del chico era muy tranquilo, en verdad dormía, sus cabellos se mecían de un lado a otro por el agua que se agitaba de vez en cundo quizás por las vibraciones de la tierra.


- amigo mío no tienes idea de lo mucho que te extraño -  hablo el chico que lo miraba desde la superficie - ya tienes varios años durmiendo, me pregunto cuándo será que despertaras


Con uno de sus dedos comenzó a tocar el agua jugando con ella, mientras no le quitaba sus ojos de encima, era tranquilizador ver la paz que irradiaba ese ser, despierto o no era bueno estar cerca de ese muchacho que dormía en el agua.


- se que aun no es tiempo que despiertes pero quisiera platicar contigo, me haces falta mi buen amigo.


- y a todos, ya extrañamos su boberías, al igual que las tuyas – hablo un hombre detrás del chico.


- Iruka… - reconocía la voz de la persona que le hablaba, no necesito voltearse para ello, aparte también conocía de sobra su aroma, la persona camino hasta situarse a un lado del joven que miraba al que dormía, era algo alto, poco moreno, tenia cabellos largos obscuros y tenía una cicatriz en la cara que cruzaba su nariz.


- Cuando dejaras de actuar como humano…Shuichi? – El joven que tenia a un lado suyo era un pequeño pelirrosa de ojos violetas que miraban con cariño al chico durmiente, después esa misma mirada fue a dar al moreno junto con una sonrisa con el mismo sentimiento – tienes tiempo sin alimentarte de vida, la necesitas.


- un vampiro de nuestra estirpe puede vivir años sin consumir sangre Iruka y lo sabes – contesto el pelirrosa, hacia algunos años había tomado la decisión de hacerse pasar por un humano, el era un vampiro y no cualquiera, de hecho se podía considerar de los más poderosos que existían.


- lo sé, pero te estás debilitando y me temo que no eres el único o sí? – le miro a los ojos con una sonrisa que denotaba también cariño.


- puede que tenga razón pero no te preocupes aun tenemos tiempo – dijo el pelirrosa regresando su mirada al otro.


- Shu, sabes que la luna roja esta cerca verdad?, no puedes arriesgarte a llegar ese día y tu encontrándote débil – le puso una mano en la cabeza al pelirrosa.


- vamos, ellos ni siquiera saben lo que significa ese día.


- pero y si lo saben? O independientemente de eso y si siguen con la idea de que cada luna roja tú te haces mas fuerte? Intentaran matarte y para ser honestos no tienes muy buena condición para defenderte de ataques fuertes Shu – le dijo en tono preocupado.


- no te apures, estaré bien, aparte mi aroma es como el de un humano, ellos no se darán cuenta de nada jeje – decía muy quitado de la pena, Iruka simplemente negó con la cabeza, era un chico difícil de convencer, el pelirrosa miro su reloj y vio que ya se estaba haciendo tarde – tengo que irme Iruka, cuídalo por favor – después de decir eso salió corriendo del lugar.


Iruka solo suspiro – el único que se debería de cuidar eres tú, ya que eres al único que le afecta esa luna – se notaba la preocupación en su rostro y luego vio hacia donde el otro chico dormía – apuesto que si estuvieras despierto tú no lo dejarías ni a sol ni sombra en estas fechas.


El pelirrosa corría lo más rápido que podía, necesitaba llegar al departamento de su Koi para no tener que inventar una de sus tontas escusas o tener una pelea por no llegar a la hora acordada y no avisar, de un tiempo para adelante las cosas entre los dos iban saliendo mejor de lo que pensaba, lo procuraba mas, era más atento y un poco mas cariñoso, estaba feliz porque poco a poco derrumbaba esa fortaleza de hielo que hizo el rubio para con los demás, bueno debía admitir que con los otros no era muy diferente que como lo conoció pero debes en cuando platicaba con ellos, suponía que eso un gran, gran avance.


Mientras tanto, en el departamento de la parejita el escritor se encontraba trabajando en una de sus novelas, apenas iba comenzándola porque de repente se le vino una idea y empezó a plasmarla, estaba contento de ello ya que aún le quedaba demasiado tiempo para hacerla y así poder pasar de vez en cuando tiempo con su bola rosa.


Ya tenían más de cinco años de relación, las cosas en el primer año fueron de lo peor al igual que los siguientes seis meses, por las infidelidades de su parte, no sabía porque pero no pudo dejar de sorprenderse cuando Shu sabía que lo había engañado, ya que nunca dejaba que lo tocara durante un buen tiempo, nunca preguntaba nada pero se le veía sus ojitos más tristes que nunca y eso poco a poco fue haciendo que se diera cuenta de los errores que estaba cometiendo, aparte de que se sentía pésimo cuando el pelirrosa rehuía de su tacto por lo que decidió dejar de hacerse el estúpido.


El siguiente año las cosas como que se había tranquilizado, tuvieron una plática algo larga donde salió al tema Kitasawa, se sorprendió mucho cuando al percatarse que ya no pensaba en el en ningún momento, todos sus pensamientos iban encaminados a su bola rosa, sonrió de alivio al encontrar su cura a ese corazón malherido, después de esa platica las cosas cambiaron Eiri había tomado la decisión de avanzar poco a poco con el pelirrosa y este tomo la decisión de esperarlo, hace un año que los dos van al mismo ritmo.


El escritor había dicho una vez que había costado su tiempo pero que valía mucho la pena ya que se sentía completamente feliz, independientemente de que su familia no estuviera de acuerdo con su noviazgo.


- pero que tranquilidad – dijo para voltear a ver el reloj – ya debió llegar el que me libra de ella – hace tiempo que la tranquilidad no era uno de sus ambientes favoritos, se paró de su asiento y salió del estudio la cual tenía la puerta abierta, también hace tiempo que ya no le gustaba exiliarse en ese lugar, vio la ventana corrediza que daba a la terraza y se percato del mal clima – espero que ese baka traiga paraguas, no quiero tener que andarlo cuidando si se resfría cuando podemos estar haciendo cosas mucho muy placenteras – sonrió de medio lado a tales palabras, le encantaba la intimidad con su bola rosa, aunque para que mentir lo que más le gustaba eran esos ojos amatista que le mostraban el amor que le profesaban.


De repente sale de sus pensamientos cuando el timbre comenzó a sonar, sabía que no era la bola rosa porque el tenia llave, aunque también puede ser que las pierda cosa que se le haría muy extraña ya que aunque no lo pareciera ese chiquillo tenia una de las mejores memorias que podía tener una persona, nunca se le perdía nada y hasta la fecha jamás tampoco le han robado, bueno por lo menos lo que lleva conociendo al menor, salió de nuevo de sus pensamientos cuando el timbre sonó de nuevo, la verdad le daba flojera el ir a atender a quien estuviera del otro lado de la puerta, pero que mas daba seria una distracción en lo que llegaba su niño, camino hasta llegar a la puerta y la abrió, encontrándose con una algo desagradable visita.


- Mika, que haces aquí? – pregunto con un deje de fastidio que no paso desapercibido para la mujer, la cual no le tomo importancia y entro al departamento como si fuera su casa, el escritor solo suspiro, la verdad no entendía el afán de su hermana en meterse en su vida privada, ya que sabia a que venía, a lo mismo que de hace meses, a pedirle que deje a su niño.


El escritor cerró la puerta y fue hacia la mujer, la cual se encontraba sentada en el sofá negro de piel.


- que acaso no puedo venir a visitar a mi hermano? – pregunto la mujer con una falsa sonrisa.


- casarte con Seguchi te pego la falsa sonrisa Mika – le dijo mientras él se sentaba en el otro extremo de donde estaba la mujer, sacaba un cigarrillo y lo prendía.


- no seas grosero Eiri – le dijo la mujer algo molesta – tenía mucho sin verte.


- hace una semana que me viste cuando anteriormente durábamos meses, así que no exageres – decía mientras le daba una que otra calada al cigarro mirando de vez en cuando el reloj.


- que sucede?, tu “noviecito” no llega? – le dijo con malicia la mujer.


- a de estar en camino… - dijo un poco molesto apagando el cigarrillo, ya era hora de que su pelirrosa llegara pero no quería que se encontrase con su hermana.


- la verdad yo no sé porque sigues con ese enclenque – decía la mujer parándose y quedando frente a su hermano.


- ya tenemos mucho con esta discusión Mika, hasta cuando vas a terminar con esto – decía en tono fastidiado viendo a su hermana.


- hasta que te des cuenta de que ese niño no te conviene, no te sirve para nada, no te puede dar HIJOS!! – se exalto la mujer.


- no cabe duda de que eres hija de ese convenenciero – decía muy molesto el rubio – las personas que queremos no necesariamente nos tienen que ser útiles, eso es estúpido!!


- pero no te puede dar descendencia Eiri!!


- no me importa, si crees que me interesara tener un hijo andaría con un hombre?!!


- algún día querrás tener familia, entiéndelo!!


- ya tengo una familia a su lado! Y si quisiera tener un hijo estaría la opción de adoptar – el escritor estaba molesto por tener que discutir a cada rato con su hermana del mismo tema, no entendía cual era el afán de todo eso.


- no es lo mismo, no te gustaría tener un hijo de tu propia sangre Eiri? – le dijo en tono desesperado sentándose a un lado de él y agarrándole el brazo – has feliz a padre alejándote de él, piensa en tu familia, piensa en tu futuro, no te gustaría tener a una mujer que te de ese hijo al cual estoy seguro que amarías con todo tu corazón.


- basta Mika no seas necia – el escritor estaba arto de la misma cantaleta – me estas cansando con este tema – le dijo mientras se paraba del sillón alejándose de su hermana.


- pues cánsate, porque yo no parare hasta que entres en razón Eiri, estas en buena edad para buscar a una mujer para tener  tus hijos, a tus herederos, eres joven, no desperdicies eso al lado de… ese!!


Yuki la miro completamente enojado – ese Mika es que logra que yo te siga abriendo la puerta de este departamento, el que le llame una vez cada dos meses aunque terminemos peleando a nuestro padre cuando ni por error lo hacía, el que logra que Thoma entre también a este departamento y que le llame algunas veces, el que logro que Tatsuha y yo nos acerquemos como los hermanos que somos, créeme Mika si yo tuviera un hijo te puedo asegurar que lo amaría menos de lo que amo a Shu, aunque suene mal, nadie le ganara en lo que siento por él.


Mika estaba sorprendida por la palabras del escritor, jamás pensó que se expresara de esa manera cuando pocos años antes lo trataba peor que basura, no entendía la influencia que tenía ese pelirrosa para con su hermano y aunque estaba feliz por el hecho de ver a su hermano más seguido, de verlo reír, de que mantuviera contacto con su padre y que pase tiempo con Tatsuha no eran suficientes para que aceptara el pelirrosa, aparte su padre deseaba tener hijos de su primer hijo varón y ella siempre estaba de acuerdo con su padre ya que para ella era el máximo ejemplo a seguir.


- Eiri, te puedes llegar a arrepentir, porque no mejor regresas con Ayaka, ella es buena persona, ella… - insistía la mujer que ya se había parado para estar a un lado de su hermano.


- Mika, no me interesa si ella es una excelente persona, yo ya tengo un ángel y no lo voy a dejar por nada en este mundo, mi vida le pertenece, soy de él y el es mío, entiéndelo sigo en este mundo gracias a él, no a Ayaka ni a ninguna otra mujer, tienes que entender que lo amo y ni tu ni nadie lograra que eso cambie, así que el ya no tarda en llegar, te suplico que te retires no quiero que le hagas pasar un mal rato.


Después de decir esas palabras la encamino a la puerta encontrándose con el pelirrosa fuera del departamento todo empapado con la cabeza gacha, por su condición podía escuchar a la perfección conversaciones a mucha distancia, por lo que lo recién también fue escuchada, no podía evitar sentirse mal por las palabras de la hermana de su Koi, después de todo en parte tenía razón ya que él era hombre y por consiguiente no podía tener hijos propios, aunque una parte de él no le podía negar sentirse feliz por las palabras de su amado escritor.


- Shuichi! Mira como vienes enano, anda quítate los zapatos y ve a darte una ducha para que no te resfríes – Shuichi no levanto la mirada pero se quito los zapatos y camino a paso lento, desapareciendo por el pasillo de la entrada , Shu no se había perdido detalle de la mirada de rencor de la mujer – Ahora ten cuidado de regreso a casa Mika, salúdame a Seguchi – prácticamente la saco del departamento y cerró la puerta en su cara, la mujer estaba indignada por lo que se fue echando pestes.


Por otro lado el escritor se había quedado para en la entrada, había visto el comportamiento del pelirrosa como si supiera porque estaba en ese momento Mika, pensó que lo más seguro es que la mujer no solo lo acose a él si no que también a su bolita rosa, cosa que le hacía hervir la sangre porque sabía que eso provocaría tristeza en el menor.


Se fue directo a la habitación y vio la puerta del baño entre-abierta, la abrió bien sin hacer mucho ruido viendo a su pelirrosa que se quitaba la playera completamente empapada por la lluvia dejando al descubierto su piel canela, después prosiguió con sus short café quedando con sus bóxers del mismo color, el escritor no pudo evitar relamerse los labios ante la exquisita visión del cuerpo de Shu, no era el de un niño pero tampoco el de un adulto completamente desarrollado, los músculos levemente marcados y un trasero redondito que aria babear a cualquiera, el escritor en todo el tiempo que llevaba con el muchacho no había notado ningún cambio en su anatomía cosa que no se le hacía raro ya que a lo mejor el chico era traga años porque se conservaba igual, lo mismo pasaba con él.


Shuichi volteo poco a poco encontrándose con una mirada dorada clavada completamente en él, no pudo evitar sonrojarse mientras bajaba la mirada algo apenado, el rubio sonrió y camino hacia el, con una de sus manos levanto la cara del pelirrosa por la barbilla haciendo que lo mirara directo a los ojos, el rostro del escritor fue bajando hasta estar a cinco centímetros del de Shu, el cual estaba bastante sonrojado por la cercanía del otro, el escritor cerro sus ojos y tomo los labios del pequeño con los suyos, era un beso suave, solo para saborear los labios del otro, Shu con esos besos se sentía en la gloria.


Se separaron poco a poco y el escritor le sonríe siendo correspondido por el otro, se aleja del cuerpo de Shu y se dirige a donde está la tina, abre la llave del agua para después sentarse en el extremo de la tina, con una de sus manos le hace una señal a Shu para que se le acerque cosa que no dudo el pequeño, cuando el escritor tuvo cerca el cuerpo del pequeño sus manos se posaron en su cadera subiendo poco a poco por su espalda y bajando también, mientras que le daba pequeños besos en el pecho y abdomen, Shu cerró los ojos para experimentar mejor las sensaciones que el escritor le proporcionaba mientras que con sus dedos acariciaba los cabellos de su rubio.


- Yuki… - gimió su nombre cuando el rubio mordió levemente uno de los pezones rosaditos, al escritor le encantaba oír los pequeños gemidos que salían de la boca del pelirrosa eran como afrodisiacos, las manos del escritor bajaron con una velocidad moderada de la espalda hasta meterse por debajo de los bóxers del chico y tomar entre sus manos el trasero del pelirrosa ganándose un gemido un poco mas fuerte por la sorpresa.


- dime Shu, se siente bien? – pregunto con una voz ronca de la excitación, mientras que con uno de sus dedos acariciaba la entrada del pelirrosa el cual estaba con los ojos entreabiertos con sus mejillas sonrojadas gimiendo un poco por tan intimas caricias.


- Yuki…duele… - el escritor lo miro un poco preocupado, preguntándose si lo había lastimado, pero entonces el escritor bajo la mirada encontrándose con el causante del dolor del pelirrosa, su miembro que ya estaba despierto estaba siendo apresado aun con la ropa interior y entonces cayó en cuanta en la voz sensual con que había dicho que le dolía, sonrió de medio lado.


- tranquilo mi pequeño, enseguida te quito ese dolor – con las manos aun en la parte de atrás comenzó a hacer presión hacia abajo para que cayeran los bóxers haciendo que el miembro del pelirrosa brincara cuando fue liberado ganándose un sonoro gemido por parte del pelirrosa por tal acción, el escritor poso de nuevo sus manos en la cadera del pelirrosa y lo atrajo un poco más cerca para con su boca comenzar a darle la atención debida al dolor de Shu, le dio una pequeña lambida, después con su lengua comenzó a hacer círculos en la punta del miembro.


- …aah…Yuki…no me tortures… - le dijo entrecortadamente mientras agarraba un poco mas fuerte el cabello de su rubio amante, el escritor sonrió en parte le gustaba torturarlo porque le encantaba la voz excitada de su Koi, pero decidió dejar eso de lado y se metió todo el miembro a la boca – Aahhh!! – el escritor succionaba con fuerza el miembro de su Koi el cual comenzó a mover también sus caderas y con sus manos en la cabeza del escritor marcaba el ritmo.


Yuki al sentir que su pequeño pronto terminaría por lo que empezó hacer los movimientos mas rápidos y sostenía fuerte las caderas de Shu para que no fuera a caerse si le flaquearan las piernas por el orgasmo, no tardo mucho para que el pelirrosa se viniera en su boca con un sonoro gemido, Shu tuvo que agarrarse un podo de la camisa de Yuki para no caer, el escritor trago toda la escancia del pequeño después agarro las piernas de Shu para abrirlas y hacer que se sentara en él y que sus piernas lo rodeasen, el pelirrosa así lo hizo, busco los labios del escritor que lo recibieron con un beso bastante apasionado, jugaban con sus leguas tratando de dominar, Yuki acariciaba la espalda de Shu y este tenía una de sus manos en la nuca del escritor para hacer mas apasionado el beso y la otra paseando sus dedos pero el sedoso cabello rubio.


Después de separarse del beso miro la tina la cual por poco tira el agua, rápidamente la cerro  e introdujo al pelirrosa, el cual vio como su amor empezó a desvestirse delante de él, se mordió los labios al ver el cuerpo desnudo de su Koi delante de él, ese cuerpo que con los años se hacía más varonil, un poco más marcado ya que desde unos meses el escritor comenzó a correr y a hacer otro “ejercicio” más seguido haciendo que sus músculos se marcaran aun poco mas, no tanto pero era bastante atractivo, el pasar de los años le sentaba bien, pero el escritor aun era joven y estaba seguro que aun iba a cambiar mas y no dudaba que fuera a ser mucho más atractivo que ahora, no solo por su cuerpo si no por sus ojos que con el paso del tiempo también cambiaron.


Yuki se metió a la tina sin importar que esta tirara agua por lo llena que estaba, se sentó en el lado contrario de donde se encontraba Shu y le dio la señal de que se acercara, así lo hizo, el escritor lo volteo para que recargara su espalda en su pecho y lo abrazo, Shu sintió un poco el miembro del escritor duro cerca de su trasero.


- Yuki?


- muévete de arriba abajo, solo eso.


- porque? – se extraño por lo que pidió el pelirrubio.


-se te ve cansado, raro en ti, vamos hazlo Shu, también me duele – lo ultimo le susurro en el oído del chico causándole un escalofríos, no dijo más y se sostuvo de las piernas de su Koi para empezar a restregar sus cuerpo con el de Yuki concentrándose en su entrepierna, el escritor daba pequeños gemidos, también se había excitado mucho con lo anterior por lo que no duraría mucho, cerro sus ojos para disfrutar del momento, Shu giro un poco su cara para ver al escritor, sonrió porque desde hace mucho no solo se fijaba en su propio placer si no que también en el de él, se preocupaba por hacerlo sentir bien aunque él no terminara dentro del pelirrosa como siempre.


Shu tomo la decisión, se incorporo un poco y tomo el miembro del escritor para dejarlo fijo y se sentó en el auto-penetrándose de una sola estocada – aaahhh!! – los dos gimieron con fuerza, uno por la intrusión a su cuerpo y el otro por la sorpresa y estreches de su Koi.


- Shui…chi…baka – el escritor abrió uno de sus ojos mientras se mordía el labio inferior, veía la espalda de Shu percatándose de la respiración rápida de su bola rosa, Shuichi tuvo que esperar un poco ya que no se preparo para la penetración por lo que le dolió un poco, cuando se sintió mejor comenzó a subir y bajar, al principio lento y después la velocidad aumento el agua brincaba y salía más de la pequeña tina, apretaba de vez en cuando el ano para hacer sentir más placer al escritor – aaah…SHUICHI!!! – el escritor se vino dentro del pelirrosa, Shuichi se masturbaba rápidamente y algo fuerte para terminar junto con su escritor cuando sintió que su amor se vino dentro del no duro mucho para que el también se viniera por segunda vez.


Shuichi se levanto un poco para que el miembro del escritor saliera, después se recostó de nuevo en el pecho del rubio, este aun con la respiración algo agitada lo abrazo y comenzó a darle unos cuantos besos en el cuello.


- eso se sintió bien –dijo el pelirrosa cuando ya se había calmado del reciente “ejercicio”.


Yuki que ya solo lo abrazaba por la espalda sonrió – si, oye…


- si…


- no quiero que si te dice algo mi hermana le hagas caso, no dejes que te afecte.


- yo…


- ella te ha molestado no es así?


- mm – fue lo único que pudo decir, ya que no le podía contar que había escuchado casi todas sus conversaciones claramente a más de veinte metros o menos pero con muchas paredes de intermedio.


El escritor lo tomo como una afirmación, pero una duda se le vino a la cabeza.


- como te diste cuenta que era ella, ya que cuando abrí  la puerta ya tenias cara de saber quién era y de tristeza.


- bu-bueno yo…ya iba a abrir la puerta cuando escuche sus voces que se acercaban… - fue lo único que se le ocurrió decir, solo deseaba que se lo creyera.


-  oh sí, no dejaba de discutir, no le veo el afán de meterse en nuestras vidas.


- se mete en la tuya Yuki, está preocupada por tu futuro.


- Shuichi, mi futuro eres tú, sin ti no lo tengo, entiende que te amo y que yo no estaría aquí si no fuera por ti…


- es por gratitud que estás conmigo entonces… - el escritor se levanto junto con el cuerpo del pelirrosa y lo hizo voltear a encararlo, lo pego a la pared y le dio un beso fuerte, lo miro a los ojos cuando se separaron.


- escúchame bien Shuichi Shindou, me conoces y sabes que jamás estaría con alguien por agradecimiento, mucho menos duraría años junto con él, si, te agradezco que estés a mi lado, que me des la oportunidad de sentir el amor de nuevo y con tanta intensidad como lo siento, si solo fuera por gratitud cuando tu quisieras irte te dejaría pero no, esto no es gratitud, te amo y jamás te dejare ir, me perteneces, te pertenezco y así será por lo que dure nuestras vidas y créeme que no necesito mas…


Después de decir esas palabras Yuki le dio otro beso un poco más suave tratando de transmitir todos sus sentimientos en tan precioso acto.


- yo también te amo y no es que dude, es solo que me gusta escuchar cual posesivamente es tu amor por mi – dijo con una sonrisa picara.


- baka, anda hay que bañarnos y cenar algo que tengo hambre – dijo el escritor, en un rato los dos ya habían salido del baño, se pusieron sus pijamas, Shu en lo que veía un poco de televisión el escritor cocinaba su cena de repente se escucha el celular del pelirrosa y este contesta.


- si bueno… ahora?... pero estas bien?... de acuerdo en seguida voy – después de decir eso colgó, Yuki escucho lo que había dicho el pelirrosa.


- vas a salir? – le pregunto con un tono algo molesto.


- sí, es Hiro, al parecer tiene un problema – Yuki lo miro extrañado.


- qué raro, es muy tranquilo, hizo algo malo – apago la el fuego de la estufa y fue a donde se encontraba su Koi cambiándose – o le paso algo?


- no sé, no que quiso decir – mentira – pero no se escuchaba muy bien, me dijo que estaba en la cafetería de una cuadra de aquí, no te molesta verdad?


- por supuesto que no – claro que le molestaba pero Yuki en realidad había cambiado mucho y al aceptar que el pelirrojo no andaba tras de su Koi y que en realidad eran como hermanos no dudo en hacerse también amigo de Hiro, claro no se llevaban como amigos del alma pero tenían una relación más llevadera, aparte de que su paciencia era un poco más grande de lo habitual – te espero a cenar?


- tienes hambre no? Porque no cenas, buscas una película para ver los dos y después cuando regrese la vemos juntos, yo ceno mientras tú te comes unos panes de vainilla y mantequilla que te gustan de esa cafetería, que te parece? – dijo en lo que se dirigía a la puerta tomando su celular y cartera.


- me parece que algunas veces tienes unas excelentes ideas – lo burlón aun no se le quitaba, pero Shu sabía cuando se lo decía jugando a cuando se lo decía enojado y con ganas de herir y como en esta ocasión no era el caso solo hizo un puchero.


- buu, malo Yuki!


- ven baka, dame un beso y vete, con cuidado, no tardes, cualquier cosa me marcas – le dijo dándole un beso, Shu se encaminaba a la puerta.


- bueno mami ya me vooy!! – dijo cerrando la puerta tras de sí, burlándose de lo protector que puede llegar a ser su Koi.


- BAKAA!!! – no pudo evitar reírse, aun esa palabra era la favorita del escritor.


Shuichi no tardo mucho en llegar a la cafetería, entro y busco con la mirada hasta que encontró a su pelirrojo amigo el cual miraba por la ventana con un semblante algo melancólico, Shu suspiro pesadamente, sabia por lo que pasaba su amigo y sobre todo que esa era una conversación muy necesaria.


- Hiro – el nombrado volteo a ver a su amigo el cual ya se encontraba sentado frente a él.


- casi la muerdo Shu, dime qué hubiera pasado si la muerdo – decía el joven bajando la mirada hacia sus manos entrelazadas sobre la mesa.


- Hiro, como paso?


-tu sabes, cuando uno tiene relaciones sexuales entramos en éxtasis, todos lo asemos, humanos, vampiros no hay diferencia, pero si la hay en las reacciones…


- nuestros sentidos se nublan…


- y si tenemos mucho tiempo sin comer mordemos, así el éxtasis es mayor y provoca más placer, para cualquiera de las dos partes, no importa si uno no es vampiro.


- si lo sé, cuando uno sabe la naturaleza del otro es común…


- pero ella no sabe lo que soy y con la falta de alimento la hubiera matado Shu… -el pelirrojo se veía completamente afectado.


- Hiro, yo te arrastre a esto yo…


- No Shu, tu sabes que eso no es verdad, yo desee acompañarte, es solo que yo no soy de la misma estirpe que tu por lo que mi resistencia no es la misma – levanto la mirada – tu en total llevas más de seis años sin consumir una sola gota de vida y tal vez puedas aguantar más pero yo…


- Hiro tu también eres de buena estirpe.


- lo sé, pero no como tu, tarde o temprano perderé el control y no deseo eso… tal vez si voy con Iruka una semana logre estabilizarme.


- cuando piensas ir?


- tu dímelo, ya que serás tu el que me cubra.


- significa que regresaras.


-claro que sí, pero yo quisiera que vinieras conmigo esa semana, recuerda que la luna roja esta cerca, que tal si vienen a matarte y tu te encuentras débil para protegerte.


- no creo que lo hagan…


- Shu eres famoso, aunque te pintaste el cabello puede que no engañaras a muchos, aparte tus ojos son únicos y el aroma humano, si alguien de nivel más alto es el que viene sabrá que es falso y reconocerá tu aroma a vampiro.


- lo sé pero…


- no quieres dejarlo – el pelirrosa bajo su mirada, el guitarrista comprendía a su amigo, después de todo el tampoco quería alejarse de los amigos que había hecho – yo voy a dejar a Ayaka – pero no podía arriesgarlos ante el mismo, Shu lo miro sorprendido.


- pero tu la amas!!


- no estoy muy seguro de ello Shu – lo miro a los ojos – yo no lo creo, yo nunca sería capaz de sacrificar tanto por ella como tu lo haces por el escritor, tal vez no es la persona que yo amare, tal vez la quiero pero eso es todo, aparte no quiero lastimarla.


- pero iras con Iruka…


- cuando Shu? – el pelirrosa guardo silencio, era egoísta lo que le iba a pedir pero no le quedaba más.


- tenemos un concierto dentro de dos semanas, yo…


- de acuerdo, después del concierto iré con Iruka una semana para estabilizarme y para que no se vea el cambio en mis ojos, tu me cubrirás.


- crees poder resistir?, si no…


- Shu, vale la pena?


- qué?


- todo lo que haces por el escritor? Ponerte en peligro con lo de la luna roja?


- sí, lo vale.


- entonces piensa que escusa poner porque faltare una semana después del concierto – Hiro se levanto de su asiento – una advertencia Shu, cuídate de K – después de decir eso se retiro dejando a un pelirrosa algo pensativo.

Notas finales:

review?


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