Itachi Uchiha, 20 años, estudiante de la escuela de medicina se encontraba ahora caminando por las tranquilas calles de la cuidad disfrutando de la maravillosa briza nocturna después de haber terminado una de sus tantas practicas en la universidad.
A Itachi le encantaba mirar como las hojas de los arboles caían lentamente y formaban montones en el suelo, le fascinaba ver esa maravillosa luz de luna reflejarse en el pequeño lago de aquel parque, pero sobre todo amaba el sonido del viento que aquella noche brindaba una completa calma.
El repicar de las campanas indicaba que ya era la media noche, el joven azabache debería apresurare a llegar a casa… “debería”… Pero la iluminación del lugar, la suave briza, y la tranquilidad de la calle era algo que no podía disfrutarse todos los días y menos en una vida tan ajetreada como la suya, así que decidió sentarse en una banca de un cercano parque a disfrutar de la excelente atmosfera y de un buen libro.
Lo sabia, era extraño sentarse a leer como si nada en un parque a media noche, pero en ese momento no había nadie que lo juzgara, nadie a excepción de un rubio que había llegado de la nada y que ahora estaba sentado junto al azabache en completo silencio leyendo un libro del mismo autor que el del Uchiha.
Paso el tiempo y antes de que el Azabache pudiese notarlo ya había pasado no menos de 3 horas. Dio un suspiro largo y se dispuso a disfrutar las últimas páginas de su libro mientras pensaba en los problemas que tendría con su pareja esa misma noche.
Ya podía escuchar la voz de Sakura reclamándole el porque de haber apagado su celular y la razón por la cual había llegado tan tarde en un “día tan importante” como lo llamaba ella, pues bien esa era una de las razones por las cuales el Uchiha había dejado todo de lado esa noche; era su aniversario. Una estúpida celebración que solo le recordaba el infierno que había sido su relación durante los últimos 2 años y de la cual no podía librarse tan fácilmente. Pero no pensaría mas en eso, era una noche hermosa como para comenzar a pensar en problemas.
-¿Qué haces aquí?-Gritaba un pelirrojo que corría en dirección al rubio- Te he buscado por todas partes. –
-Te dije que dejaras de buscarme, ¿Acaso no lo entiendes? Lo nuestro termino.- El rubio y aquel pelirrojo comenzaron a discutir llamando la atención del azabache.
-Basta Deidara, cállate y vámonos- Dijo el pelirrojo jalando a Deidara.
-¿Podrías dejar de molestar a mi pareja?- Hablo el azabache tomando posesivamente al rubio por las caderas.
El rubio se había sorprendido ante la acción del pelinegro pero sin dudarlo 2 veces acepto la ayuda de este.
-Ya lo escuchaste… ahora vete Sasori.- Contesto el rubio abrazando al pelinegro.
-Parece que aun no lo has entendido Deidara… Tu eres mío, solo mío.- Jalando fuertemente del brazo al rubio. –Despídete de este idiota, nos vamos a casa.-
-Suéltame Sasori, me lastimas… te dije que jamás volvería a tu lado.- Tratando de Zafarse de aquel agarre.
-No me gustan las peleas, así que te doy 3 segundos para que sueltes a mi rubio y te vallas, de lo contrario no tendré piedad ¿Entiendes?-La voz del Uchiha sonaba molesta.
-Sasori vete por favor- Pedía el rubio
-No Deidara, no puedes cambiarme, no por este idiota, primero te mato antes de dejarte ir tan fácilmente- Jalando la rubia cabellera del chico. –Vámonos-
-Te lo advertí- Itachi de un solo golpe mando al pelirrojo al suelo
-Por favor vámonos- Pedía el rubio desesperado jalando al Uchiha del brazo.
-Oye, no voy a huir- Decía el azabache esperando que el pelirrojo se levantara del suelo.
-Por favor vámonos… te lo suplico- El rubio estaba mas que nervioso, sabia que si Sasori se levantaba del suelo no podría detener esa pelea.
-Esta bien, vámonos.- Ambos chicos comenzaron a correr dejando al pelirrojo en el suelo gritando un montón de amenazas para ambos.
Después de correr varias cuadras ambos chicos entraron a una estación de trenes para esconderse.
-Gracias por tu ayuda- Se atrevió a decir el rubio después de haber recuperado la respiración. –Soy Deidara- Extendiéndole la mano al azabache
-Lo se, yo soy Itachi- Aceptando el amistoso gesto del rubio- ¿Quieres que te lleve a casa?-
-¿Crees que soy una chica?- Replico el rubio en tono molesto.
-No, pero aun no quiero volver a casa- Dijo el mayor recordando a su molesta novia.
-Yo tampoco quiero volver… Estoy seguro que Sasori estará esperándome- Dando un largo suspiro
-Dame un minuto y arreglare todo esto- El Azabache comenzó a hacer un par de llamadas. Al poco tiempo un tipo alto con piel de un tono azulado llego saludando amistosamente al Azabache.
-Aquí están las llaves del departamento- Dándole las llaves al Azabache- ¿Quieres que te lleve?-
-No, iremos caminado, ya has hecho mucho por nosotros Kisame- Respondió el Azabache saliendo del lugar con el rubio.
Ambos jóvenes comenzaron a caminar hasta llegar a un departamento en el centro de la cuidad.
-Muchas gracias Itachi- Decía el rubio apenado
-¿De que hablas?- Pregunto el Uchiha
-Por haberme defendido de Sasori- Desviando la mirada- Pero no debiste haber dicho que éramos pareja… te meterás en problemas.-
-¿Acaso no te gusto?- Pregunto el azabache acercándose peligrosamente al rubio.
-Si... bueno no… bueno…yo…- El rubio no sabia que decir, estaba completamente sonrojado y la cercanía del Uchiha lo ponía aun mas nervioso.
-Estoy seguro que te había visto en algún lado… ¿Eres el chico rubio que estudia arte cierto?- Acariciando el mechón de pelo que tapaba la cara del rubio.- El que siempre esta siguiéndome -
-Yo… yo no estaba siguiéndote… tan solo… -Y antes de que el rubio pudiese continuar el Uchiha ya se había apoderado de sus labios, besándolo con dulzura.
-Me gustas Deidara… tienes algo especial.- Besando con mas intensidad al rubio.
Itachi introdujo su lengua en la cavidad del rubio, recorriéndola por completo al mismo tiempo que atrapaba a Deidara por la cintura, atrayéndolo mas hacia sí, sintiendo el calor que emanaba de este, tal acción hizo gemir a Deidara.
Sin dejar de besar al rubio Itachi comenzó a desabrochar su camisa mientras ambos se dejaban caer lentamente sobre el enorme sofá de aquel departamento.
Después de retirar por completo la camisa del rubio Itachi comenzó a besar el cuello de este, dejando algunas marcas y un rastro húmedo de sus besos, la boca del azabache comenzó a descender lenta y tortuosamente hasta llegar a los ya erectos pezones del de ojos zafiro. Itachi comenzó jugando con uno de ellos, primero dándole una lamida en la punta y después introduciéndolo por completo en su boca, jugándolo un poco con su experta lengua, mientras que con su rodilla comenzaba a rozar el ya despierto miembro del rubio.
Después de jugar con los pezones del rubio, Itachi se deshizo de su ropa dejándolo solo en bóxer. El Uchiha volvió a besar apasionadamente los labios de su rubio mientras bajaba la mano hasta su miembro y comenzó a acariciarlo por encima de la tela. Deidara ante esa acción dio un sonoro gemido que quedo ahogado en la boca del Uchiha.
Itachi detuvo el beso y bajo hasta la única prenda que Deidara portaba. Tomo la tela con sus dientes y comenzó a bajarla lentamente sacándole esa estorbosa prenda al mismo tiempo que rozaba placenteramente con el miembro del Rubio.
Una vez retirada esa prenda Itachi comenzó a masturbar el miembro de su amante. Deidara solo se limitaba a aferrarse al sofá y gemir descontroladamente bajo el cuerpo del Uchiha.
Itachi tomo el miembro del rubio con ambas manos y comenzó a lamer la punta de este y en algunas ocasiones le daba una lenta lamida a toda la extensión, después de torturarlo lo introdujo por completo en su boca.
-AHH…Itachi… detente- Deidara se había puesto completamente rojo, había estado con muchas mujeres, pero jamás con un hombre.
-¿Quieres que me detenga Dei?- Dándole una lamida a toda la extensión de su miembro logrando sacarle al rubio un intenso gemido.- Tu cuerpo no opina lo mismo-
Itachi detuvo la felación para acomodar las piernas del rubio alrededor de su cintura y comenzó a preparar la entrada de este. Primero introdujo un dedo en su estrecha entrada, provocando una mueca de dolor en el menor, Itachi espero unos segundos para después introducir un segundo dedo causándole al rubio una gran molestia, El mayor comenzó a mover sus dedos dentro de la diminuta entrada del Rubio, por fin el tercer dedo, haciendo que el rubio se estremeciera por completo y arqueara la espalda por el dolor combinado con un leve placer.
-Te ves tan adorable Dei- Le susurro el Uchiha haciendo referencia a los gestos que hacia el menor debido al placer.
-Eres… un depravado- Respondió el menor suspirando ante los roces que había entre su trasero y el miembro del Uchiha.
Itachi tomo fijamente al rubio por la cadera y comenzó a penetrarlo lentamente, el rubio se aferro fuertemente a la espalda del azabache reprimiendo algunas lágrimas que amenazaban con escaparse.
Poco a poco la calidez del interior del rubio envolvió por completo el miembro del Uchiha, lo que provoco que este se excitara y comenzara a moverse dentro del rubio lentamente.
No paso mucho tiempo cuando Deidara comenzó a moverse al compas de las caderas del azabache. Itachi al notar la acción del menor hizo que este levantara una pierna hasta su hombro para poder penetrarlo desde un ángulo mejor, pronto ambos chicos se olvidaron de todo pudor y la habitación estaba llena de gemidos incontrolables por parte de ambos.
Deidara estaba completamente sonrojado, con su hermoso cabello rubio despeinado y algunos mechones pegados a su frente dándole un aspecto sensual y al mismo tiempo inocente, rogándole al azabache por más, por su parte Itachi complacía al instante los caprichos del menor, dándole estocadas más fuertes, más rápidas y más exactas.
-AHH…ITACHI…YA NO PUEDO… ¡AHHH!- El rubio arqueo por completo su espalda al sentir la experta mano de su amante masturbando exquisitamente su miembro.
-Solo… AHH…solo un poco mas…- Respondió el Uchiha entre roncos gemidos.
-AHH…ITAAAAHHHH- Deidara termino viniéndose en a mano del Uchiha, el moreno al sentir las contracciones del rubio por el intenso orgasmo dejo ir su semilla en el interior del rubio.
Ambos chicos se dejaron caer en aquel sofá y estuvieron así largo tiempo mientras su respiración se regulaba y retomaban fuerzas.
-Te amo Itachi- Fue lo único que Deidara logro decir cuando por fin sus pulmones funcionaron normalmente.
-Lo se-Respondió el Uchiha en tono arrogante.
-Que presumido- Dijo el rubio haciendo una mueca de molestia.
-Yo también te amo Dei- Fue lo único que dijo el Uchiha antes de volver a quitarle el aliento a Deidara con un apasionado beso.
Después de esa maravillosa noche el amor volvió a tener sentido para ambos. Y ahora solo faltaba un pequeño detalle…
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-Itachi ¿Dónde diablos te metiste ayer? Te llame un millón de veces al celular ¿Por que te desapareciste en nuestro aniversario?- La novia pelirrosa del Uchiha buscaba desesperadamente una explicación al ver que Itachi había llegado a las 3 de la tarde del día siguiente.
-Te traje un lindo regalo Sakura- Respondió el Uchiha ante las interrogantes de la de ojos verdes.
-¿En serio? Creí que habías olvidado nuestro aniversario amor- La chica se abalanzó a los brazos del Uchiha- Rápido, dame mi regalo ¿Es un anillo de compromiso? ¿Me regalaras algún diamante? Contéstame Itachi-
-Es algo mejor que eso… Sakura, te regalo tu libertad, disfrútala tanto como yo lo hare con la mía- El Uchiha veía irónicamente la expresión confusa de la chica. –Dei, entra-
La puerta del departamento se abrió dejando ver a Deidara sonrojado con varias maletas tras el.
-Itachi, te dije que era mala idea.- Dijo el rubio mientras notaba como la chica fulminaba con la mirada al Uchiha.
- Esto no puede ser cierto Itachi- La chica miraba confundida la escena. –Tú no puedes terminar conmigo Itachi-
-Claro que puedo- Respondió el Uchiha jalando a la Pelirosa hasta la puerta. –Feliz ultimo aniversario Sakura, espero que disfrutes mi regalo- Decía mientras “amablemente” le cerraba la puerta en la cara a la chica.
-Vas a tener muchos problemas por mi culpa- Dijo en rubio mientras el Uchiha aprisionaba sus labios en un apasionado beso.
Y con esa acción Itachi había firmado una sentencia, sabía que su padre no estaría feliz de ver al nuevo “novio” de su hijo y mucho menos lo aceptaría, Así como Deidara sabia que su ex pareja no lo dejaría en paz por un largo tiempo, pero nada de eso le importaba, Itachi había encontrado su felicidad al lado de ese rubio y ese rubio era lo único que Itachi necesitaba para poder vivir esa felicidad que por tanto tiempo había buscado.
“El amor hace pasar el tiempo, pero el tiempo hace pasar el amor”
By: Akatsuki_itasasu