El timbre de inicio de clases estaba pronto a sonar, Trunks ya estaba sentado en su puesto desde bastante temprano, a través de sus gafas oscuras miraba moverse las primeras nubes de otoño y en su mente ciertas frases se le repetían una y otra vez desde la tarde del sábado, por culpa de eso no había podido dormir adecuadamente …“soy gay” “me gustan los hombres” “soy gay” “me gustan los chicos” “soy gay”… así estuvo su mente toda la tarde del sábado y todo el domingo y si no se lo decía a alguien hoy lunes seguiría así hasta volverse loco, lo particular de todo era que cada vez que recodaba la palabra gay presionaba sus dientes, esa palabra le molestaba de sobremanera, pero no sabía porque. De pronto una mano se puso sobre sus lentes y se los arrebato rápidamente, miró hacia el frente y ahí estaba Annière con sus lentes, mirándolo curiosa y divertida
-JAJAJAJAJ- una estruendosa carcajada de parte de ella hizo que todos los del salón miraran – ¡tienes unas ojeras horribles Trunks! Jajaja
-cállate – dijo enfadado y le quitó sus lentes y se los volvió a poner avergonzado
-perdón –dijo Annière – ¿pero qué te paso? Tienes que contarme por qué Trunks Brief no pudo dormir anoche
-antenoche tampoco – respondió Trunks
-¿dos noches seguidas sin dormir? – Annière con un avance de chisme como ese estaba encantada – mmm, ¿acaso es por tu cita del sábado? ¿Esa chica no te ha dejado dormir?
-no es eso – replico Trunks – aunque está relacionado con lo que paso ese día, no podemos hablar ahora, ya llego el maestro, te cuento a la hora de almuerzo ¿de acuerdo?
-que aburrido… está bien, pero que sea con lujo de detalles –dijo ansiosa Annière
Las clases transcurrieron normalmente hasta que al fin llegó la hora de almuerzo, era lunes de pizza en la cafetería y por mucho que Annière y Trunks se apuraron cuando llegaron la fila ya estaba hasta afuera
-te dije que te apuraras – reclamo Trunks
-oye, yo no salgo sin mirarme antes al espejo – dijo con una actitud de chica engreída, a veces Trunks olvidaba que Annière era una chica ya que era muy ruda y por eso nunca se había sentido atraído por ella –me gustaran los chismes – continuó diciendo Annière –pero no me gusta ser parte de ellos, y hablando de chismes ¿me vas a contar o no?
-pero aquí no, además si quieres que te cuente tienes que prometer que aunque te amenacen de muerte tu nunca le vas a decir a nadie ¿entendiste? –Trunks la miro fijamente
-entendido, señor Trunks
-mira, apenas compremos el almuer…
Trunks se detuvo, su mirada había chocado con la de un bajito chico pelinegro, él simplemente iba caminando hacia la fila del almuerzo, con algunos libros en sus brazos, pero se detuvo al ver a Trunks
-hola Goten –saludo Annière alegremente, pero no tuvo respuesta, Annière se fijó en el rostro de Goten, se veía muy delgado, demasiado como si no hubiese comido en dos días, se fijó en sus ojos que miraban tímidamente a Trunks, estaban rojos y muy brillosos, era muy evidente que a Goten le pasaba algo, la chica miro a Trunks para decirle (Trunks no solía ser muy atento en esos temas) y entonces Annière se dio cuenta, la mirada de su amigo era de enfado y estaba dirigida a Goten, luego Trunks desvió la vista con repudio, el pelinegro bajo la vista, dio media vuelta y se fue.
Annière los miraba a ambos atentamente, cuando Goten ya no podía oírlos le hablo a Trunks
-es sobre esto de lo que quieres hablarme
Trunks asintió –por eso no debes decirle a nadie lo que te voy a decir
-entendido - respondió Annière, esta vez mucho más seria de lo usual
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Veinte minutos más tarde, Trunks y Annière estaban en la sala de música del edificio antiguo, Annière es la presidenta del club de música y tiene acceso a todos los lugares donde hubiera instrumentos o materiales para el club, siempre iban a ese sitio cuando tenían que hablar cosas importantes
-vaya-dijo la chica –con que a Goten le gustan los hombres, bueno, siempre pensé que había algo raro en él
-¿Cómo puedes tomártelo tan a la ligera? –Trunks se había vuelto a alterar – ¿y si me hubiera hecho algo raro?
- pero Goten dijo que no lo había hecho, él nunca te ha mentido ¿o sí?
-pues no –respondió algo turbado Trunks – pero ese no es el punto…
-¿entonces cuál es el punto? –Pregunto la chica mirando a Trunks fijamente, éste abrió la boca pero no supo qué responder – yo deduzco que lo que te molestó fue que Goten no te lo haya dicho antes, es decir te sentiste traicionado ¿o me equivoco? – continuo Annière
Trunks miraba el piso pensando que responder, sabía que le molestaba, pero no sabía qué exactamente
-si no es eso… – Annière dijo y tomó un sorbo de jugo – lo que pasa simplemente es que eres homofóbico
- ¡no es eso tampoco! –respondió Trunks, y era cierto, le daba un escalofrió y algo de asco cuando veía a dos hombres besándose en la calle, pero nada más, por él que hicieran lo quisieran, no le importaba, pero tratándose de Goten… -¡AAAARRRGGG! –Gritó agarrándose la cabeza –maldita sea… -dijo sentándose frente a Annière y tranquilamente continuó –no sé qué hacer Annière…
-bueno… –dijo ella pero fue interrumpida por el sonido de su celular, era un mensaje, cuando Annière termino de leerlo sus ojos estaban brillando y su clásica sonrisa de astucia estaba dibujada en su cara – ¡esto es genial! –Dijo ignorando por completo a Trunks –pero debo ir a confirmarlo… - poniéndose de pie arregló rápidamente sus cosas
-Annière… -Trunks estaba atónito, luego de Goten ella era su única amiga – ¿te vas a ir? Estábamos conversando algo muy delicado ¡no puedes hacerme esto!
-esto también es delicado –respondió a Trunks mirándolo y señalando su celular – posiblemente sea el chisme de la semana, es mi deber ir a confirmarlo –dijo extrañada de que Trunks no entendiera la importancia de eso –toma –le paso la llave del salón –cierra bien cuando salgas –y salió corriendo hacia el patio central, dejando a Trunks solo, con sus problemas
El pelilila suspiró, tomó sus cosas y cerró el salón de música, mientras guardaba la llave en su bolsillo miro hacia donde se había ido Annière
-Goten jamás me habría hecho algo así –murmuró y dirigió su camino al salón de clases
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Para sorpresa de Trunks el mes pasó muy rápido, no pensaba tanto en Goten como creyó que pasaría, pensaba en él desde que se levantaba hasta que llegaba a la escuela, luego allí se distraía conversando con chicas y entre tantas clases, tareas, trabajos, deportes y por supuesto largas citas luego del periodo escolar, ya no pensaba en Goten hasta que llegaba a su casa y miraba la fotografía de su mesita de noche, al menos así fue durante los primeros días, hasta que se hartó de tener que verlo y en un ataque de ira destruyó el cuadro y todas las fotografías que encontró en las que saliera Goten, luego de eso dejo de pensar tanto en él… sólo lo recordaba cuando de casualidad pasaba frente a la cafetería donde escuchó esas horribles palabras, o cada mañana cuando llegaba atrasado a clases, sabía que Goten siempre llegaba tarde y Trunks por nada del mundo quería verlo, de hecho no lo había visto desde que se toparon en la fila de la cafetería ese lunes en que le contó a Annière lo sucedido.
A veces sentía que lo extrañaba y le daban ganas de verlo aunque fuera de lejos para saber cómo estaba, más que mal, habían sido amigos desde siempre y siempre habían estaban juntos, pero a pesar de eso no quería verlo, seguía sintiendo esa rabia enfermiza cada vez que pensaba en las palabras de Goten, sabía que si lo veía haría una estupidez como golpearlo hasta que se retractara de lo que había dicho o insultarlo frente a toda la escuela y ponerlo en evidencia frente a todos sus compañeros sobre quien era realmente, aun no sabía cuál de los dos casos era peor y no quería averiguarlo.
El frio de otoño era cada vez peor, se notaba que el invierno estaba cerca y con él la semana de vacaciones de fin de año, todos estaban ansiosos por eso y ya se estaban organizando los preparativos para la fiesta que la escuela acostumbraba a hacer el día antes del fin del semestre, sin embargo cada mañana los estudiantes debían llegar muy abrigados para soportar el frio viento y afrontar las primeras lluvias de la temporada, por suerte la cafetería cambiaba su menú y ofrecía deliciosas y calientes sopas a los estudiantes, Trunks y Annière esperaban en la fila del almuerzo que fuera su turno, por suerte no había mucha gente antes que ellos, pero detrás estaba el equipo completo de organizadores de la fiesta del semestre conversando animadamente sobre los preparativos, para desgracia de Trunks no sólo tenía que soportar ese ruido, sino también el informe de chismes de la semana que cada viernes le hacia Annière
- Y eso con respecto al club de fotografía, no podrán volver a reunirse hasta que se sepa quién de ellos publicó esas fotografías escandalosas de la hija de la directora –comentaba animadamente la chica, miro a Trunks de reojo y continuo –a que no sabes quién tiene de novio al capitán del club de judo
Trunks alzo una ceja por toda respuesta
-¡Maya! –dijo con una sonrisa y mirada perspicaz
Inmediatamente a Trunks se le pasó por la mente lo sucedido con Goten, presionó los puños y se puso muy serio
-te he dicho que no me hables de ella, ni de nadie relacionado con “ese” día, ni con tu ya sabes quién –dijo bastante molesto
-con que sigues traumatizado con eso ¿eh? –dijo Annière sin prestarle atención
-no estoy traumatizado – dijo agarrándola del brazo
-¡Trunks! – dijo ella alterada, ante eso el pelilila reaccionó y la soltó
-perdón… -murmuró –yo…
En ese momento una chica con voz de mando entro a la cafetería y le habló a los organizadores de la fiesta
-chicos, ya tenemos presupuesto para la fiesta, debemos ir ahora ya al gimnasio a inventariar las cosas que ya tenemos y planear que vamos a hacer, vamos no tendremos otro momento
Ante eso los chicos de la fila dejaron sus bandejas y se fueron tras la chica mandona, ignorando los gritos de la cocinera por dejar ese desastre cuando ya habían sacado su comida, Trunks y su amiga que ya estaba cerca de la caja, trataron de apurarse lo más posible para no recibir un regaño de la cocinera quien a regañadientes fue a retirar las bandejas y hacer espacio para el siguiente en la fila
-¿QUÉ HACES AHÍ? ¡AVANZA MUCHACHITO! –la muy cabreada cocinera le gritaba a un chico bajito con orejeras y un abrigo muy grande que seguía en la fila sin avanzar, tímidamente el chico bajó la cabeza y caminó escogiendo qué comer hasta estar al lado de Trunks, éste no le dio importancia y siguió escuchando a Annière cuando escuchó una voz familiar
-lo siento mucho –al escucharlo Trunks se dio vuelta y miro al chico bajito, no tenía idea de quien era
-lo siento mucho –continuo el niño – sé que no te gusta que este cerca de ti… pero no puedo evitarlo… está prohibido dar el puesto en la fila de la cafetería, la última vez hubo un caos…
Trunks lo miraba atentamente, le parecía muy familiar pero no sabía de quién se trataba, entonces se dio cuenta, esa forma tímida en que el chico miraba el piso y desviaba la mirada era inconfundible: era Goten, Trunks no lo podía creer: se había cortado el cabello, su cabello negro alborotado que lo hacía sentirse orgulloso por parecerse a Goku ya no estaba, se lo había cortado y muy corto, casi al ras, por eso no lo había reconocido, y su rostro, estaba muy delgado, extremadamente delgado, no podía ver el resto de su cuerpo porque lo cubría un enorme abrigo gris, que se notaba que no era de él, seguía tan bajo como siempre (o al menos eso pensó Trunks), y entonces se fijó en sus manos, estaban muy delgadas, al notar eso un horrible escalofrío recorrió la espalda de Trunks y volvió a fijarse en su rostro, Goten no lo miraba, de hecho miraba fijamente hacia el frente, como si no sintiera la mirada de Trunks sobre sí, Trunks miró los ojos de Goten, se dio cuenta de las ojeras que parecían tener semanas allí, de su piel que estaba más blanca y muy, muy pálida… Trunks abrió la boca para decir algo, pero fue interrumpido por la cajera y por Annière
-date prisa jovencito –decía la cajera –estas retrasando el almuerzo de tus compañeros
-vamos Trunks –Annière no había reconocido a Goten, pero si había quedado intrigada por la actitud del pelilila, él la siguió y se sentaron en una mesa, Trunks seguía atento a lo que Goten hacía, lo vio retirarse de la cafetería con una caja de leche pequeña y una manzana en sus manos y una mirada muy triste
-¿eso es todo lo que va a comer? –pensó, no lo podía evitar, una sensación de desasosiego se había apoderado de su corazón, desde que lo reconoció, ni siquiera se había acordado del por qué ya no eran amigos, sólo pensaba en ir a ayudarlo, a reconfortarlo, a abrazarlo como tantas veces había hecho el pelinegro con él cuando era más pequeño… estuvo a punto de gritar su nombre, a punto de ir y zarandearlo exigiendo una explicación de porqué estaba en ese estado… pero no lo hizo, se quedó ahí sentado, sumergido en sus pensamientos, comiendo sin fijarse en lo que hacía, porque en el fondo tenía miedo, miedo de que se burlaran de él los chicos de la escuela, miedo de que lo vieran llorar al momento de abrazar a ese chico bajito, que lo vieran pidiendo perdón como una chica, ahora lo sabía: era un cobarde, y por eso no soportaba que Goten fuera homosexual, no quería que a él también lo llamaran gay solo por ser amigo de Goten…
Se quedó ahí, comiendo, ignorando las insistentes preguntas de Annière, y recordó unas palabras que le había dicho su madre cuando era más pequeño, sonrió, se dio cuenta que estaba en toda la razón
-… “Eres tan orgulloso como tu padre”…