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El Niño de Ojos Vacíos. por Naru_Naru

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Notas del fanfic:

¡Hallo! no me he podido aguantar a subir este fic >x< pues tuve la idea hace algún tiempo ya y he decidido subirla, ya tengo muchos capítulos listos así que no habrá problema con subirla.

La historia es muy linda y tierna *--* o eso me parece a mi. Consta de unos... quince capítulos o menos, no lo sé. En fin, espero y les guste mi historia ^-^

¡Contiene Ooc!

Notas del capitulo:

¡Primer capítulo Up! Mi tercer fic SasuNaru subido, mi corazón bombea fuertemente esperando una buena bienvenida de su parte y dejaré el parloteo para que puedan leer xD.

Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertencen, estos son de Masashi Kishimoto. Más el drama de la historia si es mía.

Mi Niño de Ojos Vacíos. Por Naru_Naru.

 

El ángel de ojos caídos.

 

"Tenía los ojos más hermosos que había visto en su vida, a pesar de que estos eran opacos."

 

 

 

 

  • Cinco y Diez años

Caminaba por las frías calles de aquella ciudad a la cual el destino le había hecho llegar, pisaba molesto los charcos que se formaban por las gotas de lluvias que caían y se estancaban. Andaba con la mirada fija en el suelo escuchando a los autos pasar y las pocas personas que pasaban caminando en un charloteo. Vio con recelo como un niño corría junto a sus dos progenitores, ocultándose de la lluvia que quería empaparlos a ambos. Pasó por su lado y estos se le quedaron viendo extrañados.

 

-¿Estás bien pequeño? -Preguntó la mujer de aspecto agradable pero a la vista de Sasuke le era todo lo contrario.- ¿Estás perdido? podemos ayudarte.

 

-No necesito de su ayuda. -Se alejó de ellos nuevamente escuchando los murmullos y cuchicheos que produjeron su manera tan fría de ser; ¿es tan extraño ver a un niño de diez años actuar tan duro y frío? al parecer si, que más da, eso no le importaba nada, lo único que deseaba era llegar temprano a su casa y no era que alguien le estuviese esperando, sólo que no pensaba quedarse hasta coger un resfriado. La lluvia comenzó a intensificarse y sus pasos junto a ella, las gotas eran grandes y las calles empezaban a sufrir una pequeña inundación. Corrió en las entradas de un callejón y paró en seco al oír la caída de algo pesado y un quejido, miró curioso en este pensando en que pudo haber sido algún perrito que pasaba por allí, su sentido de la curiosidad no se dio a esperar al oír que algo se arrastraba por el suelo y caminó en esa dirección. Tenía que admitir que estaba siendo muy temerario al adentrarse a un callejón como ese, oscuro, sucio, de muy mala pinta; o era un sexto sentido que le llamaba a acercarse al bulto que se movía pesadamente en el suelo, con sumo cuidado se acercó a "eso", escuchó un quejido y entonces sintió su mejilla siendo arañada para luego caerse al suelo al ver como una mano se acercaba a él.

 

-¡Ahhhh! -Gritaron prolongadamente los dos individuos sintiéndose amenazados por el contrario. Después un silencio sepulcral que era interrumpido por el golpetear de las gotas de agua en el pavimento. La respiración de Sasuke era agitada al igual que la de la persona que estuviera allí.

 

-¡Aléjese de mi! -Por fin pudo oír algo de aquel bulto que intentaba mantenerse de pie, le miró extrañado.- Sea lo que sea que quiera, no se lo daré. -Sasuke se acercó cuidadosamente a él al escuchar la tonalidad que tenía la voz de esa persona, podía jurar que era alguien menor a él.

 

-Tranquilo, no te quiero hacer nada, niño. Mira pasaba por aquí cuando te escuche caer. Pensaba en ayudarte. -Esperó la reacción del niño quien respiraba agitado. Le tomó de la mano y le ayudo a levantarse pero terminó siendo empujado por el menor.- ¿Qué te pasa? -Dijo mosqueado.

 

-No necesito de su ayuda. -Repitió las palabras que Sasuke le había soltado a aquella mujer que sólo deseaba servirle de algo. Un poco de su propia medicina.- Yo sé valerme por mi mismo.

 

-De acuerdo, por lo menos déjame llevarte a tu casa. ¿No? -Insistió el pelinegro tratando de verle al niño encapuchado que por ninguna razón dejaba verse. Tenía un mal presentimiento de eso y de verdad quería ayudarle.

 

-No tengo casa. -Susurró lo suficiente alto para que le escuchara.- No tengo adonde ir.

 

-Oh, ya veo. Bueno, yo vivo muy cerca de aquí, si gustas puedes venir conmigo. -Sabía que el menor le seguiría por si mismo ya que era muy terco y obligándole no ganaría nada.- Por cierto mi nombre es Sasuke Uchiha. -Comenzó a emprender rumbo a las afueras de aquel callejón de mala muerte. Sonrió al oír los pasos del menor que venía tras él.

 

-E-espérame por favor. -¡Bam! volvió a caer y Sasuke se giró preocupado corriendo tras él, le vio allí en el suelo al momento de ayudarle a levantarse. Le quitó aquella tonta manta que llevaba encima evitando que le viera completamente.

 

-¡Idiota! mira por donde caminas. -Le riñó con el ceño fruncido y el rubio levantó su mirada perdida a la cara de Sasuke, quien se había desencajado al notar como los ojos azules de su compañero estaban deslucidos y vacíos. Sintió una fuerte opresión en el pecho al notar un gran detalle.- T-tú eres ciego.

 

-Por favor, lléveme con usted, me están persiguiendo. -Pidió murmurando y Sasuke angustioso se levantó mientras lo acomodaba en su espalda; miró agitado a todos lados, buscando a alguien que les espiara pero nada. Corrió con el menor acuestas y sintiendo que la lluvia empezaba a convertirse en una tormenta. Llegó empapado a su hogar, entró junto a su acompañante quien temblaba violentamente en su espalda. Le sentó en un sillón examinándole mejor. Su cabello era rubio, su piel acanelada y con tres marcas en sus mejillas, llevaba puesto algo parecido a un saco de papas y tenía los ojos más hermosos que había visto en su vida, a pesar de que estos eran opacos y desorientados.- ¿Está ahí?

 

-Si, si. Espérame aquí mientras busco unas mantas y ropa seca para ambos. ¿Vale? -Le miró asentir y entonces pudo ir a su habitación a buscar algo para los dos, primero se secó y luego se puso un pijama cómoda, después de todo ya era hora de dormir. Para el rubio cogió una de sus antiguas camisas y algo de ropa interior, vieja también. Llegó a la sala y le vio donde le dejó. Se sentó a su lado y el menor se tensó.- Ten, te he traído esta manta y algo de ropa. -Le pasó lo ofrecido observando como se secaba y luego desvestía con mucha vergüenza.- Tranquilo no miraré. -Cerró ambos ojos al momento que el menor se cambiaba rápidamente. Abrió los ojos y rio al ver como sus camisas le quedaban grandes.- Te queda bien.

 

-¿Si? gracias... -Dijo con desinterés, algo que tenía muy bien claro es que su apariencia personal era una maldición y se sentó nuevamente en el sillón pero ahora más alejado de Sasuke.- ¿Para qué haces esto? ¿Qué esperas de mí? -Preguntó desconfiado.

 

-Nada, solamente quería ayudarte, niño. Estabas solo, yo también. Así que pensé que podríamos estar juntos.

 

-¿Y tus papás? -Preguntó con la vista al frente mientras abrazaba sus rodillas.

 

-Ellos... No viven conmigo. -Sentenció sin querer hablar mucho de ello. El menor asintió.

 

-Oye... ¿Cómo me dijiste que te llamabas? -Preguntó tímidamente.- Yo soy Naruto.

 

-Un placer Naruto, mi nombre es Sasuke Uchiha. -Un silencio muy prolongado se extendió en el pequeño hogar de Sasuke.- ¿En serio no tienes adonde ir?

 

-No, no tengo papás ni hermanos. Nada. -Bajó la mirada y vacilo entre decirle algo importante o no, pero desistió de esa idea al pensar que el Uchiha le soltaría de patadas a la calle. Prefirió guardárselo.- Tengo cinco años.

 

-Yo tengo diez. -Pasó su mano frente del rostro del rubio tratando de ver si era cierto que este era ciego. Pues al parecer si lo era y se sintió verdaderamente mal, ya sabía la razón por la que estaba abandonado. Había un ridículo tabú en ese país con respecto a las enfermedades de los sentidos; se dicen que las personas que nacen sordos, mudos, sin el sentido del olfato o ciegos, traen ruinas, desgracias y muertes. Solo estúpidas supersticiones que creaban el miedo a lo extraño. Escuchó el rugido que produjo el estómago de Naruto.- Jajajajaja, creo que alguien tiene hambre. -El rubio asintió con un sonrojo en las mejillas.- Ven, haré algo para los dos. -Se levanto y le tomó de la mano sonriendo al sentir que Naruto le apretaba suavemente. Llegaron a la cocina y le ayudo a sentarse en el comedor que allí había.- ¿Te gusta el...? a ver, tengo ramen aunque no me gusta mucho pero tengo.

 

-¿Ramen? -Sasuke puso dos cuencos de ramen en la mesa; Naruto olfateó un poco mientras se relamía los labios.- Huele muy bien.

 

-Ten, este es el tuyo. -Naruto desesperado empezó a comer mientras Sasuke le miraba impresionado, ¿que no comía desde días? logró evitar sacar tan imprudente pregunta, es decir, sólo hay que mirar la vestimenta que llevaba antes, al igual que el múltiple de cicatrices de heridas que tiene; eso no es algo común. Seguro había sufrido mucho maltrato, sintió lastima por él.

 

-Estaba muy bueno. Gracias. -Sasuke no podía creer que ya había terminado de comerse todo lo que le había dado. Vio como bostezaba y decidió darle un lugar donde dormir.- Te llevaré a mi habitación. Hay una cama y un sofá-cama. -Caminó junto a Naruto el pasillo que conectaba su cocina-comedor, con la habitación que él ocupaba. Había otra justo al lado pero se sentía más seguro si no dejaba a un completo extraño en una habitación sin supervisión, puede que sea ciego, pero tal vez le sea un vándalo. Ayudo a que se sentara en la cama.- Bien, tú dormirás aquí y yo en el sofá, está justo a tu lado.

 

-Muchas gracias de verdad... Yo lamento como te traté hace poco. -Susurró y Sasuke hizo un gesto restándole importancia pero de inmediato recordó que él era ciego.- A sabiendas de que soy un mal presagio me tienes aquí contigo.

 

-Yo no creo en esas idioteces, Naruto. Tú tampoco deberías de creerles. -Empezó a acomodarse en su sofa-cama mientras se acobijaba y veía que el rubio también hacía lo mismo. Apagó las luces y cerró los ojos pensando que haría mañana con él, es cierto que no tenía donde ir pero... ¿de verdad podría mantener a un niño? eso sería la más grande responsabilidad que nunca había tenido, pero el estar solo empezaba a volverle loco. Tal vez alguien nuevo en la casa no sea tan malo.

 

-Buenas noches, Sasuke. -Era la voz adormilada del menor que se oía en la habitación.

 

-Buenas noches, Naruto.

Notas finales:

¡Allí estuvo el primer cpai, ¿qué tal? ¿muy aburrido? ¿muy tierno? ustedes díganmelo ^-^. Quiero agradecer a todos los comentadores que comentan mis fics, estoy tan feliz que necesitaba decirlo. Je je je.

¿Es necesario recordar que un review es grátis y hace a una escritora feliz? No, creo que no :)

¡Nos leemos! ¡Paz!


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