En los interiores de la mansión de uno de los hombres mas ricos de todo el mundo, se encontraba un chico de no más de 16 años, durmiendo en la cómoda cama de uno de los muchos cuartos llenos de lujo en ese lugar, dormía plácidamente hasta que los rayos del sol se alzaron iluminando su rostro por unos de los ventanales logrando despertarlo.
Frunció el entrecejo, le costó mucho abrir los ojos y acostumbrarse a la luz que le daba justo en la cara, se paro, se estiro un poco, se tallo los ojos y dio un gran bostezo y luego se metió al baño, se miro en el espejo y en ese momento, su cara se lleno de tristeza, era otro día para lo mismo de siempre...sexo y mas sexo.
Desde que llego ahí eso era para lo que dedicaba su vida, recordó el día en que lo secuestraron, le pegaron, lo drogaron y finalmente lo vendieron al dueño de esa gran mansión.
Cualquiera diría que su vida era buena, siempre estaba rodeado de lujos, todo lo que quería lo tenía, dinero, ropa, viajes; absolutamente todo se lo daban pero.... A qué precio? Pues el precio era su cuerpo.
Su dueño, aquel que lo había comprado, lo trataba amablemente, hasta parecía que lo quería, pero todo eso cambiaba cuando este le pedía, o más bien le ordenaba entregar su cuerpo para sus deseos. Ya había intentado escapar, pero esa vez le fue muy mal, por primera vez recibió un golpe del que se decía su dueño, días después este le pidió perdón y le compro ropa de la más fina y cara.
Dejo de ver su cara reflejada para luego observar su entera anatomía desnuda en el espejo de cuerpo completo, se observo cuidadosamente, quería entender que era lo que atraía a su dueño.
Era delgado, pero bien formado de todos lados, piernas largas y bien torneadas, una estrecha cintura, un trasero bien formado, su pecho definido y sin ningún vello en el, brazos delgados, cabello largo y sedoso que le llegaba un poco más abajo de la cintura de color blanco, si era un raro color, y no solo eso era raro, tenía unas marcas en sus mejillas color rosa, un lunar en su frente en forma de media luna y un tono rosado en sus parpados, ciertamente eran rasgos muy extraños, sin embargo a el le quedaban muy bien.
Debía admitirlo, era bien parecido, pero esa era la causa de que llevara la vida que llevaba, siempre que paseaba, los coches se paraban y le preguntaban qué cuanto cobraba, el les decía que se fueran a la mierda, que no era ningún prostituto, pero como la vida es irónica, termino siendo el juguete sexual de un multimillonario...que ironía.
Abrió la llave de la ducha, espero hasta que saliera agua caliente para después meter su cuerpo, se relajo al sentir el agua cayendo por su espalda.
Termino de asearse, salió del baño y se preparo para todo el trascurso del día que sería como todos, bueno no como todos, hoy era un día especial, hoy era el cumpleaños de su dueño, cumpliría 21 años, seguramente llegaría para celebrarlo con el, cenarían, platicarían un poco y al final...una sesión de sexo placentera y a la vez dolorosa.
Tocaron la puerta, se cubrió con una toalla en la cintura y dio permiso para que pasaran
-pase-
Un sirviente entro en a la habitación, reverencio al joven y le anuncio las siguientes palabras
-joven sesshomaru, naraku-sama me dijo que estaría aquí en la noche para celebrar su cumpleaños junto a usted y me dio órdenes para entregarle esto-dijo pasándole un paquete-dijo que debía usarlo en la cena-
-gracias, ahora retírate-
El sirviente salió de la habitación, cuando finalmente se encontraba solo se sentó en la orilla de la cama y abrió el paquete para ver, que vestimenta le haría lucir en la noche, si de algo estaba seguro, era de que sería algo comprado de una sex shop, costosa, pero al fin y al cabo de una sex shop.
Saco las ropas y reafirmo su teoría, si de por si tenía un aspecto afeminado, con esa "ropa" solo le faltarían pechos para ser una chica.
Era un disfraz de neko, muy descubierto por cierto, contaba con la cola y las ojeras de gato.
-esto es ridículo-dijo estrechando con fuerza la prenda en sus manos- pero no tengo otra opción, debo usarlo-
Se lo puso y luego se metió nuevamente al baño para verse en el espejo, se veía encantador, seguramente cuando su amo lo viera así no dudaría en violarlo toda la noche.
-me espera una noche larga-dijo con tristeza-enserio detesto solo ser tu juguete sexual, me gustaría dejar de ser solo el objeto de sus deseos pervertidos y ser algo mas, hacerme un lugar en tu corazón, pero creo que eso es imposible, verdad... naraku-sama? -solto una lagrima pensando en su amo y lo que le esperaba en la noche
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No salió en todo el dia de su habitación, se la paso tirado en la cama esperando como perro fiel a su dueño, al dueño de sus lagrimas, de su dolor, pero sobre todo, dueño de su corazón...era cierto, se había enamorado del hombre que la primera vez lo había tomado a la fuerza, que lo había humillado haciéndole pasar por muchos dolorosos encuentros carnales...pero al fin y al cabo ,estaba enamorado, no solo por sus caricias, o por su físico, aunque claramente le encantaba el cuerpo de su dueño, no era eso lo que lo tenía loco por el.. eran los momentos en la que lo pasaban bien juntos, sin sexo, sin perversiones, solo teniendo una conversación agradable recostado en su pecho.
Ya entrada bien la noche, el ruido de un auto estacionándose enfrente de la mansión lo hizo pararse para ver por la ventana a un pelinegro vestido con un elegante traje sacando sus llaves y entrando a la mansión.
Abrió la puerta, salió de su cuarto y rápidamente bajo las escaleras para encontrarse con su amo que venía con cara de que había sido un día pesado en su trabajo.
El pelinegro cerró la puerta y dio la vuelta para quedar helado con la imagen que se le presentaba, ahí, parado recibiéndolo con una gran sonrisa, estaba su pequeño vestido con el traje que ya hace un mes que se lo tenía preparado.
-bienvenido a casa, naraku-sama- lo recibió con una enorme sonrisa
Naraku-sama, ese nombre y esa forma tan sumisa de decirlo excitaba al pelinegro que no contesto su recibimiento, en cambio, se acerco al chico y de un rápido movimiento lo agarro de la cintura y lo pego a su cuerpo, con su otra mano le agarro el mentón, observo sus ojos por unos escasos segundos y luego lo beso con pasión desmedida, metió su lengua enredándola con la ajena, luego se separaron pero sus bocas quedaron unidas por un hilito de saliva que rápidamente se rompió
El menor respiraba con dificultad por la falta de aire en ese beso y un sonrojo adorno sus mejillas, el mayor solo lo miro con ternura y por fin hablo
-hola sesshomaru, te vez muy lindo con esas ropas
-gra...gracias, naraku- sama-respondió apenado
-jeje bueno vamos a celebrar en el comedor, hay todo un festín para nosotros dos-
Fueron al comedor y como dijo el pelinegro, había toda clase de platillos de lo mas deliciosos servidos en la enorme mesa, se sentaron a comer, el mayor llamo a un sirviente para que les sirviera un poco de vino a los dos y después brindo
-por contar con tu presencia en un día tan especial para mí- dijo viendo al de cabellos plateados-
-salud-
-salud-
Comieron y tomaron hasta que el chef personal de naraku entro con un pastel de chocolate que se veía simplemente delicioso
El sirviente salió dejándolos solos nuevamente, naraku fijo su mirada en el pastel y una idea perversa cruzo por su mente
Volteo a ver a su acompañante, este solo miraba el pastel con ganas de comérselo
-sesshomaru, ven-lo llamo
El menor vio a naraku y al ver su mirada llena de lujuria, supo que ya era la hora de regresar a la realidad , a su pobre realidad llena de perversión por parte del mayor
Se paro y se acerco hasta estar enfrente de su amo, este lo miro de arriba abajo
-siéntate en mis piernas-ordeno, el menor solo acato la orden y se sentó como se lo indico quedando su cara enfrente de naraku y con las piernas abiertas
El mayor tomo su mentón y lo beso dulcemente, acerco el pastel y se embarro en el dedo un poco de la cubierta de chocolate, lo embarro en el cuello de sesshomaru y dejo los labios del menor para lentamente bajar y lamer el dulce causando un gemido por parte del chico que se agarraba fuertemente pasando sus brazos por los hombros de naraku
-ahhh que...que hace naraku-sama?-
-disfruto de mi pastel de cumpleaños-dijo para después volver a besar los labios de sesshomaru-sabes, me gustaría recibir mi regalo de cumpleaños de tu parte-
Abrió un poco mas sus piernas, el menor entendió de inmediato a lo que se refería con "regalo de cumpleaños", se bajo de las piernas del mayor y se incoo en frente de ellas, desabrocho el cierre de los pantalones y saco el ya semi-erecto miembro de naraku
Se sonrojo al ver el imponente falo, no era la primera vez que hacia esto pero siempre se sonrojaba, esto le encantaba al mayor pero su impaciencia por sentir la experta boca del chico era enorme
-sigo esperando mi regalo sesshomaru-
Entendió la impaciencia de su amo, acerco su cara al miembro de este y le dio un suave beso en la punta, luego la lamio y siguió por el resto del miembro, lamiéndolo, besándolo en algunas ocasiones, mordiéndolo suavemente aunque sin causarle daño, solo excitando a su amo que ya estaba más que duro.
-ya...ahh..metelo a tu aah boca-dijo entre gemidos naraku-
El menor obedeció y metió el miembro en su boca empezando con un lento vaivén que luego subió de velocidad llevando al mayor al éxtasis , lo tomo de los cabellos suavemente obligándolo a subir la velocidad, después de unos minutos mas sintió que ya se iba a venir-
-ya ahh sácalo-dijo para después explotar en la cara del menor
Bajo su mirada para ver a su chico, estaba sonrojado a mas no poder, toda la cara manchada de semen y con sus orejitas de gato se veía demasiado encantador, demasiado excitante para el pelinegro.
Lo cargo y lo volvió a subir a sus piernas, lo beso con pasión y luego lo tomo para llevárselo a su habitación.
Subió las escaleras con el chico en sus brazos, abrió la puerta y dejo caer a sesshomaru a la suaves sabanas, se posiciono sobre el y lo beso, luego bajo por su cuello, lo lamio y sin poderse resistirse al aroma del chico lo mordió en esa zona
-ahh- gimio el chico
-Ya estoy encantado con el regalo y eso que no me lo has dado por completo-sonrió con lujuria reflejada en sus ojos
Siguió bajando por el cuerpo del chico, quitándole el disfraz pero dejando sus orejitas, se separo un poco solo para admirar el bello cuerpo que estaba a su total disposición, luego volvió a besarlo, bajo hasta los botones rozados del chico, lamio uno y apretó el otro con su mano
Ahh naraku-sama! Ahh ya no aah aguanto, ya hágalo por favor-suplico el chico completamente excitado
El mayor solo ignoro sus suplicas y siguió bajando hasta el plano abdomen dejando un camino de saliva y besos hasta llegar a la intimidad de su querido amante, pero paso de largo hasta acariciar sus piernas, lamio la cara interna de los muslos y luego dio una leve lamida al miembro del chico que se retorcía de placer
-Ahh ya aahh onegai....ya no aguanto-
El mayor sonrió, subió hasta sus labios y lo volvió a besar, se acomodo entre sus piernas y le susurro con voz ronca al oído-
-vas a suplicar por mas, quiero escucharte gemir mi nombre-
Elevo las piernas de su uke colocándolas en sus hombros y sin preparación alguna lo penetro de una sola vez-
-Aghhh!-grito adolorido sesshomaru, lagrimas salieron de sus ojos las cuales el mayor seco con sus labios-
-perdón por no prepararte pero ya no aguantaba mas-lo miro excitado-amo poseerte de esta forma-
-es..esta bien, ya pasara el dolor-
Al mayor lo volvió a besar y empezó con un vaivén lento para luego subir el ritmo de sus estocadas, sesshomaru al principio soltaba gemidos de dolor pero luego pasaron a ser de placer cuando el pelinegro toco el punto que lo llevaba al clímax
Escuchar los gemidos de sesshomaru era todo un deleite que lo excitaba mas, tomo el miembro del chico y lo empezó a masturbar para ayudar a su amante a llegar al orgasmo juntos.
-aah na...naraku-sama...más rápido..onegai...-
Subió la velocidad de sus penetraciones al mismo tiempo que lo masturbaba hasta que llegaron al climax al mismo tiempo explotando en el interior del menor y este entre sus cuerpos
Callo rendido encima de su amante tratando de normalizar su respiración, sentía los espasmos en el pequeño cuerpo debajo suyo provocados por el reciente orgasmo. Se recostó a un lado de sesshomaru y lo atrajo hacia su cuerpo tomándolo por la cintura, embriagándose con el olor de su amante que era un estimulante que lo obligaban a tomarlo con mas fuerza, después de unos minutos en silencio se quedo dormido
A diferencia de su amo, el menor solo trataba de no liberar sus lagrimas contenidas, otra vez lo hizo, nuevamente fue tomado pero eso no era lo que le molestaba, le encantaba sentir que era de naraku, de su propiedad.... lo que no le gustaba y lo que le causaba gran dolor era que era una pertenencia de naraku...sin amor, solo lo tenía por puro deseo, se sentía peor que basura al saber que no podía ser más que eso, el juguete sexual de naraku...-
Decidió dejar de pensar en eso ya que le dolia el pecho tan solo de recordar que la única verdad era que no podía ocupar otro lugar con naraku mas que la cama...como deseaba ser verdaderamente amado por su dueño...
Cansado tanto física como mentalmente se dejo vencer por el sueño...ya mañana seria otro día, otro día viviendo como un juguete sexual al cual puedes tirar y conseguir otro, eso era lo que pensaba sesshomaru.
Que equivocado estaba....