Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El que persigue, consigue por Athan_Anubis

[Reviews - 33]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola,

Voy a subir cada miércoles, para aquellos que quieran leerla.

Espero les guste

 

El que persigue, consigue

 

 

  

 

 

 

Capítulo 1: No todo empieza bien

 

 

 

 

 

 

 

Cuando uno dice no, es no. Las indecisiones no iban con él.

 

 

 

 

 

Siempre pensó que cuando uno había decidido algo, esto debía ser efectuado. Una regla auto impuesta que pensaba seguir hasta el día en que muriera, o al menos eso era lo que pensaba antes de todos los hechos ocurridos.

 

 

 

 

 

Haberlo hecho cambiar tan drásticamente en un sinfín de cosas que acarreaban grandes cambios en su vida “planeada” no había sido cosa fácil. Es más, muchos pensaron que era una misión imposible e improductiva, pudiendo guiarte a una muerte segura, literalmente. Pero, como siempre, aquél rubio hiperactivo, escandaloso, molesto e impulsivo, era el número uno en sorprender.

 

 

 

 

 

Había hecho posible lo imposible.

 

 

 

 

 

Giró el rostro, y deslizando sus oscuros ojos por entre la habitación, fijó su vista en la persona que se hallaba a su costado, aún dormido. Los cabellos de su acompañante, de un hermoso color rubio y bastante desordenados, se mecían levemente por el viento que entraba por la ventana abierta de par en par. Sus ojos comenzaban a abrirse levemente, parpadeando un par de veces tratando de enfocar.

 

 

 

 

 

-Levántate usuratonkachi, no pienso llegar tarde a mi propia boda, menos aún que tú lo hagas - pero viendo como el otro se acomodaba en la cama para volver a taparse y continuar con su sueño, una pequeña vena comenzó a crecerle en la frente. La paciencia no era una de sus virtudes.- Mira que si no llegas a tiempo me caso con la  primera que se me pase enfrente.

 

 

 

 

 

Y como un resorte impulsado con fuerza, se levantó de golpe y comenzó a mirar al azabache con el ceño un tanto fruncido.

 

 

 

 

 

-De eso nada, o es conmigo o no te casas nunca.

 

 

 

 

 

Sonrió de medio lado, no cambiaría ni un poco la situación, aún si pudiera hacerlo.

 

 

 

 

 

Todavía recordaba como es que había cambiado en sus decisiones, poco a poco, sin ni siquiera darse cuenta o tal vez ignorándolas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

AL COMIENZO DE TODO

 

 

 

 

 

 

 

Su reloj interno y la luz entrante por una gran ventana, comenzaron a avisarle que ya era hora de despertarse. Lentamente intentó abrir los ojos, pero al moverse tan solo un poco, sintió un dolor taladrante en las sienes, así que prefirió quedarse un momento en la misma posición.

 

 

 

 

 

Comenzó a recordar que le había llevado al estado en el que estaba.

 

 

 

 

 

FLASH BACK

 

 

 

 

 

La hokage de Konoha, Tsunade, había hecho el día anterior una gran fiesta por motivo de su cumpleaños, alegando que cumplía unos 30 que nadie se creyó. La fiesta había comenzado alrededor de las 9 de la noche y, todos los ninjas de élite se encontraban ya acomodados en el lugar. El había ido solo por obligación, pues la rubia con un “Uchiha, si no vas, harás misiones de rango D de por vida” había logrado que pensara que pasearse un rato por ahí no era tan absurdo. Y así, había llegado a la reunión, donde se encontró con Naruto, Sakura, Neji, Sai, Lee y todos a los ninjas que eran del grupo de amigos y, más por obligación que por agrado, se había sentado con ellos.

 

 

 

 

 

Pasado un rato, Tsunade-sama se había presentado y había inaugurado la reunión con un brindis. Todos los presentes le habían seguido en el brindis, unos más reticentes que otros, pero al fin y al cabo todos habían cogido su copa y se la habían llevado a la boca, él no fue la excepción. En realidad, si la gondaime y con la edad que tenía parecía beber como todo un barril sin fondo, a él no le afectaría ¿Verdad?

 

 

 

 

 

Así había empezado, primero con una, y había sentido que le era agradable, así que más  familiarizado con ello, había ido juntando dos, tres, cinco, diez, quince y quien sabe cuántos más vasos de sake. La vieja había puesto botellas de sake como si fueran refresco, y casi todo el mundo estaba en las mismas condiciones que él, ebrios hasta ya no más.

 

 

 

 

 

Viendo que la situación ya no daba para más, pues Lee comenzó a querer demostrar a punta de golpes que estaba en la flor de su juventud; Sakura estaba echada en un gran asiento y roncando; Neji hablaba acerca de si el destino le guiaba en quien sabe que cosas; Shikamaru, de flojera como siempre, le comentaba que mejor estar con la corriente que en contra de ésta pues era problemático, por lo que debía beber más. Sai había comenzado a querer ligarse a cualquier ser que se moviera, diciendo que quería crear lazos fuertes con alguien y que esa era una buena manera, según leyó en un libro. Qué tipos de libros leería. Kakashi sensei estaba como había comenzado, lo único que le delataba era que ahora tenía una cara de pervertido que no se la quitaban ni con una ducha de agua fría. Naruto, pues él, lo buscó con la mirada y vio que estaba bailando con Hinata, quizás los únicos que no habían tomado tanto.

 

 

 

 

 

Y así podía darse cuenta que ya todo había llegado a su final, o al menos, no quería seguir siendo partícipe del espectáculo.

 

 

 

 

 

Decidido, intentó pararse, pero a penas lo hubo hecho, el mundo comenzó a girar y sus pies trastabillaron cayendo nuevamente en el asiento. Aburrido y hastiado de la situación, agarró la primera cosa que estuvo a su alcance y se la lanzó a Naruto, quizás y solo quizás de verdad estaba muy mal, pues en vez de caerle al rubio, le había caído a Hinata y en plena cabeza, haciendo que esta se desmayara. Haciéndose el desentendido, giró la cabeza, la culpa de todo lo tenía el rubio, por haberle dicho a Tsunade que lo obligara a ir, así que si había pasado eso, era por culpa del dobe.

 

 

 

 

 

Después de un rato, en el cual el ojiazul había llevado a Hinata a algún lugar, quien sabe donde, comenzó a acercársele.

 

 

 

 

 

-Teme, casi la desnucas - dijo Naruto con la voz alta para que le escuchara entre el bullicio.

 

 

 

 

 

-Es tu culpa dobe. Además, somos ninjas, eso hubiera sido fácil de esquivar - dijo en el mismo tono altivo y el orgullo made in Uchiha por los aires, nunca aceptaría que quizás debía haberse contenido con el sake - y como es tu culpa que este aquí, guíame a alguna habitación.

 

 

 

 

 

Claro que no le iba a decir que a las justas y podía pararse y que lo más probable sería que intentar ir a su casa sería infructuoso, pues ni se acordaba de qué camino debía seguir. El otro al escuchar esa excusa, le miró con ojo clínico.

 

 

 

 

 

-Estás borracho, teme.- Y había comenzado a reírse como el alborotador que era.

 

 

 

 

 

-Mentira. Es solo que no conozco el local y como tú casi vives aquí, quien mejor para que me diga en donde puedo dormir. Esto no es para mí.- Y con un ademán en las manos le señaló a los presentes. Solo una gota descendió por la frente de Naruto.

 

 

 

 

 

-Bueno - se quedó mirando un rato el show que hacían sus compañeros - Tienes razón, de paso yo también me voy a dormir. Sígueme.

 

 

 

Dicho esto, el rubio comenzó a caminar, pero al ver que el otro no le seguía volvió en sus pasos y, sorprendido, vio que Sasuke estaba medio dormido. Se sintió un poco culpable, pues, después de todo, era porque había insistido con Tsunade para que obligara al otro a ir, que éste fue. Se acercó al pelinegro y se lo echó en la espalda y, con el “bulto” encima, salió de ahí. Pensó en llevarlo a alguna de las habitaciones del lugar, pero se decidió por llevarlo a su casa, no que al día siguiente le lanzara un chidori por verse en otro lugar que no fuera su cama, seguro le diría que todo era su culpa.

 

 

 

 

 

Y quizás lo fuera, pero de verdad, deseaba que Sasuke estuviera con él la mayoría de tiempo, y no aguantándose, había insistido con Tsunade.

 

 

 

 

 

Desde que Sasuke se había ido de la aldea, intentó traerlo con todo su esfuerzo. Pero nada. En ese tiempo se dio cuenta de que el pelinegro representaba su lazo más fuerte, pero aún no sabía como definir sus sentimientos. Era confuso. Quería que el ojinegro volviera, sabía que lo apreciaba más que a un amigo, pues no era lo mismo con Neji o Kiba, podría decir que quizás era como un hermano, pero en realidad no tenía como comparar eso pues él no tenía familia viva.

 

 

 

 

 

Su felicidad había sido indescriptible cuando Sasuke había vuelto después de que sospechosamente muriera Danzou, pero no hizo ningún comentario al respecto, no que lo quisieran culpar de ello y no le dejaran regresar.

 

 

 

 

 

Al principio las cosas no habían sido fáciles para el Uchiha, los aldeanos no le tenían fe y generalmente lo miraban de manera desagradable, y el rubio se preocupaba y molestaba con los aldeanos. En varias oportunidades había querido intervenir, pero al ver que Sasuke pasaba de ellos como si mirara garrapatas, se tranquilizaba. Unos meses después, la población y demás ninjas comenzaron a volver a aceptarle, poco después ya no solo lo aceptaban sino que lo acosaban.

 

 

 

 

 

Era muy sabido en todo Konoha, que todos los días le llegaban muchas cartas, declaraciones y demás cosas con propuestas indecorosas a Sasuke. Eso en cierta manera le había molestado al ojiazul, y lo había pensado minuciosamente, llegando a la conclusión de que era porque eran unas aprovechadas que solo buscaban el cuerpo y dinero de su casi hermano. Ni remotamente cerca.

 

 

 

 

 

Así, llegaron al barrio Uchiha. Sasuke comenzaba a despertar, así que conociendo lo orgulloso que era, lo más probable es que prefiriera arrastrase para llegar a su casa a que lo cargaran, con ese pensamiento, apresuró el paso. Llegaron a la casa, y pequeño detalle, no tenía la llave. Quizás podría romper un vidrio, aunque luego ya se imaginaba con el mismo vidrio atravesado por la garganta, tragó un poco de saliva. Mejor buscaba la llave en el pantalón del dueño de la casa.

 

 

 

 

 

Se creó un bunshin, y se lo pasó a éste para que lo cargara, de manera que el clon sostenía a Sasuke por los hombros y se encontraba detrás del azabache. Naruto miró el rostro de su “casi hermano”, parecía tan tranquilo y pacífico, como mentían las imágenes, y por extraño que fuera, se puso nervioso al saber que debía meter sus manos en el pantalón del otro.

 

 

 

 

 

Con las palmas un poco sudorosas, metió su mano derecha en uno de los bolsillos y trémulo, la movió en busca de la llave, sintiendo el tacto cálido. Más nervioso que antes, la pasó en el otro bolsillo, pero no la encontraba, quizás se hubiera metido un poco adentro, así que hundió más su mano en dirección a la entrepierna, a veces se metían muy adentro. Cuando su mano estuvo ahí, sintió algo helado, seguro era la llave, por lo cual la inclinó un poco más para cogerla, pero había algo que le interrumpía, algo que parecía ser una linterna, la cogió para intentar sacarla, quizás eso le interrumpía en su búsqueda, pero cuando intentaba sacarla, escuchó algo, que ni en sueños ni pesadillas pensó escuchar, un gemido de Sasuke.

 

 

 

 

 

Se quedó estático por un momento, aún con el miembro de Sasuke en sus manos reflexionando en el porque de ese sonido, y se dio cuenta que lo que tenía entre sus manos no era una cosa. 

 

 

 

 

 

¡Oh por Dios, había toqueteado a su casi hermano! Y lo peor de todo es que por extraño que le pareciera, quería hacerlo más. Ese sonido producto de los movimientos de su mano, una vez asimilado, le había prendido como nada en su vida, ni siquiera cuando había visto desnuda a Sakura, claro que por casualidad, había sentido como si corriente eléctrica le recorriera el cuerpo. Tenía que ser el sake. Pero el no había bebido mucho, así que descartó la idea. Intentaba meditar, pero el solo saber que podía escuchar más gemidos, no dejaba que se concentrara.

 

 

 

 

 

Pensó por un momento que quizás ya fue suficiente por una noche, pero no lo hizo así. Nunca se le iba a presentar una oportunidad así, el pelinegro estaba dormido y se caía de ebrio, así que…

 

 

 

 

 

Era la oportunidad de oro.

 

 

 

 

 

Tocarlo un poco ha nadie le haría daño, el único que lo sabría sería él, tampoco que pensara violarlo, solo iba recorrer con su mano el cuerpo de su… quien sabía. No creía que le haría eso a su casi hermano ¡Sería como incesto!. Ya luego pensaría en que es lo que le pasaba.

 

 

 

 

 

Armándose de valor, sacó su mano del bolsillo y le soltó un poco el pantalón, sin bajárselo, y metió su mano por entre el bóxer y la cálida piel del azabache, y lo sintió, ahí estaba el miembro de Sasuke, lo cogió por la parte de arriba y comenzó a deslizar su mano lentamente de arriba hacia abajo sintiendo la piel caliente y suave de un miembro. Su cuerpo se encendió aún más, su propio miembro comenzaba a levantarse. Cuando llegó a la base del pene, sintió la piel de los testículos, y también los cogió, palpó la textura levemente rugosa, los acarició por un momento y luego se desplazó otra vez hacia el miembro, lo frotó suavemente por un momento sintiendo como se iba irguiendo poco a poco.

 

 

 

 

 

Escuchaba los suspiros de Sasuke, veía como sus mejillas comenzaban a colorearse levemente. Lo observó detenidamente al rostro y sintió unas enormes ganas de besarlo, así que lentamente se comenzó a acercar.

 

 

 

 

 

Ya sentía la respiración de Sasuke contra su rostro, cuando vio algo que le hizo despertar de su ensoñación, el azabache había abierto los ojos y se notaba confuso por las sensaciones y la cara de Naruto tan cerca suyo. ¿Qué pasaba ahí?. El rubio por la sorpresa apretó un poco más el agarre, sin llegar a hacerle daño.

 

 

 

 

 

Un jadeo se escuchó por parte de Sasuke, que bastante sorprendido de que el sonido fuera suyo y ya más despierto, bajó su vista hacia su entrepierna y, oh sorpresa, o le había crecido un tumor de un color diferente en su piel o alguien se la estaba cogiendo.

 

 

 

 

 

Naruto, comprendiendo que había sido descubierto y haciendo honor a ser el ninja número en sorprender, comenzó a mover su mano de arriba abajo afianzando el agarre. Miró a su compañero con la vista nublada de placer. Sasuke hubiera dicho algo, pero esa mano, esa mano no le dejaba pensar. Condenada mano.

 

 

 

 

 

El que nada arriesga, nada gana.- fue lo último que pensó Naruto antes de abalanzarse sobre el otro.

 

 

 

 

 

FIN FLASH BACK

 

 

 

 

 

Habiendo recordado ciertos hechos, preocupado por la situación, se sentó de golpe, sintiendo un enorme dolor en el culo.

 

 

 

 

 

Que fueran casualidades de la vida, deseó. Para verificar ello, levantó la manta que le cubría y, un poco en shock, vio que estaba desnudo. Pero el detonador de todo fue escuchar esa palabra, esa que dudaba alguien más pronunciaría dormido.

 

 

 

  

-Ramen.- susurró levemente el rubio aún en sueños.

 

Notas finales:

Espero les haya gustado.

Nos vemos.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).