Cap. 1: Quien eres?
Caminaba a paso rápido, ansioso o tal ves nervioso, lo único que quería era llegar a su departamento, volteaba a todas partes, revisaba cada esquina sin luz de aquella calle, ocultaba su cara cada vez que los focos de un auto se acercaban, no podía confiar, trataba de ocultarse.
Por que? La razón era simple, acoso...un infernal acoso que ya tenia tiempo, unos 3 meses precisamente, todo había comenzado con unas hermosas rosas blancas diariamente en su escritorio, sus compañeros de la escuela decían que solo aparecían ahí en la dirección con una tarjeta con su nombre , al principio le pareció divertido, pensó que tal vez era un admirador secreto...siguió con cartas anónimas que contenían hermosos poemas escritos con una fina caligrafía, luego paquetes en la entrada de su puerta con alimentos deliciosos como pasteles, chocolates...incluso una vez recibió un vino de muy buena calidad.
Esto le empezó a gustar mucho, quería conocer a la persona que le dedicaba tanto tiempo, pero le era imposible porque las cartas que recibía no tenían remitente, solo un perfume deliciosamente embriagador...
Así fue por semanas...una noche, después de un duro día de estudio llego a su hogar, en la entrada, como siempre, había un paquete, ya estaba acostumbrado a los presentes de su "admirador secreto", pero este era diferente, normalmente el paquete era adornado con brillantes colores y un enorme moño, pero ahora estaba envuelto en terciopelo negro y encima había una rosa roja.
Sin darle mucha importancia a la apariencia de su regalo, lo tomo entre sus manos y entro a su departamento, fue hasta la sala y acomodo la caja en la mesa del centro, con cuidado quito el fino terciopelo, quito la tapa ansioso por la sorpresa de esa noche
Pero esa vez no fue una sorpresa agradable...
Sus ojos se abrieron como platos, sus facciones se llenaron de terror, lagrimas amenazaban con salir, asqueado, fue corriendo al baño y vomito
Estaba aterrado, volvió a la sala solo para asegurarse de que lo que vio era solo una invención de su mente cansada, desafortunadamente no lo fue...ahí seguía, ese pedazo de carne, ese brazo...al parecer humano, cubierto de sangre seca y con un olor nauseabundo
Se dio cuenta que en una esquina de la caja había una hoja, temeroso la tomo y comenzó leer temiendo lo peor
Para mi querido inuyasha:
Hola amor, esta es la primera vez que me comunico contigo, te preguntaras por qué no te deje un delicioso postre como suelo hacerlo, la razón es que he decidido demostrarte con mas fuerza el amor que siento por ti, este brazo es de un hombre que te venia siguiendo hace dos días cuando regresabas de la preparatoria, al parecer quería robarte algo porque llevaba una navaja en la mano, sin embargo, antes de que pudiera acercarse lo mate, lo hice porque deseo protegerte ,no te asustes, no te hare daño y te prometo que cualquiera que se atreva a tocarte con malas intensiones lo matare como al dueño de este brazo.
Buenas noches inu, con amor...yo.
Su cuerpo tembló, sus lagrimas caían en el papel que ahora estrujaba en sus manos, estaba asustado, como era posible que hace solo unos momentos estaba feliz de recibir algo por ese persona desconocida, ese maldito y por lo visto, un asesino despiadado que aseguraba estar enamorado de el, se sintió asqueado de solo pensar que en esos momentos era vigilado por aquel sádico
No se sentía seguro, ya no mas...rápidamente saco su celular y marco a uno de sus amigos, sabía que por lo menos esa noche no podría conciliar el sueño
-hola?-
-hola miroku, soy yo inuyasha-dijo con voz temblorosa
-aah hola inuyasha, perdón no reconocí tu numero, que pasa? Te escucho raro-
-después te cuento, oye, me dejarías solo por hoy dormir en tu casa?-
-por supuesto que puedes, pero me gustaría saber por que?-
-paso algo...malo, te cuento cuando llegue-
-esta bien aquí te espero-
-Gracias miroku, bye-
Colgó y salió rápidamente de su departamento, corrió unas 10 cuadras hasta llegar a la casa de su amigo quien ya lo esperaba en la entrada, lo abrazo con fuerza y no pudo evitar llorar, miroku solo lo reconfortaba acariciando su pelo...cuando por fin se sintió mas calmado soltó a miroku que lo veía extrañado-
-Que paso?-pregunto preocupado
-recuerdas al admirador secreto del que te conté?-
-si, por?-
-lo que paso fue...
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Recordó ese espantoso día mientras cruzaba y recorría la ultima cuadra para por fin llegar a su departamento, ese día llamo a la policía para que se llevaran el brazo e investigaran quien era el maldito demente que lo tenía desesperado, paso mucho tiempo pero jamás descubrieron al culpable, dejo de recibir los presentes, eso lo aliviaba un poco pero no le aseguraba que aquel personaje ya se hubiera olvidado de el.
Por fin llego a su hogar, saco sus llaves y abrió la puerta, entro con paso cansado y fue hasta uno de los cómodos sillones y se dejo caer, estaba agotado y quería dormir un poco, le gustaba estudiar pero terminaba muy cansado, cerro sus ojos tratando de dormir ya sin importarle que no fuera en su cuarto, pero no pudo pues el teléfono empezó con su horrible sonido que taladraba la mente del chico de cabello blanco
Irritado tomo el teléfono y apretó el botón para contestarle a la persona que frustraba sus planes de relajación
-hola?-
-hola amor-contesto una varonil voz-
En ese momento inuyasha pensó lo peor...
-quien eres?-pregunto asustado
-Lamento no poder decirte mi nombre en este momento, podría si no hubieras llamado a la policía el día que te...
-...el día en que me mandaste un maldito brazo desgarrado-completo-bastardo!
-no deberías estar enojado, lo hice por ti, de no haber hecho nada tu estarías muerto en estos momentos-
-¡pero no era necesario que lo mataras! ¡Tampoco que me dieras su brazo! No tienes idea el asco que sentí...
-lo hice para demostrarte que te amo, que hare lo que sea por ti-
-amarme!? Tu estas loco! Eres un maniaco obsesionado conmigo! Como demonios sabes mi numero?!-
Ahora solo sentía rabia, le molestaba de sobre manera que aquel tipo le asegurara que lo amaba
-jajajajajajajajajajajajaja ahh mi querido inu, ahora te preguntas eso? Bueno, de la misma forma en que se dónde vives, donde estudias, la hora en la que te despiertas, la hora cuando llegas a casa, lo que te gusta comer, lo que no, tu color favorito...lo sé todo de ti-
-estás loco! No quiero saber nada de ti! Déjame en paz ya!-
-mientras más me rechazas mas me atraes, tu voz me fascina, tu cuerpo me tienta, tus labios me incitan, quisiera besarlos-
Inuyasha se sonrojo violentamente al escuchar las palabras dichas con un tono que lo encontraba muy erótico
-tu sangre me llama...
-no me llames otra vez, o llamare a la policía-amenazo
-aunque lo hagas no servirá de nada, nadie puede atraparme o tocarme si yo no quiero, aunque tu si podrías tocarme jeje-
-no juegues conmigo, ya dime, quien eres?-
-lo sabrás muy pronto, buenas noches Inuyasha, te amo, bye-
En ese momento colgó, dejando perplejo a un inuyasha que no podía procesar lo ocurrido en esos momentos, dejo caer el teléfono al suelo, no le importo que se rompiera, solo se sentó en el sillón, suspiro profundamente y luego...enfureció.
-maldito! Quién demonios eres!?- grito encolerizado, golpeo con fuerza la mesita del centro, se lastimo la mano, le dolió bastante pero eso no se comparaba con el enojo y frustración que sentía
-no podre dormir nuevamente, demonios-
Se sentó y prendió la televisión de plasma, vio una parte de una novela aburrida, lo suficiente como para dejarlo sumido en un profundo sueño, eso era lo que necesitaba después de tanta presión, pero al estar en ese estado, no se entero de una mirada fija y una sombra en la ventana, una imponente sombra.
-buenas noches amor, muy pronto me conocerás-