Para ir a la escuela, tenia que pasar frente a ese lugar, deseando entrar y ver a esa persona por quien suspiraba y claro! Fantaseaba U///U.
A sus 17 años recién cumplidos no se imagino que aquel sentimiento llegara así tan repentino, no supo como ni porqué, solo sucedió… aun mas siendo en ¨Él¨ por quien suspiraba, de quien muy a pesar de todo era prohibido, el sentir eso por aquella persona; esos deseos de la carne, no era el problema de que fuera un hombre; si no que sin más, se había enamorado de un sacerdote.
Aunque él no sabia explicar claramente ese sentimiento; “enamorado”, seria esa la palabra correcta para lo que estaba sintiendo?. Quizás gustar se ajustaba o solo un amor platónico. Esos pensamientos siempre se asomaban a su cabeza cada vez que pasaba frente a la iglesia donde residía el causante de sus dilemas. Un joven de ojos oscuros profundos, cabellos negros con destellos azules, piel nívea que resaltaba con aquellos ojos profundos, un pantalón, un saco y camisa del color de la noche y el distintivo en el cuello de la camisa que lo hacia reconocer como el sacerdote de la iglesia y a unque parezca increíble tenia solo 22 años, muy joven pero tan apuesto a la vez.
En ocasiones, después de la escuela, pasaba para poder verlo, ya que a veces estaba en la entrada; solo ahí parado viendo a las personas entrar y salir de la iglesia dándoles su bendición, que vayan en paz con Dios. (kame: ame hermanos… inner: oi kame tu ni hablas que desde hace muuuchoooo time que no vas a la iglesia… kame: calla!!! Que no te importa!! ¬¬)
Era solo casualidad o era que cada vez que pasaba por ahí, siempre lo veía parado en aquel sitio, viendo fijamente hacia el lugar por donde yo pasaba. Sentía sus penetrantes ojos mirar hacia donde yo estaba, mi piel se erizaba; quería ver directo a sus ojos pero cuando lo hacia por una extraña razón ya no se encontraba y solo seguía caminando, pasando desapercibido entre la gente que caminaba por el lugar sagrado.
Un día cuando caminaba hacia mi centro de estudios, fue la primera vez después de mucho tiempo que no lo veía en la entrada de la iglesia; solo a los creyentes que entraban y salían de ella.
Así fue por varios días, ya no lo veía; me preocupé en demasía, mi cabeza se llenó de muchos pensamientos incoherentes, tal vez por eso andaba preocupado, decaído. Mis compañeros se dieron cuenta de mi extraña actitud.
De ser un chico alegre, que siempre sonreía, que alegraba a todos de la clase con mis ocurrencias, que no pasaban de ser simples bromas a algún profesor (kame: ^.^ inner: ahora esa cara porque.. kame: no te importa jum)
Así pasaron dos semanas en las cuales mi alegría se esfumaba, al principio no sabia el porque; pero luego me di cuenta que todo comenzó desde que el sacerdote (kame: o cura, como quieran… jijiji ^. ^) Ya no estaba en la entrada de aquella iglesia. Aunque suene extraño solo entre una vez a confesarme, pero desde que lo vi a él, Sasuke Uchiha párroco de la iglesia, no me atrevía a entrar. Desde que lo vi por primera vez, un sentimiento se coló en mi corazón. Al principio era deseo…
Quería ser tocado (kame: >///< kya!!! Inner: ¬///¬ pervetida kame: no hables que tu tbm lo eres, y no interrumpas), que recorriera todo mi cuerpo, que acaricie mi piel, sentir la suya sobre la mía, probar sus labios, sentir el sabor de sus besos, ya aunque me cueste decirlo… que me haga suyo. Que entre en lo más profundo de mi ser, dejándome marcado con su esencia. (kame: o////o por kami Naru.. que cosas dices.. inner: jeje e que tiene ganas… kame. Vez!! –señalando a inner- eres una pervert!! jum)
Bueno; así pasaron esas dichosas semanas tristes, ya no sonreía, iba a la escuela con desgano se podría decir que solo iba y me sentaba en mi pupitre, ni siquiera una conversación con algún compañero de clases, me aislé a mi mismo de los demás.
Entonces como un espejismo en el desierto lo vi por la ventana, estaba parado viendo hacia mi persona, nuestras miradas por primera vez se cruzaron sintiendo recorrer en todo mi cuerpo una sensación nada extraña que ya había sentido anteriormente. Era el receso y salí corriendo sin mirar atrás, si tiraba a alguien me daba igual, solo quería ver a la persona que bendijo mi alma con el sentimiento mas hermoso del mundo. (kame: que lindo!!!)
Después de unos minutos, llegué hasta el lugar donde se encontraba él, me miraba tan fijamente, yo agitado por la carrera, mi cuerpo no quería moverse. Y el que se acercó fue él, lo más raro era que en sus ojos pude notar algo extraño, algo que yo mismo vi en mis propios ojos cuando me miro en el espejo. No puede ser, él….
No pude hablar más ya que cuando se acercó, me tomó del rostro y cazó mis labios con los suyos. No lo podía creer, esto era un sueño, un maldito sueño que me parecía tan real, sentía claramente su lengua comenzar a incitar la mía, la cual gustosa le seguía.
Mis mejillas ardían, mis piernas temblaban y al parecer se dio cuenta de eso ya que me tomó de la cintura arrastrándome hacia un salón vacio, cerrando la puerta sin deshacer el beso, que más que beso, parecía que me quería devorar por completo.
Sus manos se deslizaron por mi cintura, por debajo de la camisa subiéndola. Sus manos ascendían por mi torso llegando a mis pezones, los cuales comenzó a pellizcar. Eso me excitaba, no podía creer que esto era verdad, aunque respirábamos dificultosamente, el beso no se deshizo hasta que el mismo dejó de acariciar mi pecho y sacó sus níveas manos para desabotonar mi camisa que por la manera como lo desabotonaba casi me la arranca.
Cuando mi torso estaba expuesto, comenzó a descender desde mi boca a mi cuello, mi pecho y mi vientre dejando besos que a la vez dejaba pequeñas marcas en las zonas más visibles.
Me había acorralado entre un pupitre y él sintiendo su entrepierna contra la mía. Mi mente estaba completamente nublada por el placer, las caricias que sus manos me propinaban; luego sintiendo como sus labios tocaban toda mi piel, no podía controlar todos estos impulsos, quería que tomara todo de mi.
Sentí como sus ojos revisaban cada centímetros de mi piel, sus manos descendían hasta llegar a mis pantalones, entonces nuestras miradas se encontraron entendiendo lo que quería a través de aquellos pozos de oscuridad, asentí levemente, así sin medida me despojó completamente de mis vestiduras dejándome a su merced; desnudo y con deseos de ser poseído por él.
Tomó mi miembro entre sus manos, comenzando a dar pequeños besos al glande para seguir con las lamidas desde la base hasta la punta, estuvo poco tiempo en esa labor y de repente se detuvo; mi respiración era pausada, mis mejillas ardían completamente, mi visión era borrosa no podía mantener la mirada.
Así que dirigí mi vista hacia él, al instante me encontré con unos ojos completamente llenos de pasión, deseo, lujuria; a pesar de mi respiración pude articular las únicas palabras que deseaba que hiciera ¨to… toma… me¨ salió de mi boca sin aviso metió mi pene en su boca, subiendo y bajando mientras lo succionaba como si de un caramelo se tratase.
Quería sentirlo aun mas esa cálida boca recorriendo mi miembro; así llevé mis manos a su cabellera, era tan sedosa. Comencé a controlar el ritmo, pidiendo que fuera mas rápido para entonces otra vez se detuvo; es que acaso me quería matar…a jum de placer?... pero me tomó de sorpresa cuando me levantó entre sus brazos, me sentó en el escritorio del sensei.
Acarició mis mejillas, mis labios; sus dedos recorrían mi cuello, mi pecho, hasta llegar a mi ombligo y descender de nuevo hasta mí mienbro…, lo cual sacó un sonoro gemido, el cual trate de acallar, dejó de hacer eso y comenzó a desvestirse frente a mi, tirando la sotana, su camisa y su correa a algún rincón del salón. Totalmente embelesado por el espectáculo; no di cuenta cuando se acercó a mi besándome y colocando tres de sus dedos frente a mi, sin chistar los lamí dejando verle que tan obsceno puedo llegar a ser, entendiendo lo que seguía abrí mis piernas para él, tomando sus dedos y llevándolos hacia mi propia entrada haciéndole entender que lo ansiaba.iba metiendo sus dedos uno a uno, cuando comenzó a moverlos no reparé en gemir y me importaba un comino que alguien me escuchara; cuando los retiró quise reclamarle pero lo que vino después era…
Mis labios soltaron un sonoro gemido entre dolor y placer, su miembro era enorme, pero él solo empujaba más, a pesar de todo no quería que parase, quería que siguiera así. Rodeé con mis piernas sus caderas, atrayéndolo más, haciendo que entrara completamente sintiendo su longitud en mi ser, el dolor menguaba y el placer iba en aumento, así moví mis caderas para que continuase con tan ardiente acto…
Las embestidas no se hicieron esperar, él empujaba en mi interior y mi boca no paraba de gemir, creo que mientras más gemía, más fuerte se hacían las embestidas. El pupitre comenzaba a rechinar por los movimientos entre nuestros cuerpos, no quería separarme de él, no podía ser cierto todo… aquí siendo embestido tan fieramente por un cura?…
Entonces todo en mi cabeza dio el vuelco a la realidad, estaba en la escuela, en algún salón, sobre el pupitre de uno de los tantos senseis, teniendo sexo con un… con… un…cura?, no podía ni pensarlo!, sin mas quise alejar su… cercanía lo cual era algo difícil siendo que yo mismo lo tenía preso con mis piernas alrededor de sus caderas y mis manos rodeaban su cuello, pronuncio lo que mi boca quería decir, pero lo que mi deseo no.
Se apartó un poco de mí, me miró ya no se movía, sentía como su miembro latía era tan exquisito pero no podía, lo que vino después me descolocó y me alegró nunca imagine que…
El acaricio mis mejillas, besó mis labios, dio otro empujón más en mi interior y comenzó a hablar; iba a chistar pero otra embestida mas no me lo permitió.
Ni yo mismo lo creía, que él no era. Sonreí para mis adentros (kame: jojo!! Y el teme no se dio cuenta?, como? Si èl estaba en ¨tus adentros¨…jeje* inner: oi!!! ¬///¬ no te hagas que sabes a lo que se refiere baka! U_U) pero todo lo que me pasa nunca lo puedo creer.
Así entre embestidas me lo explicó, no sabria si iba a entender lo que me dijera, estaba en tanto placer, sentía todo tan ido. Él era el primo del párroco de la iglesia, había llegado a la ciudad para tomar unas vacaciones; según él quería salir de la rutina, que se iba a quedar unas semanas pero que todo cambió cuando me vio. Me sonrojé aun más si es que se podía, y pensar que yo mismo fue el causante de todo este ¨enredo¨ (kame: es que mi Naru tu eres el que causa eso en el teme.. jiji)
Me había visto en una visita que había hecho al párroco Sai, era una persona agradable siempre con una sonrisa en el rostro, ese día fui a verlo para pedirle que me confesara así que le conté sobre que tenia sentimientos y pensamientos algo indecentes pero claro él solo me dijo que estaba absuelto de todo pecado.
Asì había comenzado todo ese día, Sasuke estaba ahí, había escuchado mi confesión; después cuando el padre sai tenia que salir de la ciudad, le había dicho que se quedara y que solo se limitara a supervisar y que pronto regresaría, y desde entonces yo no me anime a entrar desde que nos vimos cara a cara, era por eso que cuando pasaba por la iglesia el siempre estaba ahí parado; esperando a que yo pasara y simulando ser lo que no era y que fue cuando todo llego a esto, no resistió mas y vino a mi escuela a buscarme y ahora lo tengo entre mis piernas, embistiéndome salvajemente, que tonto fui nunca imagine que él sentía lo mismo por mi.
Sin aviso me levantó. El parado y yo siendo cargado por él y aun en mi interior; puso sus manos en mis glúteos, los abrió más y comenzó a moverme al compas de sus penetraciones. No podía hacer nada tan solo aferrarme a él, gimiendo en su oído y luego él susurró en el mío que gritara su nombre, y así lo hice; ya no articulaba solo una vocal sino una palabra entera: Sasuke…
Lo repetía en cada embestida que daba, así agregué mas a esa palabra haciéndola una pequeña frase ¨ha… házmelo… mas…duro…sa…Sasuke!!!¨ Lo ultimo salió muy fuerte ya que había dado en mi punto más sensible; ¨otra vez¨ le dije y todo fue gemidos míos, suspiros por parte de él, no sabía como podía mantenerse parado y haciéndome esto.
El solo estar así mis piernas y mis rodillas temblaban, pero él como si fuera lo mas común. No le di importancia a ese detalle. Sentía que quería llegar, quizás se dio cuenta por que aun estando unidos se sentó en aquella silla tan cómoda que tienen los profesores y aun mas sorprendido de cómo me puso de espaldas sin salir de mi interior desde aquel asiento, mi pecho sobre el escritorio y sentado sobre las piernas de Sasuke, él en mi interior; entonces sentí su pecho sobre mi espalda y susurrándome que me mueva, quedé un poco sorprendido pero hice caso, así comencé a mover mis caderas de arriba hacia abajo. Él me acariciaba el pecho, pellizcando mis pezones sintiendo más placer, besaba mi espalda desde mis hombros hasta donde podía llegar.
Gemía sin control ahora si no podía resistir más, una de sus manos comenzó a masturbarme, quise reclamar pero atrajo mi rostro al suyo ladeándolo y me besó, un beso de pasión, nuestras lenguas en una batalla y su miembro penetrándome sin compasión; entonces cogió mis piernas las apoyó sobre el escritorio, mi espalda pegada en su pecho, tomó una vez mas mis caderas y todo fue tan exquisito. Las embestidas fueron certeras, esta vez él también soltó muchos gemidos, ahora si él también estaba en su limite, a cada minuto sentía que su hombría crecía mas, aunque yo mismo no lo quisiera, llegamos al clímax, yo fui el primero en llegar, su mano quedó manchada de mi esencia, la cual lamio, eso me sorprendió. Él todavía faltaba asi que moví más mis caderas, lo miré y vi que estaba al borde del orgasmo, quiso salir pero no se lo permití, lo roge que eyaculara en mi interior y así fue. Sentía que aquel liquido recorría mi interior, que llenaba todo mi ser; el solo ver como su rostro tenia esa expresión de satisfacción me hacia pensar que hice un buen trabajo.
Así estuvimos regulando nuestras respiraciones, aun unidos, quería quedarme así sintiendolo completamente pero recordé donde estábamos así que me levanté lentamente. soltando un pequeño gemido cuando estuvo fuera de mi U///U sintiendo como su semen se escurría entre mis piernas, dirigí mi mirada a todo el salón para saber donde había quedado mi ropa; cuando estuve a punto de coger una de mis prendas él me abrazó por detrás, diciéndome que me limpiaría así me cogió y subió a un pupitre tomó unos pañuelos del escritorio y comenzó con su tarea, desde mis piernas hacia arriba su piel rozándome esa parte; quería ponerme duro de nuevo pero terminó antes de que sucediera, dando caricias me vistió, solo dije que lo hiciera, él también ya se había vestido y nos quedamos viendo, aquellos ojos negros tan profundos, se acercó lentamente y me susurró lo que siempre deseaba escuchar…¨te amo… Naruto¨ solo con eso mis ojos se nublaron, eran lágrimas pero de alegría. Lo abrasé, sasuke acaricio mis cabellos y me besó, tomó mi mano, salimos de ese lugar ya era de noche y por suerte nadie nos vio.
Me llevó a su departamento y por fin pude verlo como era él, con aquella camisa blanca y el pantalón negro y su cabello revuelto, se sentó junto a mí en aquel sofá. Recosté mi cabeza sobre su hombro cerrando mis ojos sintiendo su aroma, me di cuenta que yo también lo tenía, estaba cansado; así que sentí que flotaba pero estaba en los brazos de Sasuke de seguro me llevaba a su cama ( kame: jujui!! +///+* inner: no te basta con el lemon de hace rato-inner toma el lápiz) me recostó suavemente y sentí sus labios en mi frente, y luego en mis labios, así entre la inconsciencia susurré un…¨yo también… te amo Sasuke¨
Así comenzó mi vida junto a quien seria mi pareja, mi otra mitad, nos amábamos y pensar que lo que creía sentir, era un deseo… prohibido…