Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Flor de la luna por rayito de luz

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Este en one-shot inspirado por Love95 xD Hablaba sin parar y de pronto, surgió en mi diabólica mente -W-

 

Sé que me odiarás por esto, pero bueno, la vida no es perfecta ^^

 

Disfruten de la lectura.

 

GRAVITATION NO ME PERTENECE.

 

Flor intacta.

Las flores son hermosas. Desprenden una deliciosa fragancia. Mi madre dice que soy delicado como sus pétalos. Son tan suaves y frágiles que tengo mucho cuidado cuando las riego y al tratar de tocarlas. 

- Ten cuidado, cariño – Mi madre me recuerda a ellas. – No querrás romperlas…

- No mamá, ¡yo adoro las flores!

 

¿Dónde quedaron aquellos recuerdos?

 

Un pétalo cae.

* * *

La luna observa majestuosa al mundo. Su brillo y belleza atrae. Un muchacho perturbado la observa todas las noches. No deja de admirarla en secreto. Ella lo sabe y, para atormentarlo, se esconde detrás de las nubes. Él lo presiente y se enoja, pero sigue esperando, con serenidad y tristeza.

- Mamá, no te ocultes… - Susurra suavemente el joven. – Prometo ser bueno…

Su voz se atora, desaparece. Sus apagados ojos miran sus manos. Blancas. “Están sucias”, piensa, “Mi cuerpo entero está sucio…”. Se saca sus ropas de dormir. Las desprende de su cuerpo como si quemaran. Se rasguña. Marcas rojizas quedan talladas en su pálida y pura piel a simple vista.

El pequeño tiembla y mira al cielo. Ruega que su luna esté allí. Ella siempre estará aunque no la pueda ver. Reza; lo hace todas las noches. Desnudo, junto a su cama, pide por su madre. Se baña de nuevo y vuelve a rezar. Reza y reza hasta que las lágrimas ya no brotan. Con cansancio cae dormido. Las blancas sábanas lo envuelven. La blancura de aquellas telas le recuerdan a la inmaculada luna, su madre.

- Perdóname madre, soy un mal hijo… - Murmura con pesar. – No me odies, sé haya en el cielo debes estar enojada conmigo, te lo suplico, no me odies…

Incluso en sueños – o pesadillas -, suplica por su madre, la llama. Ella no viene, lo sabe. Está muerta y los muertos no regresan. Eso le dijo su padre.

- Ya tienes seis años, no andes preguntando cosas estúpidas.

 

Nunca volvió a preguntar.

 

El segundo pétalo cae.

* * *

El novio de su hermana mayor lo visita constantemente. Desde que su madre había fallecido, siempre lo venía a saludar. Nunca le gustó aquel tipo. Cuando se acercaba, un escalofrío recorría su espalda y corría a abrazar a su madre, sin embargo, al no estar ella, busca a su hermano menor o a su hermana, Mika.

 

Un día, él no pudo huir. Nadie estaba en casa.

 

El tercer pétalo cae lentamente.

 

* * *

Él sabía que nadie estaba aquel día. Lo supo siempre… aprovechó y me atrapó en sus garras. Intenté defenderme. Pero me ganó. Me ató las manos y las piernas. No pude creer que me llevara a la habitación de mi hermana Mika y me besara. ¿Por qué…?

- ¡Detente, Tohma! – Me movía, no me rendiría tan fácil… o trataría al menos. - ¡Estás con mi hermana!

La desesperación me llenó. ¿Qué me iba a hacer? Ya no sabía qué decir para frenar esto. De pronto, sus manos me quitaron mi pantalón y remera. Se quedó quieto y yo… yo no me atreví a moverme. Temblé. Mi cuerpo estaba expuesto a un extraño, ¡a un hombre!

- Por favor… basta… - Lloré. El miedo que me producía estar así con un extraño me mataba. – prometo no decirle nada a Mika…

 

Él sólo sonrío.

 

El cuarto pétalo cae por una fuerte ráfaga.

 

* * *

Un grito desgarrador presencia el atardecer. Los últimos rayos dorados desaparecen de su vista al momento en que lo siente dentro de él. Su cuerpo tiembla y llora, el líquido salado corre por sus pálidas mejillas, que poco a poco se tornan de un rojizo color por los golpes que antes le proporcionaron. El pequeño presiona sus dientes. Tohma comienza a moverse.

- Eres mío, Eiri –Susurra el rubio mayor.

 

La oscuridad impera en la habitación. Los gemidos de dolor y placer los contempla la luna en lo alto de su reinado.

 

El quinto pétalo cae destrozado por una llovizna.

 

* * *

“Los días pasan, querida madre. Desde tu partida transcurrieron seis años. ¿Por qué te marchaste? Mi tortura comenzó con tu ausencia. Ya nadie me protege. Me siento sucio. Asqueroso.

¿Sabes, mamá? Últimamente tengo un sueño que se repite: Estoy en el océano, en medio de una tormenta. Ráfagas me sacuden y me entierran las furiosas aguas. El cielo tiene un oscuro color. La luna blanca como lo eran tus manos, se tiñe de carmesí. Tengo miedo y comienzo a llorar. Naufrago varios días hasta que llego a una isla. El azul vuelve y la luna brilla, transformándose en un sol. Es en ese momento que siento tus cálidos brazos rodearme y con tu dulce voz me dices “todo estará bien, ángel”.

No sé qué significa. Padre está enojado conmigo porque, según él, ya no soy el mismo de antes. Y la verdad es que hace mucho tiempo que dejé de ser el Eiri que criaste…

Te extraña y ama,

Tu Eiri.”

 

El niño deja de escribir en su diario. Lo oculta entre sus ropas que cuidadosamente guardadas en el placar se hallan. Trata de calmarse. La frialdad que construyó en todos los años que sufrió le sirve para sobrellevar la situación en que tristemente se encuentra.

- Todo estará bien, será rápido – Trata de auto convencerse.    

 

La flor del jardín marchita está.

* * *

No puedo soportar más esto. Entra en mi trasero con su asqueroso miembro cuando se le da la gana. Incluso llegó a violarme en el pasillo, cerca de Mika. En esa ocasión me mordí la lengua; la vergüenza que me produciría que ella me viese sería lo último que me faltaría para querer con más fuerza morirme.

¡Detente! Grita mi interior con fervor. Deseo que todo acabe. No soporto el dolor, ya no. No dejo que él sepa cuánto sufro, cuan grande es el dolor que deja marcado. No le daré esa satisfacción, hoy no. Su semen llena mi interior, y el vómito llega a mi garganta y lo trago con amargura.

- Cada vez más me obsesiona tu cuerpo, tu trasero – Acaricia mi usada y lastimada parte antes nombrada. –, estar dentro tuyo en una delicia.

¡Cállate!

- Por supuesto que tus labios no se quedan atrás, son tan suaves como los pétalos de una flor – Sonríe de aquella forma que odio con toda mi alma.  

Se levanta de la cama manchada y se viste con tanta tranquilidad que quisiera escupirle en la cara, y lo haría si fuerzas me quedaran. Se marcha. La soledad de mi hogar me acompaña.

Me levanto y me dirijo al baño sin prisa. Mis piernas tiemblan.

 

La flor que alguna vez brilló radiante, se reduce ahora, en cenizas.

 

* * *

 

- ¡Amo las flores, mamá!

Esos recuerdos lo envuelven. Su mirada ámbar, ya apagada cual llama se extingue en el olvido, quedan fijos en su demacrado reflejo.

 

- Yo sé que sí, amor. Además me recuerdas a las rosas de mi jardín.

Toca su rostro y cuerpo. Moretones y cicatrices bailan en su piel magullada. Una única lágrima hace acto de presencia. Sonríe con vacío, sin sentimiento.

 

 - ¿De verdad?

- Sí, ángel. Eres una rosa blanca, tu pureza y sentimientos nobles que rigen tu corazón, son irreemplazables. Tu belleza atrae, cariño. Tu persona enamora.

- Mami, es porque soy como tú.

Un ruido sordo escucha la luna quien es el único testigo de la escena. Su mano rompe sin vacilar el espejo. Éste se parte en muchos fragmentos de distintos tamaños. Toma uno.

En la soledad de la oscuridad, una línea divide. Mancha las sábanas. Eiri, cansado, con una sonrisa genuina, mira al cielo desde su gran ventana, en donde puede apreciar también, el jardín olvidado de su madre fallecida.

- Mami, entendí mi sueño – La sangre con más fuerza e impaciencia brota de sus muñecas -, la muerte es la solución.

Su vista se borra gradualmente. Pudo apreciar una luz blanca.

- Mami, sálvame… llévame… c-contigo… -La última exclamación y con ello cerró sus ojos para siempre.

 

La rosa marchita desaparece al fin. El viento lleva sus cenizas, borrando así, su efímera existencia.

*

El amor obsesivo y enfermizo la mató, sin embargo, el amor puro y sincero la salvó.

 

La pequeña flor volvió al jardín en el cual fue alguna vez feliz.

 

 

Fin.

 

 

Notas finales:

No es que odie a Yuki, ¡Lo Amo! Pero es que ya me traumó que siempre Shu-chan sea el violado, humillado, pisoteado... en fin, mi sádica mente dijo: "Hazlo sufrir aunque sea una vez... salva el honor de Shu xD".

He aquí lo que hago por salvar tu integridad ya violada Shu-chan -.-

Esperon que lo hayan disfrutado. ¡Prometo hacer algo feliz! xD pronto, pronto...

Si quieren matarme por tanta crueldad a Yuki, odien al prof. de Ed. Física que insite en que vayamos de campamento ¬¬ le debo la crueldad a él >w< Al menos no me tendrán por tres días xD

Besos y suerte :)

 

Rayito de Luz


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).