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Nuestra Salvación por abygail1604

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Notas del fanfic:

 

 

Este es un cuento que me encargaron crear para una clase de literatura en la prepa, me siento satisfecha por lograr que este dentro de los limites de "respetable", así que quise compartirlo con ustedes: D

Notas del capitulo:

capitulo unico....o eso depende de lo que opinen jeje (aclaracion: no soy chantajista *0*)

 

 

Fuera solo la espesa noche era testigo, en medio de la densa oscuridad se alzaba una casa señorial, dentro el tamboreo de gotas de lluvia proyectándose contra el cristal hacían de único acompañamiento, el réquiem que apaciguaba lo que acontecía, el preludio a lo incierto. La luz encendía y un estruendoso estallido - ahogado al instante - proveniente del segundo piso de la casona, denotaba presencia en el lugar.

 En la habitación tenuemente iluminada un bulto en la esquina de la vasta extensión alfombrada - junto a la cama - se mecía desesperado, intentando despertar del sueño en el que aparentemente se estaba, quizás una pesadilla, una donde el fondo surrealista era trazado a pinceladas bermellón, donde en el pesado ambiente pululaba el vulgar aroma oxidado... su reflejo, su hermosa mitad equivalente, aun habiendo sido uno solo, desde siempre, desde el comienzo e irónicamente tendido a cuatro cortos pasos, inerte y sin alma... su dios de oro ennegrecido sobre pedestales, su rey cuya corona se corroyó...pobre muñeca rota.

Como furiosas corrientes descargo toda su tristeza, las lágrimas se agolparon en los ojos aplomados, y nuevamente sin pudor se desbordaron, rodando hasta perderse en caminos ya trazados sobre la cremosa piel. Ayudando a menguar el dolor, limpiando y llevándose consigo pequeñas gotas carmesí en las pálidas mejillas, observo por horas el cuerpo laxo de aquel con quien compartió algo más significativo que simples lazos de sangre - ahora dispersa por toda la alcoba - rememoro placenteros y agradables momentos, experiencias compartidas, juegos y bromas hechas a los adultos, momentos que frente a lo que veía se volvían vanos y carentes de calor, el cómo crecieron siempre juntos, inseparables, para llegar al lóbrego presente, confrontándose a la soledad que equivalía un cuerpo sin vida, escucho de nuevo retumbar en sus oídos las palabras de su hermano mientras luchaba por arrancarle el arma de las manos;

-       ¿Es que no comprendes?...¿no puedes siquiera intentar comprender lo que pasa al alrededor tuyo? -le recriminó evitando su mirada pero mirándole de soslayo -...por favor Yeziel...déjame, ¡permíteme terminar con esto! - los ojos de Gioele impregnados de dolor indeleble, suplicaban ya no comprensión si no por lo menos la suficiente lastima como para que le permitieran rematar su vacío ser.

-       ¡Es que estás loco Gioele! - lentamente se deslizó hasta estar unos centímetros separados, paso un brazo por encima de los hombros de este rodeándolo en un tembloroso abrazo -... no te hagas esto...no me lo hagas a mi...soy tu hermano mayor...se supone que tengo que cuidar de ti...tal y como lo he hecho hasta ahora... ¡por favor! - con la mano libre sujeto de la muñeca la extremidad que sostenía el arma - dámela por favor...todo será como antes...todo estará bien... - haciendo aún más presión Yeziel tiro con fuerza haciendo que los dos cayeran, Gioele se incorporó de un salto hacia atrás aun con el arma entre los crispados dedos frente a su hermano acuclillado en el suelo.

-        Lo siento Yeziel, en verdad...pero... nada volverá a ser como antes...porque nada estaba bien antes, nunca nada ha estado bien...desde ese día...- el resoplido que escapo de entre sus labios resonó en la habitación, el murmullo reboto en las paredes, amplificándose con el eco - nuestro pequeño mundo se vino abajo cuando nos arrancaron de ella, de su calor y seguridad, ella no tenía que haberse ido, no sin nosotros,  desde hace nueve años nada ha estado bien, desde que nacimos todo siempre estuvo mal - sin percatarse el tono de su voz fue elevándose junto con la desesperación de mostrarle a aquel frente a él la realidad que siempre supo y decidió ignorar - ponte a pensar, ¡ ni un solo segundo es lo que debería de ser! - grito llevándose las manos y el revolver a los costados de la cabeza, intentando que esta permaneciera quieta y presionando las cienes que palpitaban enloquecidamente.

-       Gioele por favor tranquilízate... ¡dios!...para... ¡por favor para ya!...deja de hablar así... - no pudo más, el agua salina - que estuvo conteniendo - se precipito reacia por las comisuras y el escozor en las orbes azuladas le hizo llevar las manos y frotar frenéticamente  -...deja de escupir así las palabras... como si todo lo que paso fuera una completa aberración, nosotros somos felices Gio, siempre lo fuimos, no entiendo, tú no eres así, tu eres el bueno, ¡ ¡ tú eres lo bueno en mí!! - estallo de nuevo en llanto después de confesar lo que siempre embobino bajo llave en él - mi dios, mi héroe, un salvavidas... - balbuceo incoherente, liberando las palabras en murmullos imperceptibles.

-       Las personas se corrompen incluso los santos y los héroes Yezz, no hay nada que puedas hacer para evitarlo,... esa es nuestra salvación - articulo meditabundo, sonriendo a la lejanía -...una salvación que siempre he añorado, nueve años no pasan en vano, soy un niño vacío mi querido hermano - por vez primera clavo directamente su mirada plomada en la oceánica de Yeziel desorbitada por turbias mareas.

-       Je!...Nunca lo creí...en verdad que nunca lo creí... - rio por lo bajo mostrando una sonrisa perturbada - ...durante toda nuestra vida, creí o me hice creer, creí ciegamente el que conmigo bastaba, que conmigo podrías mantenerte a flote, pero no fue así... - se lamentó liberando el dolor que amorataba su mente - ...no fue así ¿verdad?, aunque ni siquiera le conociste, aunque ella nos abandonara, se quedó con tu cariño ¿no?, aunque esté muerta, aunque no te haya podido conocer... no la has podido olvidar, esa sensación de tenerla al lado mientras su calor escapaba dando paso al frio, a la fría muerte... - el llanto había cesado, los rastros secado y una pretenciosa lagrima rodo ante su perfil inclinado ­- ...te salve del abandono de nuestro padre pero no de la soledad en la que te hundiste sin darme cuenta, que egoísta soy, pensé que deberías estar bien, porque yo lo estaba, pensé que las pesadillas en estos meses habían terminado, que el miedo a la oscuridad se esfumo, que el pánico a las arañas menguo, pero creo que el de los miedos y fobias era yo mismo ­- extendió su mano y la abrió incitándole a entregar el revólver.

-       No, no, las cosas no son así del todo Yezz, estoy aquí por ti, siempre ha sido así, desde que ella murió sin saber que éramos dos, sin haber tenido la oportunidad de querernos por igual... - apretujo el arma entre las dos manos hasta que el cremoso tono de piel en los nudillos torno blanquecino, las extremidades temblaban delatoras, empuño el mango firmemente con la izquierda y  con la derecha deslizo un pequeño dispositivo hacia abajo amartillando el arma - ... yo soy el egoísta, no lo puedo soportar más, necesito verla y estar con ella, reclamando el amor que se llevó consigo,  soy yo el egoísta, por no pensar en ti y dejarte solo...necesito un descanso, un descanso por estos nueve años...lo siento - su rostro se oscureció decidido y sonrió melancólico proyectando en los pliegues de su rostro un mudo "perdóname", aproximo el cañón del revolver a una de sus sienes, colocando el dedo índice en el gatillo, tembló y cerró los ojos parcialmente, ejerció presión para terminar con todo, en una ráfaga de movimientos, dos gotas de agua cayeron de espalda contra el suelo alfombrado.

-       Yezz... ¿Por qué?... - sollozo Gioele hincándose a un lado de Yeziel -... ¿por qué lo hiciste? - cogió por los hombros a su mitad sangrante colocando la cabeza de este en su regazo, viendo como emanaba a borbotones la sangre, intento detener la hemorragia presionando el orificio en el borde del cuello pero la yugular no cesaba de  emanar ríos oscuros color purpura.

-       Por qué de los dos siempre fui yo el más egoísta Gio - logro articular entre gárgaras de sangre - permite que sea quien le conozca primero Gio, que te robe un poco de su cariño...por favor... - sonrió como despedida.

-       No me robaras nada, por favor recupera lo que siempre fue tuyo - se inclinó contra el yerto rostro de Yeziel presionando los labios de este contra los suyos, proporcionando un poco de calor, aquella energía que le abandonaba - hasta pronto Yezz.

-       Gracias Gio...esta es nuestra salvación.

 

Notas finales:

Por favor déjenme saber que tal estuvo este cuento, me alegraría mucho saber que por lo menos a alguien le interesa un poco lo que escribo 

Gracias! >////<


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