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CUANDO LA CADENA CASTIGA. por madamechan

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Notas del fanfic:

Bueno este fic lo hice para un concurso

el principio solo es intro y parece shonen ai... pero el segundo viene con su toke lemon tipico de mi socia YUi

Notas del capitulo:

UY! nuevo fic chicas

espero lo apoyen como a los demases

 

Siemnpre quice algo entre leorio y Kurapica asi que me estoy dando el gusto

 

saludos a Yui mi socia que me apoya con su cuota de pervert

 

La lluvia no ponía tregua ante la difícil situación.

-La fiebre no baja –Dijo. Mientras cambiaba paños mojados; miraba a quien vino tras la desesperación buscando ayuda y con su compañero en brazos.

-¿Demonios! De qué sirve esta licencia?! De qué sirve estudiar medicina si cuando él esta… -Terminó dando un puñetazo a la pared. – Demonios! Ya han pasado muchos meses y el sigue igual.

- No sé qué fue lo que le llevó a hacer tal pacto. –Pasó un paño húmedo por la frente del rubio para luego utilizar nem con aquella misma agua. En ese instante aquel de ojos rojos pareció sentir un pequeño alivio pues su rostro tendió a relajarse un poco. –Pero sea cual sea su razón… no debió arriesgarse a sacrificar su propia vida.

-Vengar a su tribu siempre fue su único objetivo… -El jamás usaría su poder para destruir a alguien ajeno a la situación.

-Debo irme. –Dijo mientras se ponía de pie y caminaba hacia la salida. -Procura usar el agua que preparé con mi nem.

-Te debo una… Nikki.

-Ya me pagarás Leorio… eres un buen doctor. Solo que su situación es distinta.

-aun así; si puedo alivianar aunque sea un poco su sufrimiento. Lo haré.

 

La pelirroja se retiró dejándolos solos. Leorio tomó un libro y se sentó al lado de su compañero. -<<Si tan solo Gon y Kilua estuviesen aquí>> -Tomó una jarra y mojó un poco de algodón para luego estrujarlo en los labios de su compañero. –Bebe un poco, no debes deshidratarte. –vio como la respiración agitada de su compañero indicaba que la fiebre no bajaba y que aún existía dolor en su pecho. –Debes recuperarte para que volvamos a reunirnos con Gon y Kilua… Kurapica.

Le dio las tres de la mañana. Se había dormido a causa de tantas noches con insomnio y de tanto correr buscando ayuda para aquel a quien deseaba proteger.

La lluvia no se detenía , junto a truenos y relámpagos que daban un toque trágico a la situación. Mas cuando aquella silueta que estuvo dormida tanto tiempo decide moverse. Vio a Leorio dormido al lado de un libro y muchas medicinas. Su visión era borrosa y ni siquiera sabía que hacia ni donde estaba. Posó una mano y acaricio la cabeza de Leorio esbozando una tierna sonrisa.

-Siempre te has preocupado por mí… Leorio. – De fondo se escuchaban como los truenos quizás tratarían de advertirle a Leorio que se despertara. En eso el rubio sintió una puntada tan dolorosa que creyó casi desmayar –Siempre pendiente de mi… y yo siempre evitando que lo hicieras… - Acercó su rostro al de su dormido compañero. Beso suavemente aquellos labios tratando de no despertarlo. –Adiós… Leorio. –Fue cuando con mucho esfuerzo se puso de pie y salió de aquel lugar.

 

Al despertar sintió como si hubiese descansado muchas horas y como nunca. Abrió los ojos y se percató de que Kurapica no estaba. El hecho de pensar en lo débil que estaba y en aquella tormenta le hacía estar más que preocupado. En dos tiempos se puso de pie y salió en su búsqueda.

Hacia frio y ni sus pies descalzos ni su ahogado corazón lo resistían. Sentía como si el frio más aquella cadena que durante mucho tiempo le fue fiel y que ahora le era traicionera apretara e intentara deshacerse de él.

-Demonios Kurapica! -Maldecía y maldecía el haberse dormido. Si algo le ocurría al rubio sería algo de lo que jamás se perdonaría. ¿Qué le diría a Gon, a Kilua y a sí mismo.?

<<Solo un poco más… -trató de dar un paso. Pero aquellas puntadas le eran demasiado –La araña está viva, la araña no morirá… ugh! … Cof! Cof!... Wuack! –al ver la sangre que escupía el temor lo invadió. –No quiero morir…. No quiero… morir…aun no…>>

Sin darse cuenta yacía sobre la calle inerte.

-Gon… kilua… Leorio…

Cerró lentamente los ojos y se dejó vencer.

-Lo siento…

Sabía que Kurapica estaba demasiado débil como para haber llegado muy lejos. Por lo que decidió ir a pie y así no perder ningún detalle de vista. Era como buscar una verdadera aguja en un pajar donde no sabía qué dirección tomar

<<¿Qué ruta habrá tomado?... –Era difícil adivinarlo pero para alguien como él fue cosa de usar instinto y correr por aquella dirección. >>

De la nada comenzó a granizar –Demonios! –corrió a refugiarse bajo un edificio. Miraba los pequeños trozos de hielo caer de manera tan violenta. Pensó en continuar por si su compañero estaba afuera pero de tanto correr estaba agotado. –Debí llamar a ese amigo del que Kurapica tanto habla… ese que puede escuchar los latidos y definir situaciones… Shinretsu? Sunritsu? Senritsu?... Demonios no tengo cabeza para andar pensando e nombres ahora.

Llevó su mano a la cabeza al sentir un leve dolor. Se dice que cuando estas en momentos de estrés suelen darte migrañas o pequeños dolores y para Leorio fue así. Algo en su mente le tenía medio preocupado; sentía que olvidaba algo. Fue en aquel momento en que sus labios recordaron el beso de despedida del rubio.

Flashback

-Siempre te has preocupado por mí… Leorio. – De fondo se escuchaban como los truenos quizás tratarían de advertirle a Leorio que se despertara. En eso el rubio sintió una puntada tan dolorosa que creyó casi desmayar –Siempre pendiente de mi… y yo siempre evitando que lo hicieras… - Acercó su rostro al de su dormido compañero. Beso suavemente aquellos labios tratando de no despertarlo. –Adiós… Leorio. –Fue cuando con mucho esfuerzo se puso de pie y salió de aquel lugar.

Fin del flashback

Un escalofrió recorrió su cuerpo como si temiese que su compañero hiciese algo peligroso. El no está en condiciones de volver a pelear. Llevó sus dedos a sus labios y recordó ese instante otra vez para luego percatarse de que en la calle de enfrente yacía en el suelo inconsciente y expuesto a los granizos.

-Kurapica! Kurapica! –Va corriendo hacia el para luego tratar de despertarlo – Vamos reacciona Kurapica! –Tomó su pulso –Es débil pero aún vive. –Tomó en brazos al desmayado y regresó de inmediato a donde se estaban quedando.

Tomó aquella jarra con agua que Nikki le dejara y con un paño limpió su rostro; le dio agua con un algodón pero el rubio estaba muy mal. Abrió los ojos y al ver a su compañero frente a él usó toda su energía para atraerlo hacia él y decirle:

-No… quiero morir…

-Ku… rapica…

-Leorio… -Dejó caer unas lágrimas –no …quiero… morir

-No vas a morir; ya verás que todo saldrá bien. Gon y Kilua pronto regresaran.

-La… araña esta… operando nuevamente… la araña tiene nuevas patas… ugh!...

-Kurapica!

-Aunque cometí un error… y la cadena de nem que me rodea me está castigando… aun mi objetivo no acaba…

-Kurapica…

Calló rendido a la cama agarrándose el pecho debido al intenso dolor que sentía; se retorcía una y mil veces. En un instante esos ojos tornaron de un rojo más que intenso y aquella cadena se mostró indicando hacia el oeste con un extremo y el otro envolviéndolo y apretándolo cual serpiente con su presa. Para Leorio esto era impactante. Finalmente Kurapica pegó un grito y cansado dejó de luchar.

-Leorio…

-Dime.

-No me dejes solo.

Quizás nunca esperó oír tal frase; pensó que definitivamente el rubio no pasaría de hoy y su corazón se llenó de una enorme tristeza.

-Claro que no te dejaré solo –Lo abrazó fuertemente. –Nunca te dejaré …

-Leo… rio –Kurapica quiso llorar en sus brazos. Sintió que con esa respuesta Leorio estaba diciéndole algo muy valioso.

Debido a que ya no poseía fuerzas para luchar más; las lágrimas lo vencieron y lloró como un niño en brazos de su compañero. Los meses que habían transcurrido desde que derrotaran a Kuroro y que Kurapica enfermara habían hecho cambios en el rubio. Su cabello había crecido 5 dedos haciéndolo verse muy lindo ante cualquier ojo (Leorio no era peluquero pero procuro que el rubio por lo menos no se viera descuidado y solía afeitarle el rostro; Kurapica no sería kurapica si usase barba). Su cuerpo débil se dejó sostener en aquel abrazo y sin luchar se quedó dormido así. Leorio no quiso apartarse de él ningún instante. Estuvo tentado a recordar aquella escena en la que medio dormido sintió los labios del rubio pero no se atrevió y lo sostuvo hasta que anocheció nuevamente.

 

 

Notas finales:

Espero reviews muchos reviews ^^


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