Era un día como cualquier otro Onodera Ritsu se disponía a buscar información para la investigación que el sensei de literatura les había pedido, se dirigió a la biblioteca donde podría investigar con tranquilidad.
Al entrar vio que algunos de su clase estaban ahí también haciendo su trabajo, saludo a unos cuantos y luego se dispuso a buscar los libros que necesitaría para realizar su trabajo. Dejo sus cosas en una mesa cerca de la ventana y fue en busca de diversos libros de apoyo.
Luego de unos minutos llevaba una montaña de libros que consideraba necesarios para su trabajo, pero eran demasiados que no veía por donde iba, estuvo a punto de perder el equilibrio pero logro controlarse, unos pasos más adelante se topo con un estudiante que tenía un libro en las manos, Ritsu estaba tan distraído tratando de no caer y de ver el camino, que no logro ver a su compañero y este tampoco lo vio ya que estaba hundido en su lectura entonces ambos terminaron en el suelo junto con los libros.
-lo siento mucho no lo vi – se disculpaba Onodera mientras se incorporaba
- no te preocupes yo tampoco te vi, estaba muy distraído- le contesto el alto castaño.
Al escuchar esa voz Ritsu dirigió su mirada hacia el estudiante que le ayudaba a recoger sus libros, al verlo quedo cautivado por aquellos ojos café que lo miraban fijamente, esa cara de seriedad y soledad a la vez, y su amabilidad que sintió por primera vez como su corazón latía a mil por hora, no pudo articular palabra alguna solo se quedo ahí congelado.
-ten más cuidado para la próxima vez que decidas llevar contigo una montaña como esa – le sugirió mientras se marchaba a leer a su lugar de costumbre.
Ritsu no pudo ni preguntarle su nombre ni siquiera pudo agradecerle por su ayuda solo lo vio alejarse con una mirada que te penetra el corazón y el alma. Él ahora enamorado Onodera se dispuso a irse al lugar que había elegido para trabajar, todo el tiempo que paso en la biblioteca intentando hacer su investigación no paro de pensar en aquel chico con el que sin querer había chocado, en unos segundos su mente estaba llena de imágenes en las que él y su sempai estaban felices, tomados de la mano, besándose, juntos en navidad, e incluso ya mayores como una feliz pareja que vive bajo el mismo techo, toda su mente se inundo de ellos, en un instante creía haberlo visto con la mirada fija en él mismo pero solo fue una ilusión que creía haber tenido.
(Masamune había pasado cerca del lugar donde se encontraba Ritsu trabajando quería ver otra vez esa cara sonrojada que tanto le había gustado por eso Ritsu creía haber visto a su amado)
Sin embargo no contaba con que aquel chico de nombre Saga Masamune también tenía constantes pensamientos sobre él, también anhelaba estar a su lado, tomarle entre sus brazos y decirle al oído “TE AMO” pero ni siquiera sabía su nombre de la impresión de encontrar de repente a aquel joven olvido informarse sobre el nombre de aquel individuo que de igual manera lo había cautivado, esa torpeza y timidez le habían fascinado deseaba tanto volver a topárselo para intentar encontrar en esos ojos verdes la chispa del amor.
Ambos intentaron por todos los medios saber el nombre del otro pero no tenían éxito. Intentaron de todo incluso hurgaban en los archivos de las oficinas de la escuela para poder conseguir una sola pista que los guiara al otro, pero no obtuvieron buenos resultados, siguieron así por 3 años amándose el uno al otro sin declararse, sin poder confesar sus sentimientos, desesperados por verse aunque fuera solo por un momento, Masamune anhelaba tanto ver al oji-verde y Ritsu deseaba tanto ver al sempai de sus sueños.
Un día en la biblioteca uno de ellos consiguió el nombre tan anhelado, Saga Masamune al fin Ritsu sabia el nombre de la persona de la cual había estado enamorado por 3 largos años a pesar de que jamás volvieron a cruzar palabra alguna se sentía cerca de sempai al leer los mismos libros que él, se sentía como un acosador pero no le importaba solo quería leer y leer los miles y miles de libros que fueran necesarios por ello se dispuso a averiguar cuáles eran los libros que Masamune leía quería sentirse cerca de su amado aunque solo fuera por ese medio.