Cap1
De nuevo lo habían despedido, era una real basura. Normalmente si no lo despedían, el mismo renunciaba a los empleos porque lo aburrían. Eso desde que se había graduado en periodismo. Amaba su carrera, de verdad, pero él quería algo mas, no estar en una imprenta o en una editorial. El quería escribir sus propios reportajes de interés mundial, como por ejemplo política y cosas por el estilo.
Cargando con una caja donde se encontraban todas las cosas que habían estado en lo que antes era su escritorio de trabajo, caminaba por las calles apresurado hasta que llego a un pequeño edificio, que no era de los más lujosos, pero tampoco de los peores que existían y rápidamente subió las escaleras hasta el tercer piso. Hubiera tomado el ascensor pero este hacia un sonido muy raro al moverse y se trababa continuamente, cosa que le daba una real fobia. Rebusco en sus bolsillos con una sola mano, mientras en la otra cargaba todo el peso de la caja. Sus llaves siempre le fallaban en ese tipo de casos, nunca las encontraba. Después de un momento muy tortuoso las hayo y empezó a abrir la puerta con dificultad cuando su móvil empezó a sonar una y otra vez.
- Diablos – soltó mirando a todos lados
Abrió por fin la puerta, la empujo fuertemente con un pie y tiro la caja por cualquier lugar… era un desastre, pero lo olvido en seguida por el sonido de su móvil que era realmente insistente.
- ¿Si? – contesto
- Shuichi, ¿Qué fue ese mensaje? ¿Cómo que te han despedido? – se escuchaba la voz preocupada de su mejor amigo Hiro al otro lado de la línea
- Llego alguien con más experiencia y más ganas de trabajar que yo, ya sabes – se tumbo en su sofá despreocupadamente – tú tienes suerte, igual eres periodista y trabajas en las oficinas de una revista de mucha importancia y tienes de jefe al mejor escritor que hay en el mundo
- Soy su asistente, sabes que aquí no escribo, además…
- Hiro, pasa a mi despacho por favor – lo interrumpió la voz de su jefe del otro lado de la línea telefónica de la oficina
- Mierda – susurro el pelirrojo – tengo que colgar Shu, te llamare después
Corto la llamada y sin mucho ánimo camino hasta el despacho de su jefe Yuki Eiri Uesugi, quien era famoso por ser el dueño de una prestigiosa revista llamada “¿Qué Pasa?” la cual tenía dos versiones, una para gente adulta y otra en su versión juvenil, salían dos ejemplares distintos cada quince días. Llamo a la puerta y entro sin esperar respuesta
- ¿Me llamo? – se acerco al escritorio de su jefe quien no apartaba los ojos de unas hojas
- Si Hiro – tardo un momento más en por fin mirar al joven y rebusco entre el montón de hojas que habían sobre su escritorio – bien – dijo tomando un papel y después de verificar que era el que buscaba lo extendió hacia el menor para que lo tomara – quiero que lleves esto a todos los periódicos – Hiro tomo el papel – necesitamos a alguien nuevo – suspiro – falta gente y eso que somos muchos por aquí. Mañana empiezan las entrevistas a primera hora, solamente serán mañana, no quiero perder mi tiempo viendo a inútiles mas inútiles que los inútiles – pensó un poco – puedes irte
Sin más Hiro salió y en seguida tomo el móvil para poder volver a hablar con su mejor amigo… sonó una, dos, tres veces hasta que por fin contesto el pelirosa.
- Shuichi, morirás de emoción por lo que te diré
- Nada me emocionaría en este momento – dijo mientras tomaba una taza de café bien caliente
- En la revista buscan empleado, el jefe me lo acaba de decir, mañana a primera hora empiezan las entrevistas con el – miro el papel para revisar lo que decía – tienes que traer trabajos que hayas escrito si es que tienes y tu titulo – se sorprendió por tan pocos requisitos y eso lo hizo pensar que sería aun mas difícil conociendo a Yuki Eiri – ven presentable, a el jefe le gusta la gente presentable y trae muchas ganas de trabajar, te recomiendo que hagas un discurso para darte una idea de lo que dirás para la entrevista pero que tampoco suene tan fingido, el jefe odia la hipocresía
- Muero por que sea mañana – dijo Shuichi muy emocionado y corto la llamada
Shuichi salto por su pequeño apartamento, en parte porque sabía que en ese lugar recibiría buena paga y saldaría sus deudas, trabajaría con el hombre que más admiraba en todo el planeta, aquel que lo había inspirado.
Por lo que le decía Hiro parecía que hablaba de un monstruo al referirse a Yuki Eiri, pero al leer sus novelas románticas sabía que en el fondo había alguien muy sensible.
Lo que resto del dia y parte de la noche se dedico a buscar todo lo que había escrito desde su carrera hasta ese punto de su vida, la mayoría de sus trabajos escolares y todo lo que creía que podría impresionar al escritor.
Al día siguiente se levanto muy temprano en la mañana, se baño y vistió de traje, metió todas sus cosas en un portafolio para parecer profesional y sin dudar se encamino al gran edificio donde tenían lugar las oficinas de la revista “¿Qué pasa?”. Cuando entro por la puerta de cristal lo único que vio fue una gran recepción donde se encontraba una recepcionista como si de un hotel se tratase. Dudando se acerco hasta ella.
- Muy buenos días – dijo ella con una gran sonrisa – bienvenido a las oficinas de “¿Qué pasa?” ¿En que lo puedo ayudar?
- Vengo a las entrevistas de trabajo
- ¡Oh! – dijo ella – ya vinieron muchos para eso, tiene que subir al tercer piso y ahí hay una sala y se encuentra el secretario del jefe, tiene que acercarse a el, darle su nombre y sentarse esperar como los demás – sonrió – le deseo mucha suerte
Shuichi se encamino al elevador, esperaba que ese no fuera como el del edificio donde vivía, y claro que era diferente, muy diferente y elegante. Presiono el numero 3, esperaba no perderse. Le dio una tremenda curiosidad y se fijo que los números del ascensor llegaban hasta el numero 10, ¿Qué haría el jefe en el 3er piso? Pensó un momento una respuesta pero fue imposible llagar a ella ya que un sonido le hizo saber que había llegado al piso deseado. Dudoso salió del elevador y camino. Había una enorme sala muy elegante, los muebles eran realmente finos y en ellos se encontraban sentados 7 hombres los cuales se veían muy profesionales, hasta más que el mismo. Miro un poco mas hasta que encontró a su amigo sentado detrás de un escritorio con un ordenador al frente, tenía el teléfono y hablaba un poco enojado, seguramente eran asuntos de trabajo. Cuando por fin colgó, fijo su atención en el recién llegado y le hizo un gesto para que se acercara.
- Muy bien Shu – dijo en tono bajo cuando el pelirosa estuvo frente a él – todos esos que están ahí igual vienen a la entrevista, yo que eh estado aquí eh visto mujeres y hombres salir llorando de esta oficina – con un movimiento de cabeza señalo la puerta que estaba a un lado de él – da lo mejor que tengas que no te quiero ver igual que ellos
- Hare lo mejor que pueda – dijo ya un poco nervioso
Después de que Hiro lo anoto en una larga lista de nombres, se fue a sentar junto con los demás. Su amigo iba llamándolos uno por uno, y era verdad, algunos salían con cara de decepción y otros llorando. Parecía una pesadilla, no pudo evitar sentirse inseguro, ellos se veían más profesionales que él y habían sido rechazados, no podía creerlo. Después de él, habían llegado 5 personas más y en ese momento se dio cuenta de cuantas personas deseaban trabajar a lado del famoso escritor que se encontraba al otro lado de esa puerta.
- Shindou Shuichi – escucho la voz de su amigo llamarlo después de que otro hombre derrotado salía de la oficina del jefe.
¿Qué hora era? ¿Las 9 am? Debería de estar desayunando algo delicioso hojeando el periódico para encontrar otro empleo mejor que ese o uno donde fuera menos difícil ser aceptado, pero ahí estaba, caminando hacia esa puerta que en ese momento le pareció enorme y lejana. Cuando paso a un lado de su mejor amigo este le dijo algo que el pelirosa no entendió muy bien, pudo interpretarlo de muchas maneras “suerte” o “muerte” o tal vez “vete”. Le sudaron las manos pero aun así abrió la puerta.
- Adelante – dijo la voz del rubio que se encontraba sentado detrás de su escritorio con muchos papeles en la mano y otros tantos regados por todos los lugares de la oficina y el cesto de basura que estaba a su lado estaba rebosando de papeles arrugados
Shuichi se acerco dudoso y se sentó enfrente del mayor, quien ni siquiera lo miro. Esperaba que dijera algo, que le diera una señal de que seguía siendo consciente de su presencia ahí pero nada paso. Un minuto, dos, después tres
- Dime algo que me impresione – dijo Yuki azotando sus papeles en la mesa – no tenemos todo el día
- Bien – Shuichi pensó un momento que era lo correcto que debía de decir – quiero que sepa que conozco su trabajo demasiado bien y en verdad me encanta su forma de expresarse en cada artículo y en cada li…
- Basta de adularme – dijo con fastidio – tutéame, no soy un anciano – suspiro – tus trabajos – exigió
Shuichi se apresuro a dárselos y miro como el rubio miraba cada uno de forma analítica. Hizo a un lado los papeles que había sobre su escritorio, tirando la mayoría al suelo y puso ahí los trabajos de Shuichi y eligió uno al azar. Leyó atentamente por un rato sin decir nada.
- Basura – dijo al terminar tirando la hoja a un lado y así lo hizo con cada una de ellas hasta que una llamo su atención – interesante – soltó haciendo que Shuichi tuviera un poco de esperanza porque cuando veía como ese hombre aventaba todo su trabajo como si no le hubiera costado nada hacerlo, sentía unas enormes ganas de golpearlo – Y esperare aquí sentado esperando a que vuelvas, porque al final tu eres mía, y lo que te pertenece siempre vuelve.- leyó en voz alta el rubio – eso es de uno de mis libros
- Así es – dijo Shuichi alegre – esa frase me inspiro mucho
- Que poco original que tengas que copiar mis frases – ante esas palabras Shuichi sintió como si le hubiesen tirado agua fría encima
- Los buenos artistas copian, los grandes artistas roban
Eiri levanto la mirada ante lo dicho por el chico, sonrió, pero no era una sonrisa cualquiera, era una sonrisa de burla
- Tu no pasas de ser una copia – Shuichi tuvo unas enormes ganas de tomar sus cosas y salir del lugar para poder llorar – pero – dijo el rubio acomodándose en su asiento – de todos los que eh tenido hoy eres el menos desastroso, de hecho, hasta puedo decir que estas decente – miro el reloj que marcaba las 9:30 – y ya es tarde, estoy aburrido de ver a mas, necesito que empieces hoy, quedas contratado
- Muchas gracias – dijo Shuichi
- Si, no te emociones tanto. Tu hablaste de los grandes artistas – le devolvió los trabajos a Shuichi – esos grandes artistas empiezan desde abajo, tu lo harás de la misma forma – sonrió al ver la cara de confusión de Shuichi – primero estarás haciendo mandados, llevando cafés, sacando copias y después… después te asignare un departamento para que empieces como ayudante en el, tal vez mas adelante llegues a un puesto en ese departamento y al final, si me convences podrás escribir en la edición juvenil de “¿Qué pasa?” – suspiro – la otra revista es un caso serio, no entra cualquiera a escribir en ella, tienen que contar con mucha experiencia para expresarse, puede que con los años te ganes un lugar ahí…
- Jefe, la junta está por comenzar – dijo Hiro entrando de improvisto a la oficina
- Prefecto - se levanto de su asiento – despide a todos esos patanes de afuera, tenemos nuevo integrante en el equipo – miro a Shuichi – sígueme – Shuichi camino detrás de su ahora jefe – Hiro, después de despedirlos te esperamos en la junta, eres indispensable como todos los demás – dijo para después guiar a Shuichi hacia el ascensor
Lo había logrado, su sueño de toda la vida, un trabajo así. Iba a empezar desde abajo, era verdad, pero por algo se empieza, iba a poner todo su esfuerzo para llegar a escribir en la edición para adultos, no sabía cómo, pero lo lograría, de eso estaba seguro
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español