Acababa de salir de NG de trabajar como loco, porque según sus amigos estaban retrasados por sus constantes cambios de humor, sus llegadas tardes y un sinfín mas de razones que el justificaba como justificables.
Cuando por fin salió de aquel monumental edificio sintió casi inmediata mente el aire que chocaba contra sus mejillas deteniéndose a ver como la noche había cubierto la ciudad, fijando sus hermosos ojos al cielo pudo darse cuenta que por alguna extraña razón ese día era diferente, sentía que podría hacer de todo y mas, esas brillantes estrellas en ese hermoso cielo nocturno despejado le decían que no habría obstáculo en su camino, a pesar de estar cansado la noche era increíblemente hermosa y el clima jugaba al favor de aquel sorprendente cielo.
Tenía la sensación de incluso poder volar, poder gritar, poder soñar, y con esas maravillosas sensaciones su mente trajo casi instantáneamente a aquel ser que tanto amaba, el solo hecho de pensar en salir junto a su amante hacia que su corazón rebozara de felicidad, imaginando a su yuki junto a él tomados de la mano, mirando aquel panorama tan contempladle y romántico. Haciendo que un leve sonrojo subiera por sus mejillas, que era incrementado por la frescura de la noche, inundando todos sus sentidos llevándolo a un completo éxtasis.
A pesar de todos aquellos remolinos de sentimientos su cerebro logro recapacitar y formularle una interrogante ¿lograría sacar a aquel escritor de su santuario? lo dudaba, era casi imposible, no era que el escritor fuera un ogro o un dragón defendiendo aquel castillo pero respecto a romanticismo tenía como el mismo había dicho en alguna ocasión cero talento. Sin embargo sabia no podía darse el lujo de desperdiciar una noche como esa.
Con aquella idea ya en mente comenzó a correr sin importarle nada, solo pensaba en llegar lo antes posible donde se encontraba aquel hombre que lo cautivaba, quería sacar a su amado escritor de las penumbras en las que estaba seguro lo encontraría.
- Yuki!!! Tadaima!!! – llegando a donde agradecía poder decir hogar, corriendo rápidamente donde sabia podría encontrar a quien buscaba, realmente no esperaba respuesta, sabía de antemano que no la habría, llego frente a la puerta que lo separaba de yuki tomo la manecilla y abriéndola de un solo tirón entro en la habitación.
- Yuki - dijo acercándose a la espalda del escritor, enrollando sus pequeñas manos en el cuello de yuki dándole un tierno beso en el cachete
- ¿Que quiere baka? – dejo por un momento el trabajo que realizaba para mirar levemente a quien estaba abrazándolo
- Yuki la noche está realmente espectacular- dijo totalmente emocionado –se que tienes mucho trabajo pero tal vez podrías desocuparte un rato y salir conmigo al parque ¿Qué piensas?- termina de decir poniendo la expresión mas tierna que sus facciones le permitieran.
- ¿Quieres que deje mi trabajo para acompañarte a al parque solo porque te parece que la noche es espectacular? -
Si le decía que si sabía que solo conseguiría una palpitante venita en la frente de su amado escritor pero ya había dado el primer paso -Vamos yuki, créeme no te arrepentirás y sé que a ti también te gustara la vista además de que te servirá un poco de inspiración para tus novelas-
El escritor lo miro sin atinar a decir nada levantando levemente un ceja y mirándolo de manera inquisidora –Suhichi escúchame bien por muy hermosa que este la noche no pienso salir del departamento, mi inspiración tampoco necesita ver la maravillosa noche para poder seguir trabajando así que simplemente desaparece- termina algo tajante el escritor
- Pero yuki –haciendo un pequeño puchero - sé muy bien que llevas tu novela adelantada unos minutos que te tomes no causaran problemas -
- Deja de insistir, si digo que no, es no – tomando de nuevo su posición de trabajo
- Porfav... -
- Cállate de una buena vez! - perdiendo la poca paciencia, elevando un poco el tono de voz – Busca que hacer y déjame trabajar-
- ¿Buscar que hacer? Yuki no quierooo~ - decía comenzando a hacer un berrinche – quiero salir contigo, onegai yuki-
- Mira mocoso lárgate de una maldita vez, busca alguien más que te saque a pasear - al borde de entrar en una crisis
- Pero quiero ir contigo - algunas lágrimas comenzaban a asomarse
- Me tienes cansado con tus berrinches - perdiendo totalmente los estribos –lárgate a ver tus estupideces y busca quien te lama el culo y déjame tranquilo- termino gritándole
Tantas veces ha sido tratado de la misma forma inclusive varias peores, debería haberse acostumbrado, pero no era así, le dolía mucho la frialdad de su escritor, las palabras hirientes y en vez de ir acostumbrados sentía que su corazón dolía cada vez más, no es que el escritor se portara peor con el por el contrario había de cierta manera suavizado su carácter, pero era simplemente el hecho que cada día su corazón le pertenecía mas a ese escritor, cada día tenía un mayor control sobre él y cada día simplemente era más fácil destruirlo.
Salió corriendo antes las ya conocidas frías palabras del escritor ¿Cuantas veces se había repetido una y otra vez la misma escena? ¿Cuántas veces había sido corrido? ¿Cuántas veces había tenido que ir al apartamento de su mejor amigo? ¿Cuántas veces más continuaría esto?