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Crei que te amaba... por Kiro_sama

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Notas del fanfic:

 

Notas del capitulo:

En este fic estan colocados muchos sentiientos de los cuales no he podido comentarle a nadie...


"ME GUSTARIA" que comentaran acerca de como imaginaron que fue el  jardin, ¿que cosas habia? ¿de que color esan las flores?, etc.

Los personajes de “Inuyasha” no me pertenecen (ni nunca lo harán). Son solamente de la sensei Rumiko Takahashi, a quien le debo gran parte de mi niñez.
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Hace algunos años, Inuyasha jugaba en el jardín, contando con apenas ocho años de edad. Se divertía bailando y dando vueltas en la gran propiedad de su lugar favorito, mirando caer las flores a su alrededor, sin alguna razón, había comenzado a cantar la canción que le habían enseñado sus padres a él y a Sesshomaru.

-¿Cuantas no-ches más, por mi culpa no podrás dormir? Si me amas, déjame ir… Si me amas…

Dentro de la propiedad, Sesshomaru hablaba, o más bien escuchaba, a unos hombres de traje oscuro. Lo único que traían eran malas noticias.

-¿¡Cómo!? ¡No, no puede ser, están mintiendo!

-Lo sentimos joven Sesshomaru. Al parecer el clima empeoró y el avión donde viajaban sus padres se estrelló contra unas montañas y… Nadie pudo sobrevivir…

-Pero…- Dijo Sesshomaru mirando por la ventana, viendo a Inuyasha -Se suponía que llegarían mañana, yo se lo prometí…

El menor al estar bailando en su lugar favorito, sin querer cayó sentado sobre el césped. En vez de llorar por el golpe comenzó a reírse dulcemente, subió a un pequeño columpio que estaba en un hermoso árbol, en ese lugar se sentía muy seguro, se acomodó y terminó de cantar su canción mientras se columpiaba.

-¿Cuántas no-ches más, por mi culpa llorarás pensando en un “nosotros dos”? Si me amas déjame ir… Si me amas, alégrate, no llores por mí…

Sesshomaru esa noche lloró como si el llanto pudiera traer de regreso a sus padres, abrazado junto con su hermano, sufrió cuanto pudo su pérdida. El mayor heredó automáticamente los millones de su padre, además de sus ahorros e inversiones por cobrar. Teniendo apenas  doce años, ya era considerado una de las personas más poderosas del país. Aunque, claro, eso no le importaba en ese momento.

Sus ojos se fijaron en Inuyasha, las lágrimas no dejaban ver muy bien su tierno rostro, su boca estaba muy seca y con su débil puño no dejaba de soltar la ropa de su hermano. Tratando de contener el llanto de su hermanito, le dijo al oído:

-I-Inuyasha, no llores, tranquilo. Yo estoy contigo…

-Sessho-maru-Dijo con un nudo en la garganta-No me abandones como mamá y papá, dime que siempre estarás conmigo…

-Solo si tu prometes que no me abandonarás

-Te lo prometo…

-Entonces, siempre estaré contigo, nunca te dejaré, Inuyasha…

Se abrazaron y juntos se quedaron dormidos.

****************************************************

Mucho tiempo después, Sesshomaru ya había terminado sus estudios universitarios, y a Inuyasha solo le faltaba poco. La mansión no había cambiado en nada, pero sus residentes sí.

Una tarde de domingo, los dos estaban juntos en el estudio, el mayor revisaba unos papeles y el menor solo lo observaba. Los sirvientes tenían prohibida toda la parte del cuarto piso, donde además del estudio, también se encontraban las habitaciones suyas y de sus padres, así que cada que subían ahí estaban totalmente solos. Además de que los sirvientes se iban antes del anochecer.

-Sesshomaru, ¿me quieres?

-Claro, siempre me lo preguntas y siempre te digo que sí

-Ah… ¿Qué tanto?

-Mucho…

-Ok… ¿Te puedo preguntar algo?

-Dime

-¿Por qué te volviste tan insensible cuando papá y mamá murieron?

Sesshomaru se paralizó, meditó unos segundos, luego volteó para con Inuyasha y se acercó un poco.

-Pues, pienso que lo hice para volver mi espíritu más fuerte, así, al no quebrarme tan fácil, podría proteger el tuyo también.

-¿Mi espíritu?

-Saa,  veo que aún no lo entiendes, igual. Mi idea siempre a sido cuidarte de todo desde aquel día, porque…

-Tu amor de hermano se convirtió en amor verdadero, ¿no es así?

Inuyasha sonrió y Sesshomaru lo hizo muy levemente al asentir. Luego sellaron sus palabras con un tierno beso que no se hizo de esperar, y comenzó a volverse más apasionado y salvaje. Sesshomaru empujo levemente a Inuyasha y éste pegó con el escritorio sin hacerse daño, el mayor acariciaba cada vez más rápido las partes íntimas del cuerpo de su amante, y el constante movimiento causó que algunos papeles cayeran al suelo. Al darse cuenta, Inuyasha trató de advertirle a su hermano (sin dejar de besarlo).

-Hum… Sheshmuaru, tugs papgemles…

Sesshomaru dejó de besarlo un momento

-Al diablo los papeles… Me interesas tú…

Lo cargó y se lo llevó a su habitación. Esa noche, al igual que muchas otras,  sus cuerpos se unieron en un salvaje encuentro prohibido, lleno de amor y pasión descontrolada. Dando gritos de placer  mientras se amaban como ellos querían, y no como la gente esperaba.

-Ah, ah, Sessho… Sesshomaru… Más rápido… Ah, ah, ah…

-Inu…Yasha… Ah, te amo… Ah, ah…

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Al día siguiente, Inuyasha se encontraba dentro de la universidad tomando clases cuando, ella llegó…

-Jóvenes-Les dijo su profesor-les presento a la señorita Kagome Higurashi,  ella se unirá a su grupo desde ahora. Bien, puede sentarse junto al joven Inuyasha que esta ahí.

El maestro apuntó con su bolígrafo a Inuyasha, Kagome hizo un movimiento de cabeza y avanzó sentándose junto a el. Éste se había quedado hipnotizado al mirar el bello rostro de la chica, nunca había visto o imaginado a una mujer tan hermosa como ella.

-Hola, soy Kagome. ¿Inuyasha, no? Espero que seamos buenos amigos.

-E-Es un placer-Contestó con un tono algo torpe.

Los días pasaron y Kagome e Inuyasha se habían vuelto los mejores amigos, en todo el día eran solo ellos dos. Inuyasha no dejaba de observarla ni un momento, le gustaban sus ojos, su risa, su voz, su cabello… Al llegar a su casa, lo primero que hacia era contarle a Sesshomaru lo que el y Kagome habían hecho en todo el día.

-…Hoy, en la hora del receso-Comenzaba-Subí a la rama de un árbol enorme y ahí me senté, ella quiso imitarme y le dije “te lastimarás” pero no hizo caso, entonces cuando casi iba a llegar, se resbalo, ¡y quedó colgada de su mochila! ¡Fue tan gracioso! No dejaba de gritar “¡Waa Inuyasha, Inuyasha, ayúdame que me caigo! La bajé y comenzó a golpearme en el pecho como si yo hubiera tenido la culpa, hubieras visto la cara que tenía…

Sesshomaru escuchaba atento a su hermano, cada que Inuyasha  hablaba sobre lo bien que se la pasaba con ella, su corazón se rompía poco a poco por no poder darle la felicidad que merecía y conseguía de esa persona.

-Sesshomaru, ¿pasa algo?

Todo empeoraba cuando Inuyasha le preguntaba eso. “Ni siquiera se da cuenta de lo mucho que me hace sufrir”, pensaba. Lo hacia enfurecer y entristecer al mismo tiempo.

-No-Dijo en tono molesto

-Saa… ¿Te he contado sobre la vez que Kagome y yo…?

Sesshomaru llegó al límite, se dirigió a su hermano y fuertemente le dijo:

-“Kagome y yo”, “Kagome y yo”, “Kagome y yo”, ¿no sabes decir otra cosa?

-¡¿Pero que te sucede!?
 
-Desde que esa chica esta en tu salón no haces mas que hablar de ella

-¿Y? ¿Acaso eso te afecta?

-Admítelo Inuyasha… Estas enamorado de ella…

-Pues…-Le contestó Inuyasha algo dudoso para luego agregar firmemente- … ¡Si, lo estoy!
 
El mayor no se sorprendió, pero aquellas palabras lo destruyeron por dentro. Él sabía muy bien que dolerían, pero no había tenido idea cuanto.

-Sesshomaru nii-san, tú… Nosotros sabemos que lo nuestro está mal, no es correcto.

-¿Y por que lo dices hasta ahora?

-Yo…

-¡Por qué no lo dijiste cuando estabas haciéndolo conmigo!

Inuyasha bajó la mirada, y se dirigió a su hermano sin mirarlo.

-He cambiado Sesshomaru. Ahora a la única persona que amo es a Kagome ¡Y no a ti!

-No entiendo Inuyasha. Yo he estado junto a ti siempre, te conozco perfectamente, no puedes darme la espalda por una chica que conociste hace unos días.

-Sinceramente… Eso no me importa. Los dos somos felices juntos.

-¿Y crees que cuando le digas sobre lo nuestro seguirá siendo tu amiga?

Inuyasha cerró los puños firmemente, Sesshomaru era capaz de decírselo si él se negaba a hacerlo, además, si es que sucedía algo con ella, se daría cuenta con tan solo ver sus “marcas” y “señales” que tenia en su cuerpo, las cuales solo podían ser hechas por un... hombre…

-Ella…-Agregó decidido y ahora mirando fijamente a su hermano mayor-Ella… ¡Ella será mi novia, y cuando le diga sobre lo que pasaba entre tu y yo me seguirá queriendo!

-Te vez tan… Seguro…

Sesshomaru tomo a Inuyasha del rostro y lo acercó a su cara. Trato de besarlo pero Inuyasha se volteo. Esto era definitivo, había perdido a su hermano, a su amante, a su vida. Lo soltó y se acerco a su oído para susurrarle dulcemente.

-Si este es el camino que escoges, no te detendré. Adelante, yo te apoyo. Ve con ella, tu espíritu ahora es fuerte.

Inuyasha se tranquilizo, no entendía muy bien las palabras de su hermano, pero simplemente siguió su instinto y se fue a dormir.

Al día siguiente no le dirigió ni una sola palabra a Sesshomaru, hasta que llegó de la universidad y se topó justamente con él en la entrada. En sus ojos se reflejaba tristeza, y en su voz un ligero dejo que nadie lograba captar además de Inuyasha.

-¿Y? ¿Me dirás o solo piensas guardártelo?

-Dime, ¿Qué cosa es a la que te refieres?

-Higurashi… ¿Es tu novia ahora?

Inuyasha frunció el seño, esquivo la mirada de su hermano y en tono bajo contesto:

-Sí, ahora lo es…

-Ya veo… No le has dicho sobre lo nuestro ¿o me equivoco?

Inuyasha se molesto, pasó de largo junto a su hermano y se detuvo en las escaleras.

-Eso es algo que a ti no te incumbe, “Sesshomaru nii-sama”…

Comenzó a subir las escaleras y Sesshomaru solo se quedo quieto, pensando: “Hum, así que no lo has hecho…”.

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Pasó un mes y medio. Kagome e Inuyasha hacían una linda pareja. Ya les quedaba poco para salir de la universidad. Él aun no le había mencionado nada sobre su aventura con su hermano, pero pensaba hacerlo pronto. Los hermanos ya no se veían tan frecuentemente, ya que Sesshomaru estaba en su trabajo cuando Inuyasha llegaba a casa.

El día en que Inuyasha y Kagome se graduarían llegó. En la ceremonia, nombraron a Inuyasha para recibir su título. Subiendo las escaleras no pudo evitar pensar: “Sesshomaru… No está aquí. Eso es obvio, debe estar enojado conmigo…Me hubiera gustado que…”.

Al día siguiente, Inuyasha citó en privado a Kagome. Era tiempo de confesar su secreto. Estaba seguro que ella lo entendería.

-Kagome… Tú sabes que te amo…

-Si Inuyasha, lo sé, yo también te amo

-Y, quería decirte algo muy importante. Tú… ¿Me seguirías queriendo si te digo que hice algo muy malo?

-Claro-Dijo Kagome sonriendo-Dime lo que quieras

-Bueno… La verdad… Es que, verás…-Inuyasha trató de esquivar la mirada de Kagome y la abrazó algo fuerte susurrándole al oído-Yo… Tuve sexo con mi hermano…

-¿Cómo?

-Tuve sexo con mi hermano…

-Inuyasha…-Kagome no había lo escuchado muy bien, él estaba susurrado demasiado bajo- ¿Puedes repetirlo?

Inuyasha no resistió más, la miró directo a los ojos y volvió a decírselo con algo de pena

- ¡TUVE SEXO CON MI HERMANO SESSHOMARU!

-¡¿Qué dijiste?!-Kagome lo empujó para apartarlo de sí, lo que acababa de escuchar era demasiado, Inuyasha no jugaba así con ella de esa manera jamás.-Dime que es broma…

-…Es enserio, y no fue solo una vez, la verdad es que tuvimos una aventura que empezó hace unos cinco años y pues, ya sabes, nos besamos, nos tocamos, nos amamos… Explicártelo es muy difícil, no quería hacerlo pero…

-¡Inuyasha!

-...Luego, no sé, todo cambió cuando te conocí y dejé a mi hermano para estar contigo, solo contigo, Kagome.

Ella no sabia que hacer, se dio la vuelta y puso las manos en su cabeza para meditar lo que acababa de escuchar. En su vida no se había imaginado tener una conversación así.

-I-Inuyasha, no tengo idea de que decirte en este momento, yo…Creo que deberíamos darnos un tiempo. Permanentemente.

-¡Pero Kagome, tu me dijiste que me querrías a pesar de lo que hice!

-Si, Inuyasha, me arrepiento. Eso es, como decirlo, demasiado. ¿Y que tal si tienes una enfermedad?

-Eso no me importa, yo amé a mi hermano como quise…

-¡¿Como puedes decir eso?! ¡Estás loco!

-¡P-pero Kagome, lo dejé por ti!

-¡No me importa, eres un enfermo! ¡Tú y tu hermano son unos maricas!

Inuyasha no se contuvo y abofeteó a Kagome volteándole el rostro, ésta se tocó la mejilla y notó que tenía sangre en el labio, sus ojos se cristalizaron, giró para gritarle una vez más a él pero se detuvo. Inuyasha estaba llorando, sus rojas mejillas estaban empapadas y sus ojos no paraban de producir más y más lágrimas, en ellos se expresaba la más viva sensación de profunda tristeza. Quería decirle tantas cosas a aquella chica a la cual creía amar y conocer pero no estaba seguro de decir las palabras correctas, no tenía idea si su propia voz respondería. Sin pensarlo solo pronunció un débil:

-…No te atrevas a decirle de nuevo así a mi hermano…

Y Kagome solo se fue corriendo.

****************************************************************

-¡Sesshomaru! ¡Sesshomaru, por favor, ábreme!

Gritaba Inuyasha fuera del cuarto de su hermano, golpeando la puerta pidiendo perdón.

-¡Por favor, lo siento! ¡Sé que fui un estúpido, abre la puerta, estoy arrepentido, por favor escúchame!

Soltó en llanto sus penas mucho más de lo que había hecho con Kagome, se sentía avergonzado, humillado, usado, triste, solo… Ya no tenía a nadie, ya ni siquiera a su hermano quien probablemente ya nunca lo perdonaría. Nunca volvería a ser todo como antes.

-Sesshomaru… ¡Perdóname!

Al no notar la más mínima respuesta de su hermano, desistió y solo se alejó. 

Sesshomaru se encontraba mirando de pie por la ventana el hermoso jardín recordando la inocencia de Inuyasha cuando eran solo unos niños, había escuchado todo lo que su hermano decía, y aun así no le había abierto. Pasaron alrededor de tres o cuatro horas, no se movió ni un centímetro.

De un segundo a otro, miró a Inuyasha en ese lugar, traía una cerda gruesa y una silla. Se subió en ésta e hizo un nudo en el árbol. Su hermano mayor miraba con horror aquella escena, quiso abrir la puerta pero estaba cerrada, al parecer Inuyasha lo había hecho, forzó la cerradura como pudo y salió rápidamente sin mirar por la ventana una vez más. Corrió hacia abajo tratando de que su hermano no cometiera una locura.

-¡Inuyasha, detente, no puedes suicidarte! Yo… Aún…

Bajó las escaleras resbalando unas cuantas veces pero nunca se detuvo, rogó por llegar a tiempo para salvar a su hermano recordando lo bien que vivían antes de que aquella chica llegara a su vida, cuando Inuyasha salía al jardín tan solo para bailar y cantar dulcemente, cuando su cuerpo era solo suyo y de nadie más en la extensa cama, la sensación de su cuerpo rozándose eróticamente con el suyo. Al salir y verlo sobre aquella silla se despreocupo un poco por haber llegado a tiempo. Sin detener la velocidad a la que iba se acercó cada vez más a Inuyasha, quien con cara de asombro solo murmuró un:

-¿Sesshomaru? ¿Qué pretendes hacer?

El mayor saltó con fuerza al cuerpo del menor golpeándolo rudamente hacia el césped, la silla se rompió y la cuerda solo quedó colgando. Sesshomaru estaba sobre Inuyasha, extendió sus brazos para mirarlo fijamente y hablarle con su más profundo sentimiento.

-¡Inuyasha, eres un idiota! ¿Crees que suicidándote acabarás con todo? ¡Pues no es así, los cobardes donde sea van a sufrir!

-¿Sesho… Maru?

-¡Me has dado un maldito susto, Inuyasha, si tu mueres yo muero! Siento no haberte hecho caso antes pero es que tenía tantas dudas… Te perdono mil veces, pero por favor, no me dejes de esta manera, yo… yo…-Continuó soltando sus lágrimas- Te amo Inuyasha, nunca dejé de hacerlo y nunca lo haré

-¿Creíste que yo…?- Contestó Inuyasha riéndose un poco-¡Sesshomaru!

-¡No te rías Inuyasha, te digo la verdad!

-Sesshomaru… No me iba a suicidar, solo quise colocar de nuevo el columpio que estaba en ese árbol, solo que más grande. Así, cuando me perdonaras, juntos nos meceríamos como cuando éramos niños.

-P-pero me encerraste para que no pudiera salir a detenerte

-Er, no. Tú te encerraste para que yo no pudiera entrar, ¿recuerdas?

-I-Inuyasha…-Dijo suspirando- Fui a tu graduación, estabas perfecto…

-¡Fuiste! ¡Pero sí no te vi!

-Me escondí, creí que estarías molesto conmigo…

-Sesshomaru…

-Entonces… -Dijo el mayor suspirando nuevamente de alivio-Tú no ibas a…

Sesshomaru se dejó caer al cuerpo de Inuyasha, lo abrazó y susurró un “gracias”.

-Sesshomaru… No puedo… Respirar…


FIFIFIN

Notas finales:


Tarde mucho más de lo que creía para este FF ¬¬ igual no me gustó… seven pages, 2,754 letters :) wuu!! XD Cada que leo la parte de “no te entiendo Inuyasha” cambio el timbre de voz de Sesshomaru y lo convierto en el de Teo Gonzales en el chiste de el chavo fresa en la iglesia y rompo por completo el ambiente de la escena no se por que XD “no te entiendo, me he gastado millones de pesos en tu educación y me sales hablando con esa jerga popular?... Dije jerga…”   Aquí se menciona una frase que me gusta de la canción “la última rola” que me pasó la persona que más quiero. También mencioné algunos de los sentimientos que tenía guardados en lo más hondo de mi corazón acerca de cuando la persona que más quieres te cuenta que lo mejor que le sucede NO-ES-CONTIGO ¡se siente bien gacho, enserio!

“Ni siquiera se da cuenta de lo mucho que me hace sufrir”

RUROUNI KENSHIN RULES!!! 

 


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