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Amor de año nuevo por Maxianime

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Notas del fanfic:

Hola a todos ¿Cómo han estado? Yo mucho tiempo sin pasarme y la verdad espero no haber perdido el toque, díganme ustedes XD.

 

Se que es una pareja algo extraña, solo conozco un fic de ellos donde Bud no es nada bueno (cazador salvaje creo que son las palabras correctas para describir al Bud de aquel fic)

 

Este fic surgió de una manera particular: Pase la noche de año nuevo en casa de unos familiares, a las dos de la mañana, con unos cuarenta grados de calor en el cuarto, un ventilador a todo lo que da, me estaba durmiendo escuchando música de mi celular con mis auriculares, mientras un vecino puso cumbia villera con unos parlantes que hacían que se escuchara toda la cuadra, este fic me llego a la mente, con solo mi celular a mano comencé a anotar ideas y mas ideas comenzaron a surgir con el pasar de los días, desde el sábado al lunes a la tarde estuve allí, con cuarenta grados a la siesta incluso (la verdad no se que temperatura tenia, la cosa es que hacia mucho calor y no se podía estar en los cuartos y afuera era peor, se que hacia tanto calor que el pavimento se calentaba y las tuberías por debajo también, creo que en la casa de mi tía las tienen por debajo, la cosa es que si uno prendía el agua fría salía caliente)

 

 

 

Notas del capitulo:

Declaimer: Los personajes de Saint Seiya no son de mi propiedad, son propiedad de Masami Kurumada.

Lo único que gano con este fic es una sonrisa de oreja a oreja cuando veo que lo han leído (y ni les cuento cuando dejan comentario XD) no gano absolutamente nada de dinero con este fic.

 Miraba con cierto desagrado el clima a su alrededor, una fiesta atípica para esas regiones, una fiesta de año nuevo pero con más cosas desagradables a su mirar y que iban contra su propio culto, o al menos eso pensaba, Alcohol en cada bebida , comida desparramado por todo el salón, sus camaradas comiendo a no más poder y haciendo bromas entre si por el exceso de alcohol en su sangre, lo único que agradecía era que al menos cuatro de los ahora dioses guerreros estaban sobrio gracias a su intervención y a la aparición repentina de un par de padres, sus dos padres biológicos, el renacido padre de Mime y su padre adoptivo, quienes, supuestamente, tenían que evitar que el alcohol llegaran a ellos.

 

Ese clima, extraño y perturbado para él, se vivía desde que Odín intercedió ante la derrota de Hades contra el ejército de Atenea, nunca dudo en la capacidad de los caballeros de bronce y no le sorprendido saber que el caballero de Fénix y Andrómeda habían logrado derrotar a tres dioses Hades y sus dos seguidos, Hipnos y Thanatos, o al menos eso se contaba, gracias a su dios los dioses guerreros de Asgard habían regreso a la vida y un octavo zafiro surgió al dividirse uno en dos, dando así un total de ocho dioses guerreros y un sin número de problemas para aquel que siempre había estado oculto entre las sombras. Hilda lo había decretado, el era un nuevo guerrero a sus órdenes, cosa que nunca se negó, pero tenía que llevarse bien con sus cámaras y eso no le agrado desde un principio, el problema no era su hermano, sino el resto de los dioses guerreros exceptuando a dos, Sigfried que decía que contrariaba los designios de Odín o Hagen que le lanzaba miradas evasivas una y otra vez o Alberich que con total calma le insultaba de mil y un maneras por ser el gemelo de Syd degradándole el rango, solo dos no le hablaban de esas maneras tan insultantes para él, Mime y el pequeño Phenril.

 

Al principio veía a Phenril como un joven salvaje, que solo le importaba el mismo y sus lobos, era cierto, Phenril a pesar de las ordenes de Hilda, vivía en medio del bosque acompañado de sus lobos, solo podía bañarse en primavera cuando las capas de grueso hielo se descongelaban por lo que siempre tenía el mismo mal hedor,  hacia rabietas para no comer carne cocida y hablaba de una manera infantil y torpe, se comportaba más como animal que como persona y hasta incluso hablaba de maneras poco correctas todo el tiempo como si se tratase de algo de todos los días, aun así algo en él lo atraía. Comenzó a espiarlo mañana, tarde y noche, cuidando de él mientras aprovechaba que su hermano gemelo estaba en la mansión de su familia, era algo extraño, al principio pensaba que quería cambiar al muchacho pero luego vio en el algo que lo sedujo, comenzó a cuidarlo con gran afán, para que nada nunca le pasara, tapándolo de noche con un cobertor de piel, dejándolo en una cueva para que durmiese y el frio de la noche o alguna imprevista nevada lo lastimara, su mirada cálida había logrado que los lobos mismos los aceptaran, extrañamente solo a él le permitían estar cerca del pequeño, el resto de los dioses guerreros debían de alejarse varias metros para no ser mordidos por ellos.

 

Ese extraña sensación que lo obligaba a cuidar de Phenril lo había llevado a aquella fiesta a seguir cuidándole de el de una manera sobreprotectora, impidiéndole que este tomara Alcohol., obligándose  a separar una garra de juego del resto de los tazones, uno que nunca seria alterado por el Alcohol, para que su hermano, Mime y el joven lobo del norte, tomaran sin ser presa de la locura de los otros. Al principio hablaban entre ellos cuatro, de cosas sin importancia, Phenril se había bañado esa noche, de mala gana, por obligación de la sacerdotisa e incluso había ido a la fiesta sin más, Mime les hablaba acerca de su renacido padre,  quien estaba en aquella fiesta mirándole de mala manera cada vez que se acercaba a probar el Alcohol y pos supuesto Syd hablaba de su vida en la riqueza y la compañía de sus padres, insistiéndole a el que se acercara más a ellos, pero claro, Bud nunca lo aria, no estaba listo para afrontarlos a ellos aún, apenas había conseguido una buena relación con hermano y aquel sentimiento hacia el más pequeño era su principal prioridad, hablar con sus padres era algo mucho menor.

 

A las dos de la madrigada los jóvenes Syd y Mime se fueron a dormir por orden de sus progenitores, su padre le dijo que podía quedarse un rato mas pero no más allá de las cuatro, por lo que obedeció contento. El resto de los dioses guerreros estaban haciendo cosas indecorosas debido al alto grado de Alcohol en su sangre, había visto a Alberich sacándose la ropa tras un baile y a Sigfried aplaudiéndole, tenía a Phenril siempre mirándole a él y no el resto de la sala, bebiendo el único jugo sano mientras hablaban, pero en un momento este se vacío y el menor quiso ir por un poco más sin saber de la alteración del resto de las garras.

 

-Phenril no- le dijo tomándole del brazo-creo que ya hemos tomado suficiente.

 

-Tengo mucha sed- bufo mirándolo molesto.

 

-No es sano tomar tanto- le dijo suavemente- Qué tal si vamos a dormir, ya es muy noche.

 

-No tengo sueño y tengo sed, ya regreso- dijo mirándolo con enfado y se disponía a ir hacia la última garra cuando Bud le agarró del brazo, estaba por reclamarle nuevamente cuando sintió los labios del otro callándolo.

 

Por temor a que Phenril tomara y que el alcohol del vodka o el ron que habían vaciado en aquellas garras le hiciera daño, Bud le beso dulcemente, callando los quejidos del menor por un beso lento y lleno de aquel sentimiento que lo abrumaba desde que lo vio,  Phenril al principio se resistió a él pero luego se fundió, le agradaba sentir cada toque del mayor, aquel beso suave en sus labios, era algo que no había sentido nunca en lo que tenía vivo. Bud introdujo su lengua en la cavidad del menor por unos instantes, Phenril al principio se tensó ante tal acto pero luego permitió que Bud siguiera sus instintos y continuara el beso con gran pasión. Para cuando aquel mágico momento entre ambos termino y se separaron, se abrazaron con gran cariño, Phenril mantuvo sus ojos cerrados disfrutando de aquel momento, hermoso y único a su parecer, y Bud los abrió solo para ver algo que no deseaba.

 

-Phenril, vamos a mi cuarto- dijo mirando con desagrado la escena de Sigfried y Hagen quitándose la ropa mientras caminaban hasta un pilar.

 

-Si- dijo manteniendo la sonrisa ante lo que había vivido, quería sentir más íntimo el contacto con Bud.

 

Alcor llevo al menos de la mano hasta su alcoba, cerro al puerta con llave para que nadie le interrumpiera, no esperaba hacer nada más que acostar a Phenril  a su lado y dormir, pero el pequeño tenía otra idea en mente, cuando la puerta estuvo cerrada se abalanzó contra Bud dándole un gran beso imprevisto en los labios, el cual Alcor con gusto correspondió,  llegaron a sentarse en la cama para seguir con aquello, al mayor esperaba no llegar más allá de los besos aquella noche, pero se equivocó. Se acostaron en cama besándose una y otra vez, entre besos algo torpes, llenos de pasión y algo tímidos de parte Alcor. Phenril era quien demandaba más besos y Bud solo complacía ante aquel deseo,  agarro la mano de pequeño mientras continuaba besándole, parecía que el mágico momento no terminaría más, Phenril disfrutaba del cariño de Bud mientras el otro contento le demostraba el gran cariño que le tenía.

 

-Espera, tengo calor- dijo mirándolo molesto, se quitó la remera y  el pantalón,  para luego continuar con aquel ritual de besos.

 

Bud no tardó en hacer lo mismo, bajo la misma escusa de calor provocada por aquella situación, se quitó la remera y después el pantalón, finalmente ambos quedaron en ropa interior besándose en los labios con gran placer, mientras la excitación de ambos comenzaba  a notarse. Bud fue el primer en tonar el despierto amigo de Phenril levantándose entre las ropas,  le quito con lentitud mientras proseguía besándole. Pronto entre ambos había una gran fricción provocada por los cuerpos desnudos y e incontrolable deseo, Phenril quedo boca abajo sobre Bud mientras le besaba, el mayor posesivamente le besaba.

 

-¿Puedo probar tu leche?- le pregunto dulcemente Phenril.

 

-¿Mi leche?- dijo arqueando una ceja, miro la inocencia en los ojos del menor, por lo que en su cabeza solo tuvo una imagen en mente, Phenril intentando sacar leche por sus pezones, por lo que accedió.

 

Pero nada de lo que pensó sucedió, Phenril sonriente bajo por el pecho de Alcor pero no se detuvo hasta llegar a la entrepierna, donde saco de entre la ropa interior de Bud el erguido miembro que esperaba atención, Épsilon lo metió completo en su boca y comenzó a succionar con rapidez, Bud no pudo reaccionar debidamente ante aquello, no pudo detenerlo debido a la posición del menor y la gran excitación de la situación, por lo que opto por darle lo que le había pedido, derramándose en boca. Se levantó ante aquello e hizo una mueca de desagrado, Bud se sentó y lo abrazo dulcemente llevándolo sobre si para que ambos siguieran besándose con todo el amor que ambos estaban profesando.

 

-Sabe bien- le dijo sonriente- ¿quieres probar la mía?

 

-¿De dónde sacas que eso es leche?- le pregunto mientras le besaba el cuello- dime pequeño ¿Quién te dijo eso?

 

Phenril no contesto, siguió besándolo sin más importancia, era la primera vez que se sentía de una manera extraña a él, disfrutando de la velada que Bud le daba y no quería terminarla,   Bud no se inmuto ante aquello, supuso que quizás Phenril tenía un pensamiento errado de que era realmente su llamada leche, por lo que siguió besándolo en los labios, buscando más contacto. No se dio cuenta del momento en el que Phenril y el cambiaron de lugar,  menos cuando los besos arquearon la espalda del menor mientras el deseo los embargaba.  Finalmente, sin previo aviso, Bud miro los inocentes ojos de Phenril, los cuales le demandaban más besos, él lo miro con dulzura.

 

-No pequeño, no quiero lastimarte.

 

-No me estas lastimando- dijo serenamente- me gusta, quiero seguir.

 

-Phenril, eres muy importante para mí- le confeso con ternura- odiaría que derramaras una lagrima por causa mía.

 

-Se que nunca me lastimarías, por eso Jin te acepto- le dijo sonriendo- el no dejaría que nunca se me acercara alguien que me lastimara, tu no me lastimarías nunca.

 

-Escucha, seguramente tú lo conoces, has visto lo que hacen una pareja de lobos cuando se quieren mucho- le sonrió- no quiero lastimarte.

 

-Yo también te quiero, no me vas a lastimar.

 

-Tu no entiendes Phenril- le dijo mirando preocupado-no son los besos, no son los sentimientos o algo parecido, sino a lo que nuestros cuerpos nos llevaran  a hacer, te quiero mucho, más de lo que te imaginas, pero no podemos seguir besándonos pequeño, no estas circunstancias.

 

-Se a lo que te refieres, he visto a los lobos hacerlo desde que era pequeño y quiero hacerlo- dijo demandante- si tú  me quieres tanto como Jin a Keila, sé que no me lastimaras.

 

Bud miro asombrado ante la sonrisa confiada que demostraba el menor, parecía saber perfectamente que pasaría entre ambos si continuaban besándose, miro acongojado, quizás no entendía realmente la situación a la que ambos se enfrentaría, eso era una explicación lógica a su mirar, se mantuvo quieto intentando explicarse más allá de lo que sentía hacia el menor. Phenril miro sus ojos extrañado, al parecer Bud era algo indeciso, pero estaba dispuesto a afrontar aquello que los lobos hacían, recientemente se había dado cuenta de una gran verdad al estar en aquella posición, a sus ojos él era Keila y Bud era Jin, solo que Jin no dudaba en actuar ante sus sentimientos como su dominante hombre, decidió entonces que si Alcor no daba el primer paso, él lo aria, beso a Bud apasionadamente mientras se acomodaba entre las piernas de este, se levantó unos escasos sentimientos acomodándose, y luego se penetro con el órgano del mayor.

 

-Es muy grande- se quejó, al sentir la violenta entrada que le desgarraba.

 

-Phenril, así no- dijo asustado al sentir aquello de manera imprevista, se quedó tieso al verlo derramar un par de lágrimas, pero luego quedo perplejo ante el lento vaivén que el menor estaba dando- quieto.

 

-No quiero- dijo molesto- Jin y Keila lo hacen y no lloran, yo tampoco debo.

 

Bud miro algo sorprendido, no entendía como él podía compara su relación con los lobos, pero sabía que si quería terminar con aquello, debía de hacerlo de una manera suave, no podía decirle directamente que no quería hacerlo, porque a la vista estaba que era su deseo,  después de un instante de pensarlo y ver la mirada llena de deseos del llamado lobo del norte, le sonrió.

 

-Jin y Keila no lloran porque lo han hecho otras veces, esta sería nuestra primera vez- le dijo sonriéndole- es normal que duela, por ello no quería hacerlo, no quería lastimarte- le explico con dulzura.

 

-No me lastimas- le dijo serenamente- no me lastimas, quiero sentirte.

 

-Supongo que aunque diga no, tú te opondrás- dijo intentando sentarse para sacar su miembro del ano del menor, pero este se sentó sobre el inmediatamente- Phenril, no debes hacerlo de una manera tan brusca, se puede hacer de una mejor manera si quieres, para que sientas menos dolor.

 

-¿Cómo?- pregunto abrazándolo- sé que ahora me duele un poco, después me dejara de doler, te lo aseguro.

 

Bud le sonrió, lo recostó suavemente mientras quitaba su miembro de la virgen entrada, busco entre la oscuridad un frasco claro en su mesa de luz y luego se lo acerco, empapo tres de sus dedos de su mano izquierda con el viscoso contenido y luego coloco el primero en la entrada, beso dulcemente mientras lo introdujo y continuo besándolo mientras adentraba el resto de sus dedos, lentamente Phenril se relajó,  finalmente después de dilatar la entrada unto su erecto miembro con el contenido de aquel frasco, separo las piernas del mas chico, colocándolas a cada lado su cintura y se introdujo con lentitud.

 

-Ves, no debe de doler tanto al principio- le dijo sonriendo mientras esperaba el acostumbramiento de la entrada.

 

-No siento dolor- le dijo abrazándolo- no siento dolor.

 

Bud entonces dio la primera estocada, por lo que Phenril se tensó ante el dolor, decidió entonces hacer lentamente el vaivén, permitiéndole al menor acostumbrarse, poco a poco, mientras los gemidos de dolor se trasforman en placer fue acelerando buscando entrar mas allá, mientras el más chico pedía más velocidad, ambos se movían rítmicamente ante cada nueva estocada, hasta que finalmente llegaron al éxtasis, primero Phenril que de derramo por completo en los vientres de ambos y luego Bud dentro de él.

 

-Quiero hacerlo de nuevo- dijo sonriendo- anda, una vez más.

 

-Estoy cansado- le sonrió con cansancio- no estaba dentro de mis planes que intimáramos tan pronto, apenas nos besamos por vez primera.

 

-Una vez más, por favor- pidió haciendo puchero.

 

-Pequeño, por favor, no- dijo abrazándolo fuertemente- escúchame, es la primera vez que lo hacemos, hacerlo más veces podría lastimarnos, quizás en un futuro podamos hacerlo toda la noche, pero en este momento estoy demasiado cansado.

 

-Te cansas más rápido que Jin, él puede estar todo un día prendido de Keila- le dijo molesto y se recostó a su lado.

 

-Te puedo apostar que la primera vez que lo hizo Jin quedo tan cansado como yo ahora- dijo abrazándolo- descansa, para mañana habremos recobrado fuerzas.

 

Luego de una sonrisa en ambos por aquel comentario los dos se recostaron a dormir, Bud boca arriba mientras Phenril de costado abrazándolo con gran cariño, siendo presas de Morfeo de un segundo a otro pasarlo la noche juntos y abrazados, totalmente desnudos y con una pequeña frazada que apenas llegaba a cubrirlos a ambos.

 

Despertó temprano cuando la luz del primer día del año llego a su rostro, se sentía cansado, como si hubiera hecho un gran esfuerzo la noche anterior, miro a un costado, moviéndose con lentitud, allí estaba su acompañante abrazándolo con posesión, se mantuvo quieto un momento, mirando con una gran sonrisa al pequeño en su lecho, mientras recordaba la noche anterior con una sonrisa de oreja a oreja, al menos él había hecho el acto más valiente en todo aquel año que paso y al parecer había sido aceptado. Acaricio los cabellos del menor con dulzura para despertarlo, el solo abrió los ojos por unos segundos y luego beso su pecho.

 

-Oye no, eso haces cosquillas- le dijo con dulzura- ¿dormiste bien?

 

-Si, siento un poco de dolor, pero estoy bien- respondió sonriéndole.

 

-Me alegro mucho- dijo dedicándole una gran sonrisa.

 

-¿puedo hacerte una pregunta?- dijo cambiando su sonrisa por una mirada triste, Bud le asintió con la mirada extraño de aquel cambio y decidió hacerla- Lo que paso anoche ¿lo hiciste solo porque estoy en celo o por otra razón?

 

-¿En celo? Phenril no eres hembra-dijo extrañado- ¿Quién te dijo eso?

 

-Alberich hace días, cuando entro a mi cuarto y fornicamos- dijo mirando cabizbajo- el me dijo que era una hembra en celo y por tanto siempre tendría que confórtalo a el o al resto de ustedes, cada vez que quisieran.

 

-Maldito desgraciado- dijo con enfado- te violo y para aparentar normalidad te dijo eso, cuando lo agarre lo mato- dijo cerrando su puño, miro a Phenril dulcemente y lo abrazo- Eso explica porque anoche querías que pasara, pensaste que yo buscaba eso, Phenril, todo lo contrario, desde que te vi por vez primera quiero estar a tu lado, todo el tiempo, protegiéndote y amándote a cada momento, me gusta estar a tu lado y no solo para intimar entre nosotros.

 

-Alberich es muy inteligente, si dice que lo soy es que lo soy- dijo mirando hacia la venta- y sabes que, no me importaría tener cachorritos contigo.

 

-¿Cachorritos? A ese lo mato- dijo con molesto- No eres hembra, tu tienes unos hermosos dotes- dijo sonriéndole- y te lo voy a demostrar.

 

-¿Cómo?- pregunto arqueando una ceja, pero su pregunta fue respondida cuando sintió las manos del mayor masturbándolo por media hora hasta que finalmente el líquido blanquecino salió  y se expandió por las sabanas.

 

-Si fueras hembra, eso no saldría- dijo sonriéndole- entiendes eso.

 

-Pero los machos no deben fornicar con otros machos- dijo sorprendido- eso no es natural.

 

-Los seres humanos, si quieren, pueden pequeño- le respondió dulcemente- es verdad, normalmente un hombre y una mujer se enamoran, pero puede haber casos en que dos hombre se enamoren entre si, si bien otros hablan mal de ello, pero si ambos se aman pueden contra toda barrera, por amor, actualmente hay países que permiten tanto el casamiento entre dos hombres o dos mujeres y la adopción a este tipo de parejas.

 

-¿Cómo tu y yo?- pregunto sonriendo.

 

-En realidad no se si es así, Phenril ¿tu me amas?- le pregunto dulcemente.

 

-Si amor, es ese sentimiento que tengo cuando estoy contigo, de sentirme querido, de querer estar a tu lado y que esos momentos no acaben jamás, si esa sensación que tengo de estar completo y ser querido es amor, te amo- dijo abrazándolo- te amo.

 

-Yo también- dijo sonriéndole- te amo mas que a nada en el mundo mi pequeño lobito.

 

-Bud- dijo pensativo- ya que no podemos tener cachorritos por cuenta propia ¿podemos adoptar cachorros?

 

-¿Qué?- dijo sorprendido.

 

-Seria lindo tener dos…aunque los lobos pueden tener más de dos, pero con dos cachorritos seria muy feliz- dijo esbozando una gran sonrisa- ¿tu no?

 

-Si, yo si- dijo mirando con una sonrisa sincera, pero a la vez con sarcasmo- podría ser nuestra meta para este año, tener dos cachorritos.

 

-¿Meta para este año? No sabia que a comienzos de año debes ponerte metas- pregunto con inocencia- voy a desear fervientemente tener cachorritos contigo, quizás Odin vean que nos amamos mucho y nos concedan ese deseo.

 

-Mi pequeño, he inocente lobo- dijo besándolo en la frente- tan hermoso pero ala vez tan pequeño.

 

-Y tú eres mi lobo Alpha, tú guiaras a nuestra manada- esbozo una gran sonrisa y lo abrazo

Fin Flash Back.

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De aquello ya había pasado un largo y tormentoso año, en aquel primer de enero Syd, quien tenia una llave de repuesto de la habitación de su hermano, entro sin previo aviso y vio la imagen mas perturbadora de su vida, su hermano manteniendo relaciones con Phenril, al principio se negó a aceptar aquello e incluso mando al padre de Bud a hablarle de moral y lo mal que era esa relación, pero nada detuvo el amor entre ambos. Luego vinieron sus padres biológicos intentando detener aquello, pero sus palabras fueron en vano, Bud estaba dispuesto a luchar por el amor que le tenía a Phenril. Después vinieron sus cámaras a detener aquello, pero ninguno los escucho, Phenril se sentía realmente feliz estando al lado de Bud, no le importaba mas nada, mientras Bud estaba contento de permanecer a su lado, amándolo y protegiéndole. Fue Hilda en su afán de que la paz a su castillo regresara quien puso punto final al problema, hablo con ambas partes, la pareja y los demás, y finalmente después de mucho deliberar, dio su bendición a ambos, cuando Sigfried fue a pedir explicaciones de aquello, la soberana sonriendo le explico.

 

-No somos nadie para separar a una pareja, sea o no natural, Bud es la sombra, hijo que debió morir, Phenril es el hijo amado que vio morir a sus padres y pudo morir por que otros seres humanos no se preocuparon por el, criado por animales y sobreviviendo día a día ¿es justo separarlos ambos después de tanto sufrir?  Ninguno de los dos tendría que estar vivo si el destino se hubiera ejecutado en su momento, pero aquí están y son felices con las decisiones que han tomado, no podemos interferir ni debemos, si ellos se aman es por designio de Odín, de otra manera, deberían de haber muerto ambos hace muchos años- le dijo a todos con gran tranquilidad y luego esbozando una sonrisa acoto- Además, es algo bastante natural entre guerreros de Elite, por lo que se de boca de Athena Y Poseidón,  Athena me conto que muchos de sus santos dorados son parejas entre si, cuando ella decreto que el amor entre dos hombres estaba prohibido la gran mayoría de los dorados se exiliaron, cuando se acepto los dorados regresaron a ella, no cometeré sus errores.

 

Finalmente, después de muchas discusiones y la aceptación de Hilda, quien les aseguro que podía casarlos de ser necesario, Bud y Phenril terminaron por ser aceptados por todos, en especial por la extensa familia de Alcor, Syd le dio a Phenril varias reglas que cumplir para ser pareja de su hermano, entre las que destacaban bañarse todos los días a la mañana y después de cada sesión en la cama con Bud, comer solo comida cocida, no comer con las manos ni comer como animal, vivir en una cabaña con piso y techo, solo tener a su lado a dos de sus lobos en la casa, el resto afuera, que la casa donde vivirían siempre tendría que estar limpia, que ambos dormirían en camas y no en el suelo, que debería aprender a leer y escribir y la mas importante de todas, que Bud nunca sufriera. Phenril de mala gana, decidió acatar cada regla, con tal que la familia de Bud dejara de hacerlo sufrir con sus reproches, si bien le molestaba cumplirlas pero si nadie le seguirá diciendo cosas a su amado Alcor, el estaba feliz. Los dos se fueron a vivir junto  con el padre adoptivo de Bud a una cabaña entre las posesiones dela familia Mizar, de tres habitaciones, un baño y una cocina comedor,  llevando el como única familia a sus mas fieles lobos, Jin y Keila.

 

Los meses tormentoso pasaron para darles una eterna felicidad a ambos, finalmente en los últimos meses del año, Hilda decidió darles un pequeño obsequio aquel fin de año, supo por palabras de Phenril que este quería tener dos “cachorrito” con Bud, que ese había sido la meta de ambos en todo el año, pero era mas que evidente que no podían tenerlos por cuenta propia, menos con un recio Alcor que no quería saber nada de legalidades, así que ella con todo su poder decidió cumplir el deseó de aquel que había sacrificado mas en la relación.

 

Aquel treintaiuno de diciembre, Bud y Phenril cenaban en la pequeña cabaña junto a la familia Mizar, el padre adoptivo de Alcor y los dos amigos mas cercanos a la familia, Mime y su padre Folken, antes de media noche la puerta sonó, Bud dejo entrar al resto de los dioses guerreros siempre y cuando no hicieran desastres ni agregaran Alcohol a las bebidas en la mesa.

 

-Tengo un pequeño obsequio para ustedes- les dijo Hilda son suavidad antes de entrar- se que la meta de Phenril para este año fue tener “cachorros”- aclaro sonriendo de par en par.

 

-Fue nuestra meta- aclaro Phenril-Bud también quería.

 

-Como si pudieran cumplirla, sigan soñando- se burlo Alberich.

 

-Por ello me encargue personalmente del tema, después de todo, no me gusta nada saber que solo dos de mis dioses guerreros no cumplieron sus metas del año.

 

Dos solados entraron tras una indicación de la mandataria, teniendo dos grandes bultos en brazos, Bud fue el primero en acercarse y tomar a uno, para desenvolverlo con suavidad, sonrió ante lo que encontró y se lo paso a Phenril para que lo acunara en sus brazos.

 

-Hola cachorrito- le dijo con dulzura-Bud, me esta sonriendo.

 

-¿Cachorros?- dijeron todos en unisonó y se acercó a Phenril y Bud, quien acunaban en sus brazos con extrema suavidad a los dos bultos.

 

-Son gemelos- dijo el padre de Syd y Bud con gran asombro.

 

-Debido a las raíces de ambos que serán padres y la de los pequeño, Bud y Phenril pueden conservarlos y de querer tener mas ha de decirme, por cierto, no pude encontrar niños sin religión, por extraño que parezca todos  los niños e infantes que se encontraban en las listas que Athena amablemente me pasó profesan una religión o fueron ya bautizados, este par es Cristiano y fueron ya bautizados.

 

-¿Con que nombres?- pregunto Bud azorado mirando con ternura al niño en sus brazos.

 

-El tema del nombre no es algo de importancia Alcor, cuando decidan que nombre ponerles con gusto les cambiare el nombre, una vez que definan que apellido llevaran, Zeta o Épsilon.

 

-Quiero saber como se llaman- Dijo sonriendo de par en par.

 

-Dylan es el mayor, el que Phenril tiene en sus brazos, el menor es Thomas, es quien tu tienes en brazos- dijo sonriendo la mandataria.

 

Por primera vez en mucho tiempo,  después de las mil y una situación que se llevaron a cavo por su romance con Phenril, Bud se sentía mas que feliz, una inmensa sensación de paz, felicidad y amor le invadía, miro a Phenril con gran felicidad, acunando en sus brazos, con extremo cuidado al pequeño que llevaba, no pudo desear nada mejor, miro a Hilda expresándole en su mirada la mas grande gratitud ante aquel gesto, ella que siempre le acepto, que no dijo desde un principio no a la relación. Miro al resto de su familia, la gran sonrisa de su padre adoptivo viendo al niño que tenia en brazos, sus padres biológicos mirando como si nada a ambos niños y por sobre todo la sonrisa de su hermano ante lo que acontecía, en cierta manera, ante todo eso se sentía dichoso.

 

-Thomas, creo que tu y tu hermano han tenido mucha suerte- le susurro al pequeño mientras lo arrullaba- Feliz año nuevo.

 

-Feliz año nuevo- le dijo Phenril sonriéndole.

 

¿Fin?

Notas finales:

 

 

 

Aclaraciones:

 

- Este es un fic piloto, ¿Qué quiere decir esto? Como los capítulos piloto de ciertas series, si veo que tienen cierta aceptación publicare un fic más extenso (Diez capítulos mínimo) de que cuente la historia completa de este(La relación de Bud y Phenril, pelas de Syd y Bud, la relación entre Bud y sus padres biológicos, las 101 reglas de Syd, la aceptación de Hilda, El origen de los pequeños Dylan Y Thomas [quienes tendrán otros nombres sobre el final XD], Lo que paso en el santuario tras la primera negación de Athena y lo que paso después de que esta acepto etc)


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