SECRETOS REVELADOS SENTIMIENTOS ENCONTRADOS
La tarde caía sobre el santuario, la paz reinaba desde hacia tiempo, algunos se hundían en sus templos, muchos mas entrenaban, uno que otro salía a divertirse en fin de actividades.
Suspiro por última vez, -bien la esperanza es lo que muere al último- bajaba las escaleras hacia el templo de scorpio el camino se le hacia eterno, la piernas le temblaba, pero lo había decidido que ese mismo día de declararía, él era el gran Camus de acuario el que había enfrentado a los titanes, peleado en la guerra santa, una simple declaración no iba a ser difícil, respiro profundamente antes de encontrarse en la entrada del templo.
-Milo estás?- qué pregunta más idiota, obvio que estaba ya había sentido su cosmo, pero con tanto nervio no le salían palabras coherentes.
Milo sintió su corazón acelerar con esa voz, sintió que sus mejillas se tiñeron de rojo, sacudió la cabeza, deshizo esos pensamientos que delataran su estado.
-Claro Camus que se te ofrece- saliendo rápido de su habitación para encontrarse con el oji esmeralda dedicándole una de sus más sinceras sonrisas.
Camus se sonrojo de golpe, como día dedicarle esa sonrisa, y precisamente ahorita…
-yo venia a …. Decirte algo importante- recuperando la poco compostura que le quedaba.
Milo le hizo señas para que entrara y se sentara. –Y bien que es lo que quieres decirme-
Camus tomo asiento su mirada se encontraba perdida en el suelo. -Yo.. quería decirte que me… - Suspiro de nuevo a pesar de que había ensañado miles de veces esa escena mentalmente, no le salían las palabras.
-Te sientes bien- Milo miraba de forma a extraña al muchacho que tenia enfrente, se comportaba de una manera extraña.
Camus levanto los hombros y volvió a suspirar, bien se repitió la esperanza es lo que muere al ultimo, levanto la miraba encarando la azulada –Me enamore de ti, te amo así de simple- agacho de nuevo la mirada, no quería mas bien no podía seguirle viendo, simplemente espero paciente una respuesta por parte del otro.
Milo tenia los ojos abiertos de par en par aun no podía creer las palabras del chico que tenia enfrente, su alma se inundo de alegría podría ser que su sueño se volviera realidad, tenia al ser que mas amaba enfrente suyo declarándose se sentía mas que feliz que gritar de la emoción…. , pero claro la estúpida ironía, apretó sus puños y dientes como se odiaba, como odiaba todo, sentía como una pequeña lágrima se escaba de sus ojos, rápidamente la limpio, tomo todo el valor que podía en ese momento. –Ca..Camus yo estoy con Kanon- soltó sintiéndose la persona mas miserable del mundo.
Y la esperanza murió, sintió como una lagrimas amenazaban por salir, pero que tonto claro Milo merecía a alguien como Kanon, no al chico que tenia la fama de ser el más frío y sin sentimientos, su corazón se había hecho en mil pedazos como deseaba tener un corazón frio y sin sentimientos en ese momento, se levanto del sillón y camino hacia la salida su alma le pedía a gritos salir corriendo de ahí.
Milo quiso detenerlo decirle que él también lo amaba lo único que pudo fue levantar una mano, como una muda suplica de que no se fuera…. Lo había dejado ir…. Había dejado ir a su Camus.
Y como si el cielo entendiera su pena había comenzado a llover caminaba lentamente hacia su templo, pero si había sido idiota muchas veces había jurado que se iba a llevar esos sentimientos a la tumba como había osado revelarlos, pero claro tenia la esperanza de ser correspondido
Milo golpeaba un pilar quería desquitar su frustración pero, pero claro como la vida lo odiaba una llevaba amando a Camus por años… pero una semana antes Kanon le había dicho que se dieran una oportunidad así él podía olvidarse de Saga y el de Camus, cómo podía traicionarlo no podía, pero sentía que si no alcanzaba a Camus lo perdería para siempre.
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-Sa…saga para ya….-
-Qué no te gusta?-
Kanon tenía los ojos fuertemente cerrados las mejillas teñidas de un color carmesí la respiración agitada, claro que le gustaba si era lo que su alma pedía gritos todos los días, quería que Saga lo amará como él. Abrió los ojos para encontrarse con la mirada esmeralda de Saga
-Claro que me gusta idiota- cerrando de nuevo sus ojos, dejándose llevar por las sensaciones. Saga comenzó a besar de nueva cuenta su cuello, lamiendo, mordisqueando dejando pequeñas marcas a su paso, con las manos quitaba la playera de Kanon.
-Sujétate, no quiero que nos vean vamos al cuarto-
Kanon con sus brazos rodeo el cuello de Saga así como sus piernas rodearon su cintura, caminaron hacia a la habitación.
Saga no dejaba de besarle el cuello lo quería solo para él no lo iba a dejar
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Milo se disputaba entre ir alcanzar a Camus miró al techo mejor hablo con Kanon…
Salió de su casa rumbo a géminis tenía que decirle que todo termino e ir tras Camus , entro sin permiso escuchando algo raro.
-kanon?- mientras mas se adentraba los sonidos se hacían mas claros.
-ahhh, Saga no pares, más rápido , más rápido por favor-
Milo escuchaba mientras su cara se ponía color rojo por el coraje. –Esa rata asquerosa- rio por dentro mientras se alejaba de ahí.
Corria lo más rápido que podía quería alcanzar a Camus decirle que lo amaba, lo alcanzó a divisar por el templo de capricornio, apretó más el paso, jalándolo del brazo cruzando lo más rápido que podían para llegar a Acuario.
-También te amo-
Camus no podía creer lo que escuchaba, sintió su corazón acelerarse. Volteando a ver a los ojos a Milo, frunció el ceño.
-me acabas de decir que estás con Kanon-
Milo río y lo abrazo. –si estaba, al que amo con toda mi alma es a ti-
Camus sintió una cálida sensación, abrazo a Milo, acomodando su cabeza en su hombro, se sentía feliz ahora estaba con él, lo demás no importaba.
Milo alejo un poco a Camus, sostuvo su mentón acarició esos labios tan deseados para darles un tierno beso, que al poco tiempo fue volviéndose más fogoso, paso su lengua por esos labios.
Camus abrió los labios dejando pasar esa lengua, entrelazándola al mismo tiempo quería conocer cada centímetro de esta cavidad.
Milo recorría todo su cuerpo con sus manos quería grabarse esa hermosa figura, lo jaló para el sofá para quedando recostados.
-Milo dejémosla para otro día si?-
Milo lo miro lleno de ternura llevo la mano de Camus a su corazón –Es lo que siento por ti- beso cada centímetro se esa piel despojándolo de sus ropas, miró el erecto miembro de Camus lo tomo con sus manos para estimularlo acariciando con el pulgar el glande, haciendo círculos con este mismo, continuo con sus caricias, se acomodó entre sus piernas, su lengua paso por su miembro lamiendo toda la extensión, dando pequeños besos, y una que otra mordida.
-ahhhh…-
Camus mantenía los ojos fuertemente cerrados, apretaba fuertemente el sofá, movia por inercia las caderas en un ritmo más rápido.
Milo entendió esa leve indirecta engullo todo el miembro de Camus, aumentando el ritmo de la felación.
-ahhh Mi.. Milo… se siente bien- pasando una mano en la melena de milo para marcar su ritmo sus caderas se movían rápido como su mano una descarga eléctrica paso por su espina dorsal, arqueando un poco la espalda, mientras su respiración volvía a la normalidad.
Milo bebió ese néctar sin dejar escapar gota alguna, se acercó a su oído mordiendo el pómulo
–mmm que rico sabes-
Camus se sonrojo aun más aun sentía vergüenza eso era muy nuevo para él.
Milo lo acomodo sus piernas alrededor de su cintura, lo miro con dulzura.-bien estás listo-
Camus veía lo grande que estaba Milo, no pudo evitar un temblor en su cuerpo, cerró los ojos, y asintió con la cabeza.
-no quiero que me duela-
Milo rio un poco, -si te relajas no te dolerá tanto, prometo hacerlo lento- tomo su propio miembro acercándolo a la entrada de Camus lo metió lento, gimió al sentir su miembro apretado por esos anillos de carne, comenzó con movimientos suaves, miraba la mueca de dolor del otro y como unas pequeñas lágrimas rodaban por sus mejillas.
-Te duele mucho?-
Camus negó con la cabeza
-continua-
Milo sostuvo las caderas de Camus aumentando el ritmo de las estocadas, masturbándolo al mismo ritmo, devoraba sus labios.
-Te amo, te amo-
-ahh… milo… yo también te amo- apretó mas las piernas quería sentirlo mas dentro de él, su respiración agitada sentía el final cerca.
-ahhh Milo ya… ya no puedo mas…- apretó su recto descargándose entre sus vientres.
-Milo al sentir esa presión dio la última estocada dejando su semilla, salió lentamente, cayendo sobre Camus.
-Eres lo más maravilloso que me ha pasado en la vida-
Camus sonrió y se abrazó a él, ahora no importaba nada, lo tenía a su lado , no pedía más no fue tan malo revelar un secreto….
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